martes, 31 de marzo de 2009

El Polo en conflicto

Con la renuncia del senador Gustavo Petro al comité ejecutivo del Polo, este partido está al borde de una fractura. El próximo congreso definirá si sigue unido y si va solo o aliado con otros a las elecciones de 2010. Por César Paredes, periodista de Semana.com
César Paredes, periodista de Semana.com


En su próximo congreso, el Polo Democrático enfrentará el reto de mantenerse cohesionado cuando la carrera por la Presidencia y el Congreso apenas comienza. Entre el 26 y 28 de febrero, durante el II Congreso del Polo, el partido tendrá que elegir un nuevo presidente de la organización y decidir si apoya a un candidato presidencial propio, como lo quieren algunos de sus dirigentes, o si se alía con otras fuerzas políticas para acordar un candidato que pueda tener una mayor opción de triunfo en las elecciones presidenciales de mayo de 2010.

Por eso, este congreso es clave para el futuro político del partido, como dijo el senador Gustavo Petro, “será como este año: de definiciones”.

En las últimas semanas el Polo está que se rompe. Aunque todos los sectores del Polo claman por su cohesión –no en vano el lema del congreso es “El poder de la unidad”-, son inocultables las desavenencias entre varios de sus militantes.

Por ejemplo, en la última reunión del comité ejecutivo se negó la petición que hizo el senador Petro de dirigirse a los delegados en el próximo congreso para exponer sus propuestas. Los delegados de su lista vieron en la decisión de permitir que hable únicamente el actual presidente del partido, el ex magistrado de la Corte Constitucional, Carlos Gaviria, una intención soterrada de amarrar las decisiones al antojo de algunos dirigentes del partido que buscan una nueva candidatura de Gaviria. Ante la decisión, que calificó de poco democrática, Petro renunció este lunes al comité ejecutivo del partido y no descartó renunciar al propio partido y no asistir al congreso. Con él podrían irse María Ema Mejía y el ex alcalde de Bogotá Luis Eduardo Garzón, dos pesos pesados dentro del partido.

Sin embargo, en entrevista con Semana.com, el senador Parmenio Cuéllar, quien es el vocero del partido en la Cámara Alta, explicó que tradicionalmente quien habla en el congreso de la organización es el Presidente del partido y que no tiene por qué haber privilegios para ningún aspirante a una candidatura presidencial. “Si Lucho y Petro siguen con una actitud retadora, lo más probable es que no les dejen hablar”, dijo Cuéllar.

Las diferencias entre polistas surgieron cuando Petro propuso aliarse con otros partidos y buscar “el acuerdo sobre lo fundamental” (ver entrevista con Petro). Esta propuesta busca promover una consulta entre partidos de oposición para sacar un candidato capaz de enfrentar la posibilidad de una nueva reelección de Uribe y no descarta la posibilidad de sacar un candidato del partido, que después enfrente la consulta con los otros partidos.

La iniciativa además, busca construir un programa de gobierno que saque a Colombia del conflicto armado. En ese sentido el senador Petro se ha reunido con varios líderes políticos, de la sociedad civil e incluso de la Iglesia Católica para construir un programa que recoja las propuestas de los diferentes sectores.

La iniciativa, que apoya el ex alcalde Garzón no ha sido bien recibida entre algunos integrantes de su partido y ha provocado la reacción enérgica de los sectores considerados más radicales. El senador Jorge Robledo, por ejemplo, salió al paso y afirmó que esa propuesta sería autodestructiva para el Polo. También reiteró que Garzón desde que salió de la Alcaldía no tenía ninguna expresión amable hacia el partido.

El senador Robledo defiende la idea de que el Polo no puede aliarse con un partido como el Liberal, si su único propósito es enfrentar a Uribe. En su criterio, no sería un triunfo porque el programa terminaría siendo el mismo del uribismo, sin cambios estructurales en la política, y así el Polo no se distinguiría de los demás partidos. También ha argumentado que los dirigentes del Polo no pueden desconocer que en las últimas elecciones presidenciales este partido logró más de dos millones y medio de votos. Para él, una coalición sería dejar sin representación a quienes han apoyado la única alternativa de oposición frentera del gobierno.

En respuesta a las declaraciones de Robledo, en una columna del diario El Espectador, Garzón comparó al senador Robledo con Stalin, el dictador ruso, “cuando trata de castigar la persistencia de quienes promovemos una gran coalición que enfrente a Uribe o a su candidato”.

El debate se ha atizado con las declaraciones del senador Jaime Dussán, dirigente del magisterio donde reposa su mayor músculo electoral, quien ha dicho públicamente que la lista de Samuel Moreno tenía un acuerdo con la de Robledo para derrotar la propuesta de Petro.

“Eso no es cierto. No existe ningún preacuerdo. Quienes pertenecemos a la lista de Moreno no vamos a hacer coaliciones para afectar a ningún sector del Polo”, dijo Cuéllar a Semana.com. “Probablemente las declaraciones del senador Dussán buscan incomodar a Lucho Garzón”, agregó.

Robledo se muestra convencido de que ganará la propuesta del candidato único, por lo menos en la primera vuelta. Ha afirmado que ese es el sentir de la mayoría dentro del partido. No obstante, el senador Petro ha dicho que la decisión final está en manos de la lista de delegados del senador Iván Moreno, hermano del Alcalde de Bogotá, Samuel, y que la derrota de su propuesta podría significar su salida del partido.”Yo no voy a estar en un partido cuyo propósito no sea sacar a Colombia de la guerra”, dijo Petro a Semana.com.

En este escenario, a ciencia cierta, no hay claridad de cuáles serán los resultados de las votaciones en el próximo congreso del Polo. En el partido hay tres bloques de delegados importantes encabezados por las primeras tres listas que obtuvieron la mayoría de votos en las pasadas consultas.

La votación mayoritaria la obtuvo la lista del senador Moreno con 51.930 votos. Esta facción es la heredera de la Anapo, liderada por la familia Moreno Rojas, que maneja la enorme burocracia del Distrito junto con el samperismo.

El segundo resultado más importante lo obtuvo la lista del senador Petro con 45.115 votos. En esta línea está el ex alcalde Garzón y la ex ministra María Ema Mejía. Dentro del partido la llaman social demócrata, que ideológicamente se ubica más en el centro de la política; ha rechazado de manera tajante a las Farc por su insistencia en la lucha armada como medio político y defiende un plan incluyente de otras fuerzas políticas que lleve a Colombia a la paz política y social.

El tercer lugar de votación lo obtuvo la lista del senador Robledo con 31.155 votos. Él representa el ala más radical de la izquierda junto al Partido Comunista. Es considerado por los analistas el sector más ortodoxo e inflexible del Polo.
Quienes siguen en la lista integran un cuarto grupo entre los que están el Partido Comunista y otras expresiones independientes, que sumadas podrían definir lo que pase en el próximo congreso.

Juntos pero no revueltos

“Una cosa son las ideas, en donde todos coinciden porque son de izquierda, pero otra muy distinta son los intereses donde cada sector busca su propio beneficio”, dijo el analista político y director de la Fundación Arco Iris, León Valencia, refiriéndose al Polo. Para él, la puja entre las facciones del partido se debe a diferencias que son insalvables. Según su criterio, convivirían mejor si se separan. “Se harían menos daño”, agregó Valencia.

No obstante, Daniel García-Peña, quien es integrante del Polo, pertenece a la lista de Petro y fue secretario del partido, considera que una fractura en este momento sería grave para la izquierda. García- Peña aduce que “el esquema de división entre una izquierda moderada y otra radical es inoperante en Colombia. Lo mejor es que en el próximo Congreso nos demos todo el palo necesario y salgamos con una propuesta unificada”, dijo.

Según García-Peña las posiciones en el Polo “no son tan rígidas como las ha hecho ver la prensa”. Por ejemplo, según él, así como hay posiciones afines entre el Movimiento Obrero Independiente y Revolucionario (MOIR) y el Partido Comunista (considerados los radicales), también las hay divergentes.

Para el analista Fernando Giraldo el conato de fractura en el Polo se debe a que el partido no dirimió en sus orígenes temas sensibles como la posición frente al conflicto armado, que cada vez que sale a flote pone en crisis a todos los sectores. Según él la unión de las alas radical, moderada y anapista fue un acuerdo formal en aras de obtener el poder y no producto de la construcción de un proyecto político.

“El Polo cayó en lo que tradicionalmente ha pasado con los demás partidos colombianos, que están constituidos solo para obtener el control del poder y no para construir un programa de largo aliento, que anteponen el negocio a la vocación”, dijo Giraldo.



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