viernes, 25 de mayo de 2007

Colombia sacudida por paro nacional contra políticas del gobierno de Uribe



Número 171 – mayo 24 de 2007
Colombia sacudida por paro nacional contra políticas del gobierno de Uribe


Más de 42.000 personas marcharon el miércoles 23 de mayo en Bogotá, en el marco del Paro Nacional. A la convocatoria, realizada por la Gran Coalición Democrática, respondieron organizaciones de estudiantes, maestros, trabajadores, pensionados, indígenas, campesinos, afrocolombianos, vendedores ambulantes, mujeres, desplazados, pobladores de los barrios populares y de diversos sectores de la sociedad que salieron a las calles para rechazar el Tratado de Libre Comercio, el recorte a las transferencias presupuestales a las regiones, el Plan Nacional de Desarrollo (PND) 2006-2010, la política represiva del gobierno de Uribe y la penetración de las mafias paramilitares en el Estado.


Desde las 10 de la mañana, hora de la convocatoria, más de 15 diferentes concentraciones se dieron, de acuerdo a la Secretaría de Gobierno del Distrito, por toda Bogotá, generando una gigantesca parálisis de los principales corredores viales de la capital y, en particular, del centro de la ciudad, donde el paso de las marchas hacia la Plaza de Bolívar, sede del Congreso, las altas cortes y del Palacio de Gobierno, estuvo marcado por gigantescas masas humanas que ocuparon la Carrera Séptima, la décima, la avenida El Dorado, la NQS y la calle 53, para demostrar su descontento con el régimen y las medidas de gobierno asumidas por la actual administración.

Sin plata para lo fundamental

La agenda legislativa del Gobierno Nacional ha estado marcada por la sombra de una crisis económica que se avecinaría con la caída del precio del dólar y el sorprendente aumento de la inflación que se presenta actualmente. Para evitar este conflicto, el Ejecutivo ha introducido iniciativas en el Congreso que recortarían, aún más, los ya insuficientes recursos que el Estado destina a la salud, la educación, el saneamiento básico y la atención de la población en situación de vulnerabilidad, y ha anunciado la posible implementación de una nueva reforma tributaria para atenuar los efectos de fenómenos como el masivo ingreso de divisas, relacionadas en muchos casos con el lavado de activos del narcoparamilitarismo, y el uso de las finanzas públicas en las corruptelas propias del proceso de elecciones regionales que se aproxima.
En este sentido, no es raro que se pretenda, por vía de una nueva reforma a la Constitución de 1991, recortar nuevamente los recursos que la nación transfiere a los departamentos para el funcionamiento de estos servicios básicos, lo cual pondría en apuros a las administraciones departamentales y municipales de las zonas más pobres para garantizar el sostenimiento de hospitales, puestos de salud, escuelas y hasta redes de acueducto y alcantarillado, de forma que se verían abocadas estas instituciones a una quimérica autofinanciación, al cierre definitivo o a su privatización.
Este elemento, junto con la aprobación en el Congreso del PND, que articula el panorama del país para los próximos años, ha generado la indignación de profesores, estudiantes, trabajadores de la salud y de los servicios públicos, así como de usuarios y comunidades organizadas en las regiones.
Tal fuerza cobra esta problemática que los educadores agrupados en Fecode y las principales organizaciones de estudiantes de secundaria –Andes, FES, UDES, OCE, Consec– han iniciado un cese de actividades de carácter indefinido que mantiene sin clases una gran mayoría de los planteles públicos del país y que ha desatado las iras del gobierno, que no ha dudado en catalogar la protesta de ilegítima y a estas organizaciones de mentir al país al denunciar el recorte de más de 42.000 millones de pesos para la educación, liderando, tal como lo señaló Uribe Vélez, “un paro injusto, un paro político”, mientras la ministra de Educación, Cecilia María Vélez White, los ha acusado de “irresponsables” por apoyar las demandas estudiantiles y por proponer un retorno a la liquidación de transferencias consagrada en la Constitución de 1991.
Ante este panorama, los principales dirigentes del gremio magisterial han manifestado que “aceptar la reforma a las transferencias es aceptar la pérdida de más de 32.000 plazas docentes” y que el propio gobierno admite, en los documentos de análisis elaborados para sustentar su posición para el debate parlamentario, que “la reforma a las transferencias –de 2001– ha significado una pérdida de recursos para departamentos y municipios”. De acuerdo con Fecode, los recortes entre 2009 y 2019, fecha de culminación del plan marco de gobierno de Uribe, los recortes ascenderían a 52 billones de pesos, que, sumados a los más de 14 billones que ya se han quitado a las regiones, serían los mismos recursos “que el presidente reparte a dedo en esa especie de Corte de los Milagros en que se han convertido los semanales Consejos Comunitarios”.
La parálisis, mientras tanto, se mantiene en casi todo el país, aún con zonas en las que los profesores no se unieron a la protesta o fueron coaccionados para no participar, ya sea por vía de la intimidación o por la presión laboral. Se calcula que apenas un 14% de los colegios públicos del país seguiría funcionando normalmente, mientras la ministra habla de una normalidad del 60% y anuncia medidas contra los líderes del movimiento como el no pago de sus salarios.
A la marcha del miércoles 23 en Bogotá han asistido al menos 4.000 estudiantes de secundaria de Bogotá y unos 2.500 de otras regiones que se encontraban marchando entre Fusagasugá y la capital para participar del Paro Nacional.

Universidades en crisis
Mientras tanto, los estudiantes, profesores y trabajadores universitarios mantienen un movimiento que ya completa tres semanas y que ha congregado a 14 instituciones públicas a protestar contra los recortes a las transferencias, las reformas académicas y el ambiente de señalamiento y represión que se vive en todo el país contra estas casas de estudios y sus comunidades académicas.
Sin embargo, es la polémica desatada por la aprobación de los artículos 32 y 38 del PND la que ha reunido a los estudiantes en torno al rechazo a un gobierno que pretende llevar al cierre a las universidades, al pasarles la responsabilidad por el pago de su pasivo pensional, con lo cual “las universidades estarían condenadas a seguir la suerte de la UniAtlántico, que ya fue cerrada, liquidada y sometida por el gobierno a varias reestructuraciones forzadas y no se ven muchas posibilidades de sacarla del problema en el que el mismo gobierno la metió”, según señaló un vocero de los profesores universitarios a El Turbión.
Así mismo, el PND plantea la introducción de un nuevo impuesto a los egresados de las universidades públicas para garantizar, según el gobierno, la sostenibilidad de estas instituciones con la conformación de un fondo de apoyo a la educación que ha sido rechazado por los universitarios. “Ya hemos pagado toda nuestra vida, a punta de impuestos, el derecho a educarnos como para que nos sigan exprimiendo con más: ¡que Uribe y su gente dejen de gastarse lo que nos quitan en la guerra y la corrupción y que le den a las universidades lo que necesitan!”, señaló Alba*, estudiante de la Universidad Pedagógica Nacional, durante la concentración en la Plaza de Bolívar.
El excepcional movimiento universitario ha movilizado estudiantes de todo el país en movilizaciones que han concentrado a decenas de miles de personas. El pasado 10 de mayo en Bogotá se logró una convocatoria de más de 20.000 personas, en la movilización universitaria más grande de la última década. Situaciones similares se han vivido en otras ciudades.
Los estudiantes del Servicio Nacional de Aprendizaje (SENA), más de 5.000 en la movilización del Paro Nacional, se han unido a esta lucha y han manifestado su inconformidad con el manejo que su director, Darío Montoya, ha dado al principal centro de formación técnica del país. Señalan que la corrupción y la politiquería se han apropiado de la institución y que las condiciones de precariedad laboral en las que deben desarrollar sus prácticas son cada vez más deshonrosas, así como la calidad de la educación allí impartida.

Un gobierno mafioso
Otro de los elementos señalados por los manifestantes es la penetración del narcotráfico y las mafias paramilitares en el gobierno y en la estructura del Estado, así como la protección que ofrece el régimen a los responsables de incontables crímenes atroces y de guerra que se siguen cometiendo en el país.
“No es posible que el presidente siga negando su participación en estos grupos de asesinos o su complacencia con sus crímenes: todas las pruebas que han salido a la luz lo implican a él y a sus socios con paramilitares y narcotraficantes”, señala uno de los marchantes al tiempo que porta una pancarta exigiendo el esclarecimiento de la verdad y el cese del terrorismo de Estado.
Defensores de derechos humanos, víctimas de los crímenes de Estado, organizaciones políticas de izquierda y diversas personalidades, así como el Polo Democrático Alternativo, han denunciado insistentemente este asunto que, sin embargo, no parece despertar la menor molestia en los altos mandos del gobierno y sus aliados en los más poderosos sectores del empresariado, los banqueros y los grandes propietarios de tierras en Colombia. De acuerdo con los testimonios de los propios jefes paramilitares y con el avance de las investigaciones de la Corte Suprema de Justicia en el tema de la parapolítica, en la desde mediados de los noventa el fenómeno de las mafias paramilitares pasó de ser un asunto de grupos de mercenarios pagados por empresarios, funcionarios y terratenientes en cada región para convertirse en un instrumento del proyecto de extrema derecha que hoy guía el destino del país y que se ha incrustado en todas las estructuras políticas del Estado colombiano.
Ante esto, el propio presidente sólo ha atinado a decir que “el país lo que necesita es la verdad [...] nos tenemos que preparar para darle el beneficio de la excarcelación a quienes confiesen la verdad y ésta sea aceptada por los jueces de la República", luego de que, la semana pasada, el jefe noarcoparamilitar Salvatore Mancuso declarara ante la justicia la implicación de las principales empresas y gremios del país, además de decenas de políticos –incluidos familiares de Uribe Vélez– y militares en lo que han sido las acciones de estos grupos criminales.
Las actuaciones del gobierno, las fuerzas militares y de policía, así como su colaboración con los narcoparamilitares y las llamadas bandas emergentes fueron parte de las consignas de los manifestantes durante esta jornada. La exigencia del cese de la represión y las amenazas, así como el rechazo a la masiva interceptación de teléfonos que organismos de inteligencia han venido realizando ilegalmente por todo el país marcaron la jornada que se extendió por más de 6 horas por las calles bogotanas.
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Medellín: La Alpujarra copada de marchantes

Una marcha convocada por Fecode, CUT y USO en contra del Plan Nacional de Desarrollo, el TLC, la Ley de Transferencias y la parapolítica se llevó a cabo, el dia 23 de mayo de 2007, en la ciudad de Medellín, a partir de las 10:00am. El recorrido se inició en la Asociación de Institutores de Antioquia (Adida) y terminó a las 12:00m, aproximadamente, en frente del Edificio Inteligente, cerca del Centro Administrativo Alpujarra. La marcha contó con más de 20.000 personas entre maestros, estudiantes de secundaria, estudiantes Universitarios, trabajadores estatales y algunas personas del común que se sumaron a ésta.

23 de mayo, fuerza popular en Manizales
Diferentes sectores marcharon unidos en la ciudad de Manizales, principalmente en rechazo al Plan Nacional de Desarrollo.
Si bien es cierto que el Plan Nacional de Desarrollo ha venido siendo punto central de las últimas movilizaciones, el 23 de mayo cobraron vigencia todas las luchas de los diferentes sectores: estudiantes universitarios y de secundaria, profesores, trabajadores y desempleados, madres solteras cabezas de hogar, vendedores informales, etc., salieron a las calles de Manizales denunciando la situación en que los han puesto las políticas del gobierno liderado por Álvaro Uribe Vélez.
En la mañana de ayer, la asamblea general de estudiantes de la universidad de Caldas declaró la asamblea permanente para el 23 y el 24 de mayo. Posteriormente, en compañía de la Universidad Nacional, salieron en marcha hasta el sector de El Cable, donde esperaban algunos colegios y el SENA. La marcha continúo el recorrido y en Fundadores esperaban otros sectores. De esta manera, se reunieron más de 5000 personas en la protesta.
La movilización recorrió la avenida Santander, pasando por Los Fundadores, donde se hizo una parada y se le expresó a la Ciudad el inconformismo y el rechazo frente al actual gobierno. De allí, la voz de protesta continuó hasta la Alcaldía, donde también se hicieron denuncias. Después de esto, los estudiantes decidieron retornar a la universidad en marcha, pero la lluvia, muy común por estos días en Manizales, disolvió la movilización a mitad del camino.
La fuerza pública hizo presencia durante la marcha con agentes de la Fuerza Disponible. El ESMAD esta vez no hizo presencia, pero si esperaba a los estudiantes en la universidad después de la marcha. Por qué o para qué no se sabe, pero se imagina.

Pereira: universitarios, estudiantes de secundaria, profesores y trabajadores sindicalizados recorrieron las calles
El miércoles 23 mayo se rompió el silencio de la Plaza de Bolívar de Pereira en diferentes horas del día. En la mañana, llegaron cerca de 3.000 personas entre estudiantes de la Universidad Tecnológica de Pereira, de los colegios oficiales y maestros sindicalizados provenientes de Pereira, Cuba y Dosquebradas. En la tarde, más de 300 trabajadores del sindicato de las empresas públicas Sintraemsdes hicieron lo propio y en la noche cerraron la jornada estudiantes y profesores de los colegios nocturnos.
Todos denunciaron las intenciones del gobierno de Álvaro Uribe Vélez de recortar las transferencias para la educación, la salud y la inversión social, sentaron su rechazo a la firma del TLC y a la aprobación del Plan Nacional de Desarrollo, por considerar que constituyen medidas lesivas contra el pueblo colombiano.
Para el jueves 24 de mayo, los maestros pertenecientes al Sindicato de Educadores de Risaralda (SER) realizarán asambleas zonales y municipales. En las horas de la tarde se realizará una reunión del Comité por la defensa de la inversión social.

Pasto: secundaria a la cabeza de las movilizaciones
Estudiantes de secundaria del departamento de Nariño se encuentran movilizados desde el pasado 17 de mayo, fecha en la cual se realizó el Encuentro departamental de estudiantes de secundaria. En esta actividad participaron más de 300 estudiantes que denunciaron la situación actual de los colegios oficiales y de los estudiantes, en especial la represión en zonas como Ricuarte. Adicionalmente, se dio una coordinación de actividades con el sindicato del Magisterio para desarrollar el Paro Nacional del 23 de mayo.
Por su parte, los estudiantes de la Universidad de Nariño bloquearon, el pasado martes 22 de mayo, la vía Panamericana en el sector de Toro Bajo en una jornada de protesta contra la Ley de Transferencias, la política de Uribe, el Plan Nacional de Desarrollo, la criminalización de la protesta en la región y la situación que vive la universidad con la administración del rector Jairo Muñoz, a quien se le exige una rendición de cuentas clara, pedido que no hatenido respuesta alguna hasta la fecha. La actividad, que se inició hacia las 10:30am, devino, dadas las actuaciones de la policía, en fuertes enfrentamientos que se extendieron hasta las 5:00 pm. En la confrontación intervinieron más de 600 estudiantes, de los cuales 4 fueron heridos con balas de goma y 2 fueron detenidos por 24 horas por los uniformados.
El miércoles 23 de mayo se dio inicio al Paro Nacional con la concentración de los manifestantes en diferentes puntos de la ciudad: Universidad de Nariño, colegio INEM, comuna 10, norte, sur y centro de la ciudad. Hacia el medio día, las más de 8.000 personas que constituían las marchas confluyeron en el Parque Nariño, donde se instalaron, esa misma tarde, carpas de docentes y estudiantes de secundaria para continuar el paro y organizar las asambleas informativas que se realizarán durante toda la semana próxima en colegios del departamento con los estudiantes y los padres de familia.Adicionalmente, se prepara, para el próximo miércoles una marcha de antorchas para informar a la ciudadanía la problemática de las transferencias y del Plan Nacional de Desarrollo, así como una jornada cultural para el día viernes 1 de junio.
tomado de El Turbion

MÁS DE 1.500 INDÍGENAS KATÍOS EN EL CHOCÓ TEMEN SER DESALOJADOS VIOLENTAMENTE ESTE FIN DE SEMANA DE LA TOMA PACIFICA EN DOS PUNTOS EN LA PANAMERICANA

Boletín 162 - Mayo 25 de 2007

Comunicaciones ONIC - ONIC 2007: 25 AÑOS DE RESISTENCIA

MÁS DE 1.500 INDÍGENAS KATÍOS EN EL CHOCÓ TEMEN SER DESALOJADOS VIOLENTAMENTE ESTE FIN DE SEMANA DE LA TOMA PACIFICA EN DOS PUNTOS EN LA PANAMERICANA

En comunicado público, las autoridades de la OREWA, ratifican su preocupación de "que el gobierno esté dilatando las decisiones tratando de quebrantar nuestra voluntad y capacidad de resistencia y exponernos a un eventual desalojo violento este fin de semana o en otro momento".

En este caso el temor latente en los dos sitios de la toma pacífica, ya que a los más de 700 indígenas Emberas Katios en el Chocó, que desde el pasado 21 de mayo mantienen la toma pacífica a la panamericana, en el lugar denominado "el dieciocho", localizado en el Municipio del Carmen de Atrato a 42 kilómetros de la capital del Chocó, se sumaron más indígenas en la vía que conduce a Pereira.

Se trata de más de 900 indígenas Emberas Katios, que desde hoy, debido a que el gobierno no ha respondido a sus requerimientos, contemplados en el acta 02 del 27 de abril, decidieron unirse a la toma pacífica en el punto denominado La UNION, cerca de Santa Cecilia, a 4 horas equidistante tanto de Quibdó como de Pereira.

Pese a que el gobierno anunció una reunión para el 29 y 30 de junio, en Quibdo con los Alcaldes del Chocó, las autoridades indígenas manifestaron en comunicado público que en ella sólo se abordará el tema de Salud, pero el tema de etnoeducación no se ha contemplado, por lo que "ante la desidia y el desgobierno nuestros pueblos han decidido continuar en Asamblea Permanente, bloqueando las carretera Quibdo Medellín y Pereira, hasta que se cumplan nuestras exigencias de manera real y seria, basado en la sentencia de la Honorable Corte Constitucional, que reconoce derechos a nuestros pueblos".

"De llegar a padecer un desalojo violento, como situación extrema, reiteramos nuevamente la responsabilidad del gobierno nacional y departamental frente a lo que le pueda suceder a 186 niños y niñas, 15 mujeres embarazadas, 30 personas enfermas, un centenar de ancianos y adultos que esperan solución a derechos viables, sustentados en normas constitucionales y legales, y para los cuales hay recursos asignados, pero hasta ahora no hay es VOLUNTAD POLITICA POR PARTE DEL GOBIERNO", así lo ratificó el presidente de la ONIC, Luis Evelis Andrade Casama.

La toma pacífica de la carretera, se debe al incumplimiento de los acuerdos que se firmaran en el acta 002 por parte de los representantes del Gobierno Nacional y Departamental con autoridades indígenas, donde las autoridades indígenas dejaron constancia que "se mantendrían en asamblea permanente hasta que se llegue a acuerdos en los puntos que han quedado pendientes en el tema de educación, dejando como plazo 15 días", plazo que se agotó y mientras el gobierno pide PACIENCIA, los indígenas ya se les ACABO!!!.

"Urgimos en estos momentos al gobierno nacional que utilice la vía de diálogo y se abstenga de ordenar acciones represivas contra nuestras comunidades ubicadas en la carretera".
Solicitamos una vez más, a las entidades de control a que se investigue y se castigue debidamente los atropellos y delitos cometidos por el gobierno contra nuestra población, en materia educativa, de salud, territorio y derechos humanos. Y que respondan a los requerimientos de los pueblos indígenas en DERECHO. Igualmente invitamos a los medios de comunicación alternativos y masivos a visibilizar lo que está sucediendo, para que no quede registrado solamente las escenas de cómo el gobierno llega con caldos de huevo y bienestarina, respondiendo mediaticamente, pero el problema sigue latente, porque es de fondo, es de incumplimiento a derechos fundamentales y humanos", concluyó Andrade Casama.

ORGANIZACIÓN NACIONAL INDIGENA DE COLOMBIA, ONIC.

¡¡¡¡LEVANTAMIENTO INDIGENA, YA!!!! ¡¡¡¡A DESALAMBRAR!!!!

Paras: “En Valle hay 300 fosas comunes con restos de 800 ejecutados”

Paras: “En Valle hay 300 fosas comunes con restos de 800 ejecutados”

A través de una carta, los paramilitares que actuaron en este departamento del sur occidente del país y que hoy buscan acogerse a la Ley de Justicia y Paz ofrecen contar dónde están enterradas sus víctimas.

Por Fabio PosadaFecha: 05/24/2007 -

Sin que aún el país se reponga del alboroto que causó la primera parte de la confesión de Salvatore Mancuso, ni del estupor por el hallazgo de más de 200 cadáveres en Putumayo, la estela de muerte que las AUC están revelando llegó al Valle del Cauca.

Según José Antonio Arboleda, comandante del Frente Pacífico adscrito al Bloque Calima, quien actúa como vocero de 116 paramilitares presos en la cárcel de máxima seguridad de Palmira, en este departamento habría al menos 300 fosas comunes donde estarían los restos de unas 800 víctimas.

La mayor parte de los ejecutados por el aparato de guerra de los paramilitares estarían enterrados en zonas rurales de los municipios de Buenaventura, Tuluá, Buga, Trujillo, La Cumbre y Dagua. La promesa de revelar la ubicación de 800 cadáveres hace parte de una oferta que por escrito hacen los paramilitares del Bloque Calima, que se encuentran presos en la cárcel de máxima seguridad de Palmira, para acogerse a la Ley de Justicia y Paz. De acuerdo con los ex miembros de las AUC, para hacer entrega de los mapas de ubicación de las fosas esperan recibir los beneficios.

“Lo que queremos no sólo es cumplir con las exigencias de la norma, sino ayudarles a esas familias que han sufrido la pérdida de sus seres queridos en el marco de este conflicto, para que sepan dónde están sus víctimas”, dijo Arboleda. Entre las fosas se encontrarían los restos del hermano de un ex senador y un ex representante a la Cámara, “que sus familias creen que están secuestrados, pero en realidad fueron ejecutados”, aseguró el vocero de las AUC.

La información fue divulgada por el diario El País y confirmada a SEMANA.COM por Andrés Santamaría, defensor regional del Pueblo, quien reconoce que su oficina ha tendido puentes entre las Fiscalía y los paramilitares presos. “Ellos no fueron incluidos en Justicia y Paz, pues ya estaban presos cuando entró en vigencia la ley y se dieron las desmovilizaciones, nosotros recomendamos que se estudie su caso por el alto número de desapariciones que con su información podemos aclarar”, precisó Santamaría.

Entre los sitios que fueron identificados por los paramilitares como campos de ejecución figuran sectores como La Inmaculada, Gamboa y R9 (en Buenaventura); la zona de Montañitas (entre Yumbo y La Cumbre), y Barragán y La Marina (en Tuluá), entre otros. “Existe una especie de cementerio paramilitar en la parte alta de Trujillo, en el sitio conocido como La Sonora, donde hombres y mujeres fueron enterrados”, precisó Arboleda. Como ha ocurrido en otras partes del país, las personas que se encuentran entre las fosas fueron asesinadas con tiros de gracia o desmembradas.

El Bloque Calima llegó al Valle en 1999 y extendió su violencia por buena parte del territorio, disputando las zonas que estaban en poder de las Farc. Parte de esa misión en el municipio de Buenaventura fue la que cumplió José Antonio Arboleda, quien llegó al Frente Pacífico del Bloque Calima con la misión de propiciarle bajas al Frente 30 de las Farc. “Yo era puntero de una escuadra que fue encargada de golpear a los hombres y auxiliadores de alias ‘Mincho’. Esos golpes los dimos en zona rural y en la zona urbana del puerto. Fueron muchas las bajas”, recuerda Arboleda.

De acuerdo con los paramilitares, las fosas que piensan entregar son sólo una parte de toda la información que poseen. “Nosotros aún tenemos personal afuera que nos entrega información y podemos ayudar a la liberación de varias personas que están en poder de las Farc”, manifiestan en su oferta. Han dicho además que están dispuestos a entregar la ubicación de varias válvulas ilegales con las que ordeñaban el poliducto de occidente para financiarse y que, ahora, estarían explotando otros delincuentes.

Los paramilitares advirtieron que las cifras sobre fosas comunes se podrían elevar cuando les permitan cotejar la información con los compañeros recluidos en las cárceles de Tuluá, Buga y Popayán. “Nosotros ahora no podemos revelar ninguna información porque en esta cárcel estamos revueltos con gente de las Farc, con dolientes de esas víctimas y eso podría desatar una guerra en el penal”, puntualizó Arboleda.

Hay que recordar que según la Ley de Justicia y Paz, los paramilitares desmovilizados, al igual que aquellos que permanecen presos, pueden ser cobijados por sus beneficios. Por eso José Antonio Arboleda ya fue incluido en un listado de verificación del Ministerio del Interior. El oficio precisa que el procedimiento a seguir “es revisar que la providencia judicial determine la pertenencia” de Arboleda al Frente Pacífico del Bloque Calima, para notificarle ese dato a la Fiscalía, ante la cual el paramilitar debe confesarse.

Para desenterrar su verdad, el Valle del Cauca tiene que esperar a que se termine de implementar el aparato operativo de Justicia y Paz, cuya demora nadie explica. Luego de que se aclare la situación jurídica de los paramilitares presos se les podrá recibir su confesión, por lo que la versión libre de Arboleda tardaría unos meses. Él y otros 115 reclusos de la penitenciaría de Palmira -entre ellos 72 condenados por la masacre del Naya- no fueron acreditados como paramilitares por Evert Veloza, alias ‘HH’, ex comandante del Bloque Calima, quien perdió los beneficios de la Ley de Justicia y Paz tras fugarse y ser capturado.

Maestros: “Si el gobierno no modifica la reforma a las transferencias, seguimos en paro”

Maestros: “Si el gobierno no modifica la reforma a las transferencias, seguimos en paro”

Los educadores insisten en que no volverán a dar clases hasta que se replantee la norma que estipula la distribución de ingresos de la Nación a los municipios. Presidente ordena que a los docentes no se les paguen los días que estarán fuera de las aulas.

Por Juan Esteban Mejía UpeguiFecha: 05/23/2007 -

Tras una jornada de manifestaciones por el paro nacional de educadores, centrales obreras y estudiantes, Colombia no tiene mayores lamentos. Sólo se registraron disturbios en Pasto, donde policías y manifestantes intercambiaron de manera violenta chorros de agua y rocas, pero la situación no pasó a consecuencias mayores.

Al contrario, para Witney Chávez, presidente de la Federación Colombiana de Educadores (Fecode) la jornada fue un éxito. “Al unísono, un millón de personas de las principales ciudades del país clamamos para que la educación pública en Colombia se mantenga”, dijo.

Las manifestaciones se iniciaron a las 9 de la mañana de este miércoles, cuando centenares de personas empezaron marchar por las calles en oposición al proyecto de ley que busca reformar el monto de las transferencias para los municipios. Es un lamento que tienen desde el año pasado. Según argumentan, la modificación en la normativa perjudicaría la cobertura de educación, salud y saneamiento básico en todos los municipios del país.

A ese reclamo, el presidente Álvaro Uribe respondió que el paro es injusto por estar fundado en falsedades. “¿Qué es esa mentira de que se van a reducir los recursos de la educación? cuando lo que estamos haciendo es un gran esfuerzo para aumentarlos”, dijo. Agregó que es injusto dejar sin estudio a ocho millones de niños colombianos con mentiras como las mencionadas, y que es muy grave que los niños sean utilizados en medio de un paro con características claramente políticas. En seguida, Uribe señaló que los padres de familia y en general todos los colombianos deben evitar caer en la trampa política y solicitarles a los maestros el cumplimiento de su deber con los niños.

Pese a los comentarios del Presidente, los maestros insisten en mantenerse en paro indefinido. No volverán a las aulas hasta cuando el gobierno decida negociar la reforma en la ley. “Si el proyecto pasa todos los debates en el Congreso, no tendremos otra solución que volver a nuestras labores, pero mientras esté en curso y se pueda modificar, no volveremos a las aulas”, comenta Chávez. Contrario al diálogo que proponen los maestros, Uribe ordenó sancionarlos con el no pago de los días de manifestación. En medio de ese vaivén de acusaciones, señalamientos y propuestas hay una razón que defienden los manifestantes.

El meollo de todo se inició con la Constitución de 1991. En ella, se acordó que la Nación aportaría cerca de 40 de cada 100 pesos que recibiera por impuestos. Aquel dinero incrementaría según el crecimiento del recaudo nacional. Pero después de hecha la norma, en 1999 el Estado sufrió una crisis en sus finanzas y hubo la obligación de modificar el sistema de transferencias en 2001. Ya no podían aumentar más año por año. Por eso, se creó una solución pasajera que operaría desde 2002 hasta 2008. Ésta consistía en que entre aquellos años, las transferencias ya no serían un porcentaje de los ingresos de la Nación, sino que se calcularían según la inflación anual más 2 puntos en los primeros cuatro años, y 2,5 en los tres restantes.

Como consecuencia, se notó una reducción de los ingresos para los municipios, pero se aceptó porque era pasajero. Después de 2008, el tema sería manejado según lo estipulado en la Constitución. Pero ahora, que se avecina el vencimiento de la norma dictada en 2001, se discute una propuesta diferente. El nuevo plan consiste en que las transferencias crezcan entre los años 2008 y 2009 en inflación más 4 puntos; en el año 2010, en inflación más 3 puntos y medio, y entre 2011 y 2016, en inflación más 3 puntos.

Con base en eso, lo que las centrales obreras y los educadores deducen es que continuará la disminución en la inversión social, representada en salud, educación y saneamiento básico.

Además, se viola el pacto de volver al sistema dictado en la Constitución, que tenía contentos a todos los sectores. “Es como si la Constitución dijera que el dinero para inversión social de departamentos y municipios debe aumentar 10 pesos cada año y una nueva ley dispusiera que ese aumento deba reducirse a cinco o seis pesos”, concluyen los manifestantes.

Por eso, el miércoles 23 de mayo salieron a las calles maestros, centrales obreras, universitarios, empleados públicos y hasta padres de familia. La protesta, que tuvo como promotor a Fecode, contó con un motivo más: el Plan de Desarrollo.

Desde el pasado 2 de mayo, los estudiantes de las universidades públicas nacionales salieron a paro en protesta por lo que suponen que afectará la educación pública del país. Según dicen, el Plan de Desarrollo obliga a las cinco universidades públicas de carácter nacional a cargar con todo su pasivo pensional. Obviamente, sería un agravante para sus finanzas y, de llegar a casos extremos, podrían desaparecer y la educación universitaria del país quedaría en manos privadas, según las quejas de estudiantes y maestros. Ante tales reclamos, el gobierno decidió sentarse a negociar con las directivas de las universidades. Lograron acordar que éstas sólo asumirían entre el 2 y el 5 por ciento de las pensiones de sus empleados. No contentos con eso, los manifestantes quieren que la Nación asuma la totalidad de la obligación.

Sin duda, la mayor parte de los motivos del paro recae sobre el Ministerio de Educación. La jefe de esa cartera, Cecilia María Vélez, no ha dudado en asegurar que con todo lo que se está haciendo se busca ampliar la cobertura en la educación y mantener sanas las finanzas del país.

Según sus explicaciones, las transferencias sí aumentarán en los próximos años, pero no tanto como se estimaba en la Constitución. La razón es que, dice, era un incremento insostenible para el bolsillo de Colombia. Respecto al tema de las pensiones, Vélez se declaró desconcertada, pues las conversaciones con las directivas van por buen camino. En las reuniones, se está definiendo la situación de las pensiones de los empleados de las universidades y, por ahora, se ha dicho que el gobierno asumirá el 95 por ciento de la obligación.

publicado en www.semana.com

Un año de masacre de Jamundí, en la que batallón del Ejército aniquiló a mejor unidad antidrogas de Policía

Un año de masacre de Jamundí, en la que batallón del Ejército aniquiló a mejor unidad antidrogas de Policía

Olvidada tras los escándalos de la para-política y las chuzadas, la masacre de 10 policías y un civil en Jamundí, Valle, cumple un año. Nuevas revelaciones de Semana.com comprometen aún más al coronel Bayron Carvajal con el narcotráfico.

Fecha: 05/21/2007 -

Este martes 22 de mayo se cumple el primer año de una noticia que en su momento estremeció a Colombia: la masacre de 10 policías y un civil en inmediaciones de Jamundí, al sur de Valle del Cauca. Ese fatídico día un grupo especializado de la Dijín cayó bajo el fulminante ataque que le propinó un comando de 28 militares, adscritos al batallón de alta montaña de la Tercera División. No había pasado el estupor por la tragedia cuando Mario Iguarán, Fiscal General, dijo que los militares involucrados le estaban haciendo un “mandado al narcotráfico”.

Ante la gravedad de la situación y buscando darle mayor transparencia al proceso jurídico, el gobierno pidió que la justicia ordinaria se encargara del caso. Iniciativa apoyada por el Consejo Superior de la Judicatura, al señalar que la justicia penal militar no puede resolver crímenes de lesa humanidad, como se ha calificado lo que pasó en Jamundí. La responsabilidad de investigar recayó entonces sobre la Fiscalía, que encomendó a un grupo elite la misión de develar, uno por uno, los misterios de esta ejecución masiva. Liderada por Javier Tamayo, Leobardo Latorre y Javier Rojas, esta unidad se trasladó desde el 23 de mayo del año anterior a Cali.

Aspecto del juicio que se desarrolla en la actualidad.

Uno de los vehículos en los que se movilizaban los policías.

Tras una serie de pesquisas, allanamientos, indagatorias y recolección de mensajes de texto, dos meses después de los hechos, en julio de 2006, la Fiscalía acusó a 14 de los 28 militares que participaron en la matanza, de homicidio agravado y al teniente coronel Byron Carvajal, comandante de ese batallón, como autor intelectual del mismo.

El 18 de diciembre del año anterior, luego de superar varias apelaciones de los abogados de la defensa, quienes intentaron devolver el proceso a la justicia penal militar, y de que se resolviera el cambio de juez, pues el primero se declaró impedido, comenzó el juicio oral de Jamundí.

Considerado el mayor reto para el reciente sistema penal acusatorio, algunas de sus cifras dejan ver la magnitud del proceso: 170 testigos fueron citados sumando los de la defensa y la Fiscalía. Hasta ahora la audiencia lleva 60 sesiones y por el estrado han pasado 29 testigos, por lo que se especula que podría prolongarse hasta 2008. Sombra mafiosa

Un año después de las declaraciones del fiscal Iguarán, que causaron gran revuelo, las pruebas recopiladas por sus investigadores indican que la sombra del narcotráfico, posible móvil del asesinato colectivo, recae en la figura del coronel Carvajal, podría salpicar a su novia, Marcela Londoño y a sus dos hombres de confianza, el sargento de inteligencia Luis Mahecha y el soldado Jorge Vélez, su conductor (Ver artículo: Una novia, un apartamento y un positivo por cocaína).

El primer vestigio de la vinculación del coronel Carvajal con actividades ilícitas llegó a la Fiscalía 15 días después del múltiple homicidio. Tres informantes que trabajaron con el Ejército, acudieron a las oficinas del CTI en Cali y les contaron a los fiscales que en Villa Colombia, un poblado en la parte alta de Jamundí, el batallón de alta montaña comercializaba coca. Una comisión viajó de inmediato en helicóptero hasta la zona, donde encontró que efectivamente miembros de esta unidad militar habían descubierto dos laboratorios y antes de incendiarlos, procedimiento rutinario en estos casos, sacaron la coca.

Según las averiguaciones del ente acusador, los militares no habrían reportado este decomiso, además, de acuerdo con los testimonios de más de siete personas, la estarían vendiendo en la región. Por esta irregularidad al coronel Carvajal la oficina contra lavado de activos de la Fiscalía en Bogotá le abrió una investigación.

Claro que no es el único proceso judicial que el oficial tiene en curso y paralelo al juicio de Jamundí, pues tan sólo en la justicia militar son ocho las causas penales por homicidio y delitos conexos que enfrenta. A estas hay que sumarle otra investigación que adelanta Juan Carlos Oliveros, fiscal 38 especializado en derechos humanos de Cali, la cual está cerca de la etapa de acusación.

El precio de la coca

Durante el juicio de Jamundí, la Fiscalía ha logrado introducir varias pruebas que dejan mal parado al coronel Carvajal. Primero fue el testimonio de Edver Fajardo, un reinsertado que afirmó ante el juez que este militar tendría nexos con Wilson Figueroa, un narcotraficante al que persiguen las autoridades en Colombia y Ecuador.

Según Fajardo el plan de Carvajal y Figueroa era crear su propio cartel controlando la zona entre Dagua (Valle) y Salvajina (Cauca), para lograrlo le propusieron que organizara una banda que sería el brazo armado y estaría al servicio del coronel, quien conseguiría el armamento.

La segunda prueba que aceptó el juez y que vincularía a este oficial con actividades de narcotráfico, se conoció hace dos semanas. Nelson Isaza, perito en comunicaciones del CTI, reveló varios mensajes de texto del celular de Jorge Vélez, conductor del coronel Carvajal. Entre ellos se destaca uno del 5 de mayo de 2006 en el que dice: “Producen por pedidos de 100 hasta 2000 K BS al 80 2.2 cristo a 3.6, alquilan la finca para trabajar con los trabajadores y cobran 500 por cada paquetico. Pueden llevar veedor para que diga la calidad que quieren. Necesito que averigüe cuanto antes que él mañana llama en la noche”.

Según el perito Isaza el mensaje establece los parámetros de un negocio de narcotráfico pues las letras “K BS” se refieren a “kilos de base de coca”. Los otros datos como “al 80 2.2”, aclaran el porcentaje de pureza y el valor comercial que tiene de 2.200.000 pesos, y cuando habla de “cristo a 3.6”, significa que si la base de coca es cristalizada el valor, por la complejidad del proceso, sube a 3.600.000 pesos.

La Fiscalía también presentó ocho mensajes de texto que salieron de los celulares del coronel Carvajal y el sargento Luis Mahecha, el hombre de inteligencia del batallón de alta montaña, y que comprometen a esta unidad con la venta de armamento a grupos ilegales de la zona. Los militares se comunican con alias ‘El Mono’, el 4 de marzo de 2006 y le dicen: “70 las de mano, 150 las de 60. ¿Cómo la ve?”. ‘El Mono’ les responde: “Las de mano a 100. Las de mortero están bien porque es más riesgo legalizarlas”.

Mensajes comprometedores

Ante la acusación de la Fiscalía contra sus clientes por homicidio agravado en múltiple concurso, los cinco abogados de la bancada que defiende a 14 militares y al coronel Bayron Carvajal en el juicio de Jamundí, alegaron error invencible. Lo que quiere decir que si bien el homicidio ocurrió, las circunstancias no permitieron que sus defendidos evitaran disparar y acabar con la vida de los 10 policías y el civil.

Desde que comenzó el juicio, cuya primera parte es liderada la Fiscalía, pues es cuando desarrolla su acusación presentando testigos e introduciendo pruebas técnicas, la defensa ha visto con preocupación que el acervo probatorio de su contraparte cada vez es más sólido. Esto se lo confirmó en una carta el coronel Carvajal a su novia Marcela Londoño, el 23 de agosto del año pasado. “Hay dos cosas que me preocupan, los soldados escribieron un poco de mensajes de texto entre ellos para cuadrar las cosas y la Fiscalía tiene todos esos mensajes como prueba porque así por encimita dejan mucho que pensar. Lo otro es que seis de los 11 muertos tiene disparos de atrás para adelante”, dice la misiva de Carvajal.

A lo que se refiere el oficial es que la trayectoria de los tiros habla de indefensión. “Cuando una persona presenta orificios de bala en la espalda significa que no estaba en combate sino tratando de escapar”, le dijo a Semana.com un perito de Medicina Legal que realizó las necropsias de los policías fallecidos. Esta explicación debilita al argumento de la defensa de que el error fue invencible y deja varias preguntas en el aire: ¿Por qué no se detuvieron los militares cuando vieron que sus rivales no respondían? ¿Por qué no salió herido ninguno de los soldados? ¿Será que los policías en realidad nunca dispararon sus armas?

De otro lado los mensajes de texto y las llamadas que se cruzaron los militares antes y durante el día de los hechos, sugieren que sabían de la llegada de los policías y que decidieron emboscarlos, aunque la defensa sostiene lo contrario. La Fiscalía presentó al juez el análisis de 60.000 comunicaciones, entre llamadas y mensajes de texto, que salieron de los 44 equipos celulares de los militares y las 11 víctimas, realizadas entre el 21 y el 24 de mayo de 2006.

“Existió una triangulación muy repetitiva que se registró entre el sargento Mahecha, el civil que iba con los policías y el coronel Byron Carvajal durante ese 22 de mayo, día del homicidio”, dijo un perito del CTI. Semana.com presenta la lista con los mensajes más comprometedores:

Mayo 21 a las 11:13 de la mañana: desde el celular del teniente Harrison Castro se emite el siguiente mensaje, “pilas que por la principal va a pasar tropa del Numancia a pie”. Mayo 21 a las 10:45 de la noche: mensaje de texto que se envió del celular del coronel Carvajal, “retire emboscada, la gente a los sitios reconocidos y que duerman. Anoche había mucha tropa y se ariscaron. Todo quedó para esta noche. Más tarde les llevo el pollo”. Mayo 22 a las 5:47 de la tarde: el mismo teniente Castro envía otro que dice, “pilas, a partir de las 18 todo el mundo en posición”. Mayo 22 a las 5:57 de la tarde: desde el celular del soldado Jorge Vélez, conductor del coronel Carvajal, se realizó una llamada al número del civil que iba con los policías, cuando éste ya se encontraba en Jamundí.

Mayo 22 entre las 11:30 de la noche y las 12:01 del día siguiente: horas después del homicidio y mientras la Fiscalía y la Procuraduría tomaban las versiones libres de los soldados, el cabo Elvert de Jesús Osorio González envió a sus compañeros el siguiente mensaje de texto, “Curso, la cuestión que anoche a eso de las 12 y que dormimos aquí en el claro donde el combate y a las 5:30 nos subimos a la maraña y duramos todo el día ahí. A las 18 se escucharon unos gritos en el sitio y Osorio bajo a ver qué era. Luego timbró diciendo que era gente, que está armada y cada uno reaccionó con su equipo. Gutiérrez y Palacios pasaron en medio del combate por el claro y cada uno tomó posición, en el momento del combate. Comuníqueles eso a los soldados porque ya están declarando. Las posiciones se tomaron en combate. A nosotros nos descargaron aquí para iniciar una operación. A dónde, no sabemos. Estamos esperando órdenes”

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miércoles, 23 de mayo de 2007

Marcha de Profesores


La hora de la Ley

Aumenta el número de congresistas detenidos por vínculos con los paras. Los argumentos de la Corte desmontan cualquier justificación de pactos con las AUC.

Fecha: 05/19/2007 -1307

Las providencias judiciales por lo general son pesadas argumentaciones jurídicas escritas sólo para abogados. Sin embargo, las que sustentan el proceso de la para-política son piezas fundamentales. Más que un proceso penal, certifican que el Estado empezó a desmontar desde la ley la falacia de que el paramilitarismo fue un mal necesario. Así queda evidenciado en los 97 folios en los que la Corte Suprema de Justicia soporta la detención del último grupo de congresistas que esta semana fueron a la cárcel.

La Corte no les da crédito a las excusas y justificaciones expuestas por los congresistas para explicar su presencia en Santa Fe Ralito ese 23 de julio de 2001 cuando, al firmar un documento que pretendía "refundar" la patria, pudieron haber incurrido en un concierto para delinquir con sanguinarios jefes paramilitares.

Los senadores Miguel de la Espriella, Juan Manuel López Cabrales, Reginaldo Montes, y los representantes William Montes y José de los Santos Negrete, a juicio de la Corte, quedaron detenidos porque su conducta legitimó el poder ilegal que ostentaban los paramilitares y porque su silencio durante 64 meses no lo explica el miedo, sino la complicidad.


La Corte no acepta el recurso de la casa por cárcel.

Estos ciudadanos deben ir a una cárcel común porque es necesaria la "protección de la comunidad, la preservación de la prueba" y porque la sociedad espera este tratamiento para personas con "comportamientos altamente lesivos de los intereses colectivos" Es decir, la Corte clasifica como delitos esos comportamientos que para un 25 por ciento de personas en las principales ciudades del país, según encuesta publicada por SEMANA, son justificables.

Todo indica que la para-política es un fenómeno mucho más profundo que un simple mal momento de unos pocos congresistas. En especial en lo que se refiere a las elecciones que se avecinan. Los poderes políticos de estas regiones, según la Corte, tienen herramientas en la legalidad para abstenerse de realizar pactos con los actores ilegales. No hay excusa que valga.

El ejemplo más claro es el del Senador Juan Manuel López, gran elector liberal cordobés que se ha mostrado como recio enemigo de los paramilitares en Córdoba, para defenderse y diferenciarse de los demás implicados. Desde cuando su nombre apareció mencionado en el pacto de Ralito, sus excusas fueron difundidas ampliamente. Decía que había asistido para salvarse de una sentencia de muerte, y que sin su consentimiento participó en la reunión en la que lo obligaron a firmar un papel en blanco. Nada valió para eximirlo de la medida de aseguramiento.

En primer lugar, la Corte no le cree que no haya tenido la opción de negarse a buscar a los paramilitares, para desmontar amenazas contra su vida. Tenía la opción de permanecer en Bogotá y buscar que el Estado garantizara la seguridad de su familia en Córdoba. Tampoco acepta que no hubiera conocido el documento, y menos aun que lo haya firmado en blanco.

El 16 de abril pasado la finca que sirvió de sede para la reunión fue inspeccionada por la Fiscalía para verificar estas condiciones. Finalmente, la Corte no puede eximir a López Cabrales de la imputación porque se pregunta cómo al ser el político con más poder en la región, con un movimiento político con más de 55 años, "termine por desconocer todos los principios que dice pregonar y proteger para acceder a un encuentro con quien podría ser su mayor y más enconado enemigo...".

En el caso del senador Miguel de la Espriella Brugos del partido Convergencia Ciudadana, la Corte desmonta su defensa y dice que las explicaciones "contribuyen a desmeritar su veracidad". Es decir que se clavó su propio cuchillo. Dijo que conocía a Salvatore Mancuso desde el colegio y que lo volvió a ver sólo muchos años después. Afirmó que fue convocado a la reunión bajo amenazas, las cuales la Corte dice que él más que nadie podría resolver la situación por los contactos que siempre tuvo con los paramilitares. No acredita la Corte la esgrimida razón de que él fue quien primero contó del documento de Ralito porque le dan credibilidad a la versión de 'Ernesto Báez' en la que asegura que De la Espriella habló porque Mancuso lo conminó a hacerlo. Y tampoco lo ayuda la comparación que él hace del documento de Ralito, con un acuerdo llamado del Nudo de Paramillo, porque este último tuvo autorización del gobierno. "En suma, concluye la Corte, la cercanía de Miguel de la Espriella con las autodefensas no fue ocasional, ni se explica en las acciones que califica de humanitarias cuando sirvió de enlace entre víctimas de la organización y sus cabecillas. No es verdad entonces que su presencia fue fruto del temor...".

Otro que apela al temor por su vida como razón para firmar el documento es Reginaldo Montes Álvarez. Senador de Cambio Radical, también monteriano. Le dijo a la Corte que la única vez que se reunió con los paramilitares fue ese 23 de julio y que antes de acudir fue hasta Chinú para pedirle a Luis Álvarez que lo acompañara porque lo obligaron. Razón ya desmontada por la Corte, dada su condición de congresista con acceso a la seguridad del Estado. También Montes dice que su comportamiento en el Congreso no fue a favor de los paramilitares y que, por el contrario, promovió acciones en contra de ellos. Pero el tribunal asegura que este argumento "se cae de su peso, pues la relación establecida era de doble vía, pero no necesariamente materializada en la ejecución de actos específicos a favor de la agrupación al margen de la ley".

Montes asegura que omitió la denuncia porque creyó que las autoridades no darían crédito da sus palabras. Pero la perla de su defensa es que argumenta que la palabra "refundar" no existe en el diccionario de la Real Academia de la Lengua, por lo que cree que no ha cometido delito alguno.

La Corte señala que lo mismo ocurre con otras expresiones de la vida cotidiana, pero que no hay dudas sobre el significado que encierra: "volver a constituir o transformar una cosa preexistente, en este caso, la patria".

William Montes Medina optó para su defensa por el argumento de la "ayuda" a la paz y de los acercamientos que conocía de oídas entre el gobierno y las autodefensas hechos por el entonces representante Luis Carlos Ordosgoitia. Pero ese alegato, más el del temor por su vida, fue también rebatido por la Corte. Sin bien este senador arguye que le comentó sólo a su familia sobre la reunión, no es entendible que haya guardado silencio sobre el hecho si en verdad consideraba que se trataba de un camino de acercamiento entre el gobierno y las autodefensas. "si de verdaderos gestos de paz se trataba, nada le impedía al veterano congresista dar a conocer los pormenores de una reunión que, según dice, sólo tuvo como finalidad exteriorizar posiciones acerca de futuros encuentros de paz" .

José de los Santos Negrete llegóa la cárcel por varias razones, pero en especial por ser hoy congresista. En el momento de la reunión de Ralito no lo era, sólo se identificaba como un ciudadano común y corriente que asistió porque usualmente le conducía el carro a Luis Carlos Ordosgoitia. Negrete asegura que por esta razón no prestó atención a lo que pasó allí y que menos aun a la trascendencia que podía tener y afirma que sólo escuchó de Ordosgoitia el comentario de que se trataba de abrir un espacio a los diálogos de paz. Firmó, según afirma, porque le pasaron un papel en el que aparecía su nombre con el cargo de gerente del Partido Conservador, que, según él, para la época no existía.Pues a pesar de mostrarse como un simple conductor, o un "don nadie", la Corte dice que su presencia no fue una simple casualidad porque para entonces, Negrete era un reconocido líder conservador de la región, mano derecha de Julio Manzur, hoy presidente de ese partido en el nivel nacional, algo que no desconocían los jefes paramilitares, y que por esa misma condición aspiró a la Cámara en 2002, y alcanzó la única curul de su partido en el departamento de Córdoba.

Con estos cinco congresistas son ya 14 los que están detenidos en la cárcel La Picota de Bogotá, cinco ex parlamentarios, más un número significativo de diputados, concejales, gobernadores y alcaldes. Aparentes representantes del Estado que sucumbieron al poder de quienes pretendían ser un Estado paralelo, pero les llegó la hora. La hora de la ley.

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¿Por qué las calles del país están llenas de maestros, estudiantes y trabajadores?

¿Por qué las calles del país están llenas de maestros, estudiantes y trabajadores?

Millones de personas protestan hoy en Colombia. Reclaman mayor inversión social en el país. La principal preocupación es la educación en los municipios y las universidades públicas. La ministra Cecilia María Vélez dice que no hay razones para inquietarse porque la intención del Gobierno incrementar la cobertura en educación.

Por Juan Esteban Mejía UpeguiFecha: 05/23/2007 -

Cerca de 3.000 maestros del país suspendieron sus trabajos este miércoles para marchar por las calles en oposición al proyecto de ley que busca reformar la distribución de transferencias en Colombia. Según argumentan, la modificación en la normativa perjudicaría la cobertura de educación en todos los municipios del país. Pero ellos no están solos en su protesta. Los acompañan integrantes de las centrales obreras, toda vez que la reforma a las transferencias toca directamente la inversión en salud y saneamiento básico, además de la educación. El meollo de todo se inició con la Constitución de 1991. En ella, se acordó que la Nación aportaría cerca de 40 de cada 100 pesos que recibiera por impuestos. Aquel dinero incrementaría según el crecimiento del recaudo nacional.

Pero después de hecha la norma, en 1999, el Estado sufrió una crisis en sus finanzas y hubo la obligación de modificar el sistema de transferencias en 2001. Ya no podían aumentar más año por año. Por eso, se creó una solución pasajera que operaría desde 2002 hasta 2008. Ésta consistía en que entre aquellos años, las transferencias ya no serían un porcentaje de los ingresos de la Nación, sino que se calcularían según la inflación anual más 2 puntos en los primeros cuatro años, y 2,5 en los tres restantes. Como consecuencia, se notó una reducción de los ingresos para los municipios, pero se aceptó porque era pasajero.

Después de 2008, el tema sería manejado según lo estipulado en la Constitución. Pero ahora, que se avecina el vencimiento de la norma dictada en 2001, se discute una propuesta diferente. El nuevo plan consiste en que las transferencias crezcan entre los años 2008 y 2009 en inflación más 4 puntos; en el año 2010, en inflación más 3 puntos y medio, y entre 2011 y 2016, en inflación más 3 puntos. Con base en eso, lo que las centrales obreras y los educadores deducen es que continuará la disminución en la inversión social, representada en salud, educación y saneamiento básico.

Además, se viola el pacto de volver al sistema dictado en la Constitución, que tenía contentos a todos los sectores. “Es como si la Constitución dijera que el dinero para inversión social de departamentos y municipios debe aumentar 10 pesos cada año y una nueva ley dispusiera que ese aumento deba reducirse a cinco o seis pesos”, concluyen los manifestantes.

Por eso, el miércoles 23 de mayo salieron a las calles maestros, centrales obreras, universitarios, empleados públicos y hasta padres de familia. La protesta, que tienen como promotor a la Federación Colombiana de Educadores (Fecode), cuenta con un motivo más: el Plan de Desarrollo. Desde el pasado 2 de mayo, los estudiantes de las universidades públicas nacionales salieron a paro en protesta por lo que suponen que afectará la educación pública del país.

Según dicen, el Plan de Desarrollo obliga a las cinco universidades públicas de carácter nacional a cargar con todo su pasivo pensional. Obviamente, sería un agravante para sus finanzas y, de llegar a casos extremos, podrían desaparecer y la educación universitaria del país quedaría en manos privadas, según las quejas de estudiantes y maestros. Ante tales reclamos, el gobierno decidió sentarse a negociar con las directivas de las universidades.

Lograron acordar que éstas sólo asumirían entre el 2 y el 5 por ciento de las pensiones de sus empleados. No contentos con eso, los manifestantes quieren que la Nación asuma la totalidad de la obligación. Sin duda, la mayor parte de los motivos del paro recae sobre el Ministerio de Educación. La jefe de esa cartera, Cecilia María Vélez, no ha dudado en asegurar que con todo lo que se está haciendo se busca ampliar la cobertura en la educación y mantener sanas las finanzas del país. Según sus explicaciones, las transferencias sí aumentarán en los próximos años, pero no tanto como se estimaba en la Constitución. La razón es que, dice, era un incremento insostenible para el bolsillo de Colombia.

Respecto al tema de las pensiones, Vélez se declara desconcertada, pues las conversaciones con las directivas van por buen camino. En las reuniones, se está definiendo la situación de las pensiones de los empleados de las universidades y, por ahora, se ha dicho que el gobierno asumirá el 95 por ciento de la obligación

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Buenaventura, zona de muerte

Buenaventura, zona de muerte
SIMON ROMERO . THE NEW YORK TIMES
El Universal Miércoles 23 de mayo de 2007

Narcotraficantes, rebeldes y paramilitares han convertido este puerto del Pacífico en el centro urbano más violento en la historia de Colombia

BUENAVENTURA, Colombia.- Los visitantes que llegan a esta ciudad pueden ser perdonados por pensar que ningún lugar es seguro. A menudo se escucha el eco de disparos en el puerto, que es el más importante en la costa del Pacífico. Conforme las ciudades más grandes se han calmado, Buenaventura ha emergido como el centro urbano más mortífero en la larga guerra interna en Colombia.

Los soldados registran casi cada auto en los puntos de vigilancia ubicados sobre el serpenteante camino que proviene de Cali. Las guerrillas recientemente dispararon proyectiles de mortero contra los cuarteles de la policía. El majestuoso Hotel Estación, una gema del neoclásico construida en 1928, adonde los ejecutivos acuden a acordar los detalles para la importación de autos o exportación de café, es vigilado por docenas de soldados.

"Es como si tuviéramos un pequeño Haití dentro de Colombia", dijo el teniente Nikolai Viviesca, un oficial de la policía. "Se siente como si fuera otro país".

A pesar de que Bogotá, la capital del país, así como otras ciudades, se han vuelto lo suficientemente seguras y prósperas como para que sea posible olvidar por un tiempo las cuatro décadas de conflicto civil, Buenaventura es otra historia.

Los asesinatos en esta ciudad de cerca de 300 mil personas aumentaron 30% el año pasado, hasta alcanzar la cifra de 408, lo que coloca al puerto con el nivel más alto de homicidios del país: 144%, siete veces más que la tasa en Bogotá y cuatro más que en Medellín. Además, este año, de acuerdo con la policía, 222 personas han sido asesinadas en el puerto.

La gran mayoría de los asesinatos son producto del conflicto territorial sobre el control de los barrios bajos de la ciudad, kilómetros de chozas de madera construidas en pilotes sobre el mar. Según oficiales policiales y navales, de estos improvisados puertos parten hacia el norte rápidos botes con cocaína. La geografía de Buenaventura, crucial para conectar a Colombia con el flujo
global de comercio, también es estratégico para los narcotraficantes.

A pesar de haber recibido esta década de Estados Unidos más de 5 mil millones de dólares en ayuda contra las drogas y contra la insurgencia, lo que convierte a este país en el receptor más grande de ayuda de EU en el hemisferio, Colombia sigue siendo el productor más grande de cocaína y abastece 90% de la cocaína que consumen los estadounidenses.

Los narcotraficantes, los rebeldes y las bandas paramilitares atraen a los moradores de los barrios bajos de Buenaventura para que se conviertan en sus soldados de a pie.

La policía afirma que muchos de los combatientes que están del lado de los rebeldes pertenecen al Frente Urbano Manuel Cepeda Vargas, una célula de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) que tiene su base en Cali y se opone a las Autodefensas Campesinas del Pacífico, compuesto principalmente por ex paramilitares.

Lucha por las drogas

"Esta lucha no es sobre ideología", dijo Antero Viveros, líder de un grupo comunitario en Llegaras, un barrio bajo controlado por las guerrillas. "Es sobre drogas, con miembros de grupo matando a los de otro".

A pesar de ser la ciudad más peligrosa de Colombia, la gente que se ha visto desplazada por la lucha en la provincia aún ve Buenaventura como un refugio.

Cerca de 42 mil refugiados llegaron aquí desde 1998, la mayoría afro-colombianos provenientes de las áreas rurales, de acuerdo con el gobierno federal, que alimentan las filas de los más pobres.

"Si tienes hambre, haces lo inimaginable para sobrevivir", dijo Fernando Núñez, un residente de Lleras que vive de reparar teléfonos celulares.

El presidente Álvaro Uribe ha criticado duramente la violencia en esta zona y a principios de año mandó nuevos comandantes de la policía y la marina. Cerca de dos mil soldados y oficiales policiales, quienes usan uniformes de combate y cargan armas semiautomáticas, patrullan Buenaventura.

Con todo, los críticos sostienen que por mucho tiempo las autoridades han negado los problemas de Buenaventura, en parte porque los afro-colombianos reciben poca atención federal.

Las organizaciones no gubernamentales estiman que este sector representa la cuarta parte de la población del país, ubicada en 44 millones de habitantes. De hecho, más de 80% de los residentes de Buenaventura son negros.

Este mes, cuando el presidente eligió a Paula Marcela Moreno Zapata como ministra de Cultura, fue la primera vez que un afro-colombiano ascendió a una posición de gabinete en la historia del país. Sin embargo, los politólogos y los grupos de defensa de los negros dicen que la designación fue en parte para apaciguar a los demócratas en Washington que se quejan de la exclusión racial en Colombia, mientras consideran un acuerdo de libre comercio.

"La guerra en Buenaventura no va a terminar por las acciones simbólicas provenientes de Bogotá", dijo Rosaliano Riascos, nativo de Buenaventura que lidera un grupo de defensa de los negros en Bogotá. "Buenaventura es tierra de nadie".

Paramilitares siguen delinquiendo en Colombia, dice Amnistía Internacional

Mayo 23 de 2007 - 9:00 a.m.
Paramilitares siguen delinquiendo en Colombia, dice Amnistía Internacional

Desde el comienzo de la negociación con las Auc en el 2002 se han registrado más de 3.000 homicidios y desapariciones forzadas atribuidas a los 'paras', dice un informe divulgado en Londres.

Pese a la disminución de delitos como los homicidios y el secuestro, en Colombia "persisten graves abusos contra los derechos humanos", especialmente en la zonas rurales, dice la organización de Derechos Humanos.

En su informe anual, AI señaló que además de los paramilitares, la guerrilla y las fuerzas del Estado "continuaron cometiendo abusos contra los derechos humanos y vulnerando el derecho internacional humanitario".

De acuerdo con Amnistía, la negociación con los paramilitares que culminó en abril del año pasado con la desmovilización y el desarme de 31.000 combatientes se vio atravesada por las denuncias que les atribuyen a estos grupos la continuidad de algunas actividades delictivas.
A pesar de la supuesta desmovilización, hubo pruebas concluyentes de que grupos paramilitares seguían actuando y cometiendo violaciones de derechos humanos con la aquiescencia o la connivencia de las fuerzas de seguridad", sostiene el informe.

Amnistía también criticó la ley de Justicia y Paz, aprobada por el Congreso por iniciativa del Gobierno, que rebaja a un máximo de ocho años las penas a los paramilitares que dejaron las armas a cambio de que confiesen todos sus delitos e indemnicen a las víctimas.
Ley de Justicia y paz no cumple normas internacionales

El informe cuestiona el hecho de que la ley se vaya a aplicar solo a 2.600 del total de desmovilizados. "Esta ley sigue sin cumplir las normas internacionales relativas a la verdad, la justicia y la reparación", dice Amnistía.

A pesar de los informes gubernamentales que resaltan una notoria disminución en los homicidios contra los sindicalistas y defensores de derechos humanos en Colombia, AI afirma que los atentados y ataques contra estas personas han continuado "principalmente cometidos por grupos paramilitares.

El organismo también anota que en 2006 se recibieron denuncias sobre "ejecuciones extrajudiciales perpetradas por miembros de las fuerzas de seguridad, así como de homicidios selectivos de civiles y secuestros por parte de fuerzas guerrilleras".
Asimismo, recuerda a todos los involucrados en el conflicto que estas acciones corresponden a "crímenes de lesa humanidad" que podrían ser susceptibles de ser llevadas ante un tribunal internacional.

De igual forma, resalta una disminución en el número de colombianos que se han visto obligados a huir de susregiones debido a la violencia, aunque "la cifra global de personas desplazadas seguía siendo elevada y preocupante".

AFP
Estudiantes de la Universidad del Cauca se unen al clamor nacional por las Universidades Públicas
Popayán Periódico El Turbión

Pese a las múltiples amenazas y presiones de todo tipo, los estudiantes de la Universidad del Cauca avanzan en el paro de actividades académicas contra las medidas administrativas que han llevado a que tenga un déficit presupuestal que, de acuerdo a la Oficina de Planeación de esta institución, alcanza los 5.600 millones de pesos y que dificulta cumplir obligaciones básicas como el pago de la nómina. Según Mario Restrepo, uno de los voceros del movimiento iniciado con la declaratoria de la asamblea permanente con carácter indefinido el pasado 13 de marzo y que en días pasados conformó la mesa de acercamiento con la administración de la universidad, el rector Danilo Reynaldo Vivas Ramos “en medio de su intención de mantenerse en la rectoría, ha aplicado de manera excesiva toda la política educativa que ha planteado el gobierno y eso ha generado unos desfalcos desde el punto de vista presupuestal que hoy tienen a la Universidad con varios problemas”.

Es tan difícil la situación de la universidad que la administración ha recurrido a la disminución de los horarios de las bibliotecas y del servicio de Internet, al aumento de la labor académica de los docentes y a las amenazas de desvinculación o no renovación de los contratos ocasionales para el próximo semestre. “Estamos utilizando jeringas por pipetas, un microscopio por 10 estudiantes, entre otras anormalidades, lo que va en detrimento de la calidad de la educación” afirmó una estudiante de Ciencias Exactas.

La semana pasada se conformó un mesa de acercamiento que pretende la instalación de una Mesa Única de Negociación con carácter decisorio y el establecimiento de garantías claras para la continuidad del proceso de protesta, movilización y asamblea que desarrollan. Esto, de acuerdo a los voceros estudiantiles, no significa que ya se haya empezado a negociar: se ha presentado, de parte del movimiento, una propuesta de acuerdo donde la mesa estaría conformada por la mitad más uno del Consejo Superior, el rector o su delegado con poder decisorio, los 4 vicerrectores de la Universidad y veinte estudiantes delegados por la Asamblea General Estudiantil, propuesta que aún no ha sido aceptada o rechazada por el Consejo Superior, el cual se reunirá de manera extraordinaria este martes para analizar estos aspectos y dar una respuesta que permita, ahora sí, instalar el espacio de negociación. [Leer más]

Cuentas tristes

Según la Ley 30 en sus art. 86 y 87, el incremento del presupuesto se debe hacer en pesos constantes de acuerdo al Índice de Precios al Consumidor (IPC) de cada año. En ese sentido, el Gobierno Nacional no giró este año los recursos para la Universidad del Cauca de acuerdo al IPC causado en 2006, del 4.5%, sino que se hizo de acuerdo a lo que el Departamento Nacional de Planeación espera para 2007, un 4%. “Con medidas como ésta, que son aceptadas por la administración de Danilo Vivas sin mayor reclamo, se empieza a ver el recorte presupuestal por parte del Gobierno Nacional”, afirmó el vocero estudiantil.

Respecto al pago de pensiones, uno de los temas más críticos, a pesar de que los recursos fueron girados cumpliendo esa Ley y el rector afirmó en los medios de comunicación que el problema del pasivo pensional ya estaba solucionado, de acuerdo al Plan Nacional de Desarrollo 2006-2010 que el Gobierno Nacional quiere imponer, a la Universidad del Cauca le correspondería asumir entre el 5 y el 10% de ese pasivo, que se aproxima a los 270 mil millones de pesos. En otras palabras, la universidad tendría que responder por un presupuesto adicional de cerca de 27 mil millones de pesos que, sumados al ya existente déficit y con el escaso presupuesto que no supera los 84 mil millones de pesos anuales, la dejarían abocada a cerrar o ser intervenida por el Gobierno Nacional, como ocurrió con la Universidad del Atlántico.

Participación nacional

“En el transcurso de la Asamblea hemos conocido más sobre lo que propone el Gobierno Nacional para las universidades públicas. Por ejemplo, el hecho de imponer un impuesto a los egresados de las universidades o descargar la responsabilidad del pasivo pensional, es algo que somete al desmejoramiento de las condiciones de la educación” afirman voceros de la Asamblea General Estudiantil.

Y es que el Pliego de Exigencias, además de los puntos específicos que se refieren a la problemática de la Universidad del Cauca, ha incluido otros aspectos que tratan las principales problemáticas de la Universidad Pública en Colombia y las implicaciones negativas del Plan de Desarrollo. Respecto a este último punto, los universitarios exigen una posición clara por parte del rector, quien además preside actualmente el Sistema de Universidades Estatales (SUE). “Pensamos que sería muy importante que esta administración se pronunciara sobre esa política y eso se ha incluido en el pliego de exigencias”, afirmó uno de los voceros estudiantiles, quien ratificó la inclusión de la movilización de los estudiantes de Unicauca en la Agenda nacional de movilización por la defensa de la Universidad Pública y su participación en el Paro Nacional del próximo 23 de mayo.

De otra parte, fuerzas políticas como el Polo Democrático Alternativo (PDA) han respaldado igualmente la lucha que adelantan los estudiantes y profesores de las universidades públicas. El senador Jorge Enrique Robledo, en el marco de su visita al Cauca el pasado viernes, afirmó que “el plan de desarrollo le hizo un ataque brutal a las universidades colombianas, porque les orienta cargarles los costos de las pensiones de los profesores y de los trabajadores; si esas pensiones quedan a cargo de las universidades, éstas fácilmente entran en crisis o tendrían que hacer gravísimos daños aumentando las matriculas o echando gente, o sea, sería una crisis mayúscula; luego, la lucha que hoy se está dando en las universidades colombianas en contra del plan de desarrollo tenemos que respaldarla con todo entusiasmo”.

Inseguridad y amenazas

El gobernador del Cauca, Juan José Chaux Mosquera, y el comandante de Policía, coronel Jorge William Gil Caicedo, han enviado misivas al Consejo Académico de la Universidad donde afirman que es inminente un desalojo de los estudiantes ubicados en el Claustro de Santo Domingo y en el Campamento de Puertas Abiertas en el Claustro de El Carmen de la Facultad de Humanidades. Pese al acuerdo previo entre directivas universitarias, el mayor Toro, representante de la policía, y los representantes estudiantiles acerca de la no intervención de la fuerza pública y el no taponamiento de las vías por parte de los estudiantes, circula un ambiente de amenaza constante por parte de las autoridades civiles y militares del Cauca.

La presión psicológica también es una realidad para los estudiantes. Hechos como el corte de la energía y del agua; el lanzamiento de un artefacto explosivo al interior del patio donde se desarrolla el campamento estudiantil; la publicación de un comunicado que envió el rector al director del DAS, al comandante de Policía y a los estudiantes, donde responsabiliza a estos últimos de todos los perjuicios materiales y morales por la ocupación pacífica que están realizando y de uno más donde, respondiendo a un comunicado que sacan los estudiantes de las residencias universitarias haciendo un llamado a que se de una solución a la problemática, afirma que los términos del citado comunicado estaban en detrimento del Estado imperante y que eran acciones vandálicas que conducían a que los organismos de seguridad del Estado intervinieran.
La actitud de la dirección de la Unicauca no deja de ser preocupante por las implicaciones que tienen sus declaraciones en una región caracterizada por la constante represión a líderes y movimientos sociales y en la que los dirigentes estudiantiles ya son blanco declarado de las fuerzas del narcoparamilitarismo.

En este sentido, otras amenazas menos oficiales se están presentando por parte de un sector de derecha que se ha encargado de señalar a los que están realizando la asamblea permanente. “Un grupo de estudiantes, aplicando terrorismo de Estado prácticamente, nos declara objetivo militar para las fuerzas del Estado y eso nos hace ver como personas peligrosas, cuando lo único que estamos haciendo es defender la Universidad Pública que es nuestra y de nuestros hijos y de la población en general. Nos señalan y nos estigmatizan por hacer parte de esta defensa”, afirma una de las afectadas.

Otra de las formas que utilizan para deslegitimar la lucha estudiantil es afirmar que no son la mayoría los inconformes, sino unos pocos que quieren hacer perder clase a los demás. “Miembros de la administración universitaria y de algunos sectores del estudiantado hablan en nombre de las personas que, de alguna manera, son indiferentes a la Asamblea diciendo que no quieren ese proceso y que la mayoría pide normalidad académica. Sin embargo, siempre que se toman decisiones de lanzarse a una asamblea, campamento o paro se hace previa votación con la participación de un número representativo de estudiantes de todos las facultades de la universidad”, afirmó uno de los voceros estudiantiles.

Publicado Originalmente por El Turbión

Evitan bloqueo de vías en Bogotá por paro nacional que inició hoy el sector educativo

Mayo 23 de 2007 - 12:50 p.m.
Evitan bloqueo de vías en Bogotá por paro nacional que inició hoy el sector educativo

El presidente Álvaro Uribe dijo que está dispuesto a dictar un decreto para que no se pague salario a los profesores que no asistan a cumplir con su jornada laboral.

Las marchas avanzaban en relativa calma. Los incidentes que se registraron ocurrieron en la Avenida Caracas, con calle 53 y en la calle décima con carrera quinta, en el centro de Bogotá.

"Tuvimos un conato de obstaculización cerca al portal de TransMilenio de la Américas, nuestras unidades acudieron de manera rápida y efectiva, y la situación ya ha sido resulta", explicó el coronel Palomino, comandante de la Policía de Bogotá.
Otro de los incidentes se registro en la calle 26 con carrera 30, donde un estudiante del Sena, cuya identidad no fue suministrada, resultó con una herida causada por miembros del escuadrón antidisturbios de la Policía.

En este sector, el servicio de TransMilenio se encuentra bloqueado por el paso de cerca de 3 mil estudiantes del Sena.

Por su parte, el alcalde Luis Eduardo Garzón advirtió que si se presentan problemas como los ocurridos el pasado Primero de Mayo, se tomarán medidas de judicialización para quienes participen en los disturbios.

Avenidas cerradas

La calle 26, desde la carrera 30 hacia el centro.
La calle sexta también se encuentra cerrada desde la avenida Caracas hacia el centro.
La calle 19 presenta dificultades por el paso de estudiantes del Sena.

También se presentan dificultades de movilidad por la carrera séptima a la altura del Parque Nacional.

Las movilizaciones comenzaron a las 9 de la mañana, y en el caso de Bogotá afectarán principalmente el centro de la ciudad. Autoridades recomiendan salir temprano y usar transporte público.

Paro Nacional del magisterio, que comienza hoy será indefinido, en protesta por el recorte en las transferencias, según señala el sindicato de los educadores, Fecode.

Entre los ejes viales que estarán bloqueados hasta las 3:00 de la tarde figuran las carreras 7a. y 30, y las calles 26, 45, 53 y 72.

"El día va a estar difícil, porque todas las marchas (se autorizaron ocho) se concentrarán en la plaza de Bolívar a partir de las 11 de la mañana", dijo el comandante de la Policía de Tránsito, coronel Ómar González.

Para evitar desmanes y destrozos -como ocurrió durante la visita del presidente de Estados Unidos, George W. Bush- la Policía está en alistamiento de primer grado. Unos 2.500 hombres estarán cerca de los manifestantes.

Y aunque en un momento la Alcaldía contempló la idea, no suspendió hoy el tránsito de parrilleros en motos, ni el trasteo de escombros ni la movilización de cilindros de gas. El Pico y Placa operará normalmente.

El paro que hoy moviliza a 280.000 maestros del país (de los cuales 30.500 trabajan en Bogotá) se realiza porque el Magisterio está en contra de que el Gobierno asigne menos recursos a la educación que los establecidos por la Constitución.

La Federación Colombiana Nacional de Educadores (Fecode) cree que el anuncio que ha hecho el Gobierno de incrementar las transferencias para la educación en el país es un "eufemismo".
Según el Ministerio de Educación, ese aumento es equivalente a la inflación más 2,5 puntos para este año, y lo mismo más 4,5 puntos para el 2008.

El secretario de Educación de Bogotá, Abel Rodríguez, dijo que tiene información de que en algunos colegios habrá paro y en otros no. En algunos se suspenderán labores parcialmente.
Rodríguez les solicitó a los directivos de los 710 colegios distritales "que atiendan a los niños que lleguen hoy a los planteles". Y a los padres, que no permitan que sus hijos participen en las marchas.

La polémica de la transferencias

Los maestros, representados por Fecode, aseguran que el acto legislativo de transferencias que está a punto de aprobarse en el Congreso de la República generará un recorte de los recursos del magisterio.

La ministra de educación, Cecilia María Vélez, afirmó que el sector educativo no se afectará con la medida, y que recibirá recursos suficientes para garantizar cobertura y el pago de todas las obligaciones a los maestros.

El ministro del Interior, Carlos Holguín, dijo que la protesta es apoyada por dos partidos políticos de oposición en el marco de una campaña electoral y soportado en informaciones inexactas.
Holguín consideró que con la aprobación de esta reforma se garantizan recursos crecientes para la educación en los próximos años, que permitirán la cobertura total en educación básica en el año 2010.

Raúl Arroyave, secretario General de Fecode, contradice a los ministros, y asegura que el "gobierno no quiere reconocer que el sector educativo está en crisis", que se va a empeorar con el recorte de transferencias, y lo acusa de "hacer manipulaciones estadísticas".

Publicado Originalmenre www.eltiempo.com

lunes, 21 de mayo de 2007

Número 169 – mayo 16 de 2007
El laberinto colombiano
Juan Diego García

Las autoridades de Bogotá vinculan el escándalo de la parapolíticacon el incuestionable propósito del presidente Uribe de acabar con la violencia de la extrema derecha y poner fin a los vínculos ilegales entre política, violencia y dineros mal habidos. La democracia colombiana estaría dando una prueba de madurez y grandeza, en la que luminosos días esperan a la sufrida población de este país andino si se continúa por la senda de la 'seguridad democrática', lema central del gobierno.

Los hechos, sin embargo, no parecen sustentar una perspectiva tan optimista y sugieren que los acontecimientos tienen otra explicación y una dinámica que podría desembocar en resultados inesperados y traumáticos.

Sin duda, las torpezas y errores mayúsculos cometidos por los funcionarios y el propio Uribe en la redacción y aplicación de la Ley de justicia y paz, destinada a cambiar la imagen del paramilitarismo, explican en parte el curso de los acontecimientos. Los continuos desplantes y chantajes de los jefes paramilitares han abierto la caja de los truenos, puesto en evidencia lo que todo el país ya sabía y obligado al gobierno a pasar de la orden inicial del "tapen, tapen" a la actual disposición de "aclararlo todo", pues, de no hacerlo así, Uribe aparecería como cómplice.

Fiel a su temperamento, el presidente decide pasar a la ofensiva, acusa a los anteriores presidentes de los mismos vínculos siniestros que se le adjudican y criminaliza a la oposición de izquierda, llamando a sus voceros "guerrilleros en traje de calle".

En realidad, el escándalo de la parapolítica es un efecto no deseado y ahora se trata de minimizar unos daños ya inevitables, sacrificar si es del caso a algunos personajes y ante todo desvincular a Uribe del asunto, aunque la inmensa mayoría de los implicados pertenezcan a su movimiento.


La versión oficial de los hechos sencillamente no se sostiene. En efecto, la llamada desmovilización de los paramilitares es tan poco creíble como la inocencia de Uribe en todo este asunto. Los paras siguen actuando, aunque ahora con cierta cobertura legal y mayor discreción. De la masacre brutal han pasado al asesinato selectivo; la devolución de tierras expropiadas a los campesinos es una ficción y con la nueva ley agraria se permite a los paramilitares legalizar sus robos; la raquítica estructura de la justicia destinada a juzgarles asegura la impunidad y las cárceles de lujo en sus propias haciendas convierten en burla siniestra la llamada condena atenuada , de un máximo de ocho años por miles de crímenes.

Tampoco la temida extradición es lo que era. Los acuerdos de las autoridades estadounidenses con los extraditados jefes del cartel de Cali sirven como ejemplo. Un trato semejante se puede dar a los jefes del narcoparamilitarismo, solicitados ahora por Washington. También a ellos se puede ofrecer una 'prisión atenuada', en inmejorables condiciones, a cambio de la entrega de parte sustancial de sus fortunas y la colaboración con la DEA, pudiendo conservar un par de millones para 'un futuro decente'. Los Estados Unidos tienen amplia experiencia en la negociación con narcotraficantes y terroristas: su elasticidad moral no ofrece dudas, como demuestra el caso de Posada Carriles.

Es aún menos real la supuesta conspiración de los parlamentarios demócratas contra el Plan Colombia o el Tratado de Libre Comercio. Entre otras cosas, porque ambas iniciativas fueron ideas de Clinton y éste siempre ha gozado del apoyo de su partido. Como en el caso de Irak, se trata más bien de un juego de consumo interno, pensando en las próximas elecciones presidenciales. El objetivo es debilitar a Bush, sin excluir su salida deshonrosa, y poner en dificultades a los republicanos, pero sin arriesgar los intereses estratégicos de los Estados Unidos: ellos saben que Colombia es probablemente el mayor aliado que tienen en la región.
Buscando una salida del laberinto la oligarquía colombiana baraja al menos dos alternativas. La que parece más probable es superar el escándalo sacrificando a figuras de rango medio y menor, de suerte que el sistema salga fortalecido y se oculte a los principales responsables –en la mejor tradición nacional–. Por supuesto, Uribe sale muy debilitado y es seguro que para las próximas elecciones se 'limpie' el proceso de paras y narcos, se anuncien a bombo y platillo algunas condenas, se pacten extradiciones y se consiga el retiro discreto de la escena política de los personajes más implicados.

La otra alternativa consiste en deshacerse de Uribe, obligándole a renunciar. El gobierno pasaría al vicepresidente Santos, vástago de la más rancia oligarquía criolla y copropietario del primer grupo de medios de comunicación del país –por pura casualidad, muy activo en la denuncia del escándalo de la parapolítica–. Pero arriesgan mucho con esta maniobra: tienen que contar con el aval de Washington; deben hacerse con el apoyo efectivo de las fuerzas armadas, que a cambio van a pedir más privilegios y también la impunidad para sus miembros más comprometidos, y, por supuesto, tendrán que resolver el problema de las huestes paramilitares, que van a vender muy caros sus intereses.

Por su parte, la oposición de izquierda se mueve en unos márgenes muy estrechos: víctima de la guerra sucia, la restricción sistemática del espacio político y la campaña oficial de criminalización dirigida en su contra – donde el que no está con Uribe no es patriota–. Resulta toda una hazaña –y no pocas veces un suicidio– ser dirigente sindical, denunciar la violación de derechos humanos y hasta hacer oposición parlamentaria sin despertar las iras del presidente y las amenazas de la extrema derecha. A su vez, el gobierno aprovecha la presencia de la izquierda en el parlamento y los escasos derechos civiles aún vigentes como prueba del funcionamiento de la democracia en Colombia. Arriesgarse a diario, en tan estrecha legalidad, es, sin embargo, el precio que debe pagar la oposición para hacer llegar su mensaje a una población sometida al diluvio de manipulaciones, medias verdades y burdas mentiras que muestran al gobierno de Uribe como el mejor de los posibles. Las encuestas que le dan al presidente un 70% de apoyo popular no resisten el menor análisis técnico: son, en realidad, montajes que arrojan los resultados deseados por quien las financia.

La izquierda propone la renuncia de Uribe y la reforma radical del país. Su fuerza parlamentaria es muy menguada y tan sólo le queda como camino la movilización popular para generar un amplio movimiento de opinión que impida soluciones oligárquicas a la crisis. La izquierda considera que el escándalo de la parapolítica es solamente una manifestación más de la profunda descomposición que sufre la sociedad colombiana y, en consecuencia, propone entre otras medidas un cambio de modelo económico, una reforma política, una nueva orientación en las relaciones exteriores, la modernización del Estado, la reforma agraria y la solución negociada del conflicto bélico que azota al país desde siempre.

El movimiento guerrillero, apenas afectado por las campañas militares, propone salidas que no difieren esencialmente de las soluciones de la izquierda legal, una parte del liberalismo en la oposición y destacadas personalidades nacionales que entienden la necesidad de emprender una profunda transformación del país. Sin duda, se puede debatir sobre las reales posibilidades de un triunfo de los alzados en armas. Pero, con independencia de este interesante debate, una cosa sí resulta clara: no parece serio pensar en un arreglo político nacional con vocación de futuro ignorando la existencia de la guerrilla, confiando, como hasta ahora, en las soluciones militares o ilusionándose con engañar a los insurrectos y a su base social con collares de oropel.


Publicado originalmente el El Periódico EL Turbión

Estudiantes universitarios y de secundaria se hicieron sentir en la mañana del día de ayer en Manizales

Estudiantes universitarios y de secundaria se hicieron sentir en la mañana del día de ayer en Manizales
Manizales Periódico El Turbión - mayo 18 de 2007

Cerca de 3.000 estudiantes unidos, rechazando el Plan Nacional de Desarrollo y defendiendo la educacion como un derecho.

El día de ayer, después de una nutrida asamblea, la Universidad de Caldas salió a las calles de Manizales, acompañada de la Universidad Nacional, que lleva ya dos semanas en asamblea permanente, y por estudiantes de secundaria de los colegios Universitario, Tecnológico, Pumarejo y la Normal.

Otros que no podían faltar, y que esperaron a los estudiantes desde muy temprano, fueron los antimotines y el ESMAD. A las 10am la marcha salió de la Universidad de Caldas y, como es acostumbrado, tomó la avenida Santander. Lugar donde se presentó un corto enfrentamiento con el ESMAD en el que resultó fuertemente golpeado un estudiante de la Universidad Nacional.

Llegando a Los Fundadores, la marcha se encontró con estudiantes de diferentes colegios y continuó hasta la Alcaldía de Manizales, donde se rechazó la aprobación del Plan Nacional de Desarrollo. El regreso de los marchantes al alma mater se vio alterado por una agresión del ESMAD que duró varias cuadras y que remató en la Universidad Nacional, donde se ignoró la presencia de niños de todos los colegios en la entrada del estadio Palogrande, justo en medio de la zona de los disturbios.

El saldo fue de ocho estudiantes retenidos, entre estos, estudiantes de secundaria y dos de la Universidad de Caldas. Así transcurrió la jornada del 17 de mayo en Manizales. La Universidad de Caldas mantiene la normalidad académica, mientras la Nacional continúa en cese de sus actividades.
Crimen sin castigo
El atroz asesinato de los investigadores del Cinep Mario Calderón y Elsa Alvarado, ocurrido hace 10 años, aún no ha sido esclarecido.

Fecha: 05/12/2007 -1306 Mario y Elsa. Dos nombres simples. Sin apellidos, ni edades, ni oficios. Sólo así, un nombre de hombre y otro de mujer, que mencionados juntos rememoran uno de los episodios más desgarradores de la violencia paramilitar. Una pareja de buenos seres humanos, inofensivos, cultos, enamorados, con un hijo de 19 meses de nacido, a los que una madrugada asesinaron cuando dormían en su cama. Hace 10 años la justicia investiga quién los mató y aún no sabe quién fue.

El 19 de mayo de 1997 cuatro hombres llegaron al edificio Quinta de la Salle, en la calle 60 con carrera quinta en Bogotá, a las 2 de la mañana. Venían en varios carros que bloquearon la calle y se estacionaron frente al edificio. Los asesinos entraron, retuvieron a Arnulfo Mora, el portero, y uno de ellos se quedó ahí. Los otros tres subieron hasta el piso séptimo, se dirigieron al apartamento 702 y con un hacha rompieron la puerta. Carlos Alvarado y Elvira Chacón de Alvarado, padres de Elsa, descansaban en la sala, estaban de visita y fueron los primeros en recibir la balacera. Luego Mario, y después Elsa. El bebé no recibió un solo disparo. Sobrevivió a la barbarie, junto con la abuela, que se sobrepuso a las heridas.

Los hombres salieron, bajaron a sus carros y se fueron. El ‘trabajo’ estaba hecho. Mario y Elsa estaban muertos. ¿A quién le servían esas muertes? Carlos Castaño, el jefe paramilitar al que mataron con todas sus verdades y mentiras, dijo alguna vez en privado a fuentes que le contaron a SEMANA, que este asesinato lo habían ordenado los “verdaderos” paramilitares.

Quería hacer referencia a la posible participación de miembros de las Fuerzas Militares. Esos a los que siempre se les llama las ‘fuerzas oscuras’. En otra ocasión, Castaño mismo le contó al padre Gabriel Izquierdo, entonces director del Cinep y quien tenía mucha visibilidad pública, que ese asesinato se lo habían rifado entre los jefes de las autodefensas. Izquierdo, que al parecer era el verdadero objetivo de los ‘paras’, se salvó porque consideraron que matar a un cura causaría gran revuelo.

Después de dejar el sacerdocio, Mario Calderón encontró a Elsa. Una comunicadora social que se preocupaba por analizar los medios y porque estos no creaban ambiente para la paz
Y así ha habido muchas versiones sobre la autoría de este crimen. La más cercana es la que señala que miembros de la célebre banda La Terraza de Medellín fueron los autores materiales. Según información de la Fiscalía, cuatro hombres fueron condenados. Juan Carlos González, a 60 años; Wálter Álvarez, a 45; Pablo Vargas, a 55 meses, y Gabriel Álvarez, a 20 meses. Cuatro más fueron absueltos hace un mes por el juzgado segundo penal de Bogotá. Entre ellos alias ‘El Zarco’, quien en un principio fue acusado por la Fiscalía de ser uno de los pistoleros de esa noche.

Estas condenas y estas absoluciones no han abierto el camino para encontrar a los verdaderos autores y por el momento tampoco el proceso de Justicia y Paz parece ser el espacio para que el asesinato de Mario y Elsa se esclarezca. Aun así, ni sus familias, ni sus amigos, ni los visitantes de las más de un millón de referencias sobre el caso que aparecen en la Internet tienen esa expectativa. Este asesinato clasifica dentro de los “inconfesables” de los paras y es de esperar que esa sea una de las tantas verdades que no llegarán nunca.

Pero no importa. El 19 de mayo próximo, en la Plaza de Bolívar, los que los recuerdan llegarán a conmemorar lo que fueron en vida y seguramente volverán a llorar su muerte. El pequeño hijo no estará presente porque su familia se ha encargado de que lleve una vida normal y de que ni su nombre sea mencionado.

Mario fue cura. Así lo decidió desde muy joven porque tenía esa vocación de trabajar con la gente de las barriadas o del campo. Era de los que cogían el azadón para sembrar y luego el canasto para recoger. Nunca usó la sotana y le apostó con fuerza a la Teología de la Liberación. Estudió en París muchos años y de regreso a Colombia empezó a trabajar en las tierras que más tarde le pasarían su cuenta de cobro, Tierralta en Córdoba, y Sumapaz, en Cundinamarca. Fumaba y tomaba trago con amigos a los que convocaba con la facilidad de su palabra. Más viejo decidió dejar el sacerdocio. Estuvo acuñando la idea por años, hasta que se lanzó. Poco tiempo después se conoció con Elsa. Ella era una comunicadora social, llegada a Bogotá desde el Tolima.

Pocos meses antes de la muerte había decidido concentrarse en su tarea de profesora y consultora, escribía sobre los medios de comunicación y las imágenes que creaban de la realidad. Su sonrisa atravesaba su cara de lado a lado y como Mario mismo lo contaba, había recibido su ‘colaboración’ para concebir un hijo. No eran los más conocidos investigadores del Cinep, no eran ni siquiera provocadores de izquierda profesionales, como los hay muchos. Eran dos personas tranquilas, inocentes, como tantas a las que asesinaron las corrompidas mentes que pensaron que matar era un mensaje necesario para alcanzar sus objetivos. Diez años después es posible reflexionar. ¿Los alcanzaron?

Publicado originalmente en www.semana.com
Desde hace más de un año, en las páginas de ColombiaInédita, un grupo de amigos y colaboradores, nos habíamos puesto en la tarea de recopilara información, con el finde poder entender a profundidad la realidad de Colombia.

Por problemas ajenos a nosotros, nos hemos visto en la necesidad de cambiar de dirección: Colombia a Distacia, seguirá con el esfuerzo iniciado hace ya más de un año, tratándo de incorporar más y mejores fuentes de información, para a aquellos interesados en comprender la realidad de nuestro país.

Es hora de empezar con esta nueva aventura. Un abrazo.