sábado, 1 de diciembre de 2007

¿Gesto humanitario o positivo militar?

El presidente Chávez calificó de inhumano a Uribe
¿Gesto humanitario o positivo militar?

Crecen los interrogantes acerca de la captura de los tres guerrilleros de las Farc que tenían en su poder las pruebas de supervivencia de los secuestrados. “Son emisarios de paz”, le dijo un contacto de la guerrilla en Venezuela a la senadora Piedad Córdoba.
Redacción Judicial



sábado, 01 de diciembre de 2007

Ocho días después de que el presidente Uribe diera por terminada la facilitación de la senadora Piedad Córdoba y del presidente venezolano Hugo Chávez para avanzar en el acuerdo humanitario, el sinuoso camino de las anunciadas pruebas de vida de los secuestrados por las Farc tuvo en la madrugada del viernes pasado un giro inesperado. La revelación del alto comisionado Luis Carlos Restrepo de que el jueves en la tarde, en un operativo relámpago de la Fiscalía y el Ejército, habían sido capturados tres guerrilleros de las Farc, abrió un nuevo abanico de dudas e interrogantes que revolvieron el ya convulsionado panorama nacional.

Los tres insurgentes fueron detenidos al sur de la capital y les fueron incautados cinco CDs, una memoria USB y varias cartas. Eran las pruebas de supervivencia. Y aunque voceros del Gobierno aseguraron que los guerrilleros planeaban ataques terroristas, lo que analistas y conocedores del tema se preguntan es por qué éstos tenían en su poder las pruebas de vida. No hay duda de que estaban cumpliendo una misión. ¿Cuál? ¿Entregárselas a la senadora Piedad Córdoba o al presidente Chávez como un gesto humanitario?

El Espectador conoció que desde Venezuela un contacto de la guerrilla de las Farc se comunicó con la congresista Piedad Córdoba para informarle que los tres insurgentes detenidos el jueves pasado llegaron a Bogotá con el único fin de “cumplirle” con las anunciadas pruebas de supervivencia y que “eran mensajeros de paz”. El fiscal general, Mario Iguarán, en reunión privada que sostuvieron en la mañana de ayer Yolanda Pulecio (madre de Íngrid Betancourt), un funcionario de la Embajada de Francia y la senadora liberal, reveló que la captura de Humberto Montaña, Cindy Dumai y Brigite Vega se concretó luego de que fueran interceptadas varias llamadas telefónicas.

Este semanario también conoció que tres de las cartas incautadas eran del teniente del Ejército Raimundo Malagón, quien le dirigió una comunicación al presidente Hugo Chávez en la que le agradecía sus esfuerzos como mediador para facilitar el canje y otras dos misivas a sus familiares. En otra carta, el norteamericano Thomas Howes (plagiado desde el 13 de febrero de 2003 junto con Keith Stansell y Marc Goncalves) le envió una carta a su madre en la que le relataba en detalle los tortuosos días de su cautiverio y otra en la que hablaba de su testamento, fechada el 26 de noviembre de 2006. Por su parte, Marc Goncalves le escribió el pasado 23 de octubre otra carta a Jorge Briceño, el Mono Jojoy.

La carta que más despertó revuelo fue la que le envió la ex candidata presidencial Íngrid Betancourt a su madre Yolanda Pulecio, un documento lleno de “desesperación y soledad”, como lo calificó su hijo Lorenzo. La misiva está fechada el 24 de octubre de 2007, tiene 12 páginas, está escrita en letra muy pequeña y está hecha a manera de diario de registro de los 69 meses que lleva en cautiverio en poder de las Farc. La carta de la política colombo-francesa se refiere en uno de sus apartes a la labor de mediación del presidente Hugo Chávez y de la senadora Córdoba. Además, agradece los mensajes que le han enviado sus familiares y amigos. “Los he escuchado todos”, señala la misiva.

Un mar de especulaciones empezaron a circular una vez se conocieron las pruebas de vida de Íngrid Betancourt, los tres norteamericanos y 12 miembros de la Fuerza Pública. ¿Para quién iba el paquete con videos, fotografías y cartas que tenían en su poder los tres capturados? ¿Vendrán más pruebas en camino? ¿Por qué aparecen estas señales de vida en el momento más álgido de las relaciones Uribe-Chávez? ¿Las imágenes encontradas son la prueba de que el proceso adelantado por el presidente venezolano iba por buen camino?

Pero quizás los rumores que han despertado más suspicacias entre las personas cercanas a los facilitadores Piedad Córdoba y Hugo Chávez son aquellos en los que se contemplan la posibilidad de que funcionarios del alto gobierno hubieran tenido noticias de los avances en la entrega de las pruebas de vida y buscaron adelantarse para cruzarse en el camino del canje humanitario. “¿Acaso el Ejército tenía identificados a los emisarios de la senadora Córdoba? ¿Quería el Gobierno impedir que se conocieran estas pruebas antes del proceso electoral del domingo en Venezuela?”, se cuestionan desde ayer personas allegadas a ambos facilitadores, consultados por El Espectador.

Más allá de las especulaciones, lo cierto es que hay detalles que no encajan. ¿La detención de los tres guerrilleros estaba calculada por las Farc? ¿La revelación de estas pruebas de supervivencia busca presionar al gobierno Uribe? ¿Fue una jugada política en un momento estratégico para beneficiar al presidente Hugo Chávez a propósito del referendo que este domingo será votado en Venezuela? Precisamente ayer la senadora Piedad Córdoba le envió una carta al presidente Chávez, en la que sostiene que “la mediación rindió sus frutos porque se movilizaron los combatientes de las Farc con las pruebas de vida, tal como lo habíamos anunciado”, en clara referencia a que los guerrilleros detenidos el jueves pasado eran “los emisarios” de las Farc.

A renglón seguido, la misiva sostiene que si bien es cierto que “nuestra agenda por el acuerdo humanitario no estuvo ajustada a los más ortodoxos cánones de la metodología prevista por los especialistas”, no menos cierto es que “ensayamos caminos y exploramos inéditas propuestas no previstas en la mentalidad de piedra de los partidarios de la guerra”. Y agregó: “Cada avance que lográbamos en el proceso era sometido a caricaturescos registros y a las descalificaciones menos pensadas, cuando no a distorsiones mediáticas por parte de guerreristas de cuello blanco”. Y finalmente le recordó que las “notas que desde la selva nos dirigen a usted y a mí, como al presidente Sarkozy, testimonian que el esfuerzo ha sido responsable y serio”.

El panorama del acuerdo está hoy más que nunca lleno de espinas y de interrogantes. Las imágenes de los secuestrados en poder de las Farc son desoladoras, aunque abren una puerta de aliento: saber que al menos aún están con vida. Ayer en la noche viajó a Venezuela la senadora Piedad Córdoba en compañía de familiares de los secuestrados. Su consigna: pedirle al presidente Chávez que reanude sus labores como facilitador del acuerdo. No obstante, los dardos que lanzó ayer el mandatario venezolano en contra del presidente Uribe clausuraron, y de qué manera, esa posibilidad.

En un enérgico discurso ante una multitudinaria manifestación pública, Chávez no dudó en asegurar que el jefe de Estado colombiano, “siguiendo las directrices del imperio de Estados Unidos”, ordenó capturar a los tres guerrilleros que “sirvieron como correos” de las pruebas de vida de los secuestrados “y los acusó de ser terroristas”. Pero, dijo Chávez, “allá él (Uribe) con sus obsesiones, allá él con sus conflictos”, y se atrevió a aseverar que “Uribe no quiere el intercambio, así como tampoco lo quiere la oligarquía de Bogotá”. En razón a ello terminó su intervención así: “El gobierno de Uribe es inhumano”.

Tamañas afirmaciones seguramente tendrán consecuencias en las relaciones venideras entre ambos países, pero sobre todo en la incierta suerte de los plagiados por las Farc, que seguirán esperando que la política, ésa por la que ni Chávez ni Uribe ni las Farc se ponen de acuerdo, algún día pueda encontrar un camino cierto para liberarlos.

“Hemos vivido todo tipo de calamidades”

El primer testimonio conocido en las pruebas de supervivencia de los secuestrados, decomisadas por las autoridades a las Farc, fue el del subteniente del Ejército Raimundo Malagón Castellanos, plagiado por el grupo subversivo el 4 de agosto de 1998, tras el ataque a la base militar en La Uribe, Meta. Malagón pertenecía al batallón de infantería número 21 'Vargas'.

En el video entregado a su familia, Malagón Castellanos habla de las condiciones infrahumanas en que se encuentran y además propone una zona de despeje en territorio venezolano para el acuerdo humanitario, lo que confirma que la grabación fue hecha antes de que se cancelara la mediación del presidente Hugo Chávez y de la senadora Piedad Córdoba.

Estos son apartes de las palabras del subteniente del Ejército: "Lo que puedo manifestar es que infortunadamente se han vivido todo tipo de calamidades en esta selva inhóspita, desolada y fría. Esto que ustedes están viendo no es la realidad que se vive, la realidad es complatemente distinta. Cosas infrahumanas que se viven como es hacer las necesidades sanitarias en un hueco, tomar baños en caños muchas veces no aptos para un ser humano, encadenados de noche, de día. En estos momentos la cadena fue quitada.

Tengo una sugerencia muy importante para hacerle al señor presidente Hugo Chávez Frías, a la senadora Piedad Córdoba y al señor presidente de la República Álvaro Uribe Vélez, y es que estudien la posibilidad de que en el territorio venezolano sea decretada o buscada una zona donde nos puedan ubicar a los cautivos o secuestrados, como se quiera llamar".

La carta íntima de Íngrid

El Espectador conoció apartes de la carta que Íngrid Betancourt le envió a su madre, Yolanda Pulecio. En ella se refiere a cosas personales y a cada uno de los miembros de su familia. Habla de la muerte de su padre, Gabriel Betancourt; nombra a cada uno de sus hijos, a quienes les envía un mensaje de amor y fortaleza, y se declara muy afectada por el asesinato en cautiverio de los diputados del Valle del Cauca.

Íngrid le cuenta a su madre que escucha los mensajes que le envían por radio y que son “placer puro”. Asimismo, cuenta que ha estado enferma, con fiebre y escalofríos, y que las condiciones en la selva son muy difíciles. Habla de “un régimen muy duro”, en cuanto a alimentación, salud e higiene, y que “la situación es desesperante”.

También confirma que hace cuatro años la separaron de Clara Rojas, que no sabe nada de ella ni de su hijo Emanuel y que efectivamente estuvo con Frank Pinchao. Íngrid no escribe de política, ni del acuerdo humanitario, ni de rescates, ni de los presidentes Uribe y Chávez.



www.elespectador.com

viernes, 30 de noviembre de 2007

Estos fueron los cinco grandes avances de la gestión de Piedad Córdoba con las Farc

Estos fueron los cinco grandes avances de la gestión de Piedad Córdoba con las Farc
Por Élber Gutiérrez Roa

La acalorada pelea entre los presidentes Hugo Chávez y Álvaro Uribe tras el fin de la mediación de éste último en el tema del acuerdo humanitario con las Farc no le había permitido al país ver los verdaderos alcances que tenía esa labor. El tema más comentado tras dicha ruptura es el de la zozobra respecto al futuro de las relaciones entre Colombia y Venezuela, especialmente en términos económicos y políticos, pero poco se habla sobre los escenarios futuros con las Farc.

Más allá de las declaraciones, también acaloradas, de los funcionarios públicos que no ven salida distinta a la vía militar contra los guerrilleros, bien convendría reflexionar sobre los nuevos escenarios en este mapa de la guerra. Y el primer paso para este ejercicio es revisar desapasionadamente hasta qué punto hubo o no avances en la mediación cancelada desde hace ocho días.

En su rendición de cuentas ante el Congreso de la República, la senadora Piedad Córdoba hizo un reporte detallado sobre los hechos y su gestión como facilitadora. Delante del comisionado de paz, Luis Carlos Restrepo, y del ministro del Interior, Carlos Holguín, la legisladora sorprendió con revelaciones que dejaron boquiabiertos a sus colegas. (Ver artículo relacionado: Texto íntegro de la defensa de Piedad Córdoba).

Córdoba no solo demostró que se empleó a fondo para cumplir su misión sino que logró el un respaldo impresionante de sectores nacionales e internacionales de cuyas labores el país no estaba enterado.

El primero de ellos fue la aceptación de Chávez al encargo de mediador. Todo el mundo sabe que el presidente venezolano cumplió con esa misión, pero el gobierno colombiano terminó reconociendo que Chávez, en principio, tenía dudas para aceptar el encargo. Fue Piedad Córdoba quien lo propuso públicamente para tal labor, viajó a solicitárselo en Caracas y finalmente lo convenció de metérsele al tema.

El segundo tiene que ver con Estados Unidos. Pese al pragmatismo que lo caracteriza, ese país dio pasos hacia la facilitación, así no los haya reconocido oficialmente. No es usual que Estados Unidos ventile este tipo de gestiones, pero los hechos relatados por la senadora Córdoba lo corroboran: Estados Unidos aceptó la mediación de Chávez y de Córdoba; aceptó la posibilidad de negociar las penas de Simón Trinidad y alias Sonia, si se producía la liberación de los secuestrados; hasta le permitió reunirse con los dos guerrilleros presos con la presencia de funcionarios de la DEA y el Departamento de Estado como testigos.

Desde el lado de las Farc también hubo avances: aceptaron la mediación de Chávez, se comprometieron a entregar pruebas de supervivencia de los secuestrados (Piedad confía en que las revelarán, aunque no las llevaron a la reunión de Chávez con el presidente francés Nicolás Sarkozy), hablaron sobre la posibilidad de que los acercamientos para el acuerdo humanitario no necesariamente implicaran un despeje (que era uno de los inamovibles del grupo guerrillero) y, por primera vez desde que comenzó el gobierno Uribe, Raúl Reyes aceptó reunirse con un facilitador de esa administración.

Simón Trinidad y alias Sonia son el ejemplo de lo que podría ser el cuarto avance, pues ambos dieron un paso al costado para que el tema de su liberación no fuera un obstáculo de cara a la libertad de los secuestrados. Además, Trinidad envió carta al secretariado de las Farc pidiéndoles pruebas de vida de los rehenes.

Finalmente, los familiares de los secuestrados y de los guerrilleros presos también mostraron su confianza en la mediación, mientras que países como Argentina, Brasil y Francia ofrecieron sus territorios como escenario para la discusión del acuerdo. De paso, las relaciones entre Colombia y Venezuela mejoraron a tal punto que se habló sobre el reingreso de Venezuela a la CAN como consecuencia de la confianza adquirida durante la mediación.

Es cierto que comparado con la libertad de los secuestrados todo este relato parece poco. Pero es mucho más de lo que había antes de iniciada la mediación e invita a reflexionar sobre las consecuencias de su suspensión.

La ruptura

Que Uribe haya tenido o no razones para ponerle fin a la ayuda venezolana es otra discusión. Para el presidente colombiano es muy grave que Chávez haya llamado al comandante del Ejército a preguntarle por los secuestrados. Pero ni siquiera en ese tema hay consenso entre los mismos uribistas. Analistas como Alfredo Rangel están convencidos de que el incidente no era tan grave como para precipitar la ruptura. Lo que nadie niega ahora, después de escuchar las explicaciones de la senadora, es que ella se esforzó por cumplir con su encargo pese a ser una de las más reconocidas antiuribistas del país. Y su labor, polémica o no, con o sin boina puesta, sonriente o no en la foto con los guerrilleros, con o sin intereses políticos de Chávez, estaba rindiendo frutos.

¿Tuvo Piedad la culpa de la ruptura? En Palacio piensan que fue, cuando menos, ingenua. Le critican el hecho de haber puesto al teléfono a Chávez con el general Mario Montoya, comandante del Ejército. Ella asegura que no lo hizo de mala fe. Quizá su error fue cuidarse mucho de cometer errores que hicieran que las Farc rompieran la mediación y no pensar lo mismo sobre el gobierno en casos como el de la llamada a Montoya. El presidente Uribe la nombró facilitadora y avaló su gestión, pero no por ello dejaba de ser una de las partes en la puja por el acuerdo humanitario. Y toda parte tiene sus intereses y sus susceptibilidades de cara a una eventual negociación, sea cual sea el tema en discusión.

La otra responsabilidad que el gobierno le achaca a la senadora es la de haberle planteado a Simón Trinidad la posibilidad de un gobierno de transición. En términos del gobierno, la idea es que la senadora estaba haciendo una especie de complot con los guerrilleros para golpear a la administración Uribe. Es cierto que Piedad es crítica del presidente, pero suena extraño que se atreva a plantearle un acuerdo a las Farc en presencia de delegados de la DEA, el departamento de Estado y la embajada de Colombia en Washington. Como dijo ella con sorna durante el debate, eso sí sería un “gobierno de transición”.

Dos dudas surgen luego de la revisión de esta acusación a la senadora. La primera tiene que ver con Julio César Aldana, el cónsul de Colombia en Washington, y su versión sobre el supuesto trasfondo de la conversación entre Piedad y el guerrillero preso. Si el tema le pareció tan sospechoso por qué se demoró tanto en hacer el reporte al gobierno en Bogotá. La reunión fue el 30 de octubre, pero Uribe solo acusó a la senadora hasta el sábado 24 de noviembre. Cosa distinta ocurrió con el general Montoya, quien reportó de manera inmediata la llamada de Chávez. Ahora, si el consulado actuó oportunamente y el tema era tan grave como el gobierno dice que fue, por qué Uribe esperó tanto tiempo para contarlo, por qué no le pidió explicaciones inmediatas a su facilitadora en vez de esperar a un detonante mayor para ponerla en la picota pública.

La segunda duda, derivada de los interrogantes anteriores es si en esta acusación –por la cual la senadora emprenderá acciones legales contra el cónsul- terminará en una rectificación por parte del gobierno, como cuando el hoy ministro de Defensa Juan Manuel Santos hizo señalamientos similares contra el ex senador liberal Rafael Pardo y el jefe del Polo Democrático, Carlos Gaviria. Pardo fue acusado de tener pactos secretos con las Farc. Gaviria, de orquestar una campaña contra Uribe en Europa. En el primer caso el presidente terminó ofreciendo excusas a Pardo, a comienzos de 2006, pero insistió en que la información procedía de una fuente confiable. En el segundo, Santos emitió un comunicado reconociendo que Gaviria no era el autor de un artículo que cuestionaba al gobierno Uribe y que supuestamente había sido escrito por el líder de oposición colombiano.

Como en el caso de las relaciones con Chávez, el trauma de la ruptura parece difícil de superar. Pero los esfuerzos de la senadora Córdoba demostraron que siempre hay un camino, incluso cuando todo indique que las puertas del diálogo están cerradas, como ocurría antes de que ella iniciara su mediación y como ocurre hoy.

El propio gobierno reconoce las dificultades presentes y aunque los resultados del comisionado Restrepo con las Farc no son alentadores al cabo de los cinco años que lleva en el cargo, habrá que esperar a ver qué se le ocurre ahora. Encontrar otro mediador como Chávez y otra facilitadora como Piedad no será fácil, sobre todo después de la pérdida de confianza de los últimos días. Lo saben el gobierno, las Farc y los ahora desautorizados mediadores.

Familias de 17 secuestrados recibieron pruebas de supervivencia, pero drama de los ‘canjeables’ continúa

Familias de 17 secuestrados recibieron pruebas de supervivencia, pero drama de los ‘canjeables’ continúa

La incautación de evidencias de vida de los rehenes a tres milicianos de las Farc es agridulce: Demuestra que no han muerto, pero revela el martirio en que viven. EU exige liberación inmediata, Francia vacila y familiares piden revivir mediación de Chávez
No se cumplía aún una semana desde el enérgico reclamo del presidente Álvaro Uribe a las Farc por incumplir la promesa de entrega de las pruebas de supervivencia de los secuestrados cuando estas aparecieron. Lo hicieron de una forma inusual: fueron halladas en una operación del Ejército Nacional contra tres milicianos de ese grupo armado ilegal. El operativo había sido coordinado por la Fiscalía, que tenía sospechas sobre la planeación de un atentado terrorista.

Los uniformados que participaron en la operación detuvieron a Humberto Montaña Valencia (supuesto jefe de la red urbana Antonio Nariño, de las Farc), Cindy Yuley Dumai Cuevas y Brigite Adriana Vega Paredes. Lo hicieron junto a un puente peatonal de la avenida Primera de Mayo con Boyacá, en Bogotá. Llevaban varias semanas siguiendo sus comunicaciones electrónicas y sabían que tenían que buscar un “paquete”, que sospecharon, era de explosivos. Al descubrir su verdadero contenido no lo podían creer. Había fotos de los secuestrados y cinco videos con las más recientes pruebas de supervivencia de 12 policías y militares, los tres cooperantes estadounidenses, la ex candidata presidencial Ingrid Betancourt y el ex senador Luis Eladio Pérez.

Los milicianos fueron judicializados y las pruebas presentadas al país en la madrugada del viernes por el comisionado de paz, Luis Carlos Restrepo. Las entristecedoras imágenes desataron un debate político que tiene varios protagonistas: los familiares de los secuestrados, que reclaman la reanudación de la mediación del presidente venezolano Hugo Chávez y la senadora Piedad Córdoba; el Ejecutivo colombiano, que prefiere buscar ayuda en sectores más distantes de su contraparte; EU, que exigió la liberación unilateral de los rehenes; Francia, que en cuestión de horas pasó de declarar la mediación de Chávez como “cosa del pasado” a calificarla como “importante en el futuro”; Chávez, que fustigó a Uribe por capturar “a los tres mensajeros que llevaban las pruebas”; la senadora Córdoba, que asegura que esas son las anunciadas pruebas; y las Farc, que pretendían dar un golpe de opinión con los videos.

Hasta hubo expertos que salieron a interpretar lo que decían los labios de los secuestrados en el video sin audio revelado por la Presidencia de la República. De la Ingrid Betancourt beligerante de hace cinco años queda ahora una mujer demacrada, triste y silenciosa, cuyo mutismo en el video es quizá la parte más dolorosa de las pruebas. Igual camino escogió el ex senador Luis Eladio Pérez, quien pese a ser orador consumado prefirió bajar la cabeza cuando la cámara de los guerrilleros lo filmó. Sus expresiones son signo inequívoco de reproche por la ignominia a la que son sometidos.

Para el presidente Álvaro Uribe, las imágenes incluidas en las pruebas demuestran que las Farc son un grupo terrorista. En distintos escenarios el jefe de Estado colombiano se refirió el viernes la tema comparando la situación de los secuestrados con la de los torturados de la violencia nazi durante la segunda guerra mundial.

El debate político

Aunque el gobierno dijo no tener idea sobre el destino que tendrían dichos testimonios en manos de las Farc, tanto los analistas como los familiares de los secuestrados saben que se trata de las evidencias de vida prometidas por las Farc al presidente Chávez. El hecho de que la guerrilla se haya tomado el trabajo de filmarlas y transportarlas hasta Bogotá refuerza dicha tesis. Además, dos de los testimonios de los secuestrados –que también enviaron cartas- iban dirigidos al presidente venezolano y los videos fueron grabados entre el 23 y el 24 de noviembre, dos días después de la fecha en que el presidente venezolano Hugo Chávez los esperaba.

Las reacciones de los familiares fueron de exigencia para continuar en el camino que conduzca a su liberación. Astrid Betancourt se declaró “muy emocionada” por las imágenes de su hermana y dijo que muestran que ha sido “eficaz” la mediación del presidente venezolano, Hugo Chávez, y la senadora colombiana Piedad Córdoba.

“Es una imagen triste de mi hermana, pero está viva”, recalcó la hermana de Betancourt, al comentar esta primera prueba de vida de la rehén colombo-francesa que se obtiene desde mediados de 2003. Astrid Betancourt dijo que las imágenes se remontan “aparentemente” a los últimos días del mes de octubre, “lo que muestra” que las FARC estaban haciendo llegar las pruebas de vida para “dárselas al presidente Chávez”.

Lorenzo Delloye, el hijo menor de Ingrid Betancourt, aseguró que está “contento” de que su madre esté con vida, aunque le angustia su aspecto, y pidió la reanudación de la mediación de Chávez, para su liberación. “Ver la foto y ver a mi madre hasta qué punto está flaca, delgada, rabiosa, y verla así de triste, me impacta. Sabía que estaba triste, que no estaba bien, pero no me la imaginaba así”, aseguró Lorenzo Delloye, que reside en París con su padre y primer marido de la secuestrada, Fabrice Delloye.

Algunos de los secuestrados llevan hasta cinco años en poder de las Farc que para nada se conduele de las familias de sus víctimas y no les permite noticias de ellos. Sólo en contadas excepciones, o como en este caso en el que fueron descubiertas en poder de tres guerrilleros.

Es tal el aislamiento de los secuestrados que durante las últimas semanas entraron en el escenario el presidente Hugo Chávez y la senadora Piedad Córdoba a mediar entre el gobierno y las Farc para trazar un camino en la búsqueda de un intercambio humanitario pero el proceso se frustró, entre otras razones, porque las Farc no entregaron las pruebas de vida a pesar de que el mandatario venezolana había dado su palabra a su colega francés, Nicolás Sarkozy, de entregárselas en Paris el 20 de noviembre.

En la madrugada de este viernes, Luis Carlos Restrepo, Alto Comisionado para la Paz, informó en una rueda de prensa:

1. En una operación militar del Ejército de Colombia contra las estructuras urbanas de las FARC en Bogotá, con la coordinación del Cuerpo Técnico de Investigación de la Fiscalía General de la Nación, fueron capturados en flagrancia tres personas, en cuyo poder se encontraron pruebas de supervivencia de un grupo de secuestrados por las FARC:

Se trata de cinco videos, cuatro de los cuales registran fecha de grabación los días 23 y 24 de octubre de 2007.

Aparecen registros de:

Doctora Ingrid Betancourt Pulecio. Video del 24 de octubre de 2007.

Sargento Viceprimero del Ejército Erasmo Romero. Video del 23 de octubre de 2007.

Teniente de la Policía Vianey Rodríguez Porras. Video del 23 de octubre de 2007.

Cabo Primero de la Policía Julio César Buitrago Cuesta. Video del 24 de octubre de 2007.

Cabo Primero de la Policía Jairo Durán Puerto. Video del 24 de octubre de 2007.

El quinto video registra fecha de grabación 1 de enero de 2007. No obstante el Sargento Viceprimero José Ricardo Marulanda Valencia, manifiesta en su saludo que la grabación se realizó el día 23 de octubre.

En este video aparecen las siguientes personas: Señor Mark Goncalves. Contratista norteamericano. Video del 1 de enero de 2007.
Señor Kein Stambler. Contratista norteamericano. Video del 1 de enero de 2007.

Señor Thomas Howes. Contratista norteamericano. Video del 1 de enero de 2007.

Doctor Luis Eladio Pérez. Video del 1 de enero de 2007.

Capitán del Ejército Juan Carlos Bermeo Covaleda. Video del 1 de enero de 2007.

Cabo Primero del Ejército José Miguel Arteaga. Video del 1 de enero de 2007.

Sub Intendente de la Policía Armando Castellanos. Video de 1 de enero de 2007.

Teniente del Ejército Raimundo Malagón Castellanos. Video de 1 de enero de 2007.

Cabo Primero del Ejército William Pérez Medina. Video de 1 de enero de 2007.

Sargento Primero del Ejército José Ricardo Marulanda Valencia. Video de 1 de enero de 2007.

Sargento Segundo del Ejército Amaon Flórez Pantoja. Video de 1 de enero de 2007.

Igualmente en los elementos incautados se hallaron siete cartas, así:

De Thomas Howes para Mariana Howes. Sin fecha.

De Thomas Howes acerca de su testamento. Del 26 de noviembre de 2006.

De Mark Goncalves para el terrorista, alias Mono Jojoy. Del 23 de octubre de 2007.

Del Teniente del Ejército Raimundo Malagón para la familia de Efraín Malagón. 23 de octubre de 2007.

Del Teniente del Ejército Raimundo Malagón para la familia de Stella Malagón. Sin fecha.

Del Teniente del Ejército Raimundo Malagón para el Presidente Hugo Chávez. Del 23 de octubre de 2007

De la doctora Ingrid Betancourt para su señora madre. Del 24 de octubre de 2007.

Igualmente se halló una memoria digital con fotografías de los mismos secuestrados ya relacionados en este comunicado.

2. Este material se encuentra en este momento sujeto a cadena de custodia por parte del CTI y sometido a los controles legales pertinentes.

3. Este comunicado se expide con autorización de la Fiscalía General de la Nación, y por razones estrictamente humanitarias.

4. Por razones humanitarias, los familiares de las víctimas podrán acudir a la Fiscalía Primera Delegada ante la Dirección Nacional del CTI para su conocimiento. Además, también los representantes de los medios de comunicación.

5. El Gobierno de Colombia enviará copia de este material a los gobiernos de Francia y Estados Unidos en razón de la doble ciudadanía de la doctora Ingrid Betancourt y de los tres ciudadanos norteamericanos quienes aparecen en estos documentos.

Fuerza Pública ataca a balazos a indígenas concentrados en la

Fuerza Pública ataca a balazos a indígenas concentrados en la
Emperatriz

[ 11/29/2007] [ ] [ Autor: ACIN]
Siendo las 12:30 del medio día cuando los comuneros indígenas se
encontraban trabajando en la Finca la Emperatriz durante los rituales
de La Liberación de la Madre Tierra, entró el ESMAD (escuadrón móvil
antidisturbios), la Policía Nacional y el Ejército Nacional a
reprimirlos a punta de gases lacrimógenos y en medio de la agresión dos
hombres de civil vestidos con pantalonetas y camisetas, salieron de
entre los ESMAD y la Policía y empezaron a disparar indiscriminadamente
con armas cortas hacia la multitud de indígenas que allí se
encontraban.

Esto dejó como resultado cuatro heridos de gravedad: Rodrido Pito de
35 años de edad de la vereda el Chocho del resguardo de Huellas Caloto,
Antonio Conda de 22 años de edad de la vereda Altamira del Resguardo de
Huellas Caloto, Lorenzo Largo Dagua con una edad aproximada entre los
18 y 21 años, de la vereda Gallinazas del Resguardo de Tacueyó y Delio
Quitumbo de 27 años de edad, de la vereda La Palma del Resguardo de
Toribío.

Después de ocurridos los hechos la fuerza pública se retiró hacia los
alrededores, mientras tres de los heridos fueron trasladados al
Hospital Niña María de Caloto y Lorenzo Largo Dagua, alguacil del Cabildo de
Tacueyó herido en el estómago y el brazo derecho se encuentra siendo
intervenido quirúrgicamente en el Hospital Francisco de Paula Santander
del municipio de Santander de Quilichao. “Lo heridos hubieran sido más,
si no es porque la gente al escuchar los disparos se retiró de
inmediato”, aseguró Feliciano Valencia, consejero del CRIC.

Ante lo ocurrido, la comunidad se encuentra conmocionada y triste por
la tragedia, consecuencia de la represión de la fuerza pública. La
decisión es seguir resistiendo en los predios hasta que el gobierno tome una
decisión que en realidad beneficie a los pueblos y a la Madre Tierra y
no a las multinacionales como ya ha ocurrido. Vale recordar que en el 2005
se firmó un acuerdo en el que el gobierno prometió hacer un estudio de
tierras para cumplirle a los indígenas, pero finalmente se hizo el
estudio con la de las comunidades, pero las tierras se le entregaron a
las multinacionales para que sembraran caña y pino.

Hacemos un llamado a todos los colombianos y colombianas para que
sigamos con atención lo que ocurre en el Cauca y lo que pueda pasar con
las comunidades movilizadas. Seguimos en los rituales de Liberación de
la Madre Tierra. “Nos movilizamos para defender y liberar nuestra
existencia y para sumarnos a las luchas de todos los pueblos” (Proclama CRIC).



Tejido de Comunicación y Relaciones Externas para la Verdad y la Vida
Asociación de Cabildos Indígenas del Norte del Cauca - ACIN
Telefax: 0928 - 290958 - 293999
Email: acincauca@yahoo.es
Web: www.nasaacin.net
Santander de Quilichao Cauca -C olombia
Noviembre 28 de 2007

Batalla campal entre Policía e indígenas que reclaman tierras en Caloto (Cauca)

El combate se libró desde las 3:00 de la tarde cuando los indígenas empezaron a rodear la hacienda La Emperatriz, uno de los predios que reclaman desde la matanza del Nilo en 1991.En la mañana el conflicto estaba en la hacienda Japio, donde decenas de indígenas intentaban cruzar un punto de frontera.

Ese predio es considerado Patrimonio Nacional, por haber estado en el paso del libertador Simón Bolívar.En la tarde la protesta apareció por varios costados de la hacienda Emperatriz, donde se cruzaban gases lacrimógenos, cuacherazos, papas explosivas y pedradas.

Los reclamos vienen desde la matanza de 20 indígenas en la hacienda El Nilo, a manos de un grupo paramilitar el 18 de diciembre de 1991. Después de ello se llegó a un acuerdo de la entrega de unas 16.200 hectáreas en juliko de 1998.

Los Gobiernos Nacional y del Cauca dicen que se ha cumplido con los acuerdos. Pero las comunidades dicen que solo se les ha otorgado unas 9.000.El gobernador de Cauca, Juan José Chaux, ha dicho que se incorporó al plan de desarrollo en 1994 una partida de 7.000 millones como contribución al Decreto 982 para la consecución de tierras.

Los indígenas respondieron que esa plata solo alcanza para unas 4.000 hectáreas. Pero el tema se ha dilatado.La Policía dice que los indígenas usan bombas incendiarias y otros elementos bélicos.

Los dirigentes indígenas lo niega y dicen que han sido blanco de gases lacrimógenos, bombas incendiarias y piedras. El 5 de septiembre del 2005m un indígena de 16 años fue muerto en una choque que dejó 38 lesionados, incluidos policías. El Ministerio del Interior se comprometió a una asignación de 20.000 millones de pesos.

El primero de diciembre del 2006 el patrullero Jorge Hernán Lenis murió en el choque con los indígenas.

Realizado con éxito el Congreso Latinoamericano y Caribeño de Estudiantes (CLAE)

Realizado con éxito el Congreso Latinoamericano y Caribeño de Estudiantes (CLAE)
Enviado por soymaga el Mié, 28/11/2007 - 3:58am. Movimientos sociales


Entrevista a Luis Ariza, presidente de la OCLAE
Del 12 al 17 de noviembre, en la capital del hermano país de Ecuador, se llevó a cabo el decimoquinto Congreso Latinoamericano y Caribeño de Estudiantes (CLAE), en las instalaciones de diferentes Universidades de Quito, principalmente de la Universidad Central del Ecuador, con la coordinación de la Federación de Estudiantes Universitarios del Ecuador (FEUE)

Esta decimoquinta versión del CLAE contó con la participación de dieciocho países del continente y se desarrolló con éxito, a pesar de los inconvenientes de último minuto. Con el accidente ocurrido, el viernes 9 de noviembre, por el avión EC-JFX de la aerolínea Iberia en la pista del aeropuerto Mariscal Sucre de Quito (Ecuador) cuando arribaba desde Madrid, la llegada de las delegaciones internacionales al evento se modificó totalmente, perturbando a su vez la programación elaborada por el país organizador.

Debido al imprevisto, la llegada de los delegados de países como Venezuela, Guatemala, México, Argentina, Brasil, Panamá y Haití, que se tenía prevista para el sábado 10 de noviembre, tuvo que posponerse para el domingo 11, ocasionando congestión con el arribo de las delegaciones que viajaban por tierra. Pero, a pesar de los obstáculos, los coordinadores del evento se dieron a la tarea de adoptar las medidas necesarias para llevar a buen término el congreso.

La inauguración oficial del evento se adelantó en la noche del lunes 12 de octubre, en el Ágora de la Casa de la Cultura, y contó con la intervención de los distintos miembros del Comité Ejecutivo de la Organización Continental y Caribeña de Estudiantes (OCLAE). La bienvenida estuvo a cargo del presidente de esta organización, Luis Ariza, y del presidente de la FEUE, Sebastián Cevallos; estuvo ambientada por la presentación del artista ecuatoriano David Chumaña y adornada por las distintas consignas de los eufóricos participantes, quienes, desde la mañana, aprovecharon para asistir a las charlas previstas para el primer día.

Organizaciones estudiantiles de toda Latinoamérica y el Caribe participaron activamente en las distintas conferencias. Entre muchas, podemos enumerar: la Unión Nacional de Estudiantes (UNE), de Brasil; la Federación de Estudiantes del Perú (FEP); la Federación de Estudiantes Universitarios (FEU), de Cuba; y, por Colombia, la Federación Universitaria Nacional - Comisiones (FUN), la Asociación Colombiana de Estudiantes (ACEU), Identidad Latinoamericana, y la Federación de Estudiantes Universitarios (FEU), entre otros.

La bandera del Congreso se condensa en la consigna: “Unida, Latinoamérica Triunfa”. Conforme a ésta, se desarrollaron diferentes paneles con el propósito de poner en mesa de discusión la articulación del movimiento estudiantil latinoamericano y caribeño, así como la materialización del manifiesto de la Reforma Estudiantil de Córdoba de 1918.

En el evento se agendaron temas de actual discusión como la problemática medioambiental y de género en la región, aspecto último que tuvo especial acogida gracias al “Homenaje a las mujeres libertarias”, realizado al medio día del martes 13 de noviembre en la Plaza de la Independencia en el Centro de Quito. También se profundizó en temas como la educación emancipatoria, el fortalecimiento de una identidad latinoamericana, la autonomía universitaria y los nuevos retos del movimiento estudiantil.

Para la delegación colombiana, que llegó al Congreso con el firme propósito de obtener una resolución que señalara las medidas a adoptar para denunciar la problemática de persecución a los activistas estudiantiles en nuestro país, la realización del Tribunal Internacional Estudiantil de condena a los actos de violación de los derechos humanos de los estudiantes, realizado en el Teatro Universitario de la Universidad Central, fue un importante avance en la concientización de la comunidad internacional representada en el congreso. En este espacio se hizo una exposición detallada de los casos más recientes de atropellos a los estudiantes, que fueron debidamente ilustrados por los participantes nacionales provenientes de las diferentes organizaciones asistentes.

Igualmente, se desarrollaron encuentros culturales y deportivos, como el Festival de Danza Latinoamericana, llevado a cabo la noche del martes 13 de noviembre en el Ágora de la Casa de la Cultura, que contó con la participación de las delegaciones de Perú, Cuba, del País anfitrión y del grupo de danzas de la FUN Comisiones, en representación del nuestro país. Así mismo, el lunes 12 se inauguró el Campeonato Universitario Panamericano de Baloncesto. Todas estas actividades dieron cuenta de la interdisciplinariedad del evento.

Otros actos importantes fueron, por un lado, el homenaje a Ernesto ‘Che’ Guevara, denominado: “Cuarenta años por la senda del Che”, que contó con la intervención, de especial acogida, de Adelaida Guevara, hija del Che y militante del Partido Comunista Cubano, quien conmocionó al público presente con un mensaje de aliento para el movimiento estudiantil y, en general, para el movimiento social latinoamericano.

Se efectuó también, el relanzamiento de la revista de la OCLAE, que ahora se propone retomar el espacio de opinión con más fuerza y que, en esta edición, contiene un artículo especial sobre la brutalidad policial en nuestro país.

El jueves 15 de noviembre, en conmemoración del día del estudiante en Ecuador, los más de dos mil participantes se dieron cita en la avenida América para emprender una marcha de antorchas hasta el centro de Quito. En ésta se entonaron al unísono las distintas arengas de las delegaciones que, con los matices propios de su lugar de origen, revistieron las calles de la capital ecuatoriana de especial musicalidad.

Al día siguiente, viernes 16 de noviembre, se realizó el acto de clausura en el Coliseo de la Universidad Central del Ecuador, que contó con la intervención de los distintos líderes de las organizaciones estudiantiles del orden internacional. De éstas, merece especial mención la de Sebastián Ceballos, quien en su discurso manifestó su apoyo a la causa colombiana, criticando fuertemente al gobierno nacional.

En esta oportunidad, nuevamente intervino Luis Ariza, satisfecho con el desarrollo del Congreso, quien agradeció a los organizadores y participantes, y les invitó a consolidar las propuestas fijadas en las distintas resoluciones del evento, especialmente la del fortalecimiento del proceso de unidad latinoamericana. Dentro de estas resoluciones se destaca la permanente referencia al caso colombiano y peruano, donde se dispararon las alertas, proponiéndose un acompañamiento internacional a través de la generación de opinión y la puesta en marcha de estrategias concretas de apoyo.

Este acto estuvo precedido de otra marcha que finalizó en la plaza central de Quito, que dio cierre formal al evento con la presentación del grupo musical Los cantores del pueblo que, en la noche del miércoles, había participado del Concierto de Música Latinoamericana junto con otros artistas de la Unión de Artistas Populares del Ecuador (UNAPE), como: Mauricio, La Vagancia, David Chumaña y el grupo musical de la Universidad Estatal de Milagro.

Publicado en www.elturbion.modep.prg

Un acuerdo humanitario de fachada

Un acuerdo humanitario de fachada
Enviado por soymaga el Mié, 28/11/2007 - 12:13pm. Editorial


La decisión adoptada por el presidente Uribe la noche del pasado miércoles, 21 de noviembre, de terminar la facilitación de la senadora Piedad Córdoba y la mediación del presidente Hugo Chávez en las negociaciones por el acuerdo humanitario con las FARC, ha desatado todo un conflicto diplomático entre los países vecinos, desesperanzado a las familias de los secuestrados, enfocado la mirada internacional sobre el caso; pero, por sobre todo, ha dado cuenta de cuáles eran las verdaderas intenciones del gobierno colombiano.

Los verdaderos motivos

Es preciso preguntarse por qué Uribe, quien hasta hace unos meses criticaba la postura del profesor Moncayo –‘El Caminante’ que recorrió todo el país demandando el acuerdo humanitario–, mostraba ahora una postura más abierta frente al tema, al punto de permitir que su homólogo venezolano actuara como mediador frente a las FARC.

El cambio en su postura ni es tan radical ni es tan fortuito: la presión ejercida por el gobierno norteamericano para lograr la liberación de sus tres nacionales –hechos prisioneros por las FARC en el Departamento de Caquetá durante una misión de reconocimiento y recolección de inteligencia de la trasnacional Dyncorp–, ad portas de las elecciones primarias en ese país; y la presión del presidente francés Sarkozy para lograr la liberación de la ex candidata presidencial, Ingrid Betancourt, tuvieron mucho que ver en el aparente cambio de postura de Uribe.

Sin embargo, lo que se examina a partir de los hechos recientes es que esa nueva postura era apenas un comodín del Gobierno Nacional para aplacar las presiones internacionales, usado con el ánimo de simular una voluntad política hacia una salida negociada al conflicto.

Tampoco fue casual que el gobierno acudiera a la figura del presidente Chávez, duro crítico de las políticas uribistas. En un esfuerzo por reforzar su aparente voluntad política, Uribe accedió para que el fracaso en las negociaciones afectara al mandatario venezolano éste antes que a él.

La piedra en el zapato

Pero lo que parecía ser una ventaja, pronto se convirtió en un obstáculo. Dos motivos impulsaban al presidente Chávez a intervenir: por una parte, el proyecto integracionista bolivariano, que comprende la colaboración en los asuntos propios de las naciones hermanas; y, por otra, el fortalecimiento de su imagen a nivel internacional. Esto nos permite las razones por las que Chávez era uno de los más interesados en llevar a buen término su empresa, por lo que resulta claro que tenía voluntad política de hacer un buen papel como mediador.

Sumado a esto, a favor de Chávez está su imagen ante la otra parte en el conflicto. Sin caer en análisis acríticos ni propagandísticos, Chávez ha reconocido el estatus político de las guerrillas comunistas colombianas, elemento importante a la hora de garantizar el éxito en este tipo de negociaciones.

Todos estos elementos facilitaron la aceleración del proceso en dimensiones inesperadas, lo cual puso a temblar al mandatario colombiano y, ante la amenaza de un posible acuerdo humanitario, Uribe se dispuso a buscar un punto de quiebre para finalizarlo. Como primera medida, optó por fijar un ultimátum al periodo de negociación. Fue así como, el pasado lunes 19 de noviembre, anunció a Chávez que tendría sólo hasta el 31 de diciembre para mostrar resultados en la mediación. Ésta es una de las principales demostraciones de la verdadera intención del gobierno: propuso al mediador venezolano que hiciera en un mes lo que el gobierno colombiano no ha podido lograr en 40 años, estando por fuera del territorio nacional, sin zona de despeje y sin los canales de comunicación adecuados.

En segundo lugar, avecinándose avances que permitieran legitimar la continuidad de la labor del presidente venezolano, se acudió a la excusa de una supuesta “violación de la soberanía nacional”, presuntamente provocada con la conversación establecida entre Chávez y el comandante del Ejército, general Mario Montoya, donde se hacían preguntas sobre los militares prisioneros de las FARC.

Otro argumento sobre el cual se cimienta el gobierno es en la conversación sostenida por los dos mandatarios en la reunión de Santiago de Chile, dónde Uribe afirma haber advertido a Chávez que no se comunicara directamente con el Alto Mando institucional de Colombia. Frente a este punto, es necesario analizar que la conversación sostenida por Chávez no tiene las dimensiones que aparenta tener, pues sólo se preguntaba por un dato necesario para el desarrollo de sus labores, que no comprometía la opinión o el papel del general Montoya.

Debe recordarse quién es el general Montoya, antes de presumir que puede estar siendo influido por el mandatario venezolano o conducido a las filas del ‘fantasma’ continental del bolivarianismo. Mario Montoya ha sido uno de las principales fichas en la política de seguridad democrática y, en particular, se le reconoce por haber sido el artífice y coordinador de la operación Orión en la Comuna 13 de Medellín, cuyas múltiples extralimitaciones y violaciones de los derechos humanos aún están pendientes de investigación.

La tensión diplomática

La determinación de Uribe desencadenó la indignación del presidente venezolano, quien se sintió timado una vez descubiertos los verdaderos propósitos del mandatario: en una alocución efectuada el sábado 24 de noviembre, desde el Estado de Zulia en su país, señaló a Uribe de mentiroso, advirtiendo además la congelación de las relaciones entre los dos países.

La respuesta de Uribe no se hizo esperar: en la tarde del domingo 25, hizo público un comunicado en el que acusaba al presidente Chávez de tratar de imponer un proyecto expansionista contrario al propuesto por Simón Bolívar; de legitimar el terrorismo en Colombia, pretendiendo la imposición de un gobierno de transición con protagonismo de las FARC; de utilizar el problema colombiano con fines electorales, para garantizar su éxito en el referendo venezolano, a celebrarse próximamente; y de ser un “incendiario” del continente, por sus múltiples réplicas contra el Rey de España y los presidentes de México y Perú.

Igualmente, ante la amenaza por la obstaculización a las relaciones comerciales, Uribe indicó que existían otras formas de obtener recursos. Sin embargo, los gremios están seriamente preocupados, ya que con la caída del dólar las exportaciones al país vecino crecieron notablemente, por lo que la tensión diplomática les puede afectar seriamente.


Los quiebres del gobierno uribista

Si bien no es posible hablar de una crisis de gobernabilidad en Colombia, capítulos como el reciente dan cuenta de las debilidades del gobierno de Uribe. Como indicábamos en ocasiones anteriores, la inclinación por el acuerdo humanitario ha sido el fruto de una lucha popular de la cual el profesor Moncayo fue, en su momento, el principal representante, y su imposición a costa del interés del presidente informan no sólo de su maleabilidad por parte de agentes externos sino de un quiebre al proyecto de seguridad democrática que deposita en la fuerza toda la solución a la guerra que se vive en Colombia.

Ahora, contrario a lo que pretende Uribe, se habla del acuerdo humanitario no como una concesión inaudita a lo que él considera que es el ‘terrorismo’, sino como una fórmula válida para dar salida a una consecuencia particular del conflicto colombiano. Es así como se hace posible identificar distintos puntos de fuga, cuyo encubrimiento le resulta cada vez más complicado al gobierno. Tenemos, entonces, que con el acuerdo humanitario, el destape de la parapolítica, con la consecutiva aparición de pistas que cada vez apuntan más a comprometer al presidente Uribe, y la concientización internacional de la gravedad de la situación de derechos humanos en nuestro país, este gobierno muestra cada vez más su falibilidad.

Aunque por desconocimiento del problema de fondo, muchos no puedan criticar la decisión del mandatario colombiano, ya se escuchan fuertes críticas que ponen a tambalear el proyecto uribista. Su decisión no sólo indignó a los familiares de los secuestrados –y a los venezolanos–: provocó una nueva protesta de los miembros del comité de apoyo a Íngrid Betancourt, en Francia, y de activistas de izquierda en México, durante la XXI edición de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara.

Publicado en www.elturbion.modep.org

Piedad Córdoba dijo que Presidente Uribe le "calentó el oído" para que participara en proceso de paz

Noviembre 28 de 2007 -
Piedad Córdoba dijo que Presidente Uribe le "calentó el oído" para que participara en proceso de paz

En el debate sobre el acuerdo humanitario realizado por el Congreso, la Senadora afirmó que el mandatario aceptó la posibilidad de una constituyente y negociar con las Farc sin que entregaran armas.

Piedad, que fue recibida con aplausos y ramos de flores que le dieron los familiares de los secuestrados, y un largo abrazo de Gina Parody, habló en un tono moderado sobre su papel en la facilitación.

Pidiéndole sistemáticamente al comisionado Restrepo -que estaba cerca- que desmintiera o ratificara sus afirmaciones, Córdoba contó que en un principio Chávez no quería aceptar su papel mediador.

Apurada por la presidenta del Senado, Nancy Patricia Gutiérrez, para poner fin a su intervención por asuntos reglamentarios, Córdoba terminó diciendo que no admitirá ser tratada como "terrorista" y que demandará al cónsul de Colombia en Washington, Julio César Aldana, quien reportó a Uribe la versión de que había propuesto un gobierno de transición, con sentido de conspiración.

"Nunca abusé de la confianza del presidente Uribe", dijo.

Desmintió que hubiera hecho llamadas a los generales "a escondidas" y recordó que le pidió autorización a Uribe y al ministro Juan Manuel Santos, para hablar con ellos.

Córdoba dio muestras de creerles a las Farc. Tanto que aseguró que ya habían comenzado a "bajarse del despeje", uno de sus inamovibles.

Dijo que si se hubiera dado la cita entre 'Marulanda' y el presidente Chávez, se habría logrado antes del 31 de diciembre la primera entrega de secuestrados y que en enero se comenzaría a hablar
de un proceso de paz.

Los equívocos, según Restrepo

Luego, el turno fue para el comisionado Restrepo. Tras un extenso recuento de los intentos fallidos del Gobierno para lograr el intercambio, el Comisionado fue cauteloso. Ni un reproche para la senadora, ni mucho menos para Chávez. Al contrario, elogió la mediación que hicieron en estos tres meses largos.

Restrepo, en cambio, la enfiló contra las Farc, reiteró que ese grupo se aprovechó del escenario internacional para posar de políticos, habló de las equivocaciones del proceso y ofreció a guerrilleros, frentes o bloques completos beneficios si entregan a secuestrados, no solo a los de carácter político sino a los que tienen por razones económicas.

Uno de los equívocos de los que habló Restrepo fue la forma como se fue vinculando a "todo el mundo", especialmente a E.U., luego de la reunión de Piedad con 'Trinidad' y 'Sonia'. Restrepo reveló que la cita en ese país se dio por autorización del Gobierno.

Habló de los pactos de confidencialidad y que pidió a los facilitadores que no hablaran con más países, porque las Farc aprovechaban los escenarios internacionales.

No cayó bien al Gobierno saber que las Farc ya estaban en Caracas sin que les hubieran informado. "Luego nos enteramos de la reunión con 'Márquez'". Confesó que no fue tanto eso lo que preocupó, sino que las Farc llegaran pidiendo despeje.

Otro equívoco fue que las Farc no cumplieran con las pruebas de vida, y uno más, que Chávez anunciara en París que Uribe estaba dispuesto a reunirse con 'Marulanda'. Esa alta exposición en medios del proceso, a su juicio, fue minándolo, y la llamada al general Montoya "fue la gota que rebosó la copa (...) nunca vimos avances sustantivos".

Se fueron familiares de los secuestrados

De otra parte, los familiares de los secuestrados se retiraron del recinto después de que la presidenta del Senado, Nancy Patricia Gutiérrez, no quiso cederles el uso de la palabra, para que rindieran un testimonio.

Gutiérrez prefirió exponer sus ideas, por lo que las víctimas se retiraron ofendidas por un gesto que consideraron descortés.

La Presidenta del Senado aclaró que fue ella la que promovió este debate, la que permitió que se hiciera público y la que autorizó el ingreso de los familiares de los secuestrados.

Informó que los familiares de las secuestrados no pudieron hablar, porque su intervención no había sido autorizada por la plenaria del Senado en la proposición que sirvió para convocar a este debate.

Dijo que hizo un esfuerzo para que dos representantes de los familiares hablaran, pero que estos se retiraron antes del recinto.

Congresistas y Mininterior opinaron

Los senadores uribistas, tal como se los había pedido Uribe, hablaron contra las Farc, del riesgo de que se metan a Venezuela y criticaron a Chávez. "Fuimos ingenuos al pensar que personas que no son amigas del Gobierno no usaran la misión como bandera política", dijo Carlos García, jefe de 'la U'.

Por el lado de la oposición, el liberal Héctor Helí Rojas cuestionó que el Gobierno hubiera cerrado las puertas al intercambio, el lenguaje del Comisionado y el abandono a los secuestrados.

Rojas le dijo a Restrepo que era imposible que el presidente Uribe no supiera cual era el papel de un mediador, y que si designó a Chávez y a Piedad, era porque sabía de sus capacidades.

"A Piedad ya la desprestigiaron, ojalá no la maten con tanta crítica que recibió de la coalición uribista, porque esto no es para risas, ni para montajes. Si la nombraron facilitadora no era para que hablara con la Virgen el Carmen o con el Niño Jesús de Praga, sino que buscara acercamiento entre los actores de este conflicto".

Y agregó: "El lenguaje se está volviendo algo preocupante en la boca de los uribistas, señor Presidente mañana el partido Liberal manifestara todo lo que tiene que decir para respaldar a Piedad Córdoba.

El ministro del Interior, Carlos Holguín, reconoció por su parte la labor de Piedad Córdoba, sus esfuerzos de de buena fe, pero dijo que ella se dejó llevar por la ilusión, por el propósito de llegar a una solución y no apreció las trampas que le estaban tendiendo quienes querían burlarse de ella, de su voluntad.

Holguín refutó a quienes, como el senador Gustavo Petro, dijeron que Uribe no quería el acuerdo humanitario. Afirmó que el mandatario sí ha hecho todos los esfuerzos a su alcance a través de distintos facilitadores.

Dijo que el problema fue que las Farc querían reposicionarse políticamente a través de distintas maniobras. "No podíamos echar por la borda el esfuerzo de muchos años".

Holguín también cuestionó que se comparara al alto Comisionado con 'Manuel Marulanda', en el sentido de que ninguno quiere el intercambio. "No podemos llegar a ese grado de resentimiento, de amargura y de frustración en un debate donde se defiende la dignidad de la patria".

Chávez suspende su relación con Colombia

Chávez suspende su relación con Colombia
El líder venezolano dice que la decisión se mantendrá inamovible hasta que Álvaro Uribe abandone la presidencia colombiana
AGENCIAS - Caracas - 28/11/2007

El presidente venezolano, Hugo Chávez, ha anunciado este miércoles que mientras Álvaro Uribe sea presidente de Colombia no tendrá "ninguna relación" ni con él ni con su gobierno. "Mientras el presidente Uribe sea presidente de Colombia no tendré ningún tipo de relación ni con él ni con el Gobierno de Colombia. No puedo, por dignidad", ha declarado Chávez en un acto electoral con estudiantes en el estado occidental de Táchira.

Venezuela llamó ayer a consultas a su embajador en Bogotá, Pável Rondón, tras congelar el domingo las relaciones a raíz de la decisión de Uribe de poner fin a la mediación de Chávez para el canje humanitario en Colombia.

Bogotá anunció el mismo día, por su parte, que no tiene previsto citar a consultas a su representante ante Caracas, Fernando Marín. Chávez ha insistido en que detrás de la decisión "unilateral" de Uribe de suspender su labor mediadora, estaría Estados Unidos, porque al "imperio" no le habrían gustado los "avances" logrados durante el proceso.

"Ya estábamos a punto de un primer paso (...) que (el jefe de las FARC, Manuel) Marulanda me entregara un primer grupo (de rehenes) yo incluso creo que antes de fin de año", ha afirmado el mandatario de Venezuela, que comparte con Colombia una activa frontera terrestre de 2.219 kilómetros. "El siguiente paso era ir a conversar con Marulanda al Caguán (selva colombiana) lo que el mismo Uribe había aceptado a condición de que liberara a un primer grupo. En Washington se prendieron todas las luces y dieron la orden 'hay que sacar a Chávez'", ha agregado.

El mandatario ha vuelto a calificar a su homólogo colombiano de "mentiroso, indigno", y ha reclamado la supuesta falta de "coraje" de Uribe porque puso fin a su mediación para el canje humanitario sin decirle nada, "ni una llamada telefónica, ni un emisario ni nada".

"Mandó un comunicado diciendo que ya se terminaba la mediación. Una patada, eso se llama una patada, y, además, utilizando un argumento indigno, indigno, utilizando la mentira pues, y eso es muy feo, que un presidente utilice la mentira y que no tenga la dignidad, el coraje" de decir, a su juicio, la verdad.

El motivo aludido por Uribe para poner fin a la mediación fue que Córdoba y Chávez habían llamado a un alto mando militar colombiano para hablar sobre los secuestrados por las FARC, algo que el mandatario de Colombia había expresamente prohibido al autorizar la mediación, según dijeron sus portavoces.

Sectores empresariales de ambos países han pedido "prudencia" y "sensatez" a los gobierno de Venezuela y Colombia, países que alcanzarán este año un intercambio cercano a los 5.000 millones de dólares, según fuentes de las respectivas cámaras de Comercio.

Por otra parte, sectores de la oposición venezolana han considerado que Chávez desarrolla una política "irresponsable" para desviar la atención del referendo sobre la reforma constitucional que promueve, y recabar apoyos a los cambios que ha propuesto en la Carta Magna.

Rifirrafe dialéctico

Uribe acusó este domingo a Chávez de querer "montar un imperio" con la riqueza petrolera de Venezuela, quinto exportador mundial de crudo, en respuesta a unas afirmaciones del mandatario venezolano ese mismo día en las que tildó de "mentiroso" y "enemigo de la paz" a su colega colombiano. A juicio de Chávez, la "verdad" es que "Uribe es un triste peón del imperio", y al acusar a la "revolución bolivariana" de tener un "plan expansionista está repitiendo la cartilla que elaboran en Washington para que la repitan las burguesías de América Latina"

"Qué indigno cuando asume esa posición", agregó el mandatario venezolano al aclarar que con su política de distribuir ayudas económicas en la región lo que busca "es contribuir hasta donde podemos con los países más débiles". Chávez encabezó hoy la conmemoración del 15 aniversario del intento de golpe militar del 27 de noviembre de 1992 por parte de afectivos de la Aviación, registrado nueve meses después de la intentona liderada por él mismo que también fracasó en su objetivo de derrocar el gobierno del socialdemócrata Carlos Andrés Pérez (1974-79/1989-93).

Tras anunciar que Bogotá no llamará a consultas a su embajador en Caracas, el canciller colombiano, Fernando Araújo, dijo que por ahora no habrá más decisiones sobre la crisis desatada por la cancelación de la mediación de Chávez en el proceso de intercambio de 45 rehenes en manos de las FARC por unos 500 rebeldes presos. "Tomaremos las decisiones que correspondan. La decisión de hoy es que no llamaremos a consultas a nuestro embajador en Caracas", manifestó Araújo a los periodistas en Bogotá.

martes, 27 de noviembre de 2007

La comunidad tenía razón

La comunidad tenía razón

Paras y militares habrían actuado juntos en la masacre de San José de Apartadó. Tanto, que la semana pasada fue capturado un capitán del Ejército.
En febrero de 2005, cuando la comunidad de paz de San José de Apartadó dijo que miembros del Ejército habían participado en la masacre de la vereda La Resbalosa, donde dos familias fueron cruelmente asesinadas, casi nadie les creyó. Resultaba increíble que miembros de las Fuerzas Armadas hubiesen participado en el crimen de siete campesinos, de ellos tres eran niños, dos de los cuales fueron degollados, y el otro, decapitado.

Pocos les creyeron, porque las Fuerzas Armadas intentaron demostrar que sus hombres no estaban en el sitio de los hechos, y más bien echaron a rodar la versión de que las denuncias de sus voceros, Gloria Cuartas y el padre jesuita Javier Giraldo, hacían parte de la 'guerra política' que supuestamente desarrolla la guerrilla contra las instituciones.

Pero tres años después, parece que la justicia empieza a demostrar que la comunidad tenía razón. El pasado miércoles, un fiscal de la unidad de derechos humanos le dictó medida de aseguramiento al capitán del Ejército Guillermo Armando Gordillo Sánchez por ser coautor de homicidio, concierto para delinquir y terrorismo. Gordillo era el oficial a cargo de la compañía Alacrán, adscrita a la Brigada XVII con sede en Urabá. Él y sus hombres patrullaban en la región cuando ocurrió la masacre. Y aunque ante la Fiscalía aún alega su inocencia, los testimonios y las pruebas que lo incriminan son bastante contundentes.

El relato de un paramilitar desmovilizado se convirtió en la pieza clave para armar el rompecabezas de este caso, que es uno de los que más atención internacional han suscitado. Adriano José Cano Arteaga era un patrullero del grupo Héroes de Tolová, que pertenecía a 'Don Berna' y operaba entre Córdoba y Urabá, y que al momento de la masacre no se había desmovilizado. Cano asegura que un paramilitar conocido como '44' fue quien dirigió la masacre y que otro conocido como 'Pirulo' fue quien degolló a los niños. Los paramilitares estaban, según el relato, junto a unos 50 soldados al mando del capitán Gordillo, quien se habría quedado "asegurando un monte" mientras los paramilitares se adelantaron para cometer el crimen.

Primero mataron a Luis Eduardo Guerra, reconocido líder de la comunidad de paz; a su hijo Deyner Andrés Guerra, de 11 años, y a Beyaniera Areiza. Después de matarlos con machetes, dejaron sus cuerpos tirados en la montaña. Después mataron a Alfonso Bolívar Tuberquia; a sus hijos Natalia (de 5 años) y Santiago (de 2 años); a su esposa, Sandra Milena Muñoz, y a un trabajador de la finca llamado Alejandro Pérez. Los cuatro primero murieron también a machete. Los niños, según reza la necropsia, "por degüello con arma blanca".

Según el paramilitar, Gordillo le habría comentado a otro miembro de las autodefensas que '44' le había hecho "una cagada" al haber matado a estas personas en su jurisdicción.

Extrema gravedad

¿Por qué ocurrió esta masacre? ¿Estaba planeada? ¿Hubo encubrimiento? Al parecer, la investigación aún no arroja respuestas a estos interrogantes. Pero hay hipótesis de los investigadores que apuntan a establecer que los terribles hechos habrían sido motivados en retaliación por un ataque de las Farc contra el Ejército que dos semanas antes les había costado la vida a 17 soldados en Mutatá. Expertos en criminalística aseguran que el modus operandi de esta masacre no sólo denota odio, sino la intención de enviar un mensaje de terror a los demás miembros de la comunidad.

A pesar de que la medida de aseguramiento no implica de por sí que el capitán Gordillo sea culpable, fuentes de la Fiscalía le han asegurado a SEMANA que la investigación en su conjunto apunta a que los militares actuaron como coautores del crimen. Las implicaciones nacionales e internacionales de este crimen son enormes.

Por un lado, este se constituye en una de las más graves violaciones a los derechos humanos cometidas en los últimos años. Especialmente porque esta comunidad, que se había declarado neutral frente al conflicto, tenía medidas cautelares que obligaban al Estado colombiano a protegerla de manera especial. Si se demuestra que aquellos que tenían la misión de brindarle seguridad -los militares- fueron coautores del crimen, la sanción para el país en el escenario internacional no se dejará esperar.

Pero la Fiscalía no sólo parece darle la razón a la comunidad en cuanto a la masacre. Los testimonios de varios paramilitares, incluido Cano, dejan en evidencia lo que las ONG han advertido, que los militares han realizado operaciones conjuntas con paramilitares, especialmente en Urabá. El Ministerio de Defensa le ha dado todo el apoyo a la Fisalía e insiste en la necesidad de garantizarle el debido proceso del capitán Gordillo.

Más allá de las sanciones que pueda sentir el Estado colombiano por este hecho, las Fuerzas Armadas requieren una profunda reflexión sobre dos aspectos cruciales: la estigmatización de las comunidades de paz, y los mecanismos de control y seguimiento de sus tropas.

En algunos sectores de las Fuerzas Militares se señala en voz baja a las comunidades de paz y a muchas ONG como mamparas de los grupos armados. Ha hecho carrera el término de 'guerra política' para denominar en muchos casos las denuncias que legítimamente y por medios legales hacen las comunidades. El riesgo de la estigmatización es que muchos oficiales terminen considerando, equivocadamente, que pueden recurrir a métodos criminales para combatir a un supuesto enemigo.

En cuanto al control a sus tropas, vale la pena recordar que desde hace más de una década, distintas fuentes -incluso militares- han llamado la atención sobre la connivencia de miembros de la Brigada XVII con los paramilitares. Las investigaciones internas, sin embargo, nunca arrojan resultados.

Si el capitán Gordillo y otros militares resultan culpables de este crimen, las Fuerzas Armadas enfrentarán una de las mayores vergüenzas de su historia.
Canje interruptus
Uribe tuvo razones para suspender la mediación de Chávez en el acuerdo humanitario. ¿Quemó su mejor carta?
Cuando bajaba de las escalinatas del avión, Piedad Córdoba decidió llamar desde su celular al general Mario Montoya, comandante del Ejército. Eran casi las 2 de la tarde y el avión presidencial de Hugo Chávez acababa de aterrizar en Caracas, procedente de La Habana, donde había hecho escala volando de París.

La llamada a Montoya era una de las más de 15 que la senadora había realizado a personalidades de los establecimientos político, mediático y militar colombianos para invitarlos a Caracas y hablar sobre los detalles del encuentro que 24 horas antes habían sostenido Chávez y el Presidente francés Nicolas Sarkozy en el Palacio del Elíseo en París.

Mientras cruzaban el mar Caribe a 35.000 pies, Piedad y Chávez conversaron sobre la intención de viajar juntos a Bogotá y contarle al presidente Uribe lo ocurrido en Francia. Cuando aterrizaron en Caracas, ella estaba emocionada y ansiosa de contarles a los líderes de opinión de Colombia los nuevos avances. Chávez, por su parte, estaba optimista con el tema del acuerdo, pero angustiado por su retraso de tres horas para llegar a una multitudinaria manifestación de apoyo a la reforma constitucional que él lidera y está en su recta final en Venezuela.

Lo que no sospechaban era que esa llamada al general Montoya iba a cambiarlo todo. Lo que según Piedad era una simple llamada protocolaria, dio un giro inesperado en el momento en que el presidente Chávez le pidió hablar con el comandante del Ejército colombiano. ¿"Cuantos son los militares que están secuestrados, general"?, preguntó Chávez a Montoya luego de darle un extenso y fraternal saludo a él y a su familia. Diez horas más tarde, un comunicado de la Casa de Nariño notificaba que su misión a favor del acuerdo humanitario había terminado.

Lo que para Chávez no era más que un acto de espontaneidad, para Uribe significó el incumplimiento a su palabra con el que, además, cruzaba la sagrada frontera de la soberanía colombiana.

El comunicado de la Presidencia fue emitido al filo de la media noche, cuando el país dormía y las rotativas de El Tiempo imprimían ya una primera página que abría con la posibilidad de que el presidente Uribe arrancara un proceso de paz si se liberaba a todos los secuestrados. En la madrugada del jueves, sólo unos pocos ejemplares en Bogotá llegaron a los suscriptores con una noticia que parecía impensable y que era diametralmente opuesta "Uribe pone fin a mediación de Chávez"? ¿Qué pasó? ¿Se desvaneció la última esperanza? ¿Qué tanto habían tejido Chávez y Piedad el acuerdo humanitario hasta ese momento?

¿Qué se acabó?

"¡Nos echaron, Piedad nos echaron!", le dijo Chávez por teléfono a la senadora el jueves a las 8 de la mañana, cuando ya en Colombia las emisoras recogían las reacciones sobre lo ocurrido. La voz del Presidente venezolano, que había pasado la noche sin enterarse del comunicado del gobierno de Colombia, dejaba notar su sorpresa, su tristeza y su incredulidad. Era consciente de que la continuidad de sus esfuerzos dependía de la voluntad del presidente Uribe pero, según personas conocedoras del proceso, lo creía incapaz de sacarlo con un portazo en la cara.

Chávez no tomó en serio las advertencias que le llegaban desde Colombia y los análisis que muchas veces les hizo el comisionado de Paz, Luis Carlos Restrepo, sobre asuntos que no se podían perder de vista a la hora de tratar a las Farc. Chávez nunca les dio la trascendencia que aquí sí tenían, quizá porque a pesar de sentirse conocedor de Colombia, el presidente Chávez y sus ministros ven la problemática colombiana con una sorprendente ingenuidad. Él, como Piedad, a la que la caracteriza el mismo arrojo no calculado, confió siempre en que la fórmula que estaban aplicando para alcanzar el acuerdo tenía los ingredientes necesarios para surtir el efecto buscado. El de lograr que tanto el gobierno como las Farc se movieran de sus inflexibles posturas y superaran la discusión sobre el despeje de los municipios de Florida y Pradera.

Desde agosto, cuando tuvo el aval del gobierno, Piedad Córdoba se dedicó en cuerpo y alma al acuerdo humanitario. No contaba más que con su instinto político y fue este el que la llevó a conquistar unos terrenos que ningún otro facilitador del acuerdo había conquistado: la confianza de las Farc, un mayor interés de Estados Unidos y la participación de Chávez.

Una vez con Chávez a su lado, Piedad escudriñó la otra cara del intercambio humanitario, representada en los guerrilleros presos en las cárceles del país. Se mostró solidaria al visitarlos y al revisar sus procesos penales. Las familias de los guerrilleros tuvieron una atención que no se les había prestado antes y así se lo manifestaron a Chávez en una visita a Bogotá. Piedad envió a las Farc el mensaje de que su gestión no desconocía la contraparte exigida para liberar a los secuestrados, que es justamente la de liberar sus presos, y ratificó así el carácter humanitario de su tarea.

Con ese trabajo adelantado, Piedad llegó al campamento de 'Raúl Reyes' y logró que las Farc, por primera vez, entraran en interlocución con el presidente Chávez. 'Reyes' aceptó una reunión directa con el mandatario venezolano para el 8 de octubre.

La entrega del video-mensaje de las Farc fue transmitida en directo por la televisión venezolana desde cuando Piedad pisó el Palacio de Miraflores. El hecho se interpretó como un signo de eficiencia de Piedad y abrió puertas que enseguida se presentaron como nuevos caminos.

En ese ambiente de optimismo, Piedad dio su siguiente paso: conocer de primera mano la posición de Estados Unidos frente a los tres norteamericanos secuestrados. Viajó entonces a Washington, y allí sostuvo una apretada agenda con delegados del Departamento de Estado, el Departamento de Justicia, y varios congresistas demócratas. El gobierno sostiene que todas las entidades norteamericanas lo consultaron antes sobre la conveniencia de recibir a la senadora, y posteriormente le informaron lo conversado.

Durante estas gestiones, apareció en la agenda de Piedad el nombre de Henry Kissinger, el famoso ex secretario de Estado de los presidentes norteamericanos Richard Nixon y Gerald Ford. La firma Kissinger y Mc Larthy tenía a Stephen Donehoo como delegado directo de la Northrop Grumman, empresa donde trabajaban los contratistas secuestrados, para que manejara las relaciones de las familias de estos con las instituciones del gobierno norteamericano.

Donehoo se convirtió en pieza clave para las gestiones de Piedad en Estados Unidos. Fue él quien propició el encuentro de las familias de Keith Stansell, Marc Gonsalves y Thomas Howes en Caracas con el presidente Chávez y quien creyó en la conveniencia de que Piedad viera, hablara y se fotografiara con 'Simón Trinidad'.

Pero no sólo actuó la firma de Kissinger. El propio gobierno norteamericano se movió como no lo había hecho en estos cinco años de cautiverio de sus tres ciudadanos. Thomas Shannon, subsecretario de Estado para asuntos de América Latina, se involucró tan a fondo en la gestión, que alcanzó a protagonizar un pequeño debate con el Departamento de Justicia, que en algún momento se opuso totalmente a la reunión con 'Trinidad'.

La cita con el guerrillero colombiano preso duró 30 minutos. Con ella entraron a la reunión dos funcionarios de la embajada de Colombia, cuatro agentes del FBI, dos funcionarios del Departamento de Estado y los dos abogados de 'Trinidad'. Era tal la disposición que mostraba el Departamento de Estado, que le fue permitido al detenido enviar una carta a sus comandantes en las selvas colombianas en la que les decía que su libertad no podía ser obstáculo para avanzar en el acuerdo humanitario. Al final el FBI tomó la fotografía que apareció en la prensa.

Mientras todo esto se registraba en los medios, el presidente Uribe y su Alto Comisionado analizaban los pasos de una facilitación que había sido su propio invento. El 12 de octubre se encontraron en La Guajira el presidente Uribe, el Comisionado, el presidente Chávez y la senadora Córdoba. Según el gobierno colombiano, esa reunión sirvió para ajustar las cargas y recordarles que en la reunión que se esperaba que ellos sostuvieran con las Farc era preciso concretar el tema de los secuestrados.

El Comisionado Restrepo además les recalcó a los facilitadores que el gobierno no creía conveniente el vuelo internacional que pretendían darle al tema del acuerdo porque podía aumentar las expectativas de las Farc a la hora de sentarse a hablar. Piedad llevaba un mes llamando a varios Presidentes de América Latina para que apoyaran la búsqueda del acuerdo humanitario. El asunto preocupaba al gobierno, que creía que esto desviaba el objetivo central de la misión humanitaria encargada.

Con todos esos elementos sobre la mesa, que ya sobrepasaban el terreno de lo anecdótico y adquirían significados políticos, Piedad y Chávez tenían por delante cumplir el propósito de saldar la expectativa creada por la aplazada reunión con las Farc. Y fue entonces como el 8 de noviembre se vio por la televisión que el guerrillero Iván Márquez, miembro del Secretariado de las Farc, salía del Palacio de Miraflores, en Caracas, en compañía del presidente Chávez y la senadora.

Más allá de la indignación de miles de colombianos, la imagen levantó los ánimos, al tiempo que dejó un sinsabor por los pocos anuncios concretos sobre la suerte de los secuestrados.

En esa reunión, Chávez habría sido enfático en decirle al guerrillero que eran necesarias las pruebas de supervivencia, que él llamó "fe de vida", así como en la necesidad de preparar el terreno para que las Farc accedieran a liberar un grupo de secuestrados y entendieran la dimensión del gesto de Chávez al permitir ese encuentro. Y otro tema que tomaría fuerza más adelante, que fue el de la conveniencia histórica de que las Farc pensaran seriamente en convertirse en un partido político teniendo como telón de fondo los aires de la izquierda en el continente.

La reunión con el comandante Márquez terminó con una solicitud de Piedad y de Chávez para que las Farc se comprometieran con seriedad en el acuerdo humanitario. El propio Presidente venezolano les increpó sobre las posibilidades de incumplimiento y les advirtió que él no estaba para que lo dejaran 'metido'. Márquez les dijo que le daba la palabra de las Farc, pero que la organización no creía en la sinceridad del compromiso y la voluntad del gobierno colombiano. "El que los va a dejar colgados de la brocha es Uribe", les dijo.

Esta reunión, la única que ha trascendido al público entre las Farc y un facilitador, representó un paso importante para lo que vendría en las semanas siguientes y que desencadenaría el fin.

París y el punto final

Los días parecían suficientes para que las Farc, tan eficientes en sus comunicaciones, cumplieran la promesa de las pruebas de superviviencia. La meta era llegar ante el presidente Sarkozy el 20 de noviembre, con la foto, el video o las voces de algunos de los secuestrados, en especial de Íngrid Betancourt.

Al parecer, el gobierno galo tomó la decisión desde hace meses de no creer en las promesas de las Farc sobre este tema. Dos reuniones que este año sostuvieron los emisarios franceses con 'Raúl Reyes', una en febrero y otra en junio, han tenido como epílogo la promesa de las pruebas sin que hasta ahora les haya cumplido.

El gobierno le contó esta situación al presidente Chávez en Santiago de Chile, en una cumbre que resultó traumática para el mandatario venezolano por la reacción del rey Juan Carlos de Borbón, que sentenció el famoso "¿Por qué no te callas?" en plena reunión. En medio del acalorado episodio, Uribe y Chávez le sacaron tiempo al tema y conversaron largamente sobre la reunión con Márquez, y fue allí donde comenzó el espiral de dimes y diretes que enredó al final el papel del venezolano.

Para el gobierno, en esa reunión varias cosas quedaron claras. Una, que Chávez quería ver a Marulanda para hablarle de la conveniencia de que las Farc entendieran el escenario que se abría la izquierda en el continente y que meses antes él había bautizado como la "geopolítica".

El propio presidente Uribe dijo que le parecía muy importante que al jefe guerrillero le llegara ese mensaje, por lo que se consideró un escenario hipotético en el que se veía posible que en una zona de encuentro, Chávez le hablara a Marulanda.

La hipótesis continuó con la idea de que el Presidente venezolano no regresara de esa reunión con las manos vacías, por lo que las Farc podían entregarle un grupo de secuestrados. Se agregó además la idea de que si Marulanda hablaba de política, eso podría significar el inicio de un proceso de paz si este era precedido de la liberación de todos los secuestrados. En ese caso, hasta el propio Uribe estaría dispuesto a reunirse con el máximo guerrillero de las Farc.

Así quedaron las cosas en Santiago. Y empezaron los preparativos del encuentro de París. Marchas de solidaridad por Íngrid Betancourt, y otro concierto se llevaron a cabo. El gobierno francés tenía pues el escenario listo para el gran acontecimiento de la llegada de Chávez con las pruebas de vida.

Chávez llegó sólo con una carta de las Farc en la que se excusaban y aseguraban que Íngrid Betancourt estaba viva. La carta, recibida por Piedad Córdoba un día antes en Caracas, le sirvió al jefe de Estado Venezolano para sentarse a manteles con Sarkozy y hablar de Colombia, su paz y la liberación de los secuestrados. Los elogios para el presidente Uribe vinieron de todos los presentes.

Pero la ausencia de las pruebas pesó en la confianza de los franceses, que una vez más se sentían defraudados por las Farc. Aun así, salieron contentos y optimistas de lo que estaba por venir.

La locuacidad de Chávez actuó una vez más en su contra y, contrario al consejo del Rey, Chávez no se calló y contó en público los detalles de la conversación de Chile. Según el gobierno colombiano, habló fuera de contexto y rompió la confidencialidad acordada. Esto produjo el primer comunicado de la Casa de Nariño en el que Uribe reprochó la infidencia y limitó la labor de Chávez hasta el 31 de diciembre.

Chávez respondió con tranquilidad y le dijo a Uribe que le daría "una lección sobre el valor de la paciencia" y no le dio mayor trascendencia al plazo mencionado por Uribe. En menos de 24 horas, el gobierno de Colombia reaccionó. Otro comunicado amplió los detalles de los temas tratados en Santiago y se mostró más flexible con el plazo de diciembre, al afirmar que no se trataba de un ultimátum.

La crisis parecía saldada pese a que el ambiente nacional empezó a mostrarse más escéptico por la falta de las pruebas.

Chávez emprendió el regreso a Caracas en compañía de Piedad Córdoba quien, esclavizada por su teléfono, seguía empeñada en concretar las reuniones previstas con las personalidades colombianas. Horas más tarde, entró la llamada al general Montoya que se convirtió en el fin. Chávez y Piedad se movieron con su particular estilo y le causaron angustias a Uribe hasta que los echó. Hoy, no se arrepiente, pero sabe que quemó su mejor carta.

Gravísima crisis binacional: Chávez congela relaciones y dice que Colombia merece otro presidente; Uribe lo acusa de legitimar el terrorismo

Gravísima crisis binacional: Chávez congela relaciones y dice que Colombia merece otro presidente; Uribe lo acusa de legitimar el terrorismo

Lo que empezó como un esfuerzo conjunto a favor del acuerdo humanitario terminó, en menos de cien horas, en la más encendida discusión entre los dos gobiernos. Según Chávez, Uribe es un mentiroso y le dio un “escupitajo en la cara”. Uribe dice que su homólogo está “incendiando el continente”.
Por Armando Neira, Editor de Semana.com
Las relaciones entre Colombia y Venezuela cayeron, de un momento a otro, en uno de los niveles más críticos de la historia reciente. De las declaraciones oficiales sobre respeto y cooperación mutua e incluso mediación venezolana para el intercambio humanitario se pasó, en menos de cien horas, a lo que podría ser la crisis diplomática más grave en la era Chávez-Uribe.

El detonante, como se avizoraba desde el jueves pasado fue, precisamente, la frustrada mediación venezolana con las Farc. Después de tres días de aceptar prudentemente la decisión de su colega Álvaro Uribe de retirarlo como mediador en el proceso de búsqueda de un intercambio con las Farc, el presidente de Venezuela arremetió este domingo contra el mandatario colombiano y declaró oficialmente congeladas las relaciones entre ambos países. La respuesta de Uribe, aunque menos cargada de adjetivos, no fue menos vehemente, pues lo acusó de “incendiar el continente”, aprovechar electoralmente el anti colombianismo y hacerle el juego a las Farc. “Necesitamos mediadores contra el terrorismo, no legitimadores del terrorismo”, indicó Uribe (Ver artículo: Palabras del Presidente).

Chávez fue nombrado por Uribe como mediador con las Farc en agosto pasado, pero a la media noche del miércoles el mandatario colombiano declaró unilateralmente el fin de esa labor tras enterarse de que Chávez había hablado con un general colombiano sobre los secuestrados, situación que consideró peligrosa para su política de Seguridad Democrática. En principio Chávez mantuvo silencio sobre el tema, luego respondió con un sobrio comunicado pero con el paso de los días fue subiéndole el tono a su respuesta, hasta que este domingo cargó su artillería verbal con su característico estilo distante de las normas diplomáticas y más con emotividad que con argumentos. Anunció que congelará las relaciones binacionales y afirmó que Uribe le dio “un escupitajo a la cara” y que “está mintiendo de manera descarada”.

Del agravio personal pasó a los temas de Estado. “Declaro al mundo que las relaciones con Colombia las meto en un congelador porque le perdí total confianza”, dijo Chávez en una transmisión de un canal estatal de televisión. “No creo en nadie en el gobierno de Colombia”, aseguró, y remató con una de las frases que más molestó al mandatario colombiano: “Colombia se merece un buen presidente, Colombia no se merece un presidente como Uribe”.

El contraataque de Uribe llegó desde Calamar, Bolívar, donde visitaba las comunidades afectadas por el invierno: “Presidente Chávez, no se puede incendiar este continente como usted lo hace… Colombia necesita mediadores contra el terrorismo, no legitimadores del terrorismo”. Uribe insistió en que no permitirá “el expansionismo” del proyecto chavista en el país e insinuó varias veces que al gobierno venezolano le falta claridad para definir su posición frente a las Farc. “Mientras un gobierno no es capaz de censurar las Farc, censura injustamente al gobierno de Colombia... La contradicción es que el gobierno de Colombia enfrentado a los terroristas, jamás ha irrespetado al gobierno de Venezuela”.

Luego soltó un dato inédito: Reveló que la senadora Piedad Córdoba habló con Simón Trinidad en la cárcel de Estados Unidos sobre instaurar en el país un gobierno de transición. Esto es con las Farc. Y en su más enérgico pronunciamiento en contra de un Jefe de Estado de otra nación, Uribe hiló el argumento para acusar a Chávez de utilizar el tema del intercambio con el fin de tratar de imponer un proyecto político expansionista.

Ex cancilleres de la República como Rodrigo Pardo y Augusto Ramírez Ocampo le pidieron a Uribe que convoque de urgencia a la Comisión Asesora de Relaciones Exteriores para que el impasse sea resuelto por los conductos de la diplomacia y no por medio de lo que Pardo denomina “las declaraciones tropicales de los dos presidentes”.

Siendo los dos países el segundo socio comercial del otro, después de Estados Unidos, y teniendo tantos proyectos de integración en marcha, lo peor que le podría pasar a las relaciones económicas sería dejarse arrastrar por el agitado ambiente político entre los dos presidentes.

Si bien Chávez y Uribe son carismáticos y están acostumbrados a dar un toque personalista más que de institución a sus alocuciones, no pueden olvidar que lo que está en juego en esta ocasión es más que un juego de agresiones a través de los medios. El reto para los técnicos de la diplomacia es ahora corregir lo que sus acalorados jefes de Estado distorsionaron.

Historia de una crisis en ascenso

Como se recordará el punto de inflexión de esta situación se inició el jueves cuando Uribe canceló la mediación del Jefe de Estado venezolano en el proceso de una búsqueda para hacer un intercambio humanitario entre la guerrilla de las Farc y el gobierno colombiano. En ese momento, Chávez anunció que aceptaba la decisión soberana del gobierno colombiano. Sin embargo, con el paso de las horas fue cambiando de parecer. Este domingo, por ejemplo, Chávez aseguró que el comunicado de Colombia que explicaba las razones de la medida “está cargado de mentiras”. “Lo que el presidente de Colombia ha hecho es lanzar un escupitajo, brutal, en el rostro, en nuestro rostro, que le pusimos el alma para tratar de buscar ese camino hacia la paz. (Fue) un verdadero escupitajo, indigno”, afirmó Chávez.

Pero eso no fue suficiente. “Yo creo de verdad, de verdad, que el gobierno de Colombia no quiere la paz”, sentenció. “La patada que le dieron a la mesa, yo creo que se la dieron para evitar el camino a la paz”, añadió.

Adujo que el gobierno colombiano no apreció “todos los esfuerzos” que hicieran muchas personas en los últimos tres meses. “Hasta la vida la arriesgaron, metiéndose en esos lugares peligrosos a buscar a Marulanda”, acotó en referencia a Manuel Marulanda, alias ‘Tirofijo’, jefe máximo de las Farc.

La situación es muy crítica a pesar de que el gobierno del presidente Uribe había tratado de manejar la situación con cautela. Así, por ejemplo, para evitar riesgos que se afectaran las relaciones, la Casa de Nariño se había limitado a informar a la opinión pública a través de escuetos comunicados. Sin embargo, el efecto había sido contrario. Chávez se enfureció más y sentenció que el presidente Uribe es un cobarde. Al conocer estas palabras fue cuando el Jefe del Estado colombiano reaccionó con dureza en Calamar, Bolívar.

Y es que lo que Chávez había dicho este domingo era un golpe sin precedentes en una relación que a pesar de las diferencias ideológicas en la superficie, parecía bien llevada. “Se lo digo claro (Uribe) porque usted no da la cara, manda a que saquen papeles, manda a que hablen por usted. Yo no, yo doy la cara, mi vergüenza... y el presidente Uribe está mintiendo... de manera descarada, horrible, fea. Creo que Colombia merece otro presidente, merece un mejor presidente, un presidente que sea digno, lo merece”, afirmó el mandatario venezolano.

La situación se ha ido deteriorando peligrosamente y ha llegado a un extremo difícil de imaginar. Todo empezó por la llamada telefónica de Chávez al general Mario Montoya, comandante del Ejército, que según la senadora Piedad Córdoba fue casual y no daba para una reacción así (Ver artículo: Canje interruptus).

¿Por qué Uribe terminó con la mediación de Chávez? El Gobierno ha explicado que hasta ahora no veía avances en el proceso y que, en cambio, las Farc estaban sacando provecho y fortaleciéndose políticamente. El Presidente el viernes, en un encuentro de parlamentarios latinoamericanos insistió en la necesidad del acuerdo humanitario, pero aclaró que no permitirá que la guerrilla “se posicione políticamente y continúe cometiendo crímenes en nombre de la combinación de las formas de lucha”.

Ni una llamada

La lectura de Chávez es contraria. En efecto, insistió en que sus gestiones habían avanzado mucho, y que estaba “muy seguro que lo íbamos a lograr, el acuerdo humanitario”. Por ello considera “una falta de respeto del presidente Uribe”, que “sin siquiera una llamada”, terminó la mediación. Afirmó que las Farc se aprovecharon de la comunidad internacional y del “dolor del pueblo colombiano por los secuestrados... abusando de la necesidad del acuerdo humanitario”.

Uribe dice que espera que la guerrilla libere a los secuestrados. Señaló que si las FARC, unilateralmente entregan los plagiados a Chávez, al presidente francés Sarkozy, o a la Cruz Roja Internacional, “Colombia desde ya dice bienvenida esa liberación”. (Ver artículo: Con Chávez hubo mucho ruido y pocas nueces).

Aunque ha recibido incesantes pedidos de reanudar su autorización a Chávez, Uribe agregó que se necesita “encontrar un procedimiento para que se libere a los secuestrados sin que implique un retroceso en la ‘seguridad democrática’”, un programa que implementó al asumir el poder en agosto de 2002.

Tras anunciar el jueves que cancelaba la mediación de Chávez, Uribe pidió al Comisionado de Paz, Luis Carlos Restrepo, buscar contactos directos con las FARC e iniciar diálogos para una “solución humanitaria” de los más de 45 rehenes en poder de esa organización insurgente.

Pocas veces en la historia reciente, se había presentando una situación tan delicada entre los dos países. Claro que no hay que olvidar que este fin de semana Chávez se juega su destino político en su país (Ver artículo del Enviado Especial de SEMANA, Héctor Abad: Venezuela socialista) y que tradicionalmente algunos gobiernos han recurrido a subir el tono para lograr el favor de su electorado. Sin embargo, en este caso la situación es diferente. ¿Por qué? El presidente es Hugo Chávez y con él todo es impredecible. Es decir, que pueden venir cosas peores. Y por lo visto este domingo, Uribe no se va a quedar callado.

Con información de AP

Uribe le faltó al respeto a Venezuela, afirmó Yolanda Pulecio, madre de Íngrid Betancourt

Noviembre 25 de 2007 -
Uribe le faltó al respeto a Venezuela, afirmó Yolanda Pulecio, madre de Íngrid Betancourt

"Chávez se estaba comportando como un aliado y no como un rival de Uribe", dijo Yolanda Pulecio, al aludir a la manera abrupta como el colombiano dio por terminada la tarea mediadora del venezolano.

El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, respondió de una manera "muy lógica" a la decisión de su colega de Colombia, Álvaro Uribe, de separarlo como mediador en la búsqueda de un acuerdo sobre rehenes con la guerrilla de las FARC, consideró hoy en Bogotá Yolanda Pulecio.

La madre de la secuestrada por los rebeldes declaró a 'Efe' que el Gobierno venezolano ha querido ayudarle como aliado en una solución a la larga crisis de los cautivos.

El gobernante del país vecino dijo hoy en Caracas que se "siente traicionado" por la decisión de su colega de Colombia, quien el pasado miércoles por la noche puso fin a las gestiones humanitarias de Chávez, como mediador, y de la congresista colombiana Piedad Córdoba, como facilitadora.

Por una invitación de la legisladora opositora, previamente autorizada por Uribe, Chávez asumió su tarea a mediados del pasado agosto, también con el respaldo del presidente francés, Nicolas Sarkozy, interesado en esta crisis por la nacionalidad francesa de Íngrid Betancourt.

Lo decidido por Uribe "fue descomedido con un jefe de Estado de un país tan importante para Colombia como es Venezuela", afirmó Yolanda Pulecio.

La madre de la ex candidata presidencial independiente observó que ambos gobernantes habían convenido comunicarse en el caso de que se presentaran inconvenientes en las gestiones en procura de un acercamiento del Ejecutivo colombiano con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).

El de los secuestrados es un proceso muy difícil que Chávez llevaba seriamente junto a Sarkozy, continuó la mujer, para quien este problema, por la cantidad de cautivos y el tiempo de retención, "debería ser primordial para un gobierno".

"Lo importante es la liberación de los secuestrados, para lo cual las consideraciones humanitarias deben ponerse por encima de las consideraciones políticas", dijo luego.

La hija de Yolanda Pulecio conforma un grupo de 45 secuestrados, varios de ellos desde hace casi diez años, que las FARC pretenden canjear por más de medio millar de insurgentes presos, entre ellos dos extraditados a Estados Unidos.


EFE

'Necesitamos mediación contra el terrorismo, no legitimadores del terrorismo': Álvaro Uribe

Noviembre 26 de 2007 -
'Necesitamos mediación contra el terrorismo, no legitimadores del terrorismo': Álvaro Uribe
Con esta alusión directa a Hugo Chávez, Uribe respondió sus ataques y el anuncio de congelar relaciones. Uribe también lo acusó de promover un proyecto expansionista que "no entrará a Colombia".

El presidente Uribe se refirió al tema desde Calamar (Bolívar), este domingo por la tarde.

"Sus palabras, sus actitudes dan la impresión de que usted no está interesado en la paz de Colombia, sino en que Colombia sea víctima de un gobierno de terrorista de las Farc", agregó Uribe.

En otro aparte de su intervención, Uribe reiteró su acusación a Chávez como legitimador del terrorismo: "El pueblo de Colombia tiene todo el derecho de derrotar el terrorismo, tiene todo el derecho a aceptar mediaciones, pero no mediaciones que busquen el protagonismo político, el enseñoramiento político del terrorismo".

"Seguiremos haciendo todos los esfuerzos por derrotar al terrorismo, por recuperar nuestros conciudadanos secuestrados, pero no admitimos que se abuse de nuestra tragedia para darle la razón al terrorismo", agregó Uribe.

Sobre la acusación a Chávez de estar promoviendo un proyecto expansionista, Uribe dijo en varios apartes de su intervención:

"Necesitamos que nos ayuden a superar esta tragedia del terrorismo, pero que no se aprovechen de la necesidad del acuerdo humanitario para invocar la ayuda a Colombia y venir simplemente a intervenir en ella, para fomentar un proyecto expansionista".
"No se puede maltratar al continente, incendiarlo, como usted lo hace, hablando de imperialismo cuando usted, en su presupuesto, quiere montar un imperio".
"No admitimos que se abuse de nuestra tragedia para venir a incorporar a Colombia a un proyecto expansionista que poco a poco van negando las libertades, que con tanta dificultad este continente ha logrado conquistar".
Uribe aseguró, incluso, que Chávez ha tergiversado el legado histórico Santander y Bolívar para respaldar ese proyecto expansionista:

"No se puede maltratar la historia, no se puede manchar la memoria de los héroes desfigurándolos en la demagogia popular para desorientar a los pueblos. El general Santander nos dio el ejemplo del apego a la ley. (...) No se puede burlar la ley como usted lo hace, tratando de maltratar al general Santander para sustituir la ley por el capricho personal".
"No se puede desorientar al pueblo interpretando mal el legado del Libertador Bolívar. El Libertador fue intergracionista, pero no expansionista. El Libertador dio la independencia a nuestras naciones pero no les trajo una nueva era de sometimiento. El Libertador no andaba tratando de sacar del territorio americano la dominación europea, para imponer, como usted quiere hacerlo, su propia denominación basada en su poderío de su presupuesto".
Uribe también acusó a Chávez de querer obtener dividendos electorales de la situación: "Me preocupa mucho que usted, afanado por pretensiones electorales, ahora trate de apelar al viejo truco de estimular en Venezuela odio contra Colombia, y contra el gobierno de Colombia, para buscar su favorecimiento electoral".

Uribe también acusó a la senadora Piedad Córdoba de haber discutido con integrantes de las Farc "la necesidad de un gobierno de transición" en Colombia.

"Eso nos da el derecho a los colombianos a interpretar que la mediación a la cual lo invitó a usted la senadora (...) estaba más interesada en posibilitar un gobierno con influencias del terrorismo en Colombia, que en ayudarnos a superar la tragedia de los secuestrados y a conseguir la paz", dijo Uribe.

El Presidente planteó que el enfrentamiento con Colombia no es un hecho aislado, sino uno más una larga cadena que ha protagonizado Chávez: "No se puede incendiar el continente como usted lo hace, hablando un día contra España, maltratando un día México, al siguiente al Perú, en la mañana después a Bolivia".

Uribe se refirió solo con una frase al comunicado del Gobierno colombiano en el que se explicaba la decisión de poner fin a la mediación la senadora Piedad Córdoba y del Presidente Hugo Chávez para el intercambio humanitario, y que a juicio de este último estaba lleno de mentiras. "El comunicado de ayer es sustentado por nuestros antecedentes, por nuestros hechos y tiene testigos".

El siguiente es el texto de la declaración de Álvaro Uribe:

La verdad, presidente Chávez, y la verdad con testigos, es que cuando no hay argumentos y se apela a los insultos como usted lo hace, se afectan no solamente las relaciones internacionales, sino que, en este caso, se hiere la dignidad del propio pueblo de Venezuela que usted representa.

La verdad, Presidente Chávez, es que nosotros necesitamos una mediación contra el terrorismo y no legitimadores del terrorismo. Sus palabras, sus actitudes, dan la impresión de que usted no está interesado en la paz de Colombia, sino en que Colombia sea víctima de un gobierno de terrorista de las Farc.

La verdad, Presidente Chávez, la verdad con testigos, como la nuestra, es que nosotros necesitamos que nos ayuden a superar esta tragedia del terrorismo, pero que no se aprovechen de la necesidad del acuerdo humanitario para invocar la ayuda a Colombia y venir a Colombia simplemente a intervenir en ella, para fomentar un proyecto expansionista.

La verdad, Presidente Chávez, es que sí usted está fomentando un proyecto expansionista en el continente; en Colombia, ese proyecto no tiene entrada.

La verdad, Presidnete Chávez, la verdad con testigos, es que no se puede incendiar el continente como usted lo hace, hablando un día contra España, maltratando un día México, al siguiente al Perú, en la mañana después a Bolivia. No se puede maltratar al continente, incendiarlo como usted lo hace, hablando de imperialismo cuando usted, en su presupuesto, quiere montar un imperio.

La verdad, Presidente Chávez, es que no se puede maltratar la historia, no se puede manchar la memoria de los héroes desfigurándolos en la demagogia popular para desorientar a los pueblos. El general Santander nos dio el ejemplo del apego a la ley.

La verdad, Presidente Chávez, es que no se puede burlar la ley como usted lo hace, tratando de maltratar al general Santander para sustituir la ley por el capricho personal.

La verdad, Presidente Chávez, la verdad con testigos, es que no se puede desorientar al pueblo interprentando mal el legado del Libertador Bolívar. El Libertador fue intergracionista, pero no expansionista. El Libertador dio la independencia a nuestras naciones, pero no les trajo una nueva era de sometimiento.

El Libertador no andaba tratando de sacar del territorio americano la dominación europea, para imponer, como usted quiere hacerlo, su propia denominación basada en su poderío de su presupuesto.

Al pueblo de Venezuela y al pueblo de Colombia, la verdad Presidente Chavéz, es que el pueblo de Colombia tiene todo el derecho de derrotar el terrorismo, tiene todo el derecho a aceptar mediaciones pero no mediaciones que busquen el protagonismo político el enseñoramiento político del terrorismo.

Me preocupa mucho que usted, afanado por pretensiones electorales, ahora trate de apelar al viejo truco de estimular en Venezuela odio contra Colombia y contra el gobierno de Colombia para buscar su favorecimiento electoral.

La verdad, Presidente Chávez, es que los antecedentes de mi gobierno muestran que nuestra difícil lucha contra el terrorismo hemos sido respetuosos de todos los gobiernos y de todos los países del mundo.

Apelo a la reflexión a la conciencia del pueblo de Venezuela para examinar este tema. (...) La contradicición es que el Gobierno de Colombia enfrentado a los terroristas jamás, jamás, ha irrespetado al Gobierno de Venezuela, ni al pueblo de Venezuela.

La verdad, Presidente Chavez, es que el comunicado de ayer es sustentado por nuestros antecedentes por nuestros hechos y tiene testigos.

La verdad, Presidente Chávez, es que en cada momento se conocen nuevos elementos. Nuestro cónsul en los Estados Unidos, quien acompañó a la senadora Córdoba a la reunión de uno de los presos pertenecientes a las Farc, que por narcotráfico están en cárceles en los Estados Unidos, nos ha informado que la senadora Córdoba habló con el preso de la Farc de política. Eso está bien, de la posibilidad de una nueva constituyente en Colombia, eso está bien. Todo eso es respetable así no estemos de acuerdo, pero la senadora también habló de la necesidad de un gobierno de transición en Colombia.

La verdad, Presidente Chávez, es que eso nos da el derecho a los colombianos a interpretar que la mediación a la cual lo invitó a usted la senadora Piedad Córdoba, de acuerdo con las actitudes de la senadora y con estos comentarios, estaba más interesada en posibilitar un gobierno con influencias del terrorismo en Colombia, que en ayudarnos a superar la tragedia de los secuestrados y a conseguir la paz.

Desde Calamar, esta región de la patria hoy azotada por las inundaciones, le digo al mundo que pedimos y recibimos ayuda, pero no aceptamos proyectos expansionistas.

Desde Calamar, esta región azotada por la inundaciones, le digo al mundo que en la pobreza hay limitaciones, pero hay dignidad. El dinero se consigue todos los días. Así, en unas naciones más escaso que en otras, pero la dignidad, el respeto al ser social, el respeto a las libertades individuales... cuando se pierden esos valores es difícil volver a recuperarlos.

Nosotros seguiremos haciendo todos los esfuerzos por derrotar al terrorismo, por recuperar nuestros conciudadanos secuestrados, pero no admitimos que se abuse de nuestra tragedia para darle la razón al terrorismo. No admitimos que se abuse de nuestra tragedia para venir a incorporar a Colombia a un proyecto expansionista que poco a poco van negando las libertades, que con tanta dificultad este continente ha logrado conquistar.