viernes, 28 de marzo de 2008

Ecuador
Mas allá de la agresión bestial y los apretones de mano
Por: Alberto Maldonado (especial para ARGENPRESS.info)
Fecha publicación:13/03/2008

El objetivo encubierto es amedrentar a los gobiernos progresistas respecto de 'insubordinaciones' y 'ensayos antidemocráticos' (léase antiimperialistas).

Explicación previa

Más allá de los abrazos y apretones de mano que se dieron el viernes 7 de marzo del 2008, al término de la inusitada cumbre del Grupo de Río, que ha llenado de optimismo a los gobiernos y a los pueblos de América Latina; sin embargo, está por verse si ese espíritu de conciliación y de buenos augurios puede mantenerse en el futuro inmediato; y, sobre todo, si la cabeza de playa (Colombia) del guerrerismo norteamericano y otros capataces que por allí andan, se allanan a ese elemental requerimiento de la región: que se respeten las soberanías de los países y los principios universales del derecho internacional.

Digo esto, no con el ánimo de aguafiestas, sino porque desde el imperio, a través del señor Bush y de la Condolezza esa, en cambio, han proclamado que sobre cualquier antigualla del derecho internacional (del cual, en el mundo, ya muy pocos nostálgicos se acuerdan) están 'los derechos implícitos' que siempre se autoasignaron los imperios y los 'pitimperios' del mundo, para invadir cualquier país, cualquier región, y para encubrir los verdaderos propósitos imperiales: la explotación de los recursos naturales, las guerras étnicas, la esclavización y explotación de pueblos, el fortalecimiento del sistema, la democracia del consumismo, etc. Hoy, nos hablan de las 'guerras preventivas' de 'legítima defensa' o recurren a la mentira descomunal o a informes y argumentos falsos y perversos; no importa si el engaño es desmantelado a poco por los propios actores. Entonces, el cinismo más descomunal y la teoría de los 'hechos consumados' (caso Irak) se impone y el invasor sigue allí, a la espera de que le permitan los 'insurrectos y terroristas' locales, la apropiación indefinida y la comercialización sin restricciones de los recursos de la nación (el petróleo, en primer lugar) y los descomunales contratos para la industria de la guerra. Justifican lo injustificable con el cuento de que están combatiendo 'terroristas' y llevando, a esos pueblos atrasados, 'democracia y libertad' aunque para ello tengan que 'lamentar víctimas colaterales' que es el eufemismo para reconocer que han 'debido' cometer crímenes y genocidios de lo más infames (los neocolonialistas, solo en Irak, en cinco años de ocupación violentísima, ya han masacrado más de medio millón de iraquíes civiles, inocentes)

Por ello, yo no solo que pienso sino que estoy seguro que, tras la batalla verbal que se dio en República Dominicana y las denuncias contundentes del Presidente de Ecuador, lo que le obligó al 'mejor aliado' de Bush a reconocer su delito y a pedir perdón por ello, fue una reacción hemisférica contundente e inédita. Uribe Vélez no podía hacer otra cosa que allanarse a la situación, como cuando los 'curuchupas retardatarios' (conservadores fanáticos, en el argot ecuatoriano) van al confesionario, a arrepentirse de sus pecados; pero con la idea fija de volver a cometerlos, con mayor saña, a la semana siguiente. Es impensable, que un tipo de la formación fundamentalista como el Presidente de Colombia (igual que la mayor parte de su equipo de Gobierno) vaya a quedarse con la humillación de que fue objeto. Además, sus patrones (el Sr. Bush, la Condolezza esa, el Vicepresidente Cheney, y otros de esta misma calaña) le pedirán cuentas y le dirán que los miles de millones de dólares que ya han gastado en el Plan Colombia y el Plan Patriota le obligan a seguir adelante, con el Plan Antichávez, que tiene componentes anticorrea, antievo y anti cualquier otro 'presidentucho' que se atreva a cuestionar, peor a superar el sistema imperante (el neoliberalismo más que salvaje, genocida y criminal) Para ello, Uribe y sus muchachos tienen el gran pretexto de los 'bandidos de las FARC' a quienes debe desaparecer del mapa, a como dé lugar. Pero eso será siempre y cuando estos se dejen; y al parecer, en seis años de agresión violentísima, no han logrado arrinconarles siquiera hacia Ecuador, como decía la 'táctica' que concibieron desde el primer día en que Uribe Vélez llegó al poder.

Por ello, se justifica esta explicación previa a lo que había estado ensayando sobre el tema, al margen de si el conflicto se agravaba o se arreglaba, por lo menos diplomáticamente. El infame asesinato de una veintena de guerrilleros colombianos que acampaban en territorio ecuatoriano más cinco o seis jóvenes visitantes, da para que corra mucha tinta y mucho discurso. Pero trataré de sintetizar lo que para mí y para muchos latinoamericanos ha quedado latente de esta artera así como genocida acción:

Mensaje número uno: desaparecer a Chávez

La bestial agresión contra un comando de las FARC, acantonado clandestinamente a 2.7 kms. de la línea de frontera (sector Angostura, muy cerca del río Putumayo) al amanecer el sábado 1 de marzo/2008, con utilización de tecnología militar de alta precisión (que solo puede ser operada por los gringos) debe tomarse como un anuncio de que Colombia ha asumido el criminal papel de Israel contra los palestinos y los países musulmanes del Medio Oriente; y que ha pasado a la fase de agresión a mansalva y sin explicaciones previas, a pretexto de 'guerra preventiva' y 'legítima defensa'

El gobierno colombiano ha reconocido paladinamente y sin rubor alguno que, en efecto, ha agredido al Ecuador y ha anticipado que lo ha hecho porque 'debía actuar' frente a una amenaza contra su territorio desde un campamento de 'terroristas' que estaban acantonados en territorio ecuatoriano. Es decir, resuelvan lo que resuelvan instancias regionales como el Grupo de Río, el mensaje que quiso dar la Colombia de Bush-Uribe es que se ha introducido en América Latina la política del gran garrote contra cualquier Estado que pretenda cuestionar, peor introducir cambios profundos, al vigente sistema económico y político, mejor conocido como neoliberalismo. Se dio un primer aviso contra Ecuador, que se ha negado a reconocer a las FARC como 'terroristas' y que se ha negado también a actuar de martillo contra este movimiento guerrillero; pero, esta acción de armas, despiadada y brutal, me parece que contiene una tácita advertencia, en primerísimo lugar, contra el Gobierno de Hugo Chávez y sus pretensiones de construir un socialismo siglo 21 y desterrar para siempre la larga noche neoliberal y la política social de mercado. Ya se han dado 'situaciones alarmantes' en puntos calientes de la frontera Colombo - Venezolana y hasta hay antecedentes de incursiones 'clandestinas' de paramilitares colombianos en territorio venezolano

Mensaje número dos: basta de liberación de rehenes

El segundo mensaje de esta acción brutal y perversa -no cabe duda- es contra cualquier intención o gestión que se haga para la liberación de los rehenes que las FARC tienen en las selvas de Colombia desde hace años; especialmente de la colombo-francesa Ingrid Betancourt. El problema es que Uribe Vélez y su combo de paramilitares y narcotraficantes tienen nada de humanitarios o debilidades de este estilo; más si un trato con 'criminales y terroristas' echaría por tierra la imagen de 'duros' que han querido dar en esta materia. Además, sería un reconocimiento tácito de que las FARC existen, que las FARC controlan amplios sectores colombianos, que las FARC han sido capaces de retener, por años, a decenas de rehenes civiles más varios cientos de militares y policías que han caído en sus manos, en combates librados con el poderoso ejército colombo-yanqui. Pero, para Uribe Vélez y su combo, de dientes para afuera, los 'bandidos' ya están muy disminuidos, ya mismo los liquidan a pesar de que al interior de Colombia saben y están seguros que este pleito está lejos de terminar por la vía militar.

La reciente liberación de siete retenidos demostró que por la vía de los buenos oficios (vía Hugo Chávez y la senadora colombiana Piedad Córdova) era más factible que los devuelvan a la sociedad civil, antes que mediante acciones militares. Hace meses, se dio un intento de esta naturaleza (¿lo recuerdan?) pero solo sirvió para que 11 diputados del Departamento del Valle mueran por el fuego cruzado del comando militar que pretendió liberarlos. También, es seguro que el patrón Bush y la Condolezza esa, habrán ordenado a sus lacayos uribistas que paren ese drama, que estaba dando réditos, precisamente al 'enemigo' (Hugo Chávez) y a los 'terroristas de las FARC', para las cuales, el propio mandatario venezolano pidió que se les reconozca su calidad de combatientes. Desde luego, para los imperialistas tiene ninguna importancia la vida de los rehenes si de cortar la subversión se trata. Entonces, el asesinato a mansalva, a la media noche, con alevosía y ventaja, de Raúl Reyes y el comando que lo acompañaba, tiene también esta explicación 'estratégica'. Con ellos, quisieron asesinar las esperanzas de liberación de los secuestrados y especialmente de Ingrid Betancourt, ya que Reyes era el contacto con voceros de Ecuador, Venezuela y Francia, que ya estaban cerca de lograr la liberación de 11 retenidos más. Así que, dudo, a pesar de las recomendaciones del Grupo de Río, que este proceso pueda seguir dándose, muy a pesar de las buenas intenciones de los presidentes reunidos en la ya célebre cumbre de República Dominicana.

A mi criterio, deberían ser las propias FARC las que resuelvan, de una vez por todas devolver a todos los rehenes a sus familias, en Colombia, salvado algún caso de algún criminal de guerra que hayan cometido crímenes de guerra y los tres yanquis, agentes de la CIA, que están sus manos. Esta decisión restituiría en los ambientes de la propia Colombia y de los sectores progresistas y revolucionarios de América Latina la imagen de una guerrilla que lucha contra las plutocracias locales por establecer para su pueblo un país más libre, más equitativo, más solidario. La experiencia de muchas guerrillas, a través de los tiempos, determina que un grupo revolucionario alzado en armas, no puede recurrir a un acto delincuencial, común y corriente (el secuestro) que es de todos los días en la sufrida Colombia y también en nuestros países. Si se diera esta decisión, pues entonces ni siquiera Uribe y su combo podría seguir sosteniendo que se trata de un grupo 'criminal y terrorista' como lo dice el Sr. Bush cada vez que puede.

Una decisión semejante, podría dar lugar a que en el mundo entero se denuncie lo que es la verdad en Colombia, desde hace mucho tiempo: que los terroristas son los paramilitares y sus mentalizadores y apoyadores (los militares y los gobernantes de turno) que asesinaron comunidades campesinas y cuadros de un partido político, sin piedad alguna; para apoderarse de sus mejores tierras; que los narcotraficantes están entre los paramilitares al punto que la DEA de los propios Estados Unidos, los tienen fichados e identificados y piden su extradición para juzgarlos en USA. Que la propia familia de Alvaro Uribe y sus diputados y senadores, están sindicados y algunos en la cárcel, señalados como mentalizadores y financiadores de paras y narcos.

Mensaje número tres: contra la insurgencia latinoamericana.

La brutal agresión contra la soberanía ecuatoriana, tiene otra lectura: el imperio ha decidido hacernos saber que no tolerará de brazos cruzados más gobiernos 'populistas' que, aun cuando provengan de elecciones democráticas y libres, pretendan irrespetar los 'sagrados principios' del neoliberalismo: respeto sin condiciones a la propiedad privada, al mercado y sus virtudes, a la democracia occidental y cristiana, a las enormes transnacionales, a los dictados del F.M.I. y el Banco Mundial y otra larga lista de 'deberes'.

En ello, se va la vida misma del sistema y la sociedad de bienestar de los ciudadanos yanquis. Desde 1961, el imperio decidió que no tolerará más Cubas en América Latina; y qué no ha hecho por asesinar a su líder (Fidel Castro) y destripar a la propia revolución comunista. Pero no lo ha conseguido, la revolución sigue firme, ahora sin Fidel al mando; y por lo tanto sigue siendo, con mucha más autoridad y orgullo, un 'mal ejemplo' para los pueblos y gobiernos de la región. Y por la vía electoral (herramienta que se creía única y exclusiva de la democracia representativa de nuestro hemisferio) he aquí que sale este 'monstruo inquietoso e irreverente' de Chávez; y que este Chávez habla sin medias tintas de la revolución bolivariana; y es un aliado y amigo de Fidel; y alguien que denuncia al imperio, cada vez que puede, donde puede; y que anda organizando acciones contra el sistema (el ALBA contra el ALCA; un sistema energético continental, telesur y otras utopías semejantes) Y que además, en Bolivia, le aparece un tal indio Evo Morales, que es elegido democráticamente y que es capaz de cuestionar los designios del imperio en ese país que hasta hace poco tenía a uno de sus incondicionales (Sánchez de Lozada) en el poder. Y que en Ecuador aparezca un joven inteligente, valiente, librepensador y de clara tendencia izquierdista, que también empiece a cuestionar al imperio y los 'imperitos', que empiece a hablar de luchar contra las inequidades, y que sea amigo de Chávez, y que se niegue a renovar la licencia para la base militar yanqui de Manta; y etc. etc. Entonces pues, el mensaje de la agresión colombo - yanqui contra un comando de las FARC en territorio ecuatoriano, resulta también que es un mensaje contra estos nuevos 'líderes populistas, enemigos de la democracia y la libertad'

Lo positivo: hacia una OEA sin yanquis

La inesperada actitud de la mayoría de jefes de Estado en República Dominicana, que dejaron a un lado la clásica agenda de 'buenas intenciones' que caracteriza a estos cónclaves, para escuchar los reclamos airados y firmes del Presidente de Ecuador, por la clara agresión de Colombia contra un pedazo de su territorio, y el respaldo que fueron dando la Presidenta de Argentina, el Canciller de Brasil, el Presidente de México, la Presidenta de Chile, el propio anfitrión y Presidente de la reunión, (cada quien, según sus particulares puntos de vista) y la clara y contundente intervención de Hugo Chávez más las condenas de Daniel Ortega (Nicaragua) determinaron que no le quedara otro camino a Alvaro Uribe Vélez, que reconocer que su fuerza militar había bombardeado territorio ecuatoriano y que tuviera que pedir perdón por ello. Por primera vez, muchos latinoamericanos asistíamos a un acto de presión de esta naturaleza. Más, si a renglón seguido se aprobaba una resolución, la única resolución aprobada por unanimidad, en la que se deja constancia de que Colombia había agredido a Ecuador y que se comprometía a no hacerlo nunca más, contra ningún país y por ningún motivo.

Tal actitud se tomaba en forma muy dinámica (sin comisiones informantes ni otros recursos para darle largas a un asunto) en un solo día y con la presencia del acusado en persona. ¿Ello habría sido posible si, por ejemplo, el caso hubiese estado ventilándose (como ya ocurrió días antes) en el seno de la OEA, en donde tiene una presencia y una participación muy influyentes, el imperio USA? Está claro que no.

Este detalle ha llevado a que no pocos editorialistas de medios alternativos de comunicación (ya que los del sistema, todos estaban alineados con las tesis de Uribe y de Bush) comiencen a hablar que ya los países latinoamericanos y del Caribe deben pensar en un organismo regional SIN ESTADOS UNIDOS. Solo entonces podremos decir que contamos con un organismo vivo, no comprometido, que sea capaz de recoger realidades y de pronunciarse contra el agresor y a favor de la paz y de la buena relación entre países hermanos.

La iniciativa ha sido lanzada y quizá la actitud firme y valiente del Presidente de Ecuador en la vigésima reunión del Grupo de Río, sea el comienzo de una nueva etapa de relaciones honestas y valederas, de respeto mutuo y de apoyos, entre países hermanos. Sería la aplicación práctica de eso que dice la gente: no hay mal que por bien no venga.

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Colombia
Lecciones de la Crisis Andina
Por: Alberto Pinzón Sánchez
Fecha publicación:13/03/2008

Se venía diciendo que el Pentágono norteamericano había asignado a su títere colombiano Uribe Vélez, el papel de Israel para la llamada región andina, conformada por los 5 países liberados del colonialismo español en Ayacucho, por Simón Bolívar y Sucre. Era 1824. Otras épocas, otros Imperios, pero la misma lucha actual por la soberanía Popular y Nacional.

Se argumentaban los objetivos geo-estratégicos y las cifras de los planes militares Imperiales para la Región. El número de hombres/fusil en Colombia y la militarización de la vida colombiana. El presupuesto tanto estadounidense como colombiano para la guerra. La ayuda en armas de alta tecnología y mercenarios internacionales del Gobierno USA al ejército colombiano. Se recordaba al ex militar israelí Yair Klein entrenador de los primeros Narco Paramilitares en la década de los 80. Se citaba la fábrica Israelí de armamento en Colombia. Se hacían similitudes políticas entre la región andina y el oriente medio. Se construían escenarios de juegos de guerra (War-Games) ect..

Pero como nunca se vio al Estado de Israel como una parte del conflicto interno colombiano o como enemigo del pueblo de Colombia, porque sencillamente no lo es. Nadie llegó a imaginar el peso tan elevado de la política Israelí en el gobierno colombiano. Faltaba una indicación precisa proveniente de una fuente interesada. Y llegó:

El diario el País de Madrid, perteneciente al monopolio español Prisa, que tiene grandes intereses financieros y propagandísticos en Colombia; soltó al desgaire y como quien no quiere la cosa, este 9 de Marzo, una noticia tan desapercibida como esclarecedora bajo el título, 'nuevos actores en el avispero andino: El Mossad en Colombia'. En donde bajo la helada tesis de que el 'amigo de mi enemigo es mi enemigo', aclara porqué los servicios secretos de Israel (El Mossad) de manera conjunta con la CIA:

...'Decidieron reventar el campamento de Raúl Reyes en Ecuador precisamente para eso: para descubrir las conexiones entre el terrorismo guerrillero y gobiernos con asiento en las Naciones Unidas. La identidad de los contendientes ayuda a entender el choque político e ideológico en curso. EEUU e Israel apoyan a Colombia, gobernada por el conservador Alvaro Uribe, en su disputa con la alianza izquierdista de Hugo Chávez, en Venezuela, Rafael Correa, en Ecuador y Daniel Ortega en Nicaragua; apoyados por Cuba e Irán. Todo era diferente antes de que entrara Hugo Chávez. Provisto de nuevos criterios políticos y de un arsenal de dólares petroleros, Chávez alimentó alianzas y apoyos y un discurso solidario con las guerrillas colombianas que irritó al presidente de Colombia, Alvaro Uribe, y movilizó a EEUU, implicado con hombres, tecnología y dinero en el combate contra las guerrillas'.

Así, de esta callada manera nos llega una de las primeras lecciones derivadas de la llamada Crisis latinoamericana de Marzo, desatada por el acto de piratería internacional del ejército colombiano de bombardear y masacrar a las personas que dormían en el campamento de Raúl Reyes, ubicado en territorio de la República del Ecuador, para dar cumplimiento a la segunda parte del Plan Colombia: La Iniciativa Regional Andina.

Es decir escalar a un nivel Internacional el llamado conflicto armado colombiano, convirtiendo una guerra de Baja Intensidad en otra de Mediana Intensidad y legitimar de paso una Intervención Internacional en contra de las Farc, tal y como parece que está sucediendo hoy. Y al engarzar las causas internas de la prolongada crisis colombiana, con causas externas o internacionales, tornarlo insoluble, a la mejor manera del conflicto Palestino.

A la Solución Política al conflicto interno, por la que los demócratas y progresistas de Colombia, veníamos luchando desde hace tantos, pero tantos años; ahora hay que agregar una casi que imposible Solución Diplomática Internacional y externa, en donde los diferentes países metropolitanos con inmensos intereses financieros y económicos en la región además de USA, como España, Francia, Holanda, Inglaterra, Canadá o sus paraísos fiscales como Bahamas etc., cada uno tratará de sacar la mejor tajada, tal como se evidenció en la reunión extraordinaria de la OEA. ¿Cómo poner de acuerdo tantos intereses, en ocasiones tan contrapuestos?

Solo hay una manera: ¡Exterminando a las guerrillas colombianas! El gobierno colombiano tiene la autorización emanada de la declaración de los países del pacto de Río. Sólo que deberá hacerlo internamente y sin violar la Ley Internacional.

Lo dijo el legendario general Sun-Tzu hace 24 siglos: 'La mejor batalla es la que no se libra'. El abrazo de la diplomacia tropical que declaró el empate entre Uribe- Chávez-Correa-Ortega, ha parado (por el momento), la guerra que está exigiendo el complejo Militar Industrial Financiero Norteamericano, para sortear la doble crisis que en estos momentos padece.

Una, la crisis económica-financiera que lo vuelve cada día más agresivo. Otra, la crisis política llamada por CNN 'fenómeno Obama', que exige una aventura militar diferente a la de Irak, de donde tienen que retirarse, con el fin de subir las encuestas electorales. También la revolución cubana ha quedado a salvo de una agresión militar derivada de una intervención Norteamericana en Venezuela, destinada a crear la republica petrolera del Zulia, presentada como una defensa militar aliada del incondicional gobierno colombiano.

Parece que en el avispero andino como lo llama el periodista del País, o mejor, en el río revuelto de la crisis andina, pescaron todos menos el sufrido pueblo colombiano, quien continúa y continuará (parece que indefinidamente), poniendo los muertos.

www.argenpress.info

Colombia se queja de ataques desde Ecuador

Colombia se queja de ataques desde Ecuador

Solicita a Quito acceso para interrogar a la mexicana Lucía Alicia Moret


Agencias
El Gráfico
Jueves 27 de marzo de 2008

BOGOTÁ.— Colombia denunció ayer nuevos ataques de la guerrilla desde Ecuador, a la vez que pidió a la justicia de ese país acceso a tres mujeres, entre ellas la mexicana Lucía Alicia Moret, que sobrevivieron a un bombardeo a inicios de este mes en el que murió uno de los líderes de las FARC.
El objetivo de la solicitud es determinar cuál era la misión que cumplían en el campamento rebelde atacado.

En tanto, la fiscalía colombiana autorizó la entrega del cuerpo del ciudadano ecuatoriano Franklin Guillermo Aisalia, muerto durante el operativo contra las FARC.

EMPEORAN ACUSACIONES

El canciller Fernando Araújo se quejó de falta de cooperación de Ecuador en la lucha antiterrorista, en tanto su par ecuatoriana María Isabel Salvador dijo que Colombia aún no envía la información de los computadores del fallecido jefe guerrillero Raúl Reyes, que según las autoridades de Bogotá vinculan a Quito con las FARC.

“Esta semana que pasó nos siguieron disparando en contra de los erradicadores de droga en la frontera con Ecuador y eso no podemos aceptarlo”, dijo Araújo.

“Ningún gobierno se va a quedar con los brazos cruzados siendo testigo de cómo sus nacionales son asesinados desde el otro lado de la frontera”, añadió.

El comandante del Ejército colombiano, general Mario Montoya, dijo que su país denunciará los ataques ante la Organización de Estados Americanos (OEA).



www.eluniversal.com.mx

Cronología del caso de Franklin Aisalia

Crisis diplomática
Cronología del caso de Franklin Aisalia
Conozca los detalles de la historia del presunto guerrillero ecuatoriano cuyo cadáver fue traído a Colombia junto con el de Raúl Reyes. Aunque fue identificado, aún no se ve la salida a la crisis con Ecuador.
Fecha: 03/26/2008 -
La Fiscalía ecuatoriana confirmó este martes, a través de un informe pericial dactiloscópico, que el cadáver transportado de Ecuador a Colombia era el de Franklin Aisalia Molina, un ecuatoriano que, según el gobierno colombiano, se encontraba en el campamento guerrillero el día en que la incursión militar de sus tropas en territorio ecuatoriano dio con la muerte de alias Raúl Reyes, el segundo hombre más importante de las Farc. Así se pone fin a la incertidumbre sobre la identidad del ecuatoriano.

Su padre Guillermo Aisalia se encuentra en Colombia gestionando la repatriación de su cadáver.

Cuenta regresiva:

Esta foto la enviaron los padres de Franklin Aisalia para establecer si el cadáver que está en Bogotá corresponde al de su hijo En el video de fuentes de Inteligencia colombiana aparece un hombre con una camiseta del Ché, del cual las autoridades dicen que era el ecuatoriano que cayó muerto en el operativo contra Raúl Reyes
Franklin Aisalia nació en Quito el 21 de mayo de 1970. Era el tercero de cuatro hermanos. Según sus padres, vivía con ellos en un barrio quiteño conocido como Comité del Pueblo.

Aisalia se graduó de un colegio técnico en el cual estudió metalmecánica. También hizo cursos de cerrajería y llegó a tener su propio taller en el norte de Quito.

El 21 de febrero de este año, Aisalia le dijo a su familia que saldría a “hacer un encargo”. Su familia lo dio por desaparecido al ver que no regresaba.

El 1 de marzo Franklin Aisalia cayó muerto en el operativo contra el campamento en que se encontraba Raúl Reyes, en la frontera de Ecuador con Colombia. También murieron otras 24 personas, entre ellas cuatro mexicanos.

Su cuerpo, junto con el de Raúl Reyes, ese mismo día fue trasladado por el Ejército colombiano a Bogotá. Las autoridades afirmaron, debido a su parecido, que se trataba de ‘Julián Conrado’, conocido como el cantante de las Farc.

El 3 de marzo El director de Medicina Legal, Pedro Franco, dictaminó que las huellas dactilares del cadáver trasladado a Bogotá no coincidían con las de Conrado. Sin embargo, la noticia no tuvo mucho eco en los medios que estaban concentrados en el cubrimiento de la crisis diplomática que se desató por la incursión de tropas militares en territorio ecuatoriano.

A mediados de marzo Fernando Paspuel, un sobrino de Aisalia, mientras navegaba en Internet se encontró con una fotografía de su tío. Era del cadáver que inicialmente se había presentado por las autoridades como Julián Conrado.” Al verla supimos que no era él sino nuestro hijo”, dijo el padre de Franklin, Guillermo Aisalia.

El 20 de marzo el fiscal general de Ecuador, Washington Pesántez, anunció que los padres del joven Franklin Aisalia Molina, viajarían a Bogotá el 25 de marzo para confirmar si el cadáver corresponde al de su hijo. La cancillería ecuatoriana a través del gobierno argentino le pidió a Colombia que investigara “a fin de determinar con absoluta precisión la identidad de dicha persona y de este modo confirmar o descartar la presunción de los familiares de Aisalia”.

El 21 de marzo los padres de Franklin Aisalia aseguraron en diálogo con Caracol Radio que a su hijo no le gustaba la política y que no sabían qué se encontraba haciendo en un campamento guerrillero.
La noticia de que un ecuatoriano había muerto en el ataque militar recrudeció la crisis binacional. Al día siguiente el presidente de Ecuador, Rafael Correa, advirtió que la relación con Colombia se complicaría si se confirmaba que un ciudadano ecuatoriano había muerto por balas colombianas. El gobierno colombiano respondió que acataba lo acordado por la OEA y que el ataque fue contra el terrorismo y no contra la población civil. Mientras tanto la familia esperaba las indicaciones de su gobierno para poder viajar a Colombia a reclamar el cadáver.

El 23 de marzo las autoridades forenses en Colombia advirtieron que sólo quedaba una semana para la identificación del cadáver. De no lograrse su identificación, antes del tiempo establecido por la ley, que es de 1 mes, Medicina Legal procedería a la inhumación.
Ese mismo día, el Ministro de Defensa, Juan Manuel Santos, confirmó que el cadáver era de un ciudadano ecuatoriano. Pero que se trataba de un colaborador de la guerrilla y no un ciudadano inocente.

Fuentes de inteligencia del Ejército colombiano identificaron el cadáver del ecuatoriano como Franklin Ponelia, alias “Lucho”. Según el Ejército alias “Lucho” aparece en varias fotografías acompañado de Nubia Calderón Trujillo, alias "Esperanza", quien sería su novia. Según el Ejército, Calderón y Aisalia “estaban encargados de facilitar el desplazamiento e identificación falsa de miembros de esta organización, en territorio ecuatoriano”.

Alias "Esperanza" aparece en un video en compañía de alias "La Toya", y de "Simón Trinidad", hoy preso en una cárcel de Estado Unidos.
Los padres de Aisalia niegan esa versión y dicen que el que sale en el video es crespo y tiene un bigote poblado que no corresponde a las señales de su hijo.

El 25 de marzo La versión del Ejército colombiano de que Aisalia colaboraba con las Farc fue confirmada por agentes de inteligencia ecuatoriana.

El gobierno ecuatoriano, ante la comprobación de que se trataba de un ciudadano ecuatoriano pidió una nueva intervención de la OEA y dijo que acusaría a Colombia de una violación de los Derechos Humanos: “La muerte del señor Franklin Aisalia y el traslado de su cadáver a Colombia constituyen violaciones de los derechos humanos y garantías de un ciudadano ecuatoriano, derivadas de una acción militar al margen del derecho internacional, como lo proclamó el Ecuador y lo reconoció la Reunión de Cancilleres de la OEA de 19 de marzo".

Varias ONG de ese país anuncian que demandarán a Colombia ante la Corte Penal Internacional. La Defensoría del pueblo de Ecuador no descarta la posibilidad de practicar una segunda autopsia al cuerpo de Aisalia, una vez sea repatriado, con el objetivo de esclarecer las circunstancias que rodearon su muerte.

El 26 de marzo Guillermo Aisalia, padre del guerrillero ecuatoriano, y el delegado de la Defensoría del Pueblo de Ecuador, Lenin Rosero, viajaron a Bogotá para hacer los trámites de repatriado del cuerpo. Guillermo reconoció a su hijo tan pronto tuvo acceso a su cadáver, en entrevista con el Defensor del Pueblo colombiano, Wolmar Pérez, volvió a negar que su hijo fuera miembro de las Farc.


En conclusión quedan los siguientes interrogantes:

1. ¿Es Aisalia el mismo Ponelia alias “Lucho” identificado en videos por autoridades colombianas como auxiliador de las Farc en Ecuador? ¿O, como afirma la familia Aisalia, el “Lucho” de los videos no es su hijo?

2. ¿Si Aisalia no era guerrillero, como sostiene la familia, por qué entonces cayó en el campamento de Reyes?

3. ¿Si, como lo confirmó la inteligencia ecuatoriana, Aisalia colaboraba con las Farc, puede la familia simplemente estar tratando de proteger el nombre de su hijo muerto?

4. ¿Si como han dicho las autoridades militares colombianas sabían perfectamente de las actividades de alias “Lucho” a favor de las Farc en Ecuador por qué no asociaron el cadáver que estaban en la morgue y que desde el 3 de marzo se sabía que no era Conrado, con este criminal tan claramente identificado? ¿Por qué sólo cayeron en cuenta de la conexión después de que la familia Aisalia dijo que el cadáver era el de su hijo?

5. ¿Por qué la Defensoría del Pueblo ecuatoriana está pidiendo hacer una segunda autopsia? ¿Sospechan que Aisalia no murió en el bombardeo?

6. ¿Por qué Ecuador insiste en sostener la pelea con Colombia si sus propios organismos de inteligencia han aceptado que Aisalia era cómplice de las Farc? ¿Si un ecuatoriano o un mexicano u otro de cualquier nacionalidad colabora con guerrilleros colombianos y visita sus campamentos no corre el riesgo de ser atacado por las autoridades legítimas? ¿Por qué entonces la beligerancia de Correa?
Ecuador quiere demandar


Agencias
El Gráfico
Martes 25 de marzo de 2008

QUITO.— Ecuador amenazó con recurrir a instancias penales internacionales para demandar a autoridades de Colombia que participaron en el operativo contra las FARC en su territorio.
Las tensiones se incrementaron al revelarse que en el ataque murió un ecuatoriano, al que funcionarios colombianos acusan de pertenecer a la guerrilla.

El presidente Rafael Correa se reunió con varios de sus ministros, para evaluar las “consecuencias” que la revelación de la muerte del ecuatoriano, el pasado 1 de marzo, tendrá con respecto a las relaciones con Colombia, rotas dos días después del ataque.

En tanto, el mandatario venezolano Hugo Chávez se mostró preocupado por las recientes declaraciones del ministro colombiano de Defensa, Juan Manuel Santos, en el sentido de que el operativo en suelo ecuatoriano fue “una acción de guerra legítima”.
Crisis Colombia-Ecuador
La discordia por el “guerrillero ecuatoriano”
La identidad del cadáver del ciudadano ecuatoriano Franklin Guillermo Aisalia, presuntamente alias “Lucho”, se convirtió en el nuevo motivo de discordia entre Colombia y Ecuador.
Fecha: 03/25/2008 -
El pasado 1 de marzo, todos los medios de comunicación anunciaron que habían muerto en una operación militar en territorio ecuatoriano varios guerrilleros de las Farc, entre quienes estaban Raúl Reyes, y alias Julián Conrado, conocido por ser compositor de música que recoge el discurso y las experiencias de las Farc a manera de corridos.

Pero unos días después, luego de que los cadáveres fueron trasladados a Bogotá, Medicina Legal dijo que el cuerpo que inicialmente se creía que pertenecía a Julián Conrado, era de otro hombre, pues sus características físicas no correspondían a las de Conrado.

El pasado 20 de marzo, una pareja de ecuatorianos dijo ante diferentes medios de comunicación que, por las fotos que habían visto, el cadáver que seguía sin ser identificado era el de su hijo, un cerrajero y ornamentador, Franklin Guillermo Aisalia Molina.

La identidad del cadáver se convirtió en un nuevo motivo de disputa entre Ecuador y Colombia, cuando el presidente del Ecuador, Rafael Correa, afirmó el sábado 22 de marzo que si se confirmaba que el cadáver era de un ciudadano ecuatoriano, “la situación es muchísimo más grave".

Al día siguiente, el Ministerio de Defensa colombiano emitió un comunicado en el que afirmaba que según información de inteligencia, el cadáver podría pertenecer a Franklin Ponelia Molina, alias "Lucho". El gobierno dijo que la prueba de esto estaba en unas fotografías y videos de seguimiento, elaborados por la inteligencia colombiana en Ecuador, desde la época de la captura de Simón Trinidad en donde presuntamente aparece “Lucho” en compañía de su compañera sentimental Nubia Calderón Trujillo, alias "Esperanza".

Según la información oficial, “Lucho” y “Esperanza” estarían encargados de proveer documentos de identidad ficticios y transporte a miembros de las Farc en Quito, la capital ecuatoriana. Según informó el general Mario Montoya esta mañana, la pareja tenía un taller de ornamentación que era frecuentado por jefes guerrilleros, entre ellos “Granda y “el cura Camilo”.

Guillermo Aisalia, quien sería el padre de Franklin, afirmó que el apellido de su hijo es Aisala y no Ponelia, como han dicho las autoridades colombianas. Añadió que Franklin un cerrajero de 38 años, vivía en Quito, y que no se parece al hombre que las autoridades colombianas han presentado como alias “Lucho” en esos videos y fotografías. Todavía no se ha definido la fecha en que la familia Aisalia vendrá a Bogotá para reclamar el cuerpo de su hijo.

El fiscal ecuatoriano Alfredo Alvear, dijo ayer lunes, que había recibido 'un informe pericial dactiloscópico', que evidenciaba que las huellas del cadáver en Bogotá coincidía en por lo menos 12 puntos con las de Aisalia Molina. El fiscal colombiano Mario Iguarán dijo, sin embargo, que para determinar definitivamente la identidad del cuerpo “es necesario cotejar la carta dental, la tarjeta decadactilar y que a las autoridades colombianas se les permita hacer las indagaciones del caso".

Por otro lado, un nuevo video apareció ayer mostrando a quien se presume podría ser Aisalia (jugando a la piñata y con ojos vendados) junto a varios guerrilleros en el campamento de 'Reyes'. La Televisora Telecentro, dijo que las imágenes que aparecen en el video son del 25 de diciembre pasado cuando se celebró en el campamento el cumpleaños 54 de 'Reyes'.

Mientras se confirma finalmente la identidad del cuerpo, y se establece cuál sería la relación del cerrajero ecuatoriano Franklin Guillermo Aisalia con las Farc y por qué, según el gobierno colombiano, fue recogido del campamento de Raúl Reyes en la región de Sucumbíos el pasado 1 de marzo, ambos países han manifestado que buscarán mecanismos diplomáticos para que se investigue y resuelva este nuevo incidente.

"Ecuador apelará a la acción del Secretario de la OEA a fin de hallar una solución definitiva del caso", dijo a través de un comunicado oficial la cancillería ecuatoriana. Pero es posible que Ecuador también acuda a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos para que investigue los hechos relacionados con la muerte de Aisala. El presidente Correa también dijo que este caso no podía quedar impune.

El canciller colombiano Fernando Araujo dijo esta mañana que las instrucciones que ha recibido por parte del presidente Álvaro Uribe es que se puedan restablecer lo más pronto posible las relaciones entre los dos países, y que toda la información que tienen las autoridades colombianas sobre alias “Lucho” será entregada a la OEA.


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La sombra del Águila

La sombra del Águila
Vuelven los asesinatos selectivos, las amenazas, los sufragios y el robo de información a los líderes de organizaciones sociales.
Fecha: 03/20/2008 -1351
En las últimas semanas varios sectores del país sintieron un renovado pánico por el resurgir de fuerzas oscuras que anuncian una cruzada de sangre y muerte. El objetivo militar de estas acciones son grupos de desplazados, defensores de derechos humanos y ONG que trabajan con víctimas del conflicto. Todas organizaciones altamente vulnerables. Decenas de personas asociadas a este tipo organizaciones han recibido expresas amenazas de muerte por haber apoyado la marcha del pasado 6 de marzo, convocada en solidaridad con las víctimas de los paramilitares. Los panfletos amenazantes han llegado por correo electrónico y están firmados por el 'Comando Central Águilas Negras en Rearme', agrupación que dice abiertamente estar emprendiendo una nueva temporada de accionar paramilitar.

Las amenazas coinciden, además, con otros hechos preocupantes en contra de estas organizaciones -atentados, raptos, robo de información- y con varios homicidios. Los afectados creen que esos crímenes son las primeras acciones concretas de la ola de terror desatada y acusan al gobierno de haber enturbiado la situación con la posición que tomó frente a la marcha.

Entre el 4 y el 9 de marzo han sido asesinados en distintas zonas del país cuatro líderes sindicales. El crimen más reciente fue el de Carlos Burbano, vicepresidente de la asociación nacional de trabajadores hospitalarios de San Vicente del Caguán. Este sindicalista de 52 años ayudó a coordinar la marcha en esa zona desde donde se reportaron problemas para llevarla a cabo. El cuerpo de Burbano apareció el pasado 12 de marzo en un basurero en las afueras del municipio. Las autoridades señalan que murió a causa de varias puñaladas propinadas en el pecho. Burbano tenía cinco hijos y trabajaba como enfermero auxiliar desde hacía varios años.

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Las organizaciones amenazadas coinciden al sostener que los distintos hechos se desencadenaron a partir del 10 de febrero, cuando el consejero presidencial José Obdulio Gaviria anunció en varios medios de comunicación que el gobierno brindaría las garantías necesarias pero no participaría de la marcha porque esta era convocada por las Farc. Iván Cepeda, uno de los principales promotores de la marcha, decidió pedirle formalmente al presidente Uribe destituir a Gaviria y anunció acciones legales contra éste porque cree que con sus declaraciones "incitó a la violencia". Gaviria considera "una grosería" insinuar que la posición del gobierno tenga relación con esos hechos y afirma que la directriz oficial es acentuar el trabajo que viene adelantando desde 2002.

Hasta ahora no se ha probado que los crímenes estén conectados entre sí ni que estén relacionados con la participación de las víctimas en la manifestación del 6 de marzo. Pero de cualquier modo, cuatro sindicalistas asesinados en poco más de un mes hace recordar los momentos más temibles de años pasados, cuando el gatillo silenciaba cualquier deliberación. Por otra parte, es evidente que las amenazas y demás intimidaciones buscan restringir la movilización civil liderada por estas organizaciones que, con pocos recursos e innumerables adversidades, lograron convocar a miles de personas para manifestar repudio por los crímenes de los paramilitares.

En un país como Colombia, con semejante historia de violencia política y con una estela sangrienta de intolerancia, de poco sirve brindar protección policiva a las organizaciones amenazadas si no les brinda también protección política. El gobierno está en mora de reconocer públicamente la importante labor que cumplen estas organizaciones en el marco de la democracia. Estigmatizarlas y polarizar la opinión sembrando dudas infundadas no ayuda en nada. El respaldo expreso al legítimo trabajo de estas organizaciones no puede continuar en veremos. Y menos ahora, cuando fuerzas oscuras anuncian una "implacable" campaña de exterminio.
Marzo 24 de 2008 - 9:00 p.m.
Ecuador dice que confirmación es "preocupante" y apelará a OEA para resolver el caso
Añade que las "explicaciones positivas" de Colombia "contribuirán a crear un ambiente propicio para el establecimiento de un clima de confianza entre los dos países".


La respuesta oficial se hizo a través de un comunicado divulgado este lunes en la noche.

"La muerte del señor Franklin Aisalla y el traslado de su cadáver a Colombia, constituyen violaciones de los derechos humanos y garantías de un ciudadano ecuatoriano", señaló el país vecino.

Agrega en ese sentido que el Ministerio de Defensa colombiano tendrá que demostrar "a través de los pertinentes canales legales", que el ciudadano ecuatoriano tenía nexos con las Farc, tal como lo señaló el domingo anterior a través de un comunicado de prensa.

Ecuador, en el documento, dice que le prestará toda la colaboración a la familia, "que se desplazará a Colombia para repatriar el cadáver y le apoyará en la búsqueda de las reparaciones a las que tienen derecho".

Muerte de ecuatoriano junto a 'Raúl Reyes' complica crisis con Colombia, dice Mindefensa de ese país

Wellington Sandoval respondió de esa manera a las declaraciones de su homólogo colombiano, Juan Manuel Santos, quien aseguró que "no entendería que Ecuador pusiera problemas por este hecho''.

A su vez, el comandante general de la policía, Bolívar Cisneros señaló a periodistas que ''tenemos que determinar qué hacía ahí (en el campamento, el ecuatoriano) y esa es la investigación que estamos trabajando''. No mencionó posibles conjeturas.

El cadáver de Aisalia fue llevado a Bogotá el 1 de marzo tras el ataque al campamento de 'Reyes' en territorio ecuatoriano.

Santos afirmó en declaraciones a Caracol Radio, que ''cualquier persona que esté en un campamento de terroristas, toma un riesgo muy, muy alto porque es un objetivo militar legítimo".

''Yo esperaría que no, que no se enrarecieran (las relaciones bilaterales), se aclare el asunto y sigamos adelante cooperando en la lucha contra el terrorismo, que es lo más le conviene a las dos naciones'', dijo.

El presidente de Ecuador, Rafael Correa, aseguró el sábado que su gobierno emprendería una nueva ''lucha diplomática'' contra Colombia en caso de confirmarse que había muerto un ecuatoriano en el ataque. Ayer, Santos confirmó que así fue.

En el operativo contra Reyes murieron al menos 24 personas, entre ellas cuatro mexicanos, cuyos parientes aseguran que eran estudiantes y estaban desarrollando un trabajo de investigación universitaria.

Con AP

Por alianza con 'paras' en masacre de Viotá, destituyen al capitán Édgar Arbeláez Sánchez

24 de Marzo de 2008 -
Por alianza con 'paras' en masacre de Viotá, destituyen al capitán Édgar Arbeláez Sánchez
La Procuraduría lo declaró responsable de homicidio y además lo inhabilitó por 20 años para ejercer cargos públicos, luego de conocer una charla del oficial con Ágapo Gamboa Daza, alias 'César'.


"Va a trabajar conmigo, o qué... vea... levanten dos manes de Fusa, los uniformes y los matamos a esos triple... Traigalos y mañana le hacemos la vuelta aquí con soldados míos. Deme un fusil y un changón y sale...", dice la conversación a través de celular.

Eso llevó al Ministerio Público a establecer la participación del capitán Arbeláez en la planeación y ejecución de los asesinatos de Alonso Rincón León y José Alfredo Castañeda, dos vendedores ambulantes que se ganaban la vida en la plaza de mercado del municipio de Fusagasugá. Por estos mismos hechos, un juez condenó al capitán a 34 años.

La investigación de la Procuraduría, paralela a la de la Fiscalía, determinó que el oficial estaba preocupado debido a las continuas denuncias sobre homicidios, desapariciones e intimidaciones de parte de 'paras' en la zona donde estaba asignado.


El oficial, dice la Procuraduría, necesitaba mostrar resultados ante sus superiores por lo que habría planeado el doble crimen para hacerlos parecer como 'paras'.

La investigación

En 70 horas de grabaciones, realizadas por el CTI de la Fiscalía, la Procuraduría no sólo reconstruyó la forma como el oficial concibió el asesinato, también las conversaciones con los miembros de las Auc que develaron los nexos del capitán Arbeláez con los 'paras'.


El oficial llegó a la región durante la primera semana de marzo del 2003, cuatro meses antes del doble crimen, y eligió el municipio de Viotá como su centro de operaciones. Poco después de instalada la base, asegura la Procuraduría en su fallo, comenzaron a aparecer cadáveres y a desaparecer personas en poblaciones como Apulo, Tocaima, Anapoima y La Mesa.


Los crímenes eran cometidos por hombres armados y vestidos con prendas de uso militar que se identificaban como de las Auc, aseguró a las autoridades Ángela Baquero Pinzón, inspectora de Policía de Viotá y 137 testigos más.


Interceptaciones


Ante las denuncias, el CTI se desplazó a la región e interceptó la línea celular del capitán Arbeláez. En las llamadas realizadas entre abril y agosto del 2003 se evidenciaron compromisos y colaboraciones entre el oficial y 'César'. Según la Procuraduría el militar también sostuvo conversaciones con Rafael Antonio Sáenz, alias 'El Diablo' o el 'Rengo', quien reunió a los pobladores en la plaza de Viotá para notificarlos de la presencia del grupo ilegal.


En una de esas llamadas, 'César' lo reprocha por la captura de una mujer perteneciente a su organización. "Vamos a trabajar o no...", le increpó el jefe 'para' al capitán.


De acuerdo con las grabaciones, el 25 de junio del 2003, la noche antes de los hechos, el oficial se comunicó con 'César' y le pidió secuestrar a dos personas de baja condición social y económica para tramar un combate y matarlos.


El secuestro de las personas debía ir acompañado con la entrega de un fusil y un vehículo para hacerlo creíble, agregó el militar.


'César' se comunicó después con una mujer a quien le confirmó la solicitud del positivo "porque el man está embalao" y deben entregar un changón y una metra. Casi sobre la medianoche lo vuelven a llamar y le dicen : Ya tenemos el encargo".


Las víctimas fueron llevadas al día siguiente por los 'paras' en una camioneta a la vía que de Viotá conduce a La Vega, pero antes los obligaron a vestirse prendas de las Auc.


El capitán, señala la Procuraduría, esperó en la carretera con una patrulla la llegada de los 'paras'. Horas antes les dijo a sus hombres que debían vigilar todas las entradas de Viotá debido a que por información de inteligencia se preveía un posible saboteo a las fiestas locales.


A las once de la mañana, los hombres de 'César' llegaron al sitio convenido con el capitán Arbeláez, efectuaron algunos disparos y dejaron los cuerpos sin vida de las dos personas secuestradas. La autopsia reveló que las víctimas presentaban heridas de fusil que hicieron impacto por la espalda, lo que desvirtuó el combate.


Estudios de espectrografía comprobaron que la voz de las grabaciones obtenidas por el CTI mediante la interceptación del celular del capitán Ramírez es la misma del oficial.Esto unido a las anotaciones de nombres que hizo en su agenda personal, calificándolos de auxiliares de la guerrilla o milicianos, concuerda con la lista de personas desparecidas o asesinadas en Viotá.

REDACCIÓN JUSTICIA

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El fin de las FARC

El fin de las FARC
Será largo y sangriento
La guerra colombiana lleva tantos años, que parece que el país estuviera condenado a padecerla para siempre. Casi medio siglo de lucha contra las guerrillas ha dejado una cicatriz en el rostro de la Nación. Por eso, durante varias décadas muchos colombianos han sido escépticos frente a un desenlace del conflicto que le ponga fin al baño de sangre. En alguna época se habló de que no había voluntad política de acabar con la guerrilla, en otra, de que a los militares no les interesaba porque dependían de su amenaza, o corrió la tesis de que era imposible derrotar a las Farc con un Estado famélico, ausente y corrupto.

Pero los acontecimientos de los últimos días han empezado a cambiar las percepciones históricas. La muerte en sólo una semana de 'Raúl Reyes' e 'Iván Ríos', dos miembros del Secretariado de las Farc, rompió el mito de que la guerrilla era invencible o de que no había interés en derrotarla. La sicología del país sobre la guerra está cambiando. Mientras hace 10 años apenas el 34 por ciento de los colombianos consideraba posible que las Fuerzas Armadas podían derrotar a la guerrilla militarmente, esta semana una encuesta de Gallup demuestra que el 75 por ciento lo cree posible. Y el primer paso para ganar una guerra es que la sociedad crea que es posible hacerlo. Pero no se trata sólo de percepciones, de la moral de una tropa o del estado de ánimo de una sociedad. El ataque al campamento de 'Raúl Reyes' demostró que la superioridad técnica y militar del gobierno es una ventaja definitiva. Y la muerte de 'Iván Ríos', asesinado a traición por uno de sus hombres de confianza, deja al desnudo el grado de resquebrajamiento de las Farc en el interior de sus filas.

Las muertes de estos dos hombres son un hito en la historia del conflicto armado colombiano. No tanto por la importancia militar, política o simbólica de cada uno de ellos, sino por lo que reflejan de la etapa de la guerra. Estas muertes marcan el fin de una era y el comienzo de otra.

Queda atrás un largo período en el que se consideraba que había un equilibrio entre gobierno y guerrilla, o lo que muchos llamaron un empate negativo. Empate que parecía irresoluble pues no permitía una victoria militar, pero tampoco hacía viable una paz negociada, pues ambos bandos aspiraban a una revancha para ganarle ventaja al otro, e intentar el triunfo militar.

Ahora la correlación de fuerzas ha cambiado. Quedan pocas dudas sobre la superioridad del Estado, y la evidente debilidad de las Farc parece un hecho irreversible. Después de seis años de ofensiva sostenida, de miles de millones de dólares gastados en munición, de miles de soldados y policías caídos en combate y de tantas víctimas inocentes que han padecido los coletazos de la barbarie, se puede decir que está llegando la fase final de la guerra.

Pero el entusiasmo sicológico de un incipiente desenlace contrasta con el camino tortuoso, impredecible y violento que significa transitar hacia una solución definitiva. Los últimos capítulos de las guerras suelen ser difíciles, llenos de sorpresas desagradables y pueden ser prolongados.

En Perú, por ejemplo, la naturaleza mesiánica y autárquica de Sendero Luminoso hizo posible que con la captura de su principal líder, Abimael Guzmán, se desencadenara una derrota militar de la guerrilla, difícil de repetir en otros conflictos. Incluso, su manera de recurrir al terrorismo indiscriminado ya los había aislado políticamente y era una organización repudiada incluso por la izquierda radical peruana. A pesar de su derrota, persisten unos grupúsculos seudoguerrilleros a los que les queda mejor el traje de bandas criminales que el de revolucionarios alzados en armas.

En El Salvador, la guerrilla del Fmln controlaba parte del territorio, tenía buen respaldo campesino y había un empate militar que hizo posible un modelo de negociación donde se pactaron reformas profundas al régimen. El Fmln negoció desde una posición de fuerza, pues acababa de lanzar una ofensiva sobre la capital del país, y puso en jaque al gobierno. En todo caso, esta se considera la última negociación de la era de la Guerra Fría, que selló una paz política duradera, pero no redujo los índices de criminalidad.

Otro caso reciente que vale la pena observar es el de Irlanda, donde un conflicto centenario entre el IRA y el gobierno de Gran Bretaña finalizó en un acuerdo político. Al momento de firmar el pacto, el grupo separatista estaba infiltrado hasta el tuétano por los servicios policiales británicos, y se le habían cerrado espacios políticos y diplomáticos. Aunque pudo ser llevado a su mínima expresión como grupo armado, la negociación se hizo para garantizar una paz más duradera y una mayor legitimidad para el gobierno.

Posiblemente ninguno de los anteriores casos sea paradigmático para Colombia. El país empieza a darse cuenta de que algo importante está ocurriendo en la guerra: hay una ruptura del equilibrio existente y se hace necesario imaginar cómo será el final de la partida.

Esa exitosa ofensiva militar no está dada por los episodios recientes, sino que es el resultado de decisiones estratégicas tomadas por el Estado. La política de seguridad democrática, el aumento del gasto militar, el respaldo de Estados Unidos, la sofisticación en la inteligencia, la degradación de la guerrilla por el influjo del narcotráfico, el rechazo casi nacional contra la violencia guerrillera y hasta el cambio de paradigma luego del 11 de septiembre, han inclinado la balanza y garantizado un control del territorio que antes no existía y que ha sido crucial para debilitar a las Farc.

Al lado de estos saltos estratégicos hay una cantidad de virajes tácticos que han hecho más eficientes las campañas militares, como se ha visto en los meses recientes (ver recuadro).

Se puede decir que la pérdida de territorio, el incremento en las deserciones y las desmovilizaciones, la ofensiva del Ejército a la retaguardia selvática de la guerrilla, y el incremento y la efectividad en los combates, son los principales signos de que el gobierno está ganando la guerra.

Pero la pregunta es ¿qué sigue? ¿qué tipo de final tendrá el conflicto? ¿Por qué los finales son tan complejos, difíciles y violentos?

Tres escenarios posibles

La fase final de la guerra, si es que ha llegado, plantea tres escenarios posibles de resolución. El primero es el del aniquilamiento militar, similar a la manera como lo hizo Perú con Sendero Luminoso. Aunque hay sectores muy marginales del gobierno que creen posible un exterminio físico de las Farc, este es un epílogo muy improbable para la guerra colombiana. Básicamente porque a diferencia de Sendero Luminoso, que estaba localizado sólo en la sierra peruana, las Farc están desplegadas en todo el territorio. Son una organización más descentralizada y colegiada que puede sobrevivir a pesar de que sus cabezas sean golpeadas.

Y mientras el narcotráfico siga aceitando la guerra, las Farc tendrán una gran capacidad de reproducir su aparato militar. Apostar únicamente por el camino del plomo, sin crear ningún escenario político, es una elección costosa, sangrienta, y posiblemente con resultados poco sostenibles, pues la claudicación total de una guerrilla es un espejismo, sobre todo con la realidad geográfica, de narcotráfico y de falta de Estado que se vive en Colombia. Es utópico e ingenuo pretender que hasta el último guerrillero llegue en una bolsa negra.

Un segundo desenlace posible es el de una negociación política al estilo salvadoreño, o como las que ha conocido el país con otras guerrillas como el M-19 o incluso, como lo que se intentó en El Caguán. Esta idea de una pronta salida es todavía promovida por muchos sectores, especialmente de izquierda, pero cada vez menos gente la considera viable.

Básicamente porque las Farc no representan hoy en el país una fuerza social o política que les brinde legitimidad para exhibir y negociar una agenda de reformas. El M-19 pudo hacerlo en 1991, cuando pactó con el gobierno la realización de una constituyente porque, aunque era una guerrilla derrotada militarmente, supo interpretar lo que pasaba en el mundo -el fin de la Guerra Fría- y la coyuntura del país -la necesidad que tenían las propias elites de una modernización política-. En El Salvador sin duda había una agenda de reformas pendientes para transitar de una larga dictadura, a la democracia. Y el pacto de paz fue crucial para ello.

En la Colombia de hoy eso ya no es posible. Hay una democracia claramente reconocida como tal, una Constitución garantista y progresista, y aunque muchas reformas están pendientes, no serán pactadas en una mesa de negociación con una guerrilla desprestigiada, aislada y criminalizada.

Pero entre la derrota militar y la negociación al viejo estilo hay una tercera vía que posiblemente sea la que más se ajusta a la realidad de la guerra colombiana. Es una combinación de la presión militar con la apertura de un espacio de negociación con reglas de juego completamente distintas.

La presión militar se requiere porque aunque haya un cambio de tercio en la confrontación, aún no hay un punto de inflexión definitivo. "Las Farc han sufrido un fuerte debilitamiento, pero aún no están derrotadas. Con el desgaste que han experimentado posiblemente regresen a la guerra de la pulga. Hay grandes espacios de terreno que han desocupado los paramilitares que todavía no están bajo el control del Estado y su fuerza pública. Las Farc pueden recuperar este terreno y fortalecerse de nuevo", dice Gabriel Marcella, profesor del Instituto de Estudios Estratégicos de Estados Unidos.

Pero así como Uribe ha demostrado que sabe hacer la guerra, también tiene que abrir un espacio para el diálogo. "Todas las fórmulas están gastadas y habría que imaginar algo diferente", dice el ex senador Rafael Pardo. Y tiene razón. Los dos modelos que el gobierno ha probado para negociar son inaplicables para las Farc. El modelo que se probó con los paramilitares, y cuyo énfasis es la desmovilización, es inviable porque con las Farc es necesario contemplar además del desarme la reinserción política. Por eso la propuesta de negociación realista sería como lo plantea el analista Román Ortiz, "una negociación para facilitar su desmovilizacion y reinserción en el sistema democrático, no para modificar la estructura constitucional ni el orden social y económico del país".

¿Les sirve una oferta así a las Farc? Seguramente no al Secretariado, pero sí a muchos mandos medios que han empezado a sospechar lo que todo el país sabe: que jamás se tomarán el poder y que el tiempo corre en su contra. Mientras más tiempo pasen en el monte, más débiles y menos condiciones tendrán para una negociación que les sea favorable.

Abrir una pequeña compuerta de diálogo hoy, manteniendo la misma presión militar, puede salvar vidas y ahorrar sufrimientos. Ese espacio es necesario no tanto para demostrar la magnanimidad del gobernante de turno, ni para tirarles un salvavidas a las guerrillas, sino porque las Farc son el mayor obstáculo para la prosperidad colectiva de los colombianos.

La guerra es una espiral de violencia y los colombianos deben buscar el camino menos doloroso y más rápido para salir de ella. Una solución exclusivamente militar, o una negociación sin objetivos claros significarían prolongar la agonía.

¿Está listo el país?

Pero, para que exista un epílogo a este conflicto, hay una serie de variables que van mucho más allá de los mapas desplegados por los generales, la estrategia militar, la capacidad de fuego, la moral de la tropa o la sensación de victoria que puede sentir una sociedad.

Por un lado, el esfuerzo económico se tiene que mantener en este momento tan crucial. ¿Seguirá Estados Unidos, en caso de que gane un gobierno demócrata, apoyando a las Fuerzas Militares? ¿Cuántas veces más están los colombianos dispuestos a pagar impuestos al patrimonio para financiar la guerra? A eso se suman también los temores por una recesión económica en el mediano plazo que merme la creciente inversión en defensa. Es un hecho que el buen desempeño económico del país en los últimos años ha permitido que se invierta un 6 por ciento del PIB en la política de seguridad.

Otro gran interrogante que hay planteado sobre la mesa es el escenario regional. El reciente conflicto diplomático con Venezuela, Nicaragua y Ecuador, que se suavizó en la cumbre de Río, demostró que en la región hay una pugna de dos proyectos políticos e ideológicos. Un proyecto de izquierda, que las Farc ven con buenos ojos, y que encarnan los presidentes Chávez, Correa y Ortega, y un proyecto de derecha, que representa Álvaro Uribe. La pregunta es si los procesos que viven los países vecinos pueden terminar ayudando a las Farc para que reviertan su crítica situación militar y política, y recuperen la iniciativa. Enorme preocupación causó el contenido del computador de Raúl Reyes sobre las relaciones entre las Farc y Chávez, y no menos grave fue encontrar el campamento de Reyes en territorio ecuatoriano.

Un tercer elemento crítico para el futuro es el narcotráfico. Mientras éste subsista, las Farc tendrán una inagotable fuente de financiación para alimentar su dialéctica de la dinamita y el plomo.

El último ingrediente es la tercera reelección del presidente Uribe. Para muchos, Uribe debe ser el mariscal de campo que toque las trompetas de la victoria y, por lo tanto, creen que debe seguir al mando. Sin embargo, es una visión facilista y mesiánica. El futuro de Colombia va más allá de Uribe. Así como la sociedad ha asimilado la política de seguridad democrática, casi toda la baraja de presidenciables debe entender lo que está en juego y está en capacidad de llevar la batuta.

Pero, más allá de la importancia de la exitosa ofensiva y de las consideraciones geopolíticas y económicas, quizás el mayor reto de esta fase final de la guerra no es militar. Es poner a prueba la capacidad del Estado para incorporar en su proyecto de Nación a todo el territorio, aun las selvas húmedas olvidadas. Aunque las Farc sean una guerrilla que use métodos terroristas y que se criminalice a cada vez más, en la columna vertebral del conflicto colombiano subyace una falta de Estado. Hay un problema atávico de tierras, de injusticia, de falta de oportunidades, de cultura de la ilegalidad, entre tantos otros flagelos, de un país que está tan lejos de Bogotá y tan cerca de las Farc. Un país extenso y vital que mientras sus grandes metrópolis saborean las mieles del siglo XXI está sumido en las penumbras del medioevo.

Es muy probable que no sea con las Farc con las que se pacten las grandes reformas del país, pero promoverlas es un imperativo democrático de cualquier gobierno y un requisito para que todo el esfuerzo militar que se está haciendo -y que tanta sangre ha costado- termine por dejar un país mejor y con una paz sostenible. Y no el caldo de cultivo para que, a pesar de que las Farc sean derrotadas, se vuelva a reciclar la violencia en un ciclo interminable que empezó hace ya 200 años, al tiempo con la vida republicana.


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La sordidez

La sordidez
Las autoridades han conseguido corromper a los colombianos hasta el tuétano al convencerlos de que todo se compra, todo se paga, todo se vende.
Por Antonio Caballero
Fecha: 03/15/2008 -1350
Dice 'Rojas', el delator, el colaborador de las autoridades, el infiltrado, el traidor, el buen ciudadano, como quieran llamar al guerrillero que mató a su jefe 'Iván Ríos' y quiere cobrar la recompensa de cinco mil millones de pesos que ofrecía el gobierno:

-Pues a ver: si se habla, se cumple. No más.

No hay más que hablar, en efecto. Se paga. Porque ahora a 'Rojas' le quieren escamotear el premio prometido con el pretexto leguleyo de que no estaba contemplada la posibilidad de cobrarlo por un cadáver (o dos), sino sólo por la información que condujera a las autoridades a una captura (o a un cadáver). Ahora le dicen a 'Rojas', para ponerle conejo, que no leyó la "letra pequeña" del cartel de 'Se busca', la parte que decía "aplican restricciones", como en las mentirosas ofertas de gangas para incautos. Y dice el presidente Álvaro Uribe que habrá que esperar los resultados de las investigaciones a ver si se paga o no, porque "Colombia es un Estado de derecho que no estimula masacres". Hipocresía. Cuando se le pone precio a la cabeza de alguien, como ha hecho el gobierno con los miembros del Secretariado de las Farc, de antemano se sabe que eso puede tener consecuencias sangrientas. Judas no cobró sus treinta monedas simplemente por darle un beso a Jesús, sino porque ese beso permitió que lo crucificaran.

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Así que tienen que pagar. Si no le pagan a 'Rojas' la recompensa ofrecida se les viene abajo todo el sistema de compra de lealtades y pago de traiciones que han montado para luchar contra la guerrilla y (desde los tiempos de la presidencia de César Gaviria) contra el narcotráfico, y que, según el consejero para la Reintegración, Frank Pearl, "ha sido muy efectivo".

Ahora: también tiene que juzgar a 'Rojas' por asesinato. No puede salir el fiscal general Mario Iguarán a decir, como ha dicho, que '' en principio no habrá imputación de homicidio'' por atenuantes risibles en este caso como el de '' miedo insuperable''. Ni puede decir el Fiscal, como ha dicho, que ese miedo obedece a que en la guerrilla "la vida no vale nada", cuando están pagando cinco mil millones de pesos por ella. Si no juzgan a 'Rojas' (y después ya verán los jueces si lo condenan o no) se les termina de venir abajo también el aparato de la justicia penal en Colombia, ya muy maltrecho por cuenta de las reformas: el regateo de penas, los beneficios de la Ley de Justicia y Paz, los aún más escandalosos que ahora están proponiendo el comisionado de Paz Luis Carlos Restrepo sobre la excarcelación para culpables de crímenes atroces.

Y lo que ya se vino abajo por completo, precisamente a causa de la utilización de métodos perversos como la delación pagada, es la moral de los colombianos. Las autoridades han conseguido corromperlos hasta el tuétano al convencerlos de que todo se compra, todo se paga, todo se vende. El aplauso casi general con que ha sido recibida la traición de 'Rojas' a su jefe guerrillero muestra la extensión y la profundidad de esa desmoralización de la sociedad. Desmoralización entendida no en su aspecto, digamos, militar: como la pérdida de la decisión de combatir; sino en la civil: la pérdida del sentido moral, de la capacidad de distinguir el bien del mal. Salvo cuando nos pagan por ello. Nos han vuelto moralmente ciegos. Mezquinos. Sórdidos.

Decía el poeta Porfirio Barba-Jacob:

"Hay días en que somos tan sórdidos, tan sórdidos

como la entraña oscura del oscuro pedernal.

La noche nos sorprende con sus profusas lámparas

En rútilas monedas tasando el bien y el mal".

Y fíjense ustedes que así es. En esas estamos.

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Advierten las FARC que investigarán la muerte de 'Iván Ríos', uno de sus líderes; niegan versiones acerca de resquebrajamiento al interior del grupo

BOGOTÁ, Colombia, mar. 11, 2008.- Las FARC calificaron este martes de "sórdido novelón" del Gobierno colombiano las informaciones "alrededor de la muerte" del miembro del Secretariado, la cúpula de la guerrilla, "Iván Ríos", asesinado por uno de sus guardaespaldas, y que investigarán los hechos que rodearon su asesinato.

"Iván Ríos", alias de Manuel de Jesús Muñoz, fue muerto la semana pasada por Pedro Pablo Montoya "Rojas", su jefe de seguridad, quien se entregó a las autoridades colombianas con una mano cercenada de "Ríos", su pasaporte, su cédula de ciudadanía y su computadora personal.

"La mentira ruin, es el arma favorita del Gobierno narcoparamilitar del (presidente colombiano, Álvaro) Uribe y sus áulicos", dice el comunicado difundido por su página de internet "Resistencia".

Según las FARC, Uribe y sus ministros buscan "desdibujar la realidad, bien sea en el terreno local del conflicto social y armado, o inclusive, desconociendo y/o tergiversando las graves repercusiones internacionales que producen las ínfulas guerreristas del lacayo del imperio", en alusión a Estados Unidos.

También afirman los rebeldes que los "agentes del narcotráfico y del imperio, han trazado el plan de propagar la falsa idea de que las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) se están resquebrajando moralmente".

Por otra parte, añaden, "Resistencia informa a la opinión pública nacional e internacional que nuestras instancias superiores trabajan arduamente en el esclarecimiento de los hechos".

Las FARC aseguran que sus columnas guerrilleras "combaten con firmeza y lealtad por la causa revolucionaria" en todo el país, lo que, agregan "no impedirá que muy pronto haya información nuestra, creíble y respetable, sobre los últimos acontecimientos".
Crisis andina
Las FARC hallan refugio en Ecuador
Un ex combatiente asegura que la guerrilla colombiana transporta droga por la frontera norte - Los campamentos rebeldes cuentan con talleres y arsenales
MAITE RICO - Bogotá - 12/03/2008

El norte de Ecuador se ha convertido en santuario de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). Testimonios de ex combatientes y el contenido de los ordenadores intervenidos a la guerrilla en la operación militar que acabó con la vida de su número dos, Raúl Reyes, a los que ha tenido acceso EL PAÍS, revelan nuevos detalles sobre la colaboración ecuatoriana con las FARC.

Gracias a las redes de corrupción entretejidas con autoridades locales y militares, el grupo armado ha establecido, aseguran fuentes militares colombianas, al menos ocho campamentos estables, desde donde lleva a cabo tráfico de armas, transporte de drogas y adoctrinamiento de las poblaciones. "Toda la zona fronteriza es segura en el lado ecuatoriano", cuenta Miguel, un ex guerrillero que conoce el terreno por haber sido mando medio del Frente 48 de las FARC durante 10 años y acogido ahora, como miles de sus compañeros, a un programa de reinserción.

"Hacemos nuestros campamentos en fincas y nos abastecemos en las comunidades. Altos mandos militares nos apoyan con la logística, con armamento, carpas y uniformes. En el Frente 48 llevamos uniformes ecuatorianos, porque es más fácil que esperar a que el Secretariado los mande desde Colombia", afirma el ex guerrillero Miguel, miembro de la seguridad de Raúl Reyes que abandonó recientemente la lucha armada y vive en la clandestinidad cerca de Bogotá.

Los guerrilleros se mueven por el norte de Ecuador en camionetas, como ha constatado un funcionario de la Organización de Estados Americanos (OEA), que expresaba en privado el desconcierto que le provocó cruzarse en comedores del área fronteriza con miembros de las FARC perfectamente pertrechados.

El gran proveedor de la guerrilla es Patricio González, poderoso traficante de armas ecuatoriano que colabora con las FARC desde hace 25 años. "Los generales ecuatorianos con los que trabaja Patricio le venden una parte de las armas que debían ser destruidas" asegura Miguel. "Alguna vez el armamento llegaba en contenedores desde el puerto de Guayaquil".

En este territorio liberado, la guerrilla ha establecido corredores para el transporte de cocaína, principal fuente de financiación. "Desde Putumayo entran las camionetas cargadas con pasta base, que preparan los campesinos, y por carreteras ecuatorianas siguen hacia el oeste e ingresan de nuevo en Colombia por Nariño, donde están los laboratorios. Luego la droga vuelve a salir por Ecuador, hacia la costa", dice Miguel. El antiguo guerrillero no tiene pelos en la lengua y lanza gravísimas acusaciones contra las autoridades ecuatorianas que el Gobierno de Quito ha negado reiteradamente.

Gracias a las "mensualidades" que reciben de las FARC, asegura Miguel, las autoridades locales hacen la vista gorda. "Los jefes de la policía avisan a los retenes para que nos dejen pasar. En El Carmelo, en el cruce de la frontera, hay una base del Ejército ecuatoriano que controla la carretera. Y también están comprados".

"Hemos detectado 11 campamentos en suelo ecuatoriano", dice una fuente de la inteligencia colombiana. "Ocho grandes, con talleres, polvorines y pistas de entrenamiento en la zona del río San Miguel, y tres más pequeños por el río Putumayo". Las ocho bases permanentes (Rancherías, San José, El Arenal, La Isla -donde Raúl Reyes vivió dos años-, El Limón, La Escalera, Farfán y Puerto Mestanza) jalonan la frontera norte de Ecuador de este a oeste.

Desde esa retaguardia, Colombia ha sufrido 39 ataques de las FARC desde 2004. Uno de ellos causó la muerte de 22 soldados en la localidad de Teteyé. "Hemos entregado 16 informes a la Comisión Binacional para Asuntos Fronterizos, y ocho más a la cancillería ecuatoriana, sobre la presencia de las FARC en su suelo", dice un alto funcionario colombiano. "Ellos lo niegan o, simplemente, no responden". Bogotá dice entender ahora esa actitud. Esa mina que es el ordenador de Raúl Reyes ha desvelado las relaciones políticas sostenidas por las FARC con el Gobierno de Quito al más alto nivel. El número dos de la guerrilla da cuenta de dos reuniones, el 18 de enero y el 28 de febrero de este año (dos días antes de su muerte), con emisarios del presidente Rafael Correa. Uno de ellos es su ministro de Seguridad, Gustavo Larrea. El presidente ecuatoriano propone reunirse con los mandos de la guerrilla en Quito, establecer "coordinaciones sobre la frontera binacional", contrarrestar los efectos del Plan Colombia contra el narcotráfico con denuncias de las fumigaciones, "cambiar a los mandos de la fuerza pública" hostiles a la guerrilla... Se trata de neutralizar al presidente colombiano, Álvaro Uribe, representante "de la Casa Blanca, las multinacionales y las oligarquías".

La indignación de Correa por el ataque colombiano contra la base de Reyes se volvió virulencia cuando esos dos correos salieron a la luz el pasado martes. Llamó "mentiroso e insolente" a Uribe y dijo que asociarle a él con las FARC era "una desfachatez". Luego justificó la presencia de la guerrilla con los desvelos de su Gobierno por lograr la liberación de los secuestrados.

El problema, ha dicho Correa, es que Colombia no cuida sus fronteras. "El Gobierno de Ecuador se niega a establecer mecanismos de cooperación. Con Perú tenemos patrullas conjuntas en los ríos, y allí no hay problemas de campamentos. Con Ecuador quisimos hacer lo mismo, y ha sido imposible", dicen en Bogotá. Para compensar, Gustavo Larrea, el ministro de Seguridad ecuatoriano, ha propuesto la interposición de cascos azules de la ONU entre ambos países.

[Para la comisión especial de la OEA, que visitó el lunes la frontera, no hay duda de que Ecuador necesita de ayuda internacional para mantener el control de su frontera con Colombia, informa desde Quito Daniela Creamer. "Ecuador requiere de cooperación para lograr un control efectivo", dijo José Miguel Insulza, secretario general del organismo.]

www.elpais.com
Las FARC tienen ligas con todos los cárteles: PGR

Lunes 10 de Marzo de 2008


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Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia han tejido una red que alcanza a todas las agrupaciones delictivas mexicanas, pues lo mismo realiza negocios con el cártel de Tijuana que con el de Sinaloa, Juárez y el Golfo, e incluso con grupos menores, esto de acuerdo con investigaciones de la Procuraduría General de la República.

Si bien es cierto que en el pasado sólo se conocía la relación entre dicho grupo y los hermanos Arellano Félix, hay datos que revelan que los colombianos se abastecen de armas a cambio de cocaína, y una prueba de ello es la detención del narcotraficante Ricardo Tamez Alanís, El Richi, miembro del grupo de Los Mellizos, liderado por los hermanos Víctor y Manuel Ángel Mejía Munera, organización ligada a las FARC.

Alanís, quien hace un par de semanas solicitó la protección de la justicia al juez Tercero de Distrito de Amparo en Materia Penal contra un posible cambio de prisión a una de máxima de seguridad, era el encargado de abastecer del alcaloide a Arturo Beltrán Leyva, dirigente del cártel de Sinaloa, así como a Delia Patricia Buendía Magaña, MaBaker, esta última dirigente del cártel de Nezahualcóyotl, organización responsable de la muerte de funcionarios de primer nivel de los ámbitos federal y local.

La droga la recibía en Monterrey, Nuevo León, a través de Juan Pablo Rojas, El Halcón, para después ordenar su envío a New Jersey, en Estados Unidos, donde la entregaba a Heriberto Santos, El Pichón, no sin antes pasar por Tamaulipas, donde una parte era dejada al cártel del Golfo.

En enero de 2004, Juan Pablo Rojas fue detenido en las inmediaciones de la delegación Iztapalapa con dos toneladas de cocaína, tras dos años de investigaciones; dicho personaje era el responsable de la recepción y distribución del alcaloide procedente de Colombia, y encargado de fijar el precio en el mercado negro de la Ciudad de México y municipios conurbados.

La droga era abastecida por los hermanos Carlos y Mauricio Jaramillo Correa, operadores de las FARC en Medellín, según las declaraciones de Juan Pablo Rojas, quien comenzó su carrera delictiva en los años 80, cuando se vinculó con miembros del cártel de Medellín que operaban en México, por órdenes del colombiano Miguel Ángel Willis, además conoció a Pablo Escobar Gaviria.

Sin embargo, perdió contacto tras la muerte de Escobar y se mantuvo sin enlaces directos hasta 2002, cuando fue reclutado por los hermanos Munera, quienes lo incorporaron a la organización como su representante en México.

A fines de diciembre de 2007, la juez Cuarto de Distrito con sede en el Reclusorio Oriente, Taissia Cruz Parcero, sentenció a 15 años de prisión a Tamez Alanís por ser penalmente responsable del delito de delincuencia organizada.

De acuerdo con las pesquisas de la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO), Los Mellizos se dedican al trasiego de droga desde Colombia, pasando por Panamá, México y Estados Unidos, además es considerada la estructura criminal más peligrosa tras la muerte de Escobar Gaviria, líder del cártel de Medellín.

No obstante, no es la única organización colombiana ligada a las FARC. También está el cártel Norte del Valle, que se ha visto disminuido en su capacidad operativa luego de la captura de su principal líder,Diego León Montoya, Don Diego, ocurrida el 10 de septiembre de 2007.

- Claves

Narcoterroristas

. Las FARC están clasificadas por Estados Unidos y el Consejo de la Unión Europea como un grupo narcoterrorista, pronunciamiento al que se ha sumado México, donde ese grupo colocó oficinas de relaciones públicas desde fines de 2003.

. El control del tráfico de la cocaína en el mundo fue asumido por la organización rebelde, por lo que ahora los cárteles mexicanos se deben entender con ese grupo, o por intermediarios que laboran para las organizaciones criminales de Colombia.

www.milenio.com

El todo vale no sirve

El todo vale no sirve
Lo que garantiza la paz continental es el principio interamericano de no intervención, y no su ignorancia deliberada
Por Antonio Caballero
Fecha: 03/08/2008 -1349
El gobierno de Álvaro Uribe ha decidido usar contra las Farc "todas las formas de lucha", para decirlo con la frase de las propias Farc. La cooperación internacional (con las agencias de inteligencia de los Estados Unidos, el Reino Unido e Israel) y el enfrentamiento internacional, (con los gobiernos del Ecuador y Venezuela); los bombardeos desde lejos (?) y la recuperación de cadáveres "en caliente"; las verdades obvias (las Farc secuestran y asesinan) y las mentiras absurdas (una especialmente cómica: "las Farc tienen armas de destrucción masiva", afirmó el vicepresidente Francisco Santos en Ginebra); los recursos más crudos de la arbitrariedad ilegal (el ministro Juan Manuel Santos explicó por qué los guerrilleros muertos merecían la muerte, como si aquí existiera la pena de muerte) y los de la legalidad más rebuscada (uno especialmente cómico: el presidente Uribe amenazó con denunciar penalmente a su colega Hugo Chávez de Venezuela por incitación al genocidio); la ley (el principio interamericano de no intervención para protestar contra la de Venezuela en Colombia) y la violación de la ley (la intervención armada de Colombia en el territorio del Ecuador). Todas las formas de lucha. Para este gobierno, todo vale. Y todo sirve.

No es el primero, por supuesto. Todos sus predecesores han actuado de la misma manera. Antes de que las Farc acuñaran la expresión de la "combinación de todas las fuerzas de lucha" ya los gobiernos de Colombia las habían usado contra ellas. Baste con un ejemplo: cuando exterminaron a los militantes de la Unión Patriótica, que hacían política sin armas, le quitaron la personería jurídica a la Unión Patriótica con el pretexto legal de que no contaba con los suficientes militantes. Pero el gobierno actual lo hace con más crudeza todavía que sus predecesores porque cuenta con el aplauso ciego de la muchedumbre, alimentado por dos cosas: los repugnantes excesos de las propias Farc, que han conseguido que nazca en el corazón de muchos un pequeño paramilitar; y la irritante intervención "bolivariana" del gobierno venezolano de Hugo Chávez, que ha dado pábulo al patrioterismo de otros muchos (tanto aquí como allá). Pero la barbarie de la guerrilla no justifica la barbarie de sus adversarios. Y el intervencionismo venezolano en Colombia no justifica el intervencionismo colombiano en el Ecuador. La una y el otro son muestras de la misma filosofía del todo vale. Y el ciego aplauso de la muchedumbre no es garantía de que se tiene la razón, sino más bien de lo contrario: las muchedumbres rebajadas por sus jefes a sus más sucios instintos -la venganza, el patrioterismo- tienden a equivocarse.

Pero el todo vale es indefendible en la teoría, desde la ética. Muchas veces he citado la brillante frase del escritor R.H. Moreno Durán según la cual "el aforismo que dice que el fin justifica los medios no tiene principios". Inevitablemente, los medios corrompen el fin, como lo han corrompido en el caso de la propia guerrilla: no puede ser un "proyecto respetable", como lo llama el presidente Chávez, uno que para imponerse se sirve de la infamia del secuestro. Los medios innobles no pueden llevar un fin noble.

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El todo vale es, además, contraproducente en términos prácticos. Así acaban de mostrarlo en la OEA las protestas contra la acción colombiana de los países vecinos, aunque no hayan llegado a la condena formal. Casi todos tienen sus propios problemas limítrofes, de modo que no pueden aceptar como recurso válido la violación de las fronteras, cualquiera que sea el pretexto invocado. Lo que sirve de garantía a la paz continental es el respeto del principio interamericano de no intervención, y no su ignorancia deliberada. La cual, de rebote, justificaría las ansias intervencionistas de Chávez, o, retrospectivamente, las de Cuba. Y, naturalmente, las de los Estados Unidos: las únicas que de verdad han tenido efectos.

Me preguntan: ¿qué hacer entonces hoy-hoy?

Por supuesto que el Estado tiene que, hoy-hoy, defenderse de las armas con las armas. Pero tiene que entender también que eso no resuelve el problema. Porque la guerrilla no es el problema, sino sólo un síntoma del problema, y una consecuencia del problema, como una llaga purulenta es el síntoma y la consecuencia de una infección, pero no es la infección. El problema, o la infección, es histórico: viene de ayer, y hay que resolverlo para mañana: no basta con cauterizarlo hoy, dejándolo vivo y exacerbado en el torrente interno de la sangre. "Darle la matada" a los guerrilleros que se pongan a tiro, como ha prometido con elocuencia de rufián de esquina el presidente Uribe, tal vez desfogue la pulsión primaria de venganza. Pero no resuelve el problema. Lo prolonga. (Ya lleva medio siglo en su faceta actual, la de la sintomatología guerrillera). Lo agrava. Lo justifica. Hace pocas semanas cité aquí una frase de un paramilitar preso, 'el Iguano', más realista desde su cárcel que Uribe desde su palacio presidencial: "Vi que la guerrilla iba a ser derrotada, pero no exterminada. Siempre habrá población, y siempre van a surgir de ella nuevos guerrilleros".


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Identifican cuerpo de mexicano muerto en campamento de las FARC
Natalia Gómez
El Universal
Ciudad de México
Sábado 08 de marzo de 2008


Acuden los padres de Juan González del Castillo al Servicio Médico Forense, donde lograron identificar el cuerpo de su hijo; la identidad se confirmará con los resultados de las pruebas del ADN


Los padres de Juan González del Castillo, mexicano encontrado en el campamento de las FARC que fue bombardeado por el ejército de Colombia en territorio ecuatoriano, acudieron al Servicio Médico Forense y lograron identificar el cuerpo de su hijo.

En un comunicado la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) informó que de acuerdo con las propias autoridades forenses, la identidad se verificará una vez que se cuente con los resultados del ADN, los cuales se encuentran en proceso.
Los familiares estuvieron acompañados por el Cónsul de Protección de la Embajada de México en ese país sudamericano.
En las próximas horas viajará a Quito el Director General para América Latina de la SRE, José Ignacio Piña, a fin de apoyar la labor que realizan las autoridades mexicanas en Quito.
El funcionario dará puntual seguimiento a las actividades de protección consular de los mexicanos que resulten involucrados en este hecho.


La Cancillería aseguró que conforme se avance en esta investigación proporcionará la información correspondiente.


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