La Corte Suprema llama a indagatoria por el caso de la parapolítica a Mario Uribe, el primo del Presidente
Además de ser una de las personas más cercanas al Jefe del Estado, es el máximo dirigente de Colombia Democrática, uno de los partidos de la coalición de gobierno. El Alto Tribunal también tomó la misma decisión contra Alfredo Cuello Baute –ex presidente de la Cámara– y Álvaro Morón Cuello.
El escándalo de la parapolítica llegó en las últimas horas a los límites de la Casa de Nariño. La Corte Suprema de Justicia llamó a indagatoria a Mario Uribe, primo del presidente Álvaro Uribe, y uno de los dirigentes más influyentes de la coalición de gobierno como máximo jefe que es del partido Colombia Democrática. El Alto Tribunal también cobijó con la misma medida a los congresistas Álvaro Morón Cuello y Alfredo Cuello Baute, ambos reconocidos uribistas.
Este último recién dejo el cargo de presidente de la Cámara. Durante su gestión siempre defendió sus ideas más ultraconservadoras y adquirió notoriedad por haber sido uno de los más vehementes oponentes a la aprobación del proyecto de Ley que da derechos patrimoniales y acceso a la seguridad social a las parejas gay.
El impacto para el gobierno de esta decisión de la Corte traerá consecuencias monumentales no sólo por el inmenso afecto que une al senador Mario Uribe con el Presidente, sino porque entre ambos hay una enorme sintonía política. En el terreno internacional la noticia también tendrá una alta carga porque es natural que en la mayoría de escenarios, como por ejemplo los medios, los titulares girarán en torno a un Uribe, relacionado con grupos paramilitares. Sin bien el Presidente no tiene nada que ver jurídicamente con esta nueva decisión de la Corte es obvio que las asociaciones de los lectores serán inevitables.
El escudero fiel
Mario Uribe ha sido siempre un leal escudero del presidente Uribe y quienes lo conocen aseguran que no abandona a sus amigos ni siquiera en los momentos más difíciles. Incluso cuando se produjo la expulsión de Rocío Arias y Eleonora Pineda por sus posibles nexos con los paras, él fue uno de los hombres que las acogió en su movimiento al considerar que mientras ellas no fueran vinculadas a un juicio y en este se les venciera era una tremenda injusticia privarlas de su derecho a acceder al Congreso.
Sin embargo, esta luna de miel burocrática duró poco. Rocío Arias y Eleonora Pineda fueron expulsadas de Colombia Democrática por el propio Mario Uribe. ¿Cómo y por qué? Su decisión se produjo de manera discreta y prudente, con el fallido deseo de bajarle el tono. Evitó alusiones a temas espinosos y se abstuvo de lanzar acusaciones contra ambas. Sin embargo, estas últimas encendieron la mecha cuando afirmaron, a los cuatro vientos y con lágrimas, que su expulsión se debía a presiones de Estados Unidos.
El senador Uribe había recibido a las dos congresistas un año atrás, cuando otros partidos uribistas, La U y Cambio Radical, les habían negado el ingreso a sus listas. En los días previos a esta decisión, empezaron a circular versiones en el sentido de que los jefes de partidos o movimientos que aceptaran a candidatos mal vistos en Washington podrían tener problemas con sus visas. El senador le pidió una cita al entonces embajador de Estados Unidos, William Wood, quien lo recibió y en lenguaje muy diplomático, sin referirse a casos particulares y sin amenazas directas, le dejó el sabor de que la historia podía tener algo de cierta.
Para evitar riesgos innecesarios, Mario Uribe cambió su posición y las marginó. Las dos mujeres contaron públicamente que se sentían traicionadas y con el corazón roto. El senador prefirió entonces el pragmatismo a la fidelidad política con las dos mujeres que jamás han ocultado su afecto por los comandantes de los paramilitares.
Político de raza
No obstante, la estela de duda ya flotaba en el ambiente. ¿Trabó también el senador Mario Uribe alianzascon los paramilitares para fortalecer su poder electoral? La pregunta él siempre la respondió con una negativa al informar que lo suyo era un trabajo hecho a pulso. Y era cierto en la medida que siempre ha hecho gala de ser un político de raza que no se vence fácilmente.
Sin embargo, su nombre empezó a ser mirado con lupa por investigadores y periodistas, en particular, y la opinión pública, en general. Por ejemplo, el columnista Daniel Coronell escribió en una columna de la revista SEMANA que “la hoja de vida secreta de Mario Uribe, el primo del Presidente, es más apasionante que las audaces propuestas que transmite. La metamorfosis del alumno de la escuela pública de Andes que se convirtió en próspero propietario de esa zona, y en el verdadero poder detrás del trono, retrata bien la cara oculta del uribismo”.
El columnista relató que “desde su debut en el Congreso el nombre de Mario Uribe ha estado ligado a la expresión ‘narcomico”. Según su narración, el término nació en 1989, cuando era representante ponente de la reforma constitucional de Barco. Ese 30 de noviembre, un raro movimiento de abogados en el Capitolio alertó al ministro de Gobierno Carlos Lemos. Cerca de la media noche, rápida y silenciosamente, un grupo de congresistas colgó el tema de la extradición al referendo. Jairo Ortega, que fue principal de Pablo Escobar; Jesús Ignacio García Valencia, que aún medra en la Cámara, y –cómo no– el ahora senador Mario Uribe hicieron parte del grupo de 22 representantes que aprobó esta iniciativa, tan favorable a los intereses de los narcotraficantes”.
Al final el proyecto se hundió. Muchos no daban crédito a lo sucedido porque en ese momento el país estaba hundido en el dolor por el crimen de Luis Carlos Galán había ocurrido dos meses atrás. Amplios sectores del país estaban en pie de lucha contra el Cartel de Medellín pero entre tanto, como en este caso, otros aprovechaban los espacios democráticos para blindar a los narcos.
El periodista recuerda que en 1995, y ya con investidura de senador, Mario Uribe impulsó otro ‘narcomico’. Quería quitarle al enriquecimiento ilícito el carácter de delito autónomo para convertirlo en subsidiario. Así sepultaría el proceso 8.000, los capos sólo podrían ser expropiados cuando se les probara el narcotráfico y saldrían de la cárcel los políticos de la mafia. El muy uribista senador Germán Vargas Lleras recuerda el episodio en su libro Cuentas claras, publicado en el año 2002: “La proposición fue presentada por 45 senadores, encabezados por Mario Uribe Escobar. El mico muy bien planeado tenía una redacción muy jurídica”, dice la cita tomada del texto del hoy jefe de Cambio Radical.
Conocedor de caballos
Mario Uribe en su momento también fue coordinador de ponentes del proyecto que otorgaba el olvido a los crímenes paramilitares, y que también en la opinión pública se llamó como ‘narcomico’.
Coronell contó también que hace un poco tiempo, el senador, gran conocedor de caballos y criaderos, asistió a la Exposición Nacional Equina en Pereira. “Lo vieron acompañado “no precisamente de celebridades”, como bien lo anotó el agudo columnista Ramiro Bejarano. En el palco de honor lo escoltaban: a su derecha, Juan Pablo Gaviria, administrador de bienes del recientemente extraditado Joaquín Mario Valencia, ‘El Caballista’. Y a su izquierda –brindando muy alegre–, Hernando Mario Restrepo, viejo conocido y amigo del prófugo del entonces Juan Carlos Ramírez Abadía, alias ‘Chupeta’
Según textos periodísticos Mario Uribe es uno de los mayores surtidores de puestos del país, empezando por su propia familia. “El Primer Primo ha tenido, desde hace tiempo, especial debilidad por las notarías. Su hermano Jorge Humberto Uribe Escobar es notario 24 de Bogotá. Su otra hermana Ángela María Uribe Escobar está encargada desde hace más de un año de la Notaría Segunda de Envigado. No la han podido nombrar en propiedad porque esta prima presidencial aún no cumple los requisitos para ser titular. Como si fuera poco, al primo del senador también le tocó lo suyo. Se llama Jorge Humberto Uribe, como el hermano de Mario, pero su segundo apellido es Ruiz; a él le dieron la Notaría Única de Caldas, Antioquia. El manantial inagotable de las notarías ha alcanzado hasta para la familia política. Cuando era su cuñada, Piedad Carmen Ramírez fue nombrada notaria 23 de Medellín, posición en la que se mantiene. Ella reemplazó en el cargo a Rodrigo Escobar, otro tío de Mario que entró en edad de retiro forzoso. Es cuota suya, también, el notario 24 de la capital antioqueña, Jesús Otilio Ruiz”.
Señalado por Mancuso
Ahora su nombre ocupa primera plana por un escándalo aun mucho mayor. La parapolitica, un proceso iniciado por la Corte Suprema de Justicia que busca revelar la verdad y juzgar a miembros de la clase política que hayan tenido nexos con los grupos armados de extrema derecha, en concreto las Autodefensas Unidas de Colombia, AUC, responsables de cientos de masacres y asesinatos de población civil.
En el caso de Mario Uribe, los magistrados de la sala penal de la Corte encontraron suficientes evidencias para vincularlo formalmente. Extraoficialmente trascendió que en su contra tiene el testimonio de Jairo Castillo Peralta, alias ‘Pitirry’, testigo clave de la Corte en el caso de la parapolítica, y quien está exiliado en Canadá. Según su versión, Mario Uribe se reunió en varias ocasiones con los líderes paramilitares de Sucre con el fin de obtener tierras en ese departamento y en Antioquia.
Por si fuera poco, durante su versión libre ante la Unidad de Justicia y Paz de la Fiscalía, el ex jefe paramilitar Salvatore Mancuso, reveló que sostuvo reuniones con el senador Uribe y éste le habría pedido apoyo electoral para llegar al Congreso de la República.
Finalmente en el caso del ex presidente de la Cámara de Representantes Alfredo Cuello Baute, y del representante a la Cámara, Álvaro Morón Cuello, la Corte Suprema tiene en su poder documentos y testimonios que los relacionan con el ex jefe del bloque Norte de las Autodefensas, Rodrigo Tovar Pupo, alias ‘Jorge 40’, uno de los hombres más poderosos de la máquina criminal de los paras. Cuello Baute es de filiación conservadora y Álvaro Morón Cuello llegó al Congreso como fórmula del ex senador Álvaro Araújo Castro, por el partido Alas Equipo Colombia. Los tres nuevos congresistas vinculados con este proceso dicen que defienden al presidente Uribe con vehemencia, como lo han hecho la mayoría de parlamentarios presos en la actualidad por el mismo caso. Y, claro, también reclaman su inocencia y, argumenta, que así lo van a demostrar ante los jueces.
miércoles, 26 de septiembre de 2007
Crímenes silenciados
Crímenes silenciados
Los paramilitares violaron masivamente a las mujeres de La Gabarra.Sin embargo, ni ellos lo confiesan, ni las víctimas hablan del tema.La Fiscalía busca que estos crímenes no queden impunes. SEMANA revivió con ellas ese período de horror.
"Le decían 'Conejo'. Era uno de los mandos del Bloque Catatumbo que una noche se emborrachó en una tienda por los lados del puerto. Yo tenía 13 años y vivía sola en una casita pasando el río, desde que mi compañero me había abandonado. Él fue hasta allá y tocó la puerta. Cuando oí los golpes, sentí mucho miedo pero de todas maneras abrí para que no me fuera a disparar. Era un hombre gordo, alto y moreno por ahí de 30 años. Esa noche estaba de civil pero toda la gente de La Gabarra lo conocía porque siempre patrullaba por el pueblo. Casi no podía hablar de la borrachera que tenía. Se metió a mi casa a las malas y me puso una pistola en la cabeza. Dijo que si no me acostaba con él, me mataba. Me apuntó hasta que estuve junto a la cama. Yo no quería. Me puse a llorar. Estaba temblando. Él empezó a enojarse y me dijo que si gritaba, me pegaba un tiro. Primero hizo que me desnudara delante de él. Tuve que hacerlo mientras él me miraba con malicia. Después se desvistió. Me agarró duro por los brazos y abusó de mí todo lo que quiso. No me gusta recordar eso porque me vuelvo a sentir con miedo y sucia.
"Al mes me di cuenta de que estaba embarazada. Yo no quería tener ese hijo y por eso tomé yerbas. Me empezaron a dar los síntomas del aborto cuando me fui desplazada hacia Venezuela con otras 100 personas. La gente que iba conmigo se dio cuenta de que estaba mal. Entonces dos hombres me sacaron a la carretera y me llevaron urgente para Cúcuta. Después, cuando regresé al pueblo, lo volví a ver y tuve que esconderme porque cada vez que tomaba me buscaba. Un día se comentó que lo habían matado. Yo fui a ver y sí: lo mató su propio jefe y lo dejó tirado en el cementerio. Me dio un poquito de alegría, y un poquito de dolor. Uno no le desea la muerte a nadie, pero me sentí libre".
El estremecedor relato es de Micaela*, una menuda campesina de 21 años y ojos claros que creció arando la tierra y criando gallinas. Antes de cumplir los 15 años, ya "tenía marido". Una unión que duró muy poco. Siendo una niña todavía, le tocó sufrir los atropellos de los paras en La Gabarra, en el municipio de Tibú (Norte de Santander). Muchas mujeres, como ella, fueron violadas. Y a pesar de que muchos paramilitares están entregando fosas y hablando de sus asesinatos, no mencionan los abusos sexuales que cometieron con decenas de campesinas, que todavía guardan silencio por miedo, o por vergüenza.
Los paramilitares llegaron a este corregimiento de 8.000 habitantes el 21 de agosto de 1999. Ese día masacraron a 35 personas cuyos cuerpos amanecieron desperdigados por todo el pueblo. La funeraria no dio abasto y los niños de la escuela Francisco Javier, ubicada frente al cementerio, no pudieron asistir a clase. "El penetrante olor a muerto no lo permitía", recuerda la profesora Norahay Atuesta. Otro poblador cuenta que hubo una época en que decidieron dejar de comer el rampuche y el bocachico del río Catatumbo porque en las redes de los pescadores salían engarzados pedazos de cuerpos descuartizados. "Entre 1999 y 2004 la Policía hizo 5.200 levantamientos de cadáveres en el Catatumbo", dice Wilfredo Cañizales, de la Fundación Pogresar. Una cifra aterradora que se le atribuye al Bloque Catatumbo.
Al lado de las muertes y las desapariciones, la Fiscalía ha escuchado muchas historias de violaciones, que se están quedando sin castigo. Al lado de las muertes, el abuso sexual parece un crimen menor. Pero no lo es, porque deja huellas imborrables en el cuerpo y en el alma de quien lo sufre. Como en el caso de Micaela, a quien la tristeza le brota por todas partes.
Otra mujer, que pidió no ser identificada, le contó a SEMANA lo que le ocurrió el 27 de octubre de 1999, cuando tenía 19 años. Al final del día, cuando regresaba de trabajar con su padre, unos paramilitares los detuvieron. A él lo amarraron a un árbol mientras a ella la metieron en una canoa. Allí varios hombres se abalanzaron contra ella, le rompieron el vestido y le manosearon bruscamente los senos. No alcanzaron a consumar la violación porque otro paramilitar, al parecer de rango superior, ordenó que la dejaran en paz cuando escuchó los gritos de la joven. "A mi papá lo mataron ese día. Yo luego les pedí sus restos y me dijeron que no preguntara pendejadas, que ese era uno más".
No es menos triste la historia de Jorge Osorio*, un habitante de La Gabarra que perdió a su papá cuando apenas tenía 8 años. Años después, un paramilitar empezó a asediar a su mamá para que fuera su mujer. Cuenta que ella lo rechazó y sin embargo, un día el 'para' se instaló como el hombre de la casa. Así vivieron varios meses, sometidos ella, él y su hermano menor a las órdenes y los caprichos del sujeto. Los abusos llegaron al punto que un día el hombre zanjó una dura discusión con la madre de Jorge propinándole dos patadas en el estómago delante de sus hijos. Los golpes le afectaron varios órganos. Dos semanas después, murió. "Me tuve que esconder. A mi hermano se lo llevó hace años una tía que no podía mantenernos a los dos", cuenta Jorge, un muchacho de 18 años, silencioso y aislado, que está validando la primaria y que, como otros habitantes, trabaja de raspachín.
La unidad de Justicia y Paz de la Fiscalía, que sólo en La Gabarra ha judicializado más de 400 testimonios de víctimas, encontró que únicamente había dos denuncias relacionadas con la violencia sexual. Ante esto, la fiscal Patricia Hernández programó un taller de sensibilización al que concurrieron más de 100 mujeres del pueblo. "Vinimos con expertas del Centro Internacional para la Justicia Transicional para tratar de sensibilizar a las mujeres porque lo que a algunas les sucedió es un crimen que debe ser denunciado", explica.
Pero los atropellos no ocurrieron sólo en esta zona. La Comisión Nacional de Reparación tiene conocimiento de dramáticos casos en todo el país. Uno es el de una comunidad afrocolombiana del norte del Valle. Allí los paras violaron y se relacionaron con las mujeres, en desarrollo de una estrategia con la que buscaban "blanquear la raza". Los niños trigueños que nacieron de esa práctica no tiene padres y son estigmatizados con el apodo de los 'paraquitos'. La comisionada Patricia Buriticá sostiene que de las 80.000 denuncias que hay en la Fiscalía contra paramilitares, sólo 21 se refieren a violencia sexual.
Pero ¿por qué las víctimas no denuncian? Posiblemente porque la violación es una herida abierta en la dignidad de las víctimas, mientras los victimarios gozan de la impunidad. El ejercicio de La Gabarra es un buen comienzo que se debería extender a otra regiones. Como la Sierra Nevada, donde al temido jefe paramilitar Hernán Giraldo se le conocía como 'Taladro', por su obsesión de acabar con la virginidad de las niñas de esta zona.
*Nombres cambiados por seguridad
Los paramilitares violaron masivamente a las mujeres de La Gabarra.Sin embargo, ni ellos lo confiesan, ni las víctimas hablan del tema.La Fiscalía busca que estos crímenes no queden impunes. SEMANA revivió con ellas ese período de horror.
"Le decían 'Conejo'. Era uno de los mandos del Bloque Catatumbo que una noche se emborrachó en una tienda por los lados del puerto. Yo tenía 13 años y vivía sola en una casita pasando el río, desde que mi compañero me había abandonado. Él fue hasta allá y tocó la puerta. Cuando oí los golpes, sentí mucho miedo pero de todas maneras abrí para que no me fuera a disparar. Era un hombre gordo, alto y moreno por ahí de 30 años. Esa noche estaba de civil pero toda la gente de La Gabarra lo conocía porque siempre patrullaba por el pueblo. Casi no podía hablar de la borrachera que tenía. Se metió a mi casa a las malas y me puso una pistola en la cabeza. Dijo que si no me acostaba con él, me mataba. Me apuntó hasta que estuve junto a la cama. Yo no quería. Me puse a llorar. Estaba temblando. Él empezó a enojarse y me dijo que si gritaba, me pegaba un tiro. Primero hizo que me desnudara delante de él. Tuve que hacerlo mientras él me miraba con malicia. Después se desvistió. Me agarró duro por los brazos y abusó de mí todo lo que quiso. No me gusta recordar eso porque me vuelvo a sentir con miedo y sucia.
"Al mes me di cuenta de que estaba embarazada. Yo no quería tener ese hijo y por eso tomé yerbas. Me empezaron a dar los síntomas del aborto cuando me fui desplazada hacia Venezuela con otras 100 personas. La gente que iba conmigo se dio cuenta de que estaba mal. Entonces dos hombres me sacaron a la carretera y me llevaron urgente para Cúcuta. Después, cuando regresé al pueblo, lo volví a ver y tuve que esconderme porque cada vez que tomaba me buscaba. Un día se comentó que lo habían matado. Yo fui a ver y sí: lo mató su propio jefe y lo dejó tirado en el cementerio. Me dio un poquito de alegría, y un poquito de dolor. Uno no le desea la muerte a nadie, pero me sentí libre".
El estremecedor relato es de Micaela*, una menuda campesina de 21 años y ojos claros que creció arando la tierra y criando gallinas. Antes de cumplir los 15 años, ya "tenía marido". Una unión que duró muy poco. Siendo una niña todavía, le tocó sufrir los atropellos de los paras en La Gabarra, en el municipio de Tibú (Norte de Santander). Muchas mujeres, como ella, fueron violadas. Y a pesar de que muchos paramilitares están entregando fosas y hablando de sus asesinatos, no mencionan los abusos sexuales que cometieron con decenas de campesinas, que todavía guardan silencio por miedo, o por vergüenza.
Los paramilitares llegaron a este corregimiento de 8.000 habitantes el 21 de agosto de 1999. Ese día masacraron a 35 personas cuyos cuerpos amanecieron desperdigados por todo el pueblo. La funeraria no dio abasto y los niños de la escuela Francisco Javier, ubicada frente al cementerio, no pudieron asistir a clase. "El penetrante olor a muerto no lo permitía", recuerda la profesora Norahay Atuesta. Otro poblador cuenta que hubo una época en que decidieron dejar de comer el rampuche y el bocachico del río Catatumbo porque en las redes de los pescadores salían engarzados pedazos de cuerpos descuartizados. "Entre 1999 y 2004 la Policía hizo 5.200 levantamientos de cadáveres en el Catatumbo", dice Wilfredo Cañizales, de la Fundación Pogresar. Una cifra aterradora que se le atribuye al Bloque Catatumbo.
Al lado de las muertes y las desapariciones, la Fiscalía ha escuchado muchas historias de violaciones, que se están quedando sin castigo. Al lado de las muertes, el abuso sexual parece un crimen menor. Pero no lo es, porque deja huellas imborrables en el cuerpo y en el alma de quien lo sufre. Como en el caso de Micaela, a quien la tristeza le brota por todas partes.
Otra mujer, que pidió no ser identificada, le contó a SEMANA lo que le ocurrió el 27 de octubre de 1999, cuando tenía 19 años. Al final del día, cuando regresaba de trabajar con su padre, unos paramilitares los detuvieron. A él lo amarraron a un árbol mientras a ella la metieron en una canoa. Allí varios hombres se abalanzaron contra ella, le rompieron el vestido y le manosearon bruscamente los senos. No alcanzaron a consumar la violación porque otro paramilitar, al parecer de rango superior, ordenó que la dejaran en paz cuando escuchó los gritos de la joven. "A mi papá lo mataron ese día. Yo luego les pedí sus restos y me dijeron que no preguntara pendejadas, que ese era uno más".
No es menos triste la historia de Jorge Osorio*, un habitante de La Gabarra que perdió a su papá cuando apenas tenía 8 años. Años después, un paramilitar empezó a asediar a su mamá para que fuera su mujer. Cuenta que ella lo rechazó y sin embargo, un día el 'para' se instaló como el hombre de la casa. Así vivieron varios meses, sometidos ella, él y su hermano menor a las órdenes y los caprichos del sujeto. Los abusos llegaron al punto que un día el hombre zanjó una dura discusión con la madre de Jorge propinándole dos patadas en el estómago delante de sus hijos. Los golpes le afectaron varios órganos. Dos semanas después, murió. "Me tuve que esconder. A mi hermano se lo llevó hace años una tía que no podía mantenernos a los dos", cuenta Jorge, un muchacho de 18 años, silencioso y aislado, que está validando la primaria y que, como otros habitantes, trabaja de raspachín.
La unidad de Justicia y Paz de la Fiscalía, que sólo en La Gabarra ha judicializado más de 400 testimonios de víctimas, encontró que únicamente había dos denuncias relacionadas con la violencia sexual. Ante esto, la fiscal Patricia Hernández programó un taller de sensibilización al que concurrieron más de 100 mujeres del pueblo. "Vinimos con expertas del Centro Internacional para la Justicia Transicional para tratar de sensibilizar a las mujeres porque lo que a algunas les sucedió es un crimen que debe ser denunciado", explica.
Pero los atropellos no ocurrieron sólo en esta zona. La Comisión Nacional de Reparación tiene conocimiento de dramáticos casos en todo el país. Uno es el de una comunidad afrocolombiana del norte del Valle. Allí los paras violaron y se relacionaron con las mujeres, en desarrollo de una estrategia con la que buscaban "blanquear la raza". Los niños trigueños que nacieron de esa práctica no tiene padres y son estigmatizados con el apodo de los 'paraquitos'. La comisionada Patricia Buriticá sostiene que de las 80.000 denuncias que hay en la Fiscalía contra paramilitares, sólo 21 se refieren a violencia sexual.
Pero ¿por qué las víctimas no denuncian? Posiblemente porque la violación es una herida abierta en la dignidad de las víctimas, mientras los victimarios gozan de la impunidad. El ejercicio de La Gabarra es un buen comienzo que se debería extender a otra regiones. Como la Sierra Nevada, donde al temido jefe paramilitar Hernán Giraldo se le conocía como 'Taladro', por su obsesión de acabar con la virginidad de las niñas de esta zona.
*Nombres cambiados por seguridad
Va a acabar en el 2010?
Va a acabar en el 2010?
¿Somos brutos los colombianos?, ¿o nos hacemos? Y me incluyo para que no digan que les echo el agua sucia a los demás. ¿Cómo es posible que un Presidente paramilitar, corrupto, con nexos con el narcotráfico y aliado acérrimo del peor terrorista mundial (George Bush) tenga un apoyo en las encuestas del 75%? De la burguesía no me extraña que estén tan contentos con él, porque siempre ha favorecido a las clases altas, pero, ¿Qué ha hecho Álvaro Uribe Balas para tener al pueblo raso tan idiotizado?"Uribe mejoró la seguridad": ¿Seguridad para quién? ¿Seguridad es militarizar carreteras para que los ricos puedan visitar sus fincas?
Sigan comiendo cuento de la seguridad de Uribe y justificando sus escandalosos gastos militares cuando en los barrios, en la ciudad, en las calles, sigue corriendo un río de sangre. "Uribe mejoró la economía" Aparte de que se comprobó que el DANE amaña las estadísticas a favor del presidente, la economía que mejoró Uribe no tiene nada que ver con el pueblo. Detalles adicionales Privatizó nuestra empresa de comunicaciones, liquidó el Seguro Social, dejando desempleadas a 40000 personas, es el lamebotas de las multinacionales y le ha quitado más derechos a los trabajadores que cualquier otro presidente. Además se desvive por firmar el Tratado de Libre Comercio con EEUU, que va a poner nuestra agricultura por el piso. ¿Esa es la economía con la que están tan contentos? "Uribe es honesto y trabajador" ¿Honesta una persona que le ofrece cargos políticos a sus amiguitos?¿Honesta una persona que obliga a todos los jóvenes colombianos a prestar servicio militar arriesgándose a morir mientras sus dos hijitos fresas se pasean con modelos en las mejores discos de Bogotá?
¿Honesta una persona que le va cortar la mitad del presupuesto a la EDUCACIÓN para comprar armas? ¿Honesta una persona que oculta al país que tiene un hermano narcotraficante y que en una de sus fincas se cometió una espantosa masacre paramilitar?¿Honesta una persona a quien no le importa violar las fronteras internacionales con Perú y Ecuador para fumigar con glifosfato los supuestos cultivos ilícitos aún a costa de matar especies en vía de extinción y provocar enfermedades y muerte en niños? ¿Y todo por orden de EEUU?
A OTRO PERRO CON ESE HUESO URIBISTASCOLOMBIANOS
DE BIEN, POR FAVOR, NO LE COMAN CUENTO A CARACOL Y RCN
Si la oposición miente, ¿porqué Uribe Balas no ha podido tumbar las pruebas que presentó Petro en su contra? ¿Porqué se dedicó a descalificar a los opositores como guerrilleros y los mandó a espiar ilegalmente en lugar de refutar las pruebas? Sabemos que ese perplejo va a seguir haciendo de la suya y va a continuar con sus propuestas de medio pelo, para lograr acabar a la "minoría" empezando con lo que en este momento es casi un hecho, terminar con las universidades públicas. Por favor, nosotros todavía tenemos la solución, es simplemente atender a los medios imparciales que aún no han sido controlados por el gobierno, y hacer llegar la información verdadera a todas las personas posibles. De todos nosotros depende el futuro del país.
Reenvie este mensaje a todas las personas que pueda.
¿Somos brutos los colombianos?, ¿o nos hacemos? Y me incluyo para que no digan que les echo el agua sucia a los demás. ¿Cómo es posible que un Presidente paramilitar, corrupto, con nexos con el narcotráfico y aliado acérrimo del peor terrorista mundial (George Bush) tenga un apoyo en las encuestas del 75%? De la burguesía no me extraña que estén tan contentos con él, porque siempre ha favorecido a las clases altas, pero, ¿Qué ha hecho Álvaro Uribe Balas para tener al pueblo raso tan idiotizado?"Uribe mejoró la seguridad": ¿Seguridad para quién? ¿Seguridad es militarizar carreteras para que los ricos puedan visitar sus fincas?
Sigan comiendo cuento de la seguridad de Uribe y justificando sus escandalosos gastos militares cuando en los barrios, en la ciudad, en las calles, sigue corriendo un río de sangre. "Uribe mejoró la economía" Aparte de que se comprobó que el DANE amaña las estadísticas a favor del presidente, la economía que mejoró Uribe no tiene nada que ver con el pueblo. Detalles adicionales Privatizó nuestra empresa de comunicaciones, liquidó el Seguro Social, dejando desempleadas a 40000 personas, es el lamebotas de las multinacionales y le ha quitado más derechos a los trabajadores que cualquier otro presidente. Además se desvive por firmar el Tratado de Libre Comercio con EEUU, que va a poner nuestra agricultura por el piso. ¿Esa es la economía con la que están tan contentos? "Uribe es honesto y trabajador" ¿Honesta una persona que le ofrece cargos políticos a sus amiguitos?¿Honesta una persona que obliga a todos los jóvenes colombianos a prestar servicio militar arriesgándose a morir mientras sus dos hijitos fresas se pasean con modelos en las mejores discos de Bogotá?
¿Honesta una persona que le va cortar la mitad del presupuesto a la EDUCACIÓN para comprar armas? ¿Honesta una persona que oculta al país que tiene un hermano narcotraficante y que en una de sus fincas se cometió una espantosa masacre paramilitar?¿Honesta una persona a quien no le importa violar las fronteras internacionales con Perú y Ecuador para fumigar con glifosfato los supuestos cultivos ilícitos aún a costa de matar especies en vía de extinción y provocar enfermedades y muerte en niños? ¿Y todo por orden de EEUU?
A OTRO PERRO CON ESE HUESO URIBISTASCOLOMBIANOS
DE BIEN, POR FAVOR, NO LE COMAN CUENTO A CARACOL Y RCN
Si la oposición miente, ¿porqué Uribe Balas no ha podido tumbar las pruebas que presentó Petro en su contra? ¿Porqué se dedicó a descalificar a los opositores como guerrilleros y los mandó a espiar ilegalmente en lugar de refutar las pruebas? Sabemos que ese perplejo va a seguir haciendo de la suya y va a continuar con sus propuestas de medio pelo, para lograr acabar a la "minoría" empezando con lo que en este momento es casi un hecho, terminar con las universidades públicas. Por favor, nosotros todavía tenemos la solución, es simplemente atender a los medios imparciales que aún no han sido controlados por el gobierno, y hacer llegar la información verdadera a todas las personas posibles. De todos nosotros depende el futuro del país.
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El éxito paramilitar de la desmovilización
El éxito paramilitar de la desmovilización
Enviado por elturbion el Mar, 18/09/2007 - 10:55pm. Editorial
Recientes investigaciones revelan la manera en que los jefes paramilitares y sus socios en el alto gobierno se pugnan el control del territorio y de los negocios relacionados con el narcotráfico
Las afirmaciones contenidas en el reportaje que la revista Cambio presenta en su pasada edición, en el que se destaca que el líder paramilitar Vicente Castaño, prófugo de la justicia y miembro de una familia cuya historia esta ligada al nacimiento de las AUC, habría muerto como fruto de una disputa territorial que involucra a varios jefes paramilitares actualmente privados de la libertad y acogidos a los beneficios de la Ley de justicia y paz, como son: Carlos Mario Jiménez, alias ‘Macaco’; y Diego Fernando Murillo, alias ‘Don Berna’, han desatado una polémica cuyos alcances no han sido seriamente tratados, por lo que consideramos necesario ilustrar los elementos más relevantes de esta nueva versión sobre su muerte.
Los datos allí presentados se fundamentan en un informe de inteligencia del DAS, calificado por la directora general operativa de ese Departamento, Luz Marina Rodríguez, como de “alta confiabilidad”, y que contiene, entre otras cosas, un manuscrito de un hombre de confianza de Vicente Castaño en el que se revelan los pormenores de su muerte, presuntamente acaecida en el municipio de Nechí (Antioquia) a manos de alias ‘el flaco Rogelio’, subordinado de ‘Don Berna’.
En dicho manuscrito se descarta que el asesinato haya sido efectuado por la posible negociación secreta de Castaño con la DEA, resaltando que los móviles fueron meramente económicos: se procuraba la expansión y dominio sobre su territorio, especialmente, sobre la hacienda Las Tangas, símbolo del poderío familiar de los Castaño en Córdoba y sobre la que Vicente Castaño tenía proyectos de explotación de palma aceitera.
Al lado de esa versión estaría la presentada hace un tiempo por el ex vicepresidente de Venezuela, José Vicente Rangel, quien afirmó que Castaño habría caído en una emboscada en el Estado de Zulia, donde aquél recibía protección por parte de algún funcionario local; y, además, la versión del gobierno que insiste en que Castaño aún sigue vivo.
Carlos Holguín, ministro del Interior y de Justicia, señaló el 6 de septiembre pasado que lo descrito en la revista Cambio son “especulaciones” y que, a pesar de que sí existe el documento, éste constituye una fuente más de información con la que no es preciso casarse. También se afirma que los investigadores del DAS prefieren creer que el escrito es una estrategia del paramilitar por menguar su persecución.
Frente a este panorama es claro que no puede darse certeza de la suerte de Castaño. Sin embargo, la posición del gobierno frente a lo presentado siembra una inquietud sobre la que es preciso ahondar.
Mientras que el reportaje mencionado revela la información de un informe de inteligencia acompañada por varios datos que parecen corroborarla, como es el traslado de los ex dirigentes paramilitares a la Cárcel de Máxima Seguridad de Itagüí; la salida del país de Alexandra Pimienta Escobar, esposa de Vicente Castaño, el 24 de julio por el Aeropuerto El Dorado, según el reporte migratorio, y la versión de un no desmovilizado quien asegura conocer del hecho y cuya historia coincide con la descrita en la carta, el gobierno se presenta sin ases bajo la manga, guardando silencio ante los detalles descritos, en una posición que permite entrever las implicaciones de lo planteado por aquel trabajo investigativo.
Uno de los puntos más importantes del escrito es que resalta que dos ex jefes paramilitares siguen ordenado y disponiendo sobre el territorio, a pesar de encontrarse en la cárcel, situación que, definitivamente, pone a temblar el proceso de desmovilización de las AUC y que sería un duro golpe político para el proyecto uribista.
Igualmente, se menciona cómo, en febrero de este año, fue asesinada Yolanda Izquerdo, quien, como líder de una importante organización de víctimas, había informado a los fiscales de Justicia y Paz que los terrenos donados por los Castaño, a fines de 1990 mediante Fundpazcord, habían sido retomados por los paramilitares.
Ambos apuntes, tan descuidada o estratégicamente ignorados por el gobierno en sus declaraciones, resultan ser la punta del iceberg de una realidad que ha sido constantemente denunciada por distintas organizaciones defensoras de derechos humanos y descrita en los informes de la Comisión Nacional para la Reparación y la Reconciliación (CNRR) y de la Misión de Apoyo al Proceso de Paz de la OEA (MAPP/OEA): el proceso de desmovilización encubre la reapropiación y expansión del territorio por parte de los llamados grupos paramilitares emergentes, y niega el permanente protagonismo de quienes ahora actúan bajo el velo de una desmovilización simulada.
El escándalo tras la presunta muerte del Castaño toca un sensible secreto a voces, sobre el cual el gobierno, por obvias razones, ha sido renuente a pronunciarse: el modelo colombiano desconoce, tanto en el plano teórico como práctico, todos los estándares internacionales de justicia transicional y, por el contrario, está sirviendo de plataforma para legalizar el accionar paramilitar que, como se aprecia, no es unívoco y trae en su interior carniceras disputas por el poder que han permitido la visibilización de grupos que, aunque llamados emergentes, se presentan como un paramilitarismo reeditado y empacado. Informes como "Parapolítica: la ruta de la expansión paramilitar y los acuerdos políticos" de la Corporación Nuevo Arco Iris, han sabido reseñar este fenómeno cuidadosamente.
Cada vez se hacen más claras las señales de que el proceso de paz con los paramilitares ha sido un fracaso o, mejor, una burla, porque para hablar de fracaso habría que cuestionarse cuáles eran realmente los objetivos políticos de la Ley de justicia y paz, que, de entrada, han estado muy alejados de los criterios de verdad, justicia y reparación necesarios para el país.
Enviado por elturbion el Mar, 18/09/2007 - 10:55pm. Editorial
Recientes investigaciones revelan la manera en que los jefes paramilitares y sus socios en el alto gobierno se pugnan el control del territorio y de los negocios relacionados con el narcotráfico
Las afirmaciones contenidas en el reportaje que la revista Cambio presenta en su pasada edición, en el que se destaca que el líder paramilitar Vicente Castaño, prófugo de la justicia y miembro de una familia cuya historia esta ligada al nacimiento de las AUC, habría muerto como fruto de una disputa territorial que involucra a varios jefes paramilitares actualmente privados de la libertad y acogidos a los beneficios de la Ley de justicia y paz, como son: Carlos Mario Jiménez, alias ‘Macaco’; y Diego Fernando Murillo, alias ‘Don Berna’, han desatado una polémica cuyos alcances no han sido seriamente tratados, por lo que consideramos necesario ilustrar los elementos más relevantes de esta nueva versión sobre su muerte.
Los datos allí presentados se fundamentan en un informe de inteligencia del DAS, calificado por la directora general operativa de ese Departamento, Luz Marina Rodríguez, como de “alta confiabilidad”, y que contiene, entre otras cosas, un manuscrito de un hombre de confianza de Vicente Castaño en el que se revelan los pormenores de su muerte, presuntamente acaecida en el municipio de Nechí (Antioquia) a manos de alias ‘el flaco Rogelio’, subordinado de ‘Don Berna’.
En dicho manuscrito se descarta que el asesinato haya sido efectuado por la posible negociación secreta de Castaño con la DEA, resaltando que los móviles fueron meramente económicos: se procuraba la expansión y dominio sobre su territorio, especialmente, sobre la hacienda Las Tangas, símbolo del poderío familiar de los Castaño en Córdoba y sobre la que Vicente Castaño tenía proyectos de explotación de palma aceitera.
Al lado de esa versión estaría la presentada hace un tiempo por el ex vicepresidente de Venezuela, José Vicente Rangel, quien afirmó que Castaño habría caído en una emboscada en el Estado de Zulia, donde aquél recibía protección por parte de algún funcionario local; y, además, la versión del gobierno que insiste en que Castaño aún sigue vivo.
Carlos Holguín, ministro del Interior y de Justicia, señaló el 6 de septiembre pasado que lo descrito en la revista Cambio son “especulaciones” y que, a pesar de que sí existe el documento, éste constituye una fuente más de información con la que no es preciso casarse. También se afirma que los investigadores del DAS prefieren creer que el escrito es una estrategia del paramilitar por menguar su persecución.
Frente a este panorama es claro que no puede darse certeza de la suerte de Castaño. Sin embargo, la posición del gobierno frente a lo presentado siembra una inquietud sobre la que es preciso ahondar.
Mientras que el reportaje mencionado revela la información de un informe de inteligencia acompañada por varios datos que parecen corroborarla, como es el traslado de los ex dirigentes paramilitares a la Cárcel de Máxima Seguridad de Itagüí; la salida del país de Alexandra Pimienta Escobar, esposa de Vicente Castaño, el 24 de julio por el Aeropuerto El Dorado, según el reporte migratorio, y la versión de un no desmovilizado quien asegura conocer del hecho y cuya historia coincide con la descrita en la carta, el gobierno se presenta sin ases bajo la manga, guardando silencio ante los detalles descritos, en una posición que permite entrever las implicaciones de lo planteado por aquel trabajo investigativo.
Uno de los puntos más importantes del escrito es que resalta que dos ex jefes paramilitares siguen ordenado y disponiendo sobre el territorio, a pesar de encontrarse en la cárcel, situación que, definitivamente, pone a temblar el proceso de desmovilización de las AUC y que sería un duro golpe político para el proyecto uribista.
Igualmente, se menciona cómo, en febrero de este año, fue asesinada Yolanda Izquerdo, quien, como líder de una importante organización de víctimas, había informado a los fiscales de Justicia y Paz que los terrenos donados por los Castaño, a fines de 1990 mediante Fundpazcord, habían sido retomados por los paramilitares.
Ambos apuntes, tan descuidada o estratégicamente ignorados por el gobierno en sus declaraciones, resultan ser la punta del iceberg de una realidad que ha sido constantemente denunciada por distintas organizaciones defensoras de derechos humanos y descrita en los informes de la Comisión Nacional para la Reparación y la Reconciliación (CNRR) y de la Misión de Apoyo al Proceso de Paz de la OEA (MAPP/OEA): el proceso de desmovilización encubre la reapropiación y expansión del territorio por parte de los llamados grupos paramilitares emergentes, y niega el permanente protagonismo de quienes ahora actúan bajo el velo de una desmovilización simulada.
El escándalo tras la presunta muerte del Castaño toca un sensible secreto a voces, sobre el cual el gobierno, por obvias razones, ha sido renuente a pronunciarse: el modelo colombiano desconoce, tanto en el plano teórico como práctico, todos los estándares internacionales de justicia transicional y, por el contrario, está sirviendo de plataforma para legalizar el accionar paramilitar que, como se aprecia, no es unívoco y trae en su interior carniceras disputas por el poder que han permitido la visibilización de grupos que, aunque llamados emergentes, se presentan como un paramilitarismo reeditado y empacado. Informes como "Parapolítica: la ruta de la expansión paramilitar y los acuerdos políticos" de la Corporación Nuevo Arco Iris, han sabido reseñar este fenómeno cuidadosamente.
Cada vez se hacen más claras las señales de que el proceso de paz con los paramilitares ha sido un fracaso o, mejor, una burla, porque para hablar de fracaso habría que cuestionarse cuáles eran realmente los objetivos políticos de la Ley de justicia y paz, que, de entrada, han estado muy alejados de los criterios de verdad, justicia y reparación necesarios para el país.
COLOMBIA: Como si fueran gallos de pelea utilizan a
COLOMBIA: Como si fueran gallos de pelea utilizan a
los niños en combates.
Apostadores hacen corrillo en la cancha del barrio
Tomás Cipriano de Mosquera para forzar a niños y niñas
de 10 a 16 años a que ganen combates que organizan en
un improvisado ring de boxeo.
Los apostadores llevan los guantes y les ofrecen
pírricas sumas a quienes ganen. Muchos pequeños llegan
a sus casas con el cuerpo golpeado, los ojos morados y
3.000 pesos en el bolsillo.
Otros salen hacia el centro médico, como le ocurrió a
uno de 11 años, a quien le partieron la nariz.
Líderes del sector denunciaron esos combates
clandestinos, pero no a los promotores. Temen ser
agredidos. La Policía reporta que tres menores fueron
sorprendidos hace una semana con los guantes y sus
padres fueron amonestados.
Se calcula que desde hace cuatro meses unos 20 menores
participan en esas peleas.
Testigos han identificado a los promotores como
Robert, John y Francisco, de entre 18 y 22 años, pero
se desconocen sus apellidos.
Autoridades intentan verificar una versión según la
cual, uno de los promotores de los encuentros, de los
que participan habitantes del barrio, es bombero. La
detención de ellos ha sido imposible porque cuando los
agentes llegan a la cancha, ellos han huido alertados
por 'campaneros' , ubicados estratégicamente.
"Son cerebros torcidos que gozan con eso o tienen un
interés delictivo", dice un vecino.
¿Familias cómplices?
El secretario de Gobierno municipal, José Élmer López,
explicó que como los niños hacen sus combates en las
canchas del barrio, argumentan que se estaban
recreando. "El nuevo Código del Menor tampoco nos
permite hacer mucho al respecto", señala.
Hasta el momento no se han podido reunir evidencias
sobre las apuestas. Por eso López piensa que la única
forma de ponerles punto final es denunciar a los
promotores.
Pero un líder del barrio que pidió la reserva dijo que
los padres de familia saben qué pasa. "Solo les
interesa que sus hijos lleven plata a la casa", o que
no queden como 'gallinas'. Otros sacan pecho porque su
hijo es el "más varón".
Otro vecino está en favor de esos combates: "Era bueno
porque uno se entretenía, sin vicios, ni apuestas, ni
nada".
Para algunos, lo más "curioso" son las contiendas
entre mujeres, porque son el desahogo de viejas
enemistades.
El sacerdote Ernesto Gómez, de la parroquia San José,
la más importante de este municipio quindiano de
40.000 habitantes, dice que el fenómeno que brota en
varios sectores del pueblo se debe a que "los
colombianos hemos aprendido a no ver, no oír y callar,
frente a la violencia".
El cura hizo un llamado a la población: "La gente debe
entender que ayer le ocurrió al hijo del vecino y hoy
puede ser mi hijo".
"Hay unos vivos que se aprovechan de algunos ingenuos,
y de la pobreza de niños que quieren llevar plata a la
casa. Padres ignorantes se hacen los de la vista
gorda", advierte el sacerdote.
"La comunidad vino y denunció, y nosotros le
informamos a la Policía. Al parecer comenzó siendo
deporte, pero la cosa terminó en riñas entre los
niños", comentó el personero de Montenegro.
Con reportería de Jorge Mendoza
MONTENEGRO (QUINDÍO)
http://www.eltiempo .com/nacion/ cafe/2007- 08-16/ARTICULO- WEB-NOTA_ INTERIOR- 3682105.html
los niños en combates.
Apostadores hacen corrillo en la cancha del barrio
Tomás Cipriano de Mosquera para forzar a niños y niñas
de 10 a 16 años a que ganen combates que organizan en
un improvisado ring de boxeo.
Los apostadores llevan los guantes y les ofrecen
pírricas sumas a quienes ganen. Muchos pequeños llegan
a sus casas con el cuerpo golpeado, los ojos morados y
3.000 pesos en el bolsillo.
Otros salen hacia el centro médico, como le ocurrió a
uno de 11 años, a quien le partieron la nariz.
Líderes del sector denunciaron esos combates
clandestinos, pero no a los promotores. Temen ser
agredidos. La Policía reporta que tres menores fueron
sorprendidos hace una semana con los guantes y sus
padres fueron amonestados.
Se calcula que desde hace cuatro meses unos 20 menores
participan en esas peleas.
Testigos han identificado a los promotores como
Robert, John y Francisco, de entre 18 y 22 años, pero
se desconocen sus apellidos.
Autoridades intentan verificar una versión según la
cual, uno de los promotores de los encuentros, de los
que participan habitantes del barrio, es bombero. La
detención de ellos ha sido imposible porque cuando los
agentes llegan a la cancha, ellos han huido alertados
por 'campaneros' , ubicados estratégicamente.
"Son cerebros torcidos que gozan con eso o tienen un
interés delictivo", dice un vecino.
¿Familias cómplices?
El secretario de Gobierno municipal, José Élmer López,
explicó que como los niños hacen sus combates en las
canchas del barrio, argumentan que se estaban
recreando. "El nuevo Código del Menor tampoco nos
permite hacer mucho al respecto", señala.
Hasta el momento no se han podido reunir evidencias
sobre las apuestas. Por eso López piensa que la única
forma de ponerles punto final es denunciar a los
promotores.
Pero un líder del barrio que pidió la reserva dijo que
los padres de familia saben qué pasa. "Solo les
interesa que sus hijos lleven plata a la casa", o que
no queden como 'gallinas'. Otros sacan pecho porque su
hijo es el "más varón".
Otro vecino está en favor de esos combates: "Era bueno
porque uno se entretenía, sin vicios, ni apuestas, ni
nada".
Para algunos, lo más "curioso" son las contiendas
entre mujeres, porque son el desahogo de viejas
enemistades.
El sacerdote Ernesto Gómez, de la parroquia San José,
la más importante de este municipio quindiano de
40.000 habitantes, dice que el fenómeno que brota en
varios sectores del pueblo se debe a que "los
colombianos hemos aprendido a no ver, no oír y callar,
frente a la violencia".
El cura hizo un llamado a la población: "La gente debe
entender que ayer le ocurrió al hijo del vecino y hoy
puede ser mi hijo".
"Hay unos vivos que se aprovechan de algunos ingenuos,
y de la pobreza de niños que quieren llevar plata a la
casa. Padres ignorantes se hacen los de la vista
gorda", advierte el sacerdote.
"La comunidad vino y denunció, y nosotros le
informamos a la Policía. Al parecer comenzó siendo
deporte, pero la cosa terminó en riñas entre los
niños", comentó el personero de Montenegro.
Con reportería de Jorge Mendoza
MONTENEGRO (QUINDÍO)
http://www.eltiempo .com/nacion/ cafe/2007- 08-16/ARTICULO- WEB-NOTA_ INTERIOR- 3682105.html
Entre 'El Diablo' y 'El Mudo'
Norte del Valle
Entre 'El Diablo' y 'El Mudo'
El municipio de Cartago tiene el reto de enfrentar las próximas elecciones sin la presión directa del capo Hernando Gómez Bustamante, alias ´Rasguño´. No obstante, se siente que aún imperan las viejas mañas de corrupción política, la posible infiltración de dineros calientes y los respaldos non santos.
Antes de su captura, Hernando Gómez Bustamante, alias ´Rasguño´ era el amo y señor de Cartago, en el norte del Valle del Cauca. Allí implantó su régimen de terror y extendió su poder corruptor a todas las esferas de la vida social de esa pequeña localidad y sus alrededores. Por lo menos así lo dejó entrever durante una entrevista que concedió al diario El Tiempo, en marzo de este año antes de su extradición a Estados Unidos, en la que aseguró: “manejé dos o tres congresistas y unos ocho alcaldes del norte del Valle. Los nombres prefiero reservarlos. Otros alcaldes los manejó Davinson (uno de sus lugartenientes, que también fue extraditado)".
Aún sin mencionar nombres, el jefe del cartel del norte del Valle puso el dedo en la llaga y constató lo que es considerado en la región como un secreto a voces: La mafia pone y quita alcaldes en esta zona considerada el nuevo gran epicentro del narcotráfico. La contundencia con la que ´Rasguño´ reconoce que era inevitable que los tentáculos de su poder corruptor y la de sus hombres de confianza permearan la política local, dejaron pocas dudas.
Los indicios en torno al ´matrimonio´ entre mafia y política, reposan en los expedientes del juicio que se adelanta actualmente contra la ex alcaldesa de Alcalá, Gina Escobar López y cinco personas más. La ex mandataria está señalada de ser la autora intelectual del asesinato del líder cívico y ex candidato a la alcaldía, William Grajales, ocurrido en enero de 2006. Entre las pruebas de la fiscalía se encuentran grabaciones de cientos de llamadas telefónicas en las que es relacionada con el jefe paramilitar desmovilizado, Carlos Mario Jiménez Naranjo, alias Macaco y Aldemar Rendón, jefe de finanzas de ´Rasguño´, entre otras. También está el antecedente del proceso por narcotráfico que se lleva contra un hermano de la alcaldesa de Zarzal, que si bien no involucra a la burgomaestre, le ha dejado un manto de dudas sobre su independencia.
Para el senador Élmer Arenas, "ese maridaje entre mafia y política es evidente en el norte del Valle y se mantiene; prueba de ello es que aún existen pueblitos donde candidatos hacen campañas con inversiones superiores a los mil millones de pesos", según lo aseguró al diario El País de Cali.
La tesis del senador Arenas gira en torno a Luis Ariel Rodríguez, un controvertido personaje considerado por las autoridades como cercano a ´Rasguño´ y de fuertes lazos con un grupo de políticos en Cartago y otros siete municipios de la zona. Esto coincide con las denuncias de organizaciones comunitarias, como el Comité Cívico de Amor por Cartago, de alta credibilidad localmente. Rodríguez, conocido como el ‘Diablo’, fue asesinado en agosto de 2004, era esposo de la ex parlamentaria María Nancy Montoya. Varios políticos de Cartago y la región que pidieron reserva de sus nombres, aseguran haber sufrido sus intimidaciones que incluso llevaron a la renuncia del alcalde de Cartago, José Luis Jiménez, en junio de 2004. Esto fue negado en su momento por Jiménez.
En medio de ese panorama es que se da la campaña electoral en Cartago. La preocupación de que se infiltren dineros de la mafia es generalizada. Prueba de ello es que a comienzo de agosto la Cámara de Comercio de Cartago desarrolló una audiencia con el Zar Anticorrupción, Rodrigo Lara, quien debió atender quejas relacionadas con la contienda electoral.
El escenario que había sido convocado para discutir posibles temas de corrupción local, fue aprovechado por líderes cívicos quienes le pidieron a Lara revisar la financiación y respaldos de varias de las siete candidaturas en disputa por la alcaldía. “Hay antecedentes de un movimiento político que en un comienzo alcanzó sólo 400 votos y de un momento a otro llegó a consolidar 20.000 votos. Según comentarios de la misma gente, existen ahora influencias de otros grupos mafiosos no tan consolidados como los anteriores, pero que intimidan con su virtual presencia cualquier expresión de la democracia", dijo Andrés Felipe Llanos, uno de los que integra el comité Cívico de Amor por Cartago.
En la misma reunión, dirigentes políticos llamaron la atención sobre los respaldos a uno de esos candidatos cuestionado y que puntea las preferencias: Mohamed Duque García, del partido de la U. El apoyo que ha despertado controversia es el que le dio el hoy representante a la Cámara por la U, Luis Carlos Restrepo Orozco. Este congresista es uno de mayor influencia en la región. Desde la infancia lo conocen como el ‘Mudo’ y es considerado por sus propios seguidores como el último ´gamonal´ de la región.
Su virtud política lo constituyen el olfato y la sensibilidad para crear alianzas. Quizás por esa razón hoy es difícil encontrar rastros de sus orígenes en el partido Liberal; allí logró ser elegido durante diez años consecutivos, diputado del Valle. Su primera jugada en ese ´ajedrez´ político y quizás la más controvertida, fue con el desaparecido Movimiento Popular Unido, MPU que lo llevó hace siete años a la alcaldía de Cartago, su ciudad natal.
Para las elecciones de 2000, el MPU arrasó en el norte del Valle, conquistando no sólo la alcaldía de Cartago, sino la de otras localidades como Toro, Alcalá y Obando; a ese triunfo se sumaron 27 curules al concejo en los mismos municipios.
Restrepo Orozco llegó a la Cámara siendo fórmula en el Valle de la senadora Dilian Francisca Toro. El ´Mudo´ obtuvo 17.900 votos en todo el departamento. Ese triunfo lo ratificó como el líder político del partido en el norte y además le concedió la oportunidad de postular nombres para las candidaturas a las alcaldías de algunos municipios de la zona.
En Cartago, El ´Mudo´ avaló a Mohamed Duque, en contra de la voluntad de la senadora Dilian Francisca Toro, directora de la U en el Valle. Duque, adicionalmente tiene el respaldo de Convergencia Ciudadana a través del senador Juan Carlos Martínez Sinisterra, líder en el Valle del desaparecido MPU. No obstante y en medio de esa amalgama de respaldos, el candidato de El ´Mudo´ debe enfrentar un reto anticipado; salir ´ileso´ de una Resolución de Acusación proferida en su contra desde hace 58 meses por la Fiscalía Sexta de Buga, por el presunto delito de intervención indebida en política, cuando era alcalde de El Cairo entre 1998 y 2000. Duque será llamado a juicio este 11 de septiembre.
Sin embargo, para el ‘Mudo´ el tema de las alianzas no le ha causado tantos problemas como los señalamientos del que ha sido objeto por cuenta de la relación que tenía con Ariel Rodríguez, alias el ‘Diablo’, cuando éste, avalado por el MPU en 2000, se hizo elegir concejal de Cartago.
En 2005 el senador Luis Élmer Arenas en el Congreso denunció que el hoy congresista Restrepo Orozco se valía del que él denomina “poder sicarial de el ‘Diablo’”, para intimidar a sus opositores y mantener intacto el capital político no sólo en Cartago sino en algunos municipios del Norte del Valle. Las denuncias contra Rodríguez nunca fueron comprobadas y en su momento Restrepo Orozco anunció demandas contra Élmer Arenas por injuria y calumnia. No se conoce que hayan prosperado.
El congresista dijo a Votebien que los señalamientos en su contra son infundados. Reconoce que conoció y respaldo a el ‘Diablo’, “como lo hizo todo el mundo en ese momento que no se le conocía nada raro, tanto que el mismo senador Arenas que hoy me acusa avaló la candidatura de la esposa de ese señor al congreso”. También acepta que en una oportunidad le presentaron a alias ‘Rasguño’ “como todos en Cartago”. Dice que lo han tratado de estigmatizar buscando enredar la candidatura de su protegido con el narcotráfico y el paramilitarismo, pero según él, esto genero la indignación de la gente que le reconoce y apoya su trayectoria de más de 30 años de vida pública.
Lo cierto por ahora es que Luis Carlos Restrepo Orozco es uno de los dirigentes más curtido de la región, de gran ascendencia sobre el poder político en el norte del Valle. Aún así, su respaldo considerado en los mentideros políticos de la región como el toque ganador, puede en la práctica significarle enredos a sus candidatos ante la opinión pública, como le está sucediendo a Mohamed Duque, candidato por la U a la alcaldía de Cartago
Entre 'El Diablo' y 'El Mudo'
El municipio de Cartago tiene el reto de enfrentar las próximas elecciones sin la presión directa del capo Hernando Gómez Bustamante, alias ´Rasguño´. No obstante, se siente que aún imperan las viejas mañas de corrupción política, la posible infiltración de dineros calientes y los respaldos non santos.
Antes de su captura, Hernando Gómez Bustamante, alias ´Rasguño´ era el amo y señor de Cartago, en el norte del Valle del Cauca. Allí implantó su régimen de terror y extendió su poder corruptor a todas las esferas de la vida social de esa pequeña localidad y sus alrededores. Por lo menos así lo dejó entrever durante una entrevista que concedió al diario El Tiempo, en marzo de este año antes de su extradición a Estados Unidos, en la que aseguró: “manejé dos o tres congresistas y unos ocho alcaldes del norte del Valle. Los nombres prefiero reservarlos. Otros alcaldes los manejó Davinson (uno de sus lugartenientes, que también fue extraditado)".
Aún sin mencionar nombres, el jefe del cartel del norte del Valle puso el dedo en la llaga y constató lo que es considerado en la región como un secreto a voces: La mafia pone y quita alcaldes en esta zona considerada el nuevo gran epicentro del narcotráfico. La contundencia con la que ´Rasguño´ reconoce que era inevitable que los tentáculos de su poder corruptor y la de sus hombres de confianza permearan la política local, dejaron pocas dudas.
Los indicios en torno al ´matrimonio´ entre mafia y política, reposan en los expedientes del juicio que se adelanta actualmente contra la ex alcaldesa de Alcalá, Gina Escobar López y cinco personas más. La ex mandataria está señalada de ser la autora intelectual del asesinato del líder cívico y ex candidato a la alcaldía, William Grajales, ocurrido en enero de 2006. Entre las pruebas de la fiscalía se encuentran grabaciones de cientos de llamadas telefónicas en las que es relacionada con el jefe paramilitar desmovilizado, Carlos Mario Jiménez Naranjo, alias Macaco y Aldemar Rendón, jefe de finanzas de ´Rasguño´, entre otras. También está el antecedente del proceso por narcotráfico que se lleva contra un hermano de la alcaldesa de Zarzal, que si bien no involucra a la burgomaestre, le ha dejado un manto de dudas sobre su independencia.
Para el senador Élmer Arenas, "ese maridaje entre mafia y política es evidente en el norte del Valle y se mantiene; prueba de ello es que aún existen pueblitos donde candidatos hacen campañas con inversiones superiores a los mil millones de pesos", según lo aseguró al diario El País de Cali.
La tesis del senador Arenas gira en torno a Luis Ariel Rodríguez, un controvertido personaje considerado por las autoridades como cercano a ´Rasguño´ y de fuertes lazos con un grupo de políticos en Cartago y otros siete municipios de la zona. Esto coincide con las denuncias de organizaciones comunitarias, como el Comité Cívico de Amor por Cartago, de alta credibilidad localmente. Rodríguez, conocido como el ‘Diablo’, fue asesinado en agosto de 2004, era esposo de la ex parlamentaria María Nancy Montoya. Varios políticos de Cartago y la región que pidieron reserva de sus nombres, aseguran haber sufrido sus intimidaciones que incluso llevaron a la renuncia del alcalde de Cartago, José Luis Jiménez, en junio de 2004. Esto fue negado en su momento por Jiménez.
En medio de ese panorama es que se da la campaña electoral en Cartago. La preocupación de que se infiltren dineros de la mafia es generalizada. Prueba de ello es que a comienzo de agosto la Cámara de Comercio de Cartago desarrolló una audiencia con el Zar Anticorrupción, Rodrigo Lara, quien debió atender quejas relacionadas con la contienda electoral.
El escenario que había sido convocado para discutir posibles temas de corrupción local, fue aprovechado por líderes cívicos quienes le pidieron a Lara revisar la financiación y respaldos de varias de las siete candidaturas en disputa por la alcaldía. “Hay antecedentes de un movimiento político que en un comienzo alcanzó sólo 400 votos y de un momento a otro llegó a consolidar 20.000 votos. Según comentarios de la misma gente, existen ahora influencias de otros grupos mafiosos no tan consolidados como los anteriores, pero que intimidan con su virtual presencia cualquier expresión de la democracia", dijo Andrés Felipe Llanos, uno de los que integra el comité Cívico de Amor por Cartago.
En la misma reunión, dirigentes políticos llamaron la atención sobre los respaldos a uno de esos candidatos cuestionado y que puntea las preferencias: Mohamed Duque García, del partido de la U. El apoyo que ha despertado controversia es el que le dio el hoy representante a la Cámara por la U, Luis Carlos Restrepo Orozco. Este congresista es uno de mayor influencia en la región. Desde la infancia lo conocen como el ‘Mudo’ y es considerado por sus propios seguidores como el último ´gamonal´ de la región.
Su virtud política lo constituyen el olfato y la sensibilidad para crear alianzas. Quizás por esa razón hoy es difícil encontrar rastros de sus orígenes en el partido Liberal; allí logró ser elegido durante diez años consecutivos, diputado del Valle. Su primera jugada en ese ´ajedrez´ político y quizás la más controvertida, fue con el desaparecido Movimiento Popular Unido, MPU que lo llevó hace siete años a la alcaldía de Cartago, su ciudad natal.
Para las elecciones de 2000, el MPU arrasó en el norte del Valle, conquistando no sólo la alcaldía de Cartago, sino la de otras localidades como Toro, Alcalá y Obando; a ese triunfo se sumaron 27 curules al concejo en los mismos municipios.
Restrepo Orozco llegó a la Cámara siendo fórmula en el Valle de la senadora Dilian Francisca Toro. El ´Mudo´ obtuvo 17.900 votos en todo el departamento. Ese triunfo lo ratificó como el líder político del partido en el norte y además le concedió la oportunidad de postular nombres para las candidaturas a las alcaldías de algunos municipios de la zona.
En Cartago, El ´Mudo´ avaló a Mohamed Duque, en contra de la voluntad de la senadora Dilian Francisca Toro, directora de la U en el Valle. Duque, adicionalmente tiene el respaldo de Convergencia Ciudadana a través del senador Juan Carlos Martínez Sinisterra, líder en el Valle del desaparecido MPU. No obstante y en medio de esa amalgama de respaldos, el candidato de El ´Mudo´ debe enfrentar un reto anticipado; salir ´ileso´ de una Resolución de Acusación proferida en su contra desde hace 58 meses por la Fiscalía Sexta de Buga, por el presunto delito de intervención indebida en política, cuando era alcalde de El Cairo entre 1998 y 2000. Duque será llamado a juicio este 11 de septiembre.
Sin embargo, para el ‘Mudo´ el tema de las alianzas no le ha causado tantos problemas como los señalamientos del que ha sido objeto por cuenta de la relación que tenía con Ariel Rodríguez, alias el ‘Diablo’, cuando éste, avalado por el MPU en 2000, se hizo elegir concejal de Cartago.
En 2005 el senador Luis Élmer Arenas en el Congreso denunció que el hoy congresista Restrepo Orozco se valía del que él denomina “poder sicarial de el ‘Diablo’”, para intimidar a sus opositores y mantener intacto el capital político no sólo en Cartago sino en algunos municipios del Norte del Valle. Las denuncias contra Rodríguez nunca fueron comprobadas y en su momento Restrepo Orozco anunció demandas contra Élmer Arenas por injuria y calumnia. No se conoce que hayan prosperado.
El congresista dijo a Votebien que los señalamientos en su contra son infundados. Reconoce que conoció y respaldo a el ‘Diablo’, “como lo hizo todo el mundo en ese momento que no se le conocía nada raro, tanto que el mismo senador Arenas que hoy me acusa avaló la candidatura de la esposa de ese señor al congreso”. También acepta que en una oportunidad le presentaron a alias ‘Rasguño’ “como todos en Cartago”. Dice que lo han tratado de estigmatizar buscando enredar la candidatura de su protegido con el narcotráfico y el paramilitarismo, pero según él, esto genero la indignación de la gente que le reconoce y apoya su trayectoria de más de 30 años de vida pública.
Lo cierto por ahora es que Luis Carlos Restrepo Orozco es uno de los dirigentes más curtido de la región, de gran ascendencia sobre el poder político en el norte del Valle. Aún así, su respaldo considerado en los mentideros políticos de la región como el toque ganador, puede en la práctica significarle enredos a sus candidatos ante la opinión pública, como le está sucediendo a Mohamed Duque, candidato por la U a la alcaldía de Cartago
Septiembre 12 de 2007 -
Jefe paramilitar Iván Laverde Zapata 'El iguano' confesó 2.000 crímenes
Él era hombre de Salvatore Mancuso en Norte de Santander. Durante su audiencia de Justcia y Paz ya ha dado información sobre 380 asesinatos.
Antes de su declaración, la Fiscalía le imputaba 33 crímenes.
De acuerdo con Luis González, coordinador de Justicia y Paz de la Fiscalía, la lista que tiene 'El iguano' o 'Pedro Fronteras', va en cerca de 380 crímenes, pero durante la versión libre que rindió ayer en Barranquilla, insistió en que confesará 2.000. De ellos, entre 180 y 200 los cometió él mismo.
"Si no son 2.000 los muertos, nos acercamos a ese número", dijo ayer el desmovilizado, que era uno de los jefes del 'bloque Catatumbo' de las Auc.
Pese a la aterradora cifra, desde Cúcuta el director de la Fundación Progresar, Wilfredo Cañizares, señaló que 'El Iguano' y su gente son responsables de cerca de 5.000 homicidios que se cometieron entre el 2000 y el 2004 en la capital de Norte de Santander, Patios, Villa del Rosario, Puerto Santander, Zulia, Sardinata y San Cayetano, donde operaba el 'bloque Fronteras'.
'El iguano', que a los 16 años ya estaba vinculado con los paramilitares en Turbo, fue escogido para ir al Catatumbo por Carlos Castaño, debido a que tenía la confianza de los jefes para desempeñar un papel político y militar.
"Metió la mano en campañas y su influencia se sintió no solo en Cúcuta, donde se le responsabiliza de al menos 60 masacres, sino en 20 municipios de Norte de Santander, donde manejaba presupuestos", dicen las investigaciones de Progresar.
Sin embargo, 'El iguano' dijo ayer que solo se había reunido en una oportunidad con 18 alcaldes para exigirles "que cumplieran con las obras que habían prometido".
Guerra por economía ilícita
El 'bloque Fronteras' tenía la misión de controlar las economías ilícitas en su área de influencia (prostitución, venta de droga) y la comercialización y envío de la cocaína proveniente de las zonas de cultivos ilícitos que protegía el 'bloque Catatumbo', que trabajaba más en la zona rural.
Su llegada a Cúcuta produjo un duro enfrentamiento que causó numerosas muertes.
"Desarrolló la más grande ofensiva urbana que dejó entre 800 y 900 personas muertas entre prostitutas, consumidores de alucinógenos, pequeños comercializadores de droga, además de líderes sociales que denunciaban sus tareas criminales", explicó Cañizares.
Filtración en Fiscalía
El 'bloque Fronteras' se movía más entre la mafia y el control del narcotráfico y su campamento estaba en la vía entre Cúcuta y Puerto Santander.
'El iguano' confirmó que la entonces directora de la Fiscalía de Cúcuta, Ana María Flórez, les filtraba información a los paramilitares a través de una funcionaria a la que identificó como Magali Moreno, alias 'Perla', a quien por esta labor le pagaban un millón de pesos mensuales.
La información consistía en alertar sobre operativos en contra de los 'paras' y en señalar a supuestos guerrilleros o colaboradores de la subversión.
El paramilitar reconoció el asesinato de Carlos Pinzón Gil, agente del CTI de la Fiscalía, y de su novia Carolina Osma. Fueron asesinados y lanzados al río Zulia. Los mataron porque supuestamente la muchacha era colaboradora de la guerrilla.
Confesó, además, el asesinato del director del DAS de Cúcuta Jorge Díaz, el 17 de abril del 2005 en Venezuela.
Dijo que sus hombres dieron muerte a Gloria Inés Marín Amaya, directora de la Ong Mucarvir; a Miguel Ángel Lizcano Calderón, escolta de la anterior; Róger Narciso Guzmán Guzmán, asesor de la ONG; y a Pedro Antonio Niño Peña, conductor.
Otra de sus víctimas fue Carlos Salvador Bernal Ramírez, defensor de Derechos Humanos.
Su confesión, según Luis González, plantea un reto para la Fiscalía.
'Monoleche' liga a Carranza con los 'paras'
MEDELLÍN
Dos trabajadores del esmeraldero Víctor Carranza habrían participado junto con ganaderos del Meta en las reuniones en las que los hermanos Carlos y Vicente Castaño prepararon la llegada de los 'paras' a los Llanos.
Así lo dijo ayer el ex integrante del bloque Bananero de las Auc Jesús Ignacio Roldán alias 'Monoleche' durante el segundo día de su versión libre de Justicia y Paz.
Carranza había sido señalado por conformación de grupos ilegales pero luego lo exoneraron. Ahora se podría complicar.
En otros pasajes de la diligencia y contradiciendo las versiones que lo dan por muerto, 'Monoleche' se refirió en presente (como si estuviera vivo) a su ex patrón Vicente Castaño.
'Las víctimas deben vincularse al proceso'
El coordinador nacional de Justicia y Paz de la Fiscalía, Luis González, destacó la inmensa tarea que representa para ese organismo y para todas las entidades involucradas en el proceso con los paramilitares, el hecho de que uno solo de ellos prometa confesar 2.000 crímenes que permanecían en la impunidad.
¿Jorge Iván Laverde, alias 'El Iguano, es el paramilitar que más crímenes ha confesado?
La última vez que hablamos tenía una lista de unos 380, pero dijo que confesará 2.000 crímenes cometidos por la organización bajo su mando. Ramón Isaza va en cerca de 800 y Édgar Ignacio Fierro, 'don Antonio', en unos 680.
¿Qué sigue para la Fiscalía luego de estas confesiones?
La Fiscalía y todas las entidades involucradas en Justicia y Paz tenemos la responsabilidad de ubicar esos procesos, avanzar en las investigaciones y determinar si es o no cierta la versión sobre esos crímenes. Además, tenemos que lograr que las víctimas participen en el proceso.
¿Qué representa para la sociedad el esclarecimiento de tantos homicidios?
Que sea la sociedad la que diga lo que significa el hecho de que salga a la luz lo que ocurrió en tantos crímenes que permanecían en la impunidad.
Jefe paramilitar Iván Laverde Zapata 'El iguano' confesó 2.000 crímenes
Él era hombre de Salvatore Mancuso en Norte de Santander. Durante su audiencia de Justcia y Paz ya ha dado información sobre 380 asesinatos.
Antes de su declaración, la Fiscalía le imputaba 33 crímenes.
De acuerdo con Luis González, coordinador de Justicia y Paz de la Fiscalía, la lista que tiene 'El iguano' o 'Pedro Fronteras', va en cerca de 380 crímenes, pero durante la versión libre que rindió ayer en Barranquilla, insistió en que confesará 2.000. De ellos, entre 180 y 200 los cometió él mismo.
"Si no son 2.000 los muertos, nos acercamos a ese número", dijo ayer el desmovilizado, que era uno de los jefes del 'bloque Catatumbo' de las Auc.
Pese a la aterradora cifra, desde Cúcuta el director de la Fundación Progresar, Wilfredo Cañizares, señaló que 'El Iguano' y su gente son responsables de cerca de 5.000 homicidios que se cometieron entre el 2000 y el 2004 en la capital de Norte de Santander, Patios, Villa del Rosario, Puerto Santander, Zulia, Sardinata y San Cayetano, donde operaba el 'bloque Fronteras'.
'El iguano', que a los 16 años ya estaba vinculado con los paramilitares en Turbo, fue escogido para ir al Catatumbo por Carlos Castaño, debido a que tenía la confianza de los jefes para desempeñar un papel político y militar.
"Metió la mano en campañas y su influencia se sintió no solo en Cúcuta, donde se le responsabiliza de al menos 60 masacres, sino en 20 municipios de Norte de Santander, donde manejaba presupuestos", dicen las investigaciones de Progresar.
Sin embargo, 'El iguano' dijo ayer que solo se había reunido en una oportunidad con 18 alcaldes para exigirles "que cumplieran con las obras que habían prometido".
Guerra por economía ilícita
El 'bloque Fronteras' tenía la misión de controlar las economías ilícitas en su área de influencia (prostitución, venta de droga) y la comercialización y envío de la cocaína proveniente de las zonas de cultivos ilícitos que protegía el 'bloque Catatumbo', que trabajaba más en la zona rural.
Su llegada a Cúcuta produjo un duro enfrentamiento que causó numerosas muertes.
"Desarrolló la más grande ofensiva urbana que dejó entre 800 y 900 personas muertas entre prostitutas, consumidores de alucinógenos, pequeños comercializadores de droga, además de líderes sociales que denunciaban sus tareas criminales", explicó Cañizares.
Filtración en Fiscalía
El 'bloque Fronteras' se movía más entre la mafia y el control del narcotráfico y su campamento estaba en la vía entre Cúcuta y Puerto Santander.
'El iguano' confirmó que la entonces directora de la Fiscalía de Cúcuta, Ana María Flórez, les filtraba información a los paramilitares a través de una funcionaria a la que identificó como Magali Moreno, alias 'Perla', a quien por esta labor le pagaban un millón de pesos mensuales.
La información consistía en alertar sobre operativos en contra de los 'paras' y en señalar a supuestos guerrilleros o colaboradores de la subversión.
El paramilitar reconoció el asesinato de Carlos Pinzón Gil, agente del CTI de la Fiscalía, y de su novia Carolina Osma. Fueron asesinados y lanzados al río Zulia. Los mataron porque supuestamente la muchacha era colaboradora de la guerrilla.
Confesó, además, el asesinato del director del DAS de Cúcuta Jorge Díaz, el 17 de abril del 2005 en Venezuela.
Dijo que sus hombres dieron muerte a Gloria Inés Marín Amaya, directora de la Ong Mucarvir; a Miguel Ángel Lizcano Calderón, escolta de la anterior; Róger Narciso Guzmán Guzmán, asesor de la ONG; y a Pedro Antonio Niño Peña, conductor.
Otra de sus víctimas fue Carlos Salvador Bernal Ramírez, defensor de Derechos Humanos.
Su confesión, según Luis González, plantea un reto para la Fiscalía.
'Monoleche' liga a Carranza con los 'paras'
MEDELLÍN
Dos trabajadores del esmeraldero Víctor Carranza habrían participado junto con ganaderos del Meta en las reuniones en las que los hermanos Carlos y Vicente Castaño prepararon la llegada de los 'paras' a los Llanos.
Así lo dijo ayer el ex integrante del bloque Bananero de las Auc Jesús Ignacio Roldán alias 'Monoleche' durante el segundo día de su versión libre de Justicia y Paz.
Carranza había sido señalado por conformación de grupos ilegales pero luego lo exoneraron. Ahora se podría complicar.
En otros pasajes de la diligencia y contradiciendo las versiones que lo dan por muerto, 'Monoleche' se refirió en presente (como si estuviera vivo) a su ex patrón Vicente Castaño.
'Las víctimas deben vincularse al proceso'
El coordinador nacional de Justicia y Paz de la Fiscalía, Luis González, destacó la inmensa tarea que representa para ese organismo y para todas las entidades involucradas en el proceso con los paramilitares, el hecho de que uno solo de ellos prometa confesar 2.000 crímenes que permanecían en la impunidad.
¿Jorge Iván Laverde, alias 'El Iguano, es el paramilitar que más crímenes ha confesado?
La última vez que hablamos tenía una lista de unos 380, pero dijo que confesará 2.000 crímenes cometidos por la organización bajo su mando. Ramón Isaza va en cerca de 800 y Édgar Ignacio Fierro, 'don Antonio', en unos 680.
¿Qué sigue para la Fiscalía luego de estas confesiones?
La Fiscalía y todas las entidades involucradas en Justicia y Paz tenemos la responsabilidad de ubicar esos procesos, avanzar en las investigaciones y determinar si es o no cierta la versión sobre esos crímenes. Además, tenemos que lograr que las víctimas participen en el proceso.
¿Qué representa para la sociedad el esclarecimiento de tantos homicidios?
Que sea la sociedad la que diga lo que significa el hecho de que salga a la luz lo que ocurrió en tantos crímenes que permanecían en la impunidad.
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