Aunque no hay evidencia de que el 'Mono Jojoy' haya estado en las cuevas de La Macarena, el hallazgo sí implica que el Ejército está llegando a la retaguardia de las Farc y haciendo que sus jefes se aíslen cada vez más.
Una vez más, las Fuerzas Militares se anotaron un punto a su favor en la batalla para encontrar a importantes jefes de las Farc. Esta vez fue a 30 kilómetros de La Macarena, en el Meta, en lo más profundo e inhóspito de esta agreste serranía, donde se cree estuvieron unos 400 hombres del frente 27 de delas Farc que por mucho tiempo le han cubierto la espalda a Jorge Briceño Suárez, conocido como el ‘Mono Jojoy’, miembro del secretariado.
Durante este fin de semana se conocieron detalles de lo que encontraron los militares de la Fuerza de Despliegue Rápido, Fudra, en un área de 10 kilómetros cuadrados donde había once campamentos de las Farc. Allí había cavernas naturales sobre y bajo tierra, en las que los guerrilleros se cubrían de los bombardeos. También se encontraron pistas de entrenamiento, una “moderna” fábrica de explosivos, parte de un hospital donde se atendían cirugías de altísima complejidad, miles de medicamentos, comida y armamento.
Toda esta infraestructura pertenecía al mismo frente 27, al mando de alias ‘Efrén’, que tradicionalmente ha proveído de armas hechizas y servicios hospitalarios a sus combatientes.
Desde hace unos tres años, las Fuerzas Militares sabían de la existencia de esta compleja red de refugios, pero dar con ella parecía imposible. “Lo que ayudó a los militares a dar con las escondidas cavernas –que si uno no sabe dónde están es imposible detectar que existen- fue la información de los desertores de las Farc”, dijo a Semana.com, un funcionario del Ministerio de Defensa que estuvo en el lugar.
Para encontrar estos campamentos ha sido clave el patrullaje militar en zonas muy selváticas y remotas. Aparentemente, los guerrilleros que están en los cordones de seguridad de jefes como ‘Jojoy’ que quieren desertar no la tienen fácil para hacer contacto con militares, ya que están permanentemente controlados. Intentar una fuga en medio de la nada es casi un suicidio. Sólo lo pueden hacer cuando hay presencia militar cercana. “Varias veces, a soldados que están patrullando, les ha salido del monte un guerrillero recién volado”, agregó el funcionario.
Por eso los militares están haciendo este tipo de patrullajes por todas las zonas de retaguardia de las Farc como parques naturales y zonas aisladas. Sin embargo, el costo ha sido muy alto: los guerrilleros se han dedicado a poner minas antipersona en las que han caído decenas civiles y militares.
Las cuevas
Desde hace más o menos un mes, las tropas intensificaron la búsqueda de las famosas “Cuevas del Mono” en las que supuestamente se había escondido 'Jojoy' varias veces. Con su “Operación Fénix”, los militares encontraron hace una semana la zona campamentaria, y allí, las cuevas, que tienen un significado estratégico especial.
El comandante de la Fudra, general Miguel Pérez, dijo a Semana.com que el hecho de que los guerrilleros hayan tenido que buscar un escondedero en la mitad de la selva, en un sitio totalmente inhóspito, significa que ya no tienen el apoyo tradicional de la población civil en esta zona.
“Con este golpe se les desorganiza mucho de su logística y con seguridad, internamente, tendrán que tomar decisiones cruciales para mantenerse (...) Se calcula que con lo que tenían allí podían sobrevivir hasta unos siete meses y el hecho de que hayan salido de esas cuevas implica que se tienen que ir hacia la zona baja de La Macarena, con lo que posiblemente habrá enfrentamientos en los próximos días”, dice el general Pérez.
Este oficial, quien conoce de cerca los movimientos del frente 27 y sus vínculos con el ‘Mono Jojoy’, confirmó que no hay certeza ni evidencia física de que este último haya pasado en los últimos días por esta zona de La Macarena. Lo que sí es fijo es que esto afecta su abastecimiento para sobrevivir y reduce su movilidad en un momento crucial, ya que se encuentra enfermo de diabetes crónica.
Con esta operación y con la captura de importantes miembros como “El Negro Antonio” (uno de los secuestradores más temerarios de esta organización insurgente), o la muerte de alias ‘Gaitán’ (de la red urbana ‘Antonio Nariño’) las Fuerzas Militares buscan acercarse más al corazón de las Farc asentado en el sur del país, y así obtener una ventaja militar más amplia que finalmente los conduzca a liberar a los secuestrados y cesar el fuego en forma unilateral, que son las condiciones que ha impuesto el gobierno de Álvaro Uribe para acceder a una negociación.
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lunes, 20 de abril de 2009
Cinco cosas que no volvieron a ser iguales después del ataque a Reyes
Conflicto armado El 1 de marzo de 2008, comandos de Policía y Ejército atacaron un campamento de las Farc en territorio ecuatoriano y mataron a Raúl Reyes, el segundo de ese grupo guerrillero. La operación introdujo la guerra a una nueva fase.
La operación militar colombiana en Sucumbíos, Ecuador, de hace un año, que terminó con la muerte del llamado ‘canciller’ de las Farc, Luis Edgar Devia, más conocido como ‘Raúl Reyes’, fue un punto de inflexión en la historia del conflicto armado colombiano. Marcó un antes y un después en por lo menos estos cinco aspectos:
1. Las Farc perdieron un estratega difícil de reemplazar
Con la muerte de ‘Reyes’, la organización guerrillera se quedó sin el miembro más internacionalizado del Secretariado. Aunque era un campesino nacido en Huila y criado en Caquetá, ‘Reyes’ había sido entrenado en la Alemania comunista y conservó por muchos años a sus viejos amigos de la Stasi -la policía secreta de la Alemania comunista- para comprar armamento del mercado negro. Luego, cuando salió enfermo y bastante golpeado del Caquetá a fines de los ochenta, vivió en México, donde hizo contactos y amigos en toda América Latina, y en el mundo comunista que se solidarizaba con su lucha armada.
En cada proceso de paz, ‘Reyes’ era el vocero y negociador con los mediadores internacionales, quiénes veían en él, equivocadamente, a un moderado. Estas oportunidades, ‘Reyes’ las aprovechó para tejer una extensísima red de apoyos políticos y económicos que quedó en evidencia en los computadores que le pescaron el día de su muerte.
2. El entramado internacional de las Farc se derrumbó
Es este entramado que había tejido las Farc con grupos y contactos en medio mundo se vino abajo cuando se divulgaron los contenidos de los computadores hallados en la operación contra ‘Reyes’. No sólo quedaron expuestos por sus auxilios a las Farc muchos políticos y organizaciones en los países vecinos y en Europa, sino que además al quedar en evidencia su complicidad, forzó a muchos no expuestos a alejarse como medida preventiva. Difícilmente las Farc podrán volver a montar un imperio de conexiones parecido.
3. Las Farc perdieron confianza para comunicarse
El hallazgo de los computadores también debilitó a las Farc internamente quizás como ningún otro golpe anterior o posterior. Al conocer en detalle cómo se comunicaban entre guerrilleros, cuál era el estilo de los principales jefes y qué temas los preocupaban, les dio a las autoridades de inteligencia y judiciales fichas claves para interpretar la información que ya tenían o que iban obteniendo de las Farc.
Como bien lo dijo Íngrid Betancourt luego, la ‘Operación Jaque’ hubiera sido imposible de llevar a cabo, si antes no se hubieran incautado los computadores de ‘Reyes’. Algunos contactos y cómplices nacionales también quedaron en descubierto y la justicia tendrá que definir quiénes, entre todos los mencionados en los computadores, eran realmente cómplices de esa guerrilla.
4. La diplomacia colombiana se 'pellizcó'
También salió averiado de esta operación el cuerpo diplomático colombiano. ¿Por qué los cientos de agregados militares y policiales, los miles de consejeros y embajadores que ganan buenos salarios en las embajadas colombianas en el exterior, durante seis años del gobierno de Uribe no habían detectado y denunciado con pruebas medianamente sólidas, la enorme maraña de relaciones que las Farc tenían con organizaciones terroristas, narcotraficantes, grupos radicales y demás en muchos lugares del mundo? A partir de ahí Colombia ha intensificado la colaboración policial y diplomática con países que tienen grupos armados ilegales o grupos criminales afines a grupos similares aquí.
5. Las relaciones con Ecuador se averiaron
Tampoco han sido iguales desde entonces las relaciones exteriores con Ecuador. Quedará para la historia la duda de si Colombia habría podido hacer exactamente la misma operación, pero sin ocultársela al presidente ecuatoriano y sobre todo, sin mentirle luego de que hubiese sido llevada a cabo. Ecuador dice que sí. Colombia dice que hubiese sido filtrada. Lo que sí es claro hoy es que Colombia violó la soberanía ecuatoriana al meterse en su territorio sin su autorización y que al Ecuador le había faltado voluntad política para impedir que las Farc acamparan olímpicamente en su territorio. Y también que el episodio destapó una caja de pandora de años de una política descuidada de Colombia hacia Ecuador y años de resentimiento de éste por el maltrato.
Puso en evidencia los miles de refugiados colombianos que Ecuador ha tenido que atender, y las decenas de criminales que pasaron la frontera a dañarle la vida tranquila a los ecuatorianos con secuestros y tráficos ilegales. También salió a la luz el desespero de Colombia con la falta de acción ecuatoriana frente a las Farc, lo mucho que subestiman el daño que hacen en Colombia. A un año, aún no se re-establecen las relaciones diplomáticas entre los dos países, y aunque Colombia por fin anunció que blindará la frontera sur, los problemas de migración ilegal y de crimen colombiano desbordando la Bahía de Ancón, o el Río San Miguel o el Putumayo hacia el sur aún siguen sin resolver.
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La operación militar colombiana en Sucumbíos, Ecuador, de hace un año, que terminó con la muerte del llamado ‘canciller’ de las Farc, Luis Edgar Devia, más conocido como ‘Raúl Reyes’, fue un punto de inflexión en la historia del conflicto armado colombiano. Marcó un antes y un después en por lo menos estos cinco aspectos:
1. Las Farc perdieron un estratega difícil de reemplazar
Con la muerte de ‘Reyes’, la organización guerrillera se quedó sin el miembro más internacionalizado del Secretariado. Aunque era un campesino nacido en Huila y criado en Caquetá, ‘Reyes’ había sido entrenado en la Alemania comunista y conservó por muchos años a sus viejos amigos de la Stasi -la policía secreta de la Alemania comunista- para comprar armamento del mercado negro. Luego, cuando salió enfermo y bastante golpeado del Caquetá a fines de los ochenta, vivió en México, donde hizo contactos y amigos en toda América Latina, y en el mundo comunista que se solidarizaba con su lucha armada.
En cada proceso de paz, ‘Reyes’ era el vocero y negociador con los mediadores internacionales, quiénes veían en él, equivocadamente, a un moderado. Estas oportunidades, ‘Reyes’ las aprovechó para tejer una extensísima red de apoyos políticos y económicos que quedó en evidencia en los computadores que le pescaron el día de su muerte.
2. El entramado internacional de las Farc se derrumbó
Es este entramado que había tejido las Farc con grupos y contactos en medio mundo se vino abajo cuando se divulgaron los contenidos de los computadores hallados en la operación contra ‘Reyes’. No sólo quedaron expuestos por sus auxilios a las Farc muchos políticos y organizaciones en los países vecinos y en Europa, sino que además al quedar en evidencia su complicidad, forzó a muchos no expuestos a alejarse como medida preventiva. Difícilmente las Farc podrán volver a montar un imperio de conexiones parecido.
3. Las Farc perdieron confianza para comunicarse
El hallazgo de los computadores también debilitó a las Farc internamente quizás como ningún otro golpe anterior o posterior. Al conocer en detalle cómo se comunicaban entre guerrilleros, cuál era el estilo de los principales jefes y qué temas los preocupaban, les dio a las autoridades de inteligencia y judiciales fichas claves para interpretar la información que ya tenían o que iban obteniendo de las Farc.
Como bien lo dijo Íngrid Betancourt luego, la ‘Operación Jaque’ hubiera sido imposible de llevar a cabo, si antes no se hubieran incautado los computadores de ‘Reyes’. Algunos contactos y cómplices nacionales también quedaron en descubierto y la justicia tendrá que definir quiénes, entre todos los mencionados en los computadores, eran realmente cómplices de esa guerrilla.
4. La diplomacia colombiana se 'pellizcó'
También salió averiado de esta operación el cuerpo diplomático colombiano. ¿Por qué los cientos de agregados militares y policiales, los miles de consejeros y embajadores que ganan buenos salarios en las embajadas colombianas en el exterior, durante seis años del gobierno de Uribe no habían detectado y denunciado con pruebas medianamente sólidas, la enorme maraña de relaciones que las Farc tenían con organizaciones terroristas, narcotraficantes, grupos radicales y demás en muchos lugares del mundo? A partir de ahí Colombia ha intensificado la colaboración policial y diplomática con países que tienen grupos armados ilegales o grupos criminales afines a grupos similares aquí.
5. Las relaciones con Ecuador se averiaron
Tampoco han sido iguales desde entonces las relaciones exteriores con Ecuador. Quedará para la historia la duda de si Colombia habría podido hacer exactamente la misma operación, pero sin ocultársela al presidente ecuatoriano y sobre todo, sin mentirle luego de que hubiese sido llevada a cabo. Ecuador dice que sí. Colombia dice que hubiese sido filtrada. Lo que sí es claro hoy es que Colombia violó la soberanía ecuatoriana al meterse en su territorio sin su autorización y que al Ecuador le había faltado voluntad política para impedir que las Farc acamparan olímpicamente en su territorio. Y también que el episodio destapó una caja de pandora de años de una política descuidada de Colombia hacia Ecuador y años de resentimiento de éste por el maltrato.
Puso en evidencia los miles de refugiados colombianos que Ecuador ha tenido que atender, y las decenas de criminales que pasaron la frontera a dañarle la vida tranquila a los ecuatorianos con secuestros y tráficos ilegales. También salió a la luz el desespero de Colombia con la falta de acción ecuatoriana frente a las Farc, lo mucho que subestiman el daño que hacen en Colombia. A un año, aún no se re-establecen las relaciones diplomáticas entre los dos países, y aunque Colombia por fin anunció que blindará la frontera sur, los problemas de migración ilegal y de crimen colombiano desbordando la Bahía de Ancón, o el Río San Miguel o el Putumayo hacia el sur aún siguen sin resolver.
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Conflicto Interno,
FARC
'Don Berna' implica al ex general Mario Montoya en actividades paramilitares
Lunes, 02 de Marzo de 2009 14:31
El confeso narcotraficante y jefe paramilitar Diego Fernando Murillo Bejarano, alias 'Don Berna', admitió, ante la Corte del Distrito Sur de New York, alianzas con altos oficiales del Ejército y la Policía para incursionar en la comuna 13 de Medellín durante la llamada Operación Orión, ejecutada entre el 16 y el 19 de octubre de 2002
Por IPC especial para Verdad Abierta
Entre los oficiales citados por alias 'don Berna' se encuentran el ex general del Ejército Mario Montoya Uribe, hoy embajador de Colombia en República Dominicana, y al ex general de la Policía Nacional Leonardo Gallego, hoy en retiro.
Tales afirmaciones están contenidas en una nueva carta que Murillo Bejarano le envió al juez Richard M. Berman, fechada el 25 de febrero, a través de la cual intenta convencerlo para que le niegue la condición de víctima a una mujer cuyo hijo fue desaparecido de manera forzada días después de la Operación Orión, excluya ese testimonio y las pruebas en la audiencia de sentencia, y le niegue cualquier tipo de restitución económica.
“Las fuerzas de autodefensa del Bcn (bloque Cacique Nutibara) llegaron a la Comuna 13 como parte de la alianza con la Cuarta Brigada del Ejército, incluyendo a los generales Mario Montoya, del Ejército, y Leonardo Gallego, de la Policía”, aseveró alias 'don Berna'.
Para la época de la Operación Orión, el general Montoya se desempeñaba como comandante de la IV Brigada del Ejército, con sede en Medellín, y el general Gallego era el comandante de la Policía Metropolitana del Valle de Aburrá.
En su declaración, Murillo Bejarano agregó que al bloque Cacique Nutibara le fue asignada una unidad antisecuestro del Gaula para que “asistiera a sus hombres en los esfuerzos conjuntos durante la Operación Orión”, y narró que la coordinación con los militares y los policías para desalojar de la zona a las milicias de las Farc, el Eln y los Comandos Armados del Pueblo estaba bajo la responsabilidad de un hombre conocido con el alias de King Kong.
El trámite, que llevó a la posibilidad de que una víctima participe en el proceso de alias don Berna y sea escuchada este miércoles 4 de marzo en una Corte Federal, se logró gracias a la gestión adelantada por la Corporación Jurídica Libertad, que se apoyó en la Clínica Legal de Derechos Humanos Internacionales de la Facultad de Derecho de la Universidad California Berkeley.
Los apoderados de la mujer, a quien por razones de seguridad no se identifica, afirman que su clienta fue víctima de la conspiración de narcotráfico cometida por Murillo Bejarano contra los Estados Unidos. Según la moción legal presentada ante el juez Berman el pasado 17 de febrero, y que hace trámite en la Corte, el jefe paramilitar ordenó la desaparición y ejecución de residentes de la comuna 13, incluyendo el hijo de la peticionaria, con el fin de controlar un corredor estratégico para el narcotráfico.
En su carta al juez norteamericano, alias 'Don Berna' insistió en mostrar la Comuna 13 como un “área controlada en gran parte por la guerrilla marxista que aterrorizó a través de secuestros y asesinatos”. Aseveró también que “la guerrilla había establecido una política y estructura comunista en el ámbito de la Comuna 13 y las Farc y el Eln tenían un control completo de la zona”.
Por ello, según él, la ocupación de este sector de la ciudad por parte de “Policía, Ejército y paramilitares se efectuó por motivos políticos para eliminar a la guerrilla de la zona, en un esfuerzo para ayudar a la comunidad”. Insistió en argumentar que fueron “la comunidad y las fuerzas de seguridad del Estado” las que le pidieron “ayuda” al bloque Cacique Nutibara para “librar la zona de la guerrilla”.
“Como resultado de los esfuerzos militares conjuntos en la zona”, afirmó Murillo Bejarano, “por lo menos 20 personas que fueron secuestradas por la guerrilla fueron liberados”. Si bien admitió su comandancia del bloque Cacique Nutibara, dijo que “no di la orden para cometer delitos graves innecesarios en la zona, pero más tarde descubrí que se cometieron excesos”.
Es la primera vez que este jefe paramilitar, quien se desempeñó como Inspector General de las Auc, habla sobre la Operación Orión, pues en sus pocas audiencias ante fiscales de la Unidad de Justicia y Paz rendidas en Colombia no abordó el asunto.
A la carta de 'Don Berna' al juez Berman, su defensa le agregó el artículo de prensa publicado por el diario The Angeles Times el 25 de marzo de 2005 que revela los contenidos de un informe de agencias de inteligencia norteamericanas donde se afirma que el ex general Montoya y un grupo de paramilitares realizó de manera conjunta la Operación Orión.
Todos aportaron
Para rebatir los argumentos de la Fiscalía norteamericana y de los apoderados de la víctima, que lo señalan de haber penetrado en la Comuna 13 con el fin de proteger un corredor estratégico para el negocio del narcotráfico, alias 'Don Berna' le explicó al juez Berman cómo funcionó el sostenimiento y, de paso, involucró presuntamente a empresarios e industriales en su financiación, aunque no dio nombres concretos.
Según el jefe paramilitar, la financiación de todos los bloques de las Auc dependía de sus propias estrategias de recaudación. En el caso del bloque Cacique Nutibara, dijo que sus finanzas dependían en un 70% del robo de gasolina del poliducto de Ecopetrol que pasa por el corregimiento San Cristóbal, donde ubicaron válvulas clandestinas. El combustible era vendido en la ciudad a transportadores.
“Además, el bloque Cacique Nutibara fue financiado con las contribuciones de ricos hombres de negocios, empresas y hoteles, impuestos a los buses y a grandes empresas, el dinero de la gasolina y los impuestos a los traficantes de estupefacientes”, precisó.
Adicional a ello, aclaró que la Comuna 13 no era un corredor estratégico, como sí o era la carretera a través del corregimiento San Cristóbal, “la vía más rápida para obtener productos fuera de la ciudad de Medellín”. También negó que sus hombres se aliaran con las autoridades colombianas para promover actividades de tráfico de drogas en el ámbito de la Comuna 13.
Lo dicho por 'Don Berna' al juez Richard Berman confirmaría lo que tantas veces ha sido denunciado en Colombia por las comunidades afectadas y organizaciones no gubernamentales defensoras de derechos humanos que las han acompañado, sin que las autoridades hayan tenido oídos para ellas.
Le corresponderá a la justicia colombiana determinar la veracidad de los señalamientos del paramilitar que enfrenta la etapa decisiva de su juicio por narcotráfico en los Estados Unidos.
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El confeso narcotraficante y jefe paramilitar Diego Fernando Murillo Bejarano, alias 'Don Berna', admitió, ante la Corte del Distrito Sur de New York, alianzas con altos oficiales del Ejército y la Policía para incursionar en la comuna 13 de Medellín durante la llamada Operación Orión, ejecutada entre el 16 y el 19 de octubre de 2002
Por IPC especial para Verdad Abierta
Entre los oficiales citados por alias 'don Berna' se encuentran el ex general del Ejército Mario Montoya Uribe, hoy embajador de Colombia en República Dominicana, y al ex general de la Policía Nacional Leonardo Gallego, hoy en retiro.
Tales afirmaciones están contenidas en una nueva carta que Murillo Bejarano le envió al juez Richard M. Berman, fechada el 25 de febrero, a través de la cual intenta convencerlo para que le niegue la condición de víctima a una mujer cuyo hijo fue desaparecido de manera forzada días después de la Operación Orión, excluya ese testimonio y las pruebas en la audiencia de sentencia, y le niegue cualquier tipo de restitución económica.
“Las fuerzas de autodefensa del Bcn (bloque Cacique Nutibara) llegaron a la Comuna 13 como parte de la alianza con la Cuarta Brigada del Ejército, incluyendo a los generales Mario Montoya, del Ejército, y Leonardo Gallego, de la Policía”, aseveró alias 'don Berna'.
Para la época de la Operación Orión, el general Montoya se desempeñaba como comandante de la IV Brigada del Ejército, con sede en Medellín, y el general Gallego era el comandante de la Policía Metropolitana del Valle de Aburrá.
En su declaración, Murillo Bejarano agregó que al bloque Cacique Nutibara le fue asignada una unidad antisecuestro del Gaula para que “asistiera a sus hombres en los esfuerzos conjuntos durante la Operación Orión”, y narró que la coordinación con los militares y los policías para desalojar de la zona a las milicias de las Farc, el Eln y los Comandos Armados del Pueblo estaba bajo la responsabilidad de un hombre conocido con el alias de King Kong.
El trámite, que llevó a la posibilidad de que una víctima participe en el proceso de alias don Berna y sea escuchada este miércoles 4 de marzo en una Corte Federal, se logró gracias a la gestión adelantada por la Corporación Jurídica Libertad, que se apoyó en la Clínica Legal de Derechos Humanos Internacionales de la Facultad de Derecho de la Universidad California Berkeley.
Los apoderados de la mujer, a quien por razones de seguridad no se identifica, afirman que su clienta fue víctima de la conspiración de narcotráfico cometida por Murillo Bejarano contra los Estados Unidos. Según la moción legal presentada ante el juez Berman el pasado 17 de febrero, y que hace trámite en la Corte, el jefe paramilitar ordenó la desaparición y ejecución de residentes de la comuna 13, incluyendo el hijo de la peticionaria, con el fin de controlar un corredor estratégico para el narcotráfico.
En su carta al juez norteamericano, alias 'Don Berna' insistió en mostrar la Comuna 13 como un “área controlada en gran parte por la guerrilla marxista que aterrorizó a través de secuestros y asesinatos”. Aseveró también que “la guerrilla había establecido una política y estructura comunista en el ámbito de la Comuna 13 y las Farc y el Eln tenían un control completo de la zona”.
Por ello, según él, la ocupación de este sector de la ciudad por parte de “Policía, Ejército y paramilitares se efectuó por motivos políticos para eliminar a la guerrilla de la zona, en un esfuerzo para ayudar a la comunidad”. Insistió en argumentar que fueron “la comunidad y las fuerzas de seguridad del Estado” las que le pidieron “ayuda” al bloque Cacique Nutibara para “librar la zona de la guerrilla”.
“Como resultado de los esfuerzos militares conjuntos en la zona”, afirmó Murillo Bejarano, “por lo menos 20 personas que fueron secuestradas por la guerrilla fueron liberados”. Si bien admitió su comandancia del bloque Cacique Nutibara, dijo que “no di la orden para cometer delitos graves innecesarios en la zona, pero más tarde descubrí que se cometieron excesos”.
Es la primera vez que este jefe paramilitar, quien se desempeñó como Inspector General de las Auc, habla sobre la Operación Orión, pues en sus pocas audiencias ante fiscales de la Unidad de Justicia y Paz rendidas en Colombia no abordó el asunto.
A la carta de 'Don Berna' al juez Berman, su defensa le agregó el artículo de prensa publicado por el diario The Angeles Times el 25 de marzo de 2005 que revela los contenidos de un informe de agencias de inteligencia norteamericanas donde se afirma que el ex general Montoya y un grupo de paramilitares realizó de manera conjunta la Operación Orión.
Todos aportaron
Para rebatir los argumentos de la Fiscalía norteamericana y de los apoderados de la víctima, que lo señalan de haber penetrado en la Comuna 13 con el fin de proteger un corredor estratégico para el negocio del narcotráfico, alias 'Don Berna' le explicó al juez Berman cómo funcionó el sostenimiento y, de paso, involucró presuntamente a empresarios e industriales en su financiación, aunque no dio nombres concretos.
Según el jefe paramilitar, la financiación de todos los bloques de las Auc dependía de sus propias estrategias de recaudación. En el caso del bloque Cacique Nutibara, dijo que sus finanzas dependían en un 70% del robo de gasolina del poliducto de Ecopetrol que pasa por el corregimiento San Cristóbal, donde ubicaron válvulas clandestinas. El combustible era vendido en la ciudad a transportadores.
“Además, el bloque Cacique Nutibara fue financiado con las contribuciones de ricos hombres de negocios, empresas y hoteles, impuestos a los buses y a grandes empresas, el dinero de la gasolina y los impuestos a los traficantes de estupefacientes”, precisó.
Adicional a ello, aclaró que la Comuna 13 no era un corredor estratégico, como sí o era la carretera a través del corregimiento San Cristóbal, “la vía más rápida para obtener productos fuera de la ciudad de Medellín”. También negó que sus hombres se aliaran con las autoridades colombianas para promover actividades de tráfico de drogas en el ámbito de la Comuna 13.
Lo dicho por 'Don Berna' al juez Richard Berman confirmaría lo que tantas veces ha sido denunciado en Colombia por las comunidades afectadas y organizaciones no gubernamentales defensoras de derechos humanos que las han acompañado, sin que las autoridades hayan tenido oídos para ellas.
Le corresponderá a la justicia colombiana determinar la veracidad de los señalamientos del paramilitar que enfrenta la etapa decisiva de su juicio por narcotráfico en los Estados Unidos.
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Parapolítica
La batalla por el trono de los narcos caídos
Narcotráfico Después de una calma aparente y tras la ausencia de los grandes jefes del norte del Valle y el Eje Cafetero, los aspirantes a sucederlos están matándose por el control del multimillonario negocio. Van cuatro masacres en menos de un mes. Radiografía de la naciente guerra.
“El cartel de esa región llegó a su fin”, dijo el director de la policía, general Óscar Naranjo.
Y sí es verdad que los capos de los ochenta y noventa, Orlando Henao, Diego Montoya, alias ´Don Diego´, Wílber Varela, alias ´Jabón´, Iván Urdinola Grajales, alias ´don Iván´, Juan Carlos Ramírez Abadía, alias ´Chupeta´, Hernando Gómez Bustamente, alias ´Rasguño´, y sus grandes organizaciones ya no están. Pero también lo es, que el monstruo del narcotráfico sigue vivo en esa golpeada región; sólo que ahora tiene decenas de cabecitas que se pelean a muerte por dominio del negocio.
Los responsables de esos ajustes, con el sello inconfundible de la mafia, son personas que al parecer tienen estrecha relación con el narcotráfico y “que sobrevivieron a la purga por la persecución de las autoridades o el exterminio entre ellos”, explicó una fuente policial, quien pidió omitir su nombre.
La primera señal violenta de ese fenómeno ocurrió el 22 de enero de este año, en la vía que une a Roldanillo con La Unión, dos pequeñas poblaciones del norte del Valle. Los torturados y ajusticiados fueron los hermanos Rafael y Alexánder Sánchez Rúa, y dos de sus escoltas. Uno de ellos, Rafael, fue noticia en agosto de 2008 al ser incluido junto a su esposa Piedad Restrepo, en la Lista de Narcotraficantes Designados del Departamento de Estado estadounidense, conocida como “Lista Clinton”. Según la Oficina para el Control de Lavado de Activos Extranjeros (Ofac, por su sigla en inglés) existen indicios de que la pareja integra la organización criminal que lidera el ex jefe paramilitar Carlos Mario Jiménez Naranjo, alias ´Macaco´, extraditado hacia los Estados Unidos el año pasado.
Una semana después de esa masacre de cuatro, y en plena fiesta del aniversario de Roldanillo, sicarios acribillaron a Héctor Fabio Urdinola, sobrino del desaparecido capo del cartel del norte del Valle, Iván Urdinola Grajales.
A esa estela criminal se sumó el doble homicidio de otros dos hermanos, Jorge Eliécer y Leonel Rivera Ramírez, oriundos de Ansermanuevo, municipio también del norte del Valle y considerado cuna de narcos como Dávinson Gómez y Albeiro Monsalve, entre otros. El crimen ocurrió hace ocho días en la vía que une a Cartago con Obando.
Horas después las acciones criminales se trasladaron hacia Pereira, Risaralda. En la vereda El Guayabo, cerca al popular barrio Cuba de la capital risaraldense se presentó una balacera que dejó como saldo tres personas muertas y una herida. Cuando entraron a la finca, las autoridades hallaron un arsenal, autos blindados con placas de Cali y Bogotá.
Puja territorial
En los cuatro episodios criminales hubo saña, torturas. Y en los cuatro se usaron fusiles AK 47.
En los pueblos de esa verde región, Bolívar, Roldadillo, El Dovio, Versalles, Zarzal, La Unión, La Victoria, Obando, Ansermanuevo, El Águila, El Cairo, Alcalá y Ulloa, la gente murmura que teme una nueva guerra, como las tantas vividas, entre mafiosos de la nueva generación.
En Cartago, cuna de narcos como ´Rasguño´, Jhon Edilber Cano, alias ´Jhonny Cano´ y Aldemar Rendón, alias ´Mechas´, entre otros, el ambiente se respira especialmente denso pues jóvenes ambiciosos se están matando por quedarse con el mando de los caídos jefes.
La pelea empezó cuando mataron a los presuntos testaferros de los otrora jefes. También resurgió la criminalidad común, esa que antes los patrones mantenían a raya. Pocos se atrevían a robar un carro, una moto o a meterse a desocupar casas. “Ahora esos delitos son comunes”, dijo un comerciante. También renacieron las extorsiones o boleteos a comerciantes, por cuenta de distintos grupos criminales.
Andrés Santamaría, Defensor del Pueblo del Valle recordó que justamente uno de sus más recientes informes de alertas tempranas trata el delicado tema del narcotráfico en el norte del Valle.
Las muertes y la inseguridad han ido anunciadas en Cartago, como en la novela de la Mala Hora, de panfletos clandestinos. Ya se habían visto en los tiempos del reinado de ´Don Diego´ y de ´Jabón´, cuyos ejércitos de Machos y Rastrojos se amenazaban y delataban por medio de volantes. Pero nunca como ahora, los panfletos habían arrastrado a tanta gente, empresarios, políticos, fiscales, jueces y alcaldes, todos son denunciados por los anónimos. Y estos ya no sólo circulan en la calle, de puerta a puerta, sino que llegan por Internet.
Las cifras oficiales de Cartago dicen que el homicidio está frenado, 117 asesinados en 2008, frente a 118 del año anterior y que incluso, este año, las cosas van mejor pues en 45 días han ocurrido 6 muertes violentas en comparación con las 20 que hubo en el mismo período del año pasado. “Estamos trabajando muy duro para bajar las tasas de homicidio”, dijo a Semana, el coronel Germán Gallego, comandante del Sexto Distrito de Policía en el norte del Valle.
El clima cartaguense sin embargo sigue espeso. A esa ciudad le tocó la maldición de estar cerca al Cañón de Garrapatas, una selva tupida bajo la cual se esconden cultivos de coca y laboratorios, y que además sirve de corredor hacia el océano Pacífico, para sacar la valiosa droga al exterior.
La huella de ´Comba´
Dicen los expertos del DAS que en este momento, el único mafioso con la capacidad financiera y militar para pelearse el dominio del negocio ilegal en el norte del Valle y el Eje Cafetero es Luis Enrique Calle Serna, alias ´Comba´ o ´Combatiente´. Y que esto explicaría, en parte, por qué uchas de las víctimas recientes han sido presuntos miembros de la organización de ‘Macaco’, quien hasta ahora se consideraba el amo y señor del narcotráfico en la región.
Las autoridades dicen que ‘Comba’ creció a la sombra de Varela, que le manejaba los cobros y su ejército privado de “Rastrojos” que ha llegado a extenderse hasta Nariño, Cauca, Valle y ahora al Eje Cafetero. Incluso se presume que fue él, junto a otros capos, quienes traicionaron a su antiguo jefe y lo mataron en enero de 2008 en Venezuela. Hace meses que ‘Comba’ figura en el organigrama oficial de los jefes del narcotráfico y ha estado en la “Lista Clinton” desde 2005.
Los investigadores de cómo se mueve el tráfico ilícito en la región dicen que como heredero del imperio criminal de Varela, Calle Serna (‘Comba’) ha colocado sus fichas en la región. En el norte del Valle y en el Eje Cafetero puso a su hermano Javier Antonio y a otro presunto narcotraficante conocido como Jaime Alberto Marín Zamora, alias ´Betto´ o ´El Mosco.
Dijo una fuente que en Pereira, ´Comba´ desató la guerra contra “oficinas de cobro” como ‘Los Chukys’, ‘La Cordillera’, ‘Los Rolos’ y ‘Los Coreanos’, y que éstas a su vez se alimentan de los jóvenes pandilleros que pululan en la ciudad. Quienes conocen bien lo que allí pasa aseguran que la violencia reciente que se vive es fruto de esta batalla entre la organización criminal conocida como la “Oficina de Envigado”, con base en ese municipio antioqueño, y lugartenientes de Calle Serna.
Esa tesis coincide con la alerta temprana lanzada a mediados de 2008 por la Defensoría del Pueblo de Risaralda, donde identifica el problema de la proliferación de pandillas como caldo de cultivo para la penetración de nuevos narcos. “La vulnerabilidad de los niños, la amenaza a líderes, el desplazamiento intraurbano y los homicidios son los puntos relevantes del informe”, señaló a Semana, Luis Carlos Leal, defensor del Pueblo de esa ciudad.
Nadie en Pereira olvida el vergonzoso episodio que enfrentó la policía hace un par de semanas, pues se descurbió que uno de los escoltas de Eisenhower Zapata, presidente del colegio de Jueces de Paz de la ciudad, era integrante de banda ‘La Cordillera’. Zapata, quien ha denunciado el fenómeno de las pandillas en Dosquebradas y Pereira, sobrevivió a un atentado criminal el año pasado.
El reciente episodio de los tres muertos en la finca de Guadalupe en Pereira, donde además se hallaron varios fusiles AK 47, es otro más de esta lucha entre mafiosos. “Esto parece un típico ajuste de cuentas entre narcotraficantes”, dijo el coronel Hoover Penilla, comandante de la policía Risaralda a un diario local.
En Risaralda, para peor, los crímenes sí van en aumento. Según los registros de Medicina Legal, subieron de 717 homicidios en 2007, a 753, el año pasado. En Pereira también hubo 95 asesinatos más el año pasado que el anterior.
Los homicidios creciendo en el Eje Cafetero, el ambiente enrarecido e inseguro de los pueblos del norte del Valle, las recientes masacres de personas probablemente asociadas al negocio millonario, llevaron al general Naranjo a lanzar una ofensiva policial sobre la región. Los resultados aún están por verse. La guerra entre sucesores está arreciando, tanto que el obispo de Pereira, Tulio Duque, aseguró que su ciudad estaban viviendo “una ola de violencia peor a la que padeció Medellín cuando estaba Pablo Escobar”.
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“El cartel de esa región llegó a su fin”, dijo el director de la policía, general Óscar Naranjo.
Y sí es verdad que los capos de los ochenta y noventa, Orlando Henao, Diego Montoya, alias ´Don Diego´, Wílber Varela, alias ´Jabón´, Iván Urdinola Grajales, alias ´don Iván´, Juan Carlos Ramírez Abadía, alias ´Chupeta´, Hernando Gómez Bustamente, alias ´Rasguño´, y sus grandes organizaciones ya no están. Pero también lo es, que el monstruo del narcotráfico sigue vivo en esa golpeada región; sólo que ahora tiene decenas de cabecitas que se pelean a muerte por dominio del negocio.
Los responsables de esos ajustes, con el sello inconfundible de la mafia, son personas que al parecer tienen estrecha relación con el narcotráfico y “que sobrevivieron a la purga por la persecución de las autoridades o el exterminio entre ellos”, explicó una fuente policial, quien pidió omitir su nombre.
La primera señal violenta de ese fenómeno ocurrió el 22 de enero de este año, en la vía que une a Roldanillo con La Unión, dos pequeñas poblaciones del norte del Valle. Los torturados y ajusticiados fueron los hermanos Rafael y Alexánder Sánchez Rúa, y dos de sus escoltas. Uno de ellos, Rafael, fue noticia en agosto de 2008 al ser incluido junto a su esposa Piedad Restrepo, en la Lista de Narcotraficantes Designados del Departamento de Estado estadounidense, conocida como “Lista Clinton”. Según la Oficina para el Control de Lavado de Activos Extranjeros (Ofac, por su sigla en inglés) existen indicios de que la pareja integra la organización criminal que lidera el ex jefe paramilitar Carlos Mario Jiménez Naranjo, alias ´Macaco´, extraditado hacia los Estados Unidos el año pasado.
Una semana después de esa masacre de cuatro, y en plena fiesta del aniversario de Roldanillo, sicarios acribillaron a Héctor Fabio Urdinola, sobrino del desaparecido capo del cartel del norte del Valle, Iván Urdinola Grajales.
A esa estela criminal se sumó el doble homicidio de otros dos hermanos, Jorge Eliécer y Leonel Rivera Ramírez, oriundos de Ansermanuevo, municipio también del norte del Valle y considerado cuna de narcos como Dávinson Gómez y Albeiro Monsalve, entre otros. El crimen ocurrió hace ocho días en la vía que une a Cartago con Obando.
Horas después las acciones criminales se trasladaron hacia Pereira, Risaralda. En la vereda El Guayabo, cerca al popular barrio Cuba de la capital risaraldense se presentó una balacera que dejó como saldo tres personas muertas y una herida. Cuando entraron a la finca, las autoridades hallaron un arsenal, autos blindados con placas de Cali y Bogotá.
Puja territorial
En los cuatro episodios criminales hubo saña, torturas. Y en los cuatro se usaron fusiles AK 47.
En los pueblos de esa verde región, Bolívar, Roldadillo, El Dovio, Versalles, Zarzal, La Unión, La Victoria, Obando, Ansermanuevo, El Águila, El Cairo, Alcalá y Ulloa, la gente murmura que teme una nueva guerra, como las tantas vividas, entre mafiosos de la nueva generación.
En Cartago, cuna de narcos como ´Rasguño´, Jhon Edilber Cano, alias ´Jhonny Cano´ y Aldemar Rendón, alias ´Mechas´, entre otros, el ambiente se respira especialmente denso pues jóvenes ambiciosos se están matando por quedarse con el mando de los caídos jefes.
La pelea empezó cuando mataron a los presuntos testaferros de los otrora jefes. También resurgió la criminalidad común, esa que antes los patrones mantenían a raya. Pocos se atrevían a robar un carro, una moto o a meterse a desocupar casas. “Ahora esos delitos son comunes”, dijo un comerciante. También renacieron las extorsiones o boleteos a comerciantes, por cuenta de distintos grupos criminales.
Andrés Santamaría, Defensor del Pueblo del Valle recordó que justamente uno de sus más recientes informes de alertas tempranas trata el delicado tema del narcotráfico en el norte del Valle.
Las muertes y la inseguridad han ido anunciadas en Cartago, como en la novela de la Mala Hora, de panfletos clandestinos. Ya se habían visto en los tiempos del reinado de ´Don Diego´ y de ´Jabón´, cuyos ejércitos de Machos y Rastrojos se amenazaban y delataban por medio de volantes. Pero nunca como ahora, los panfletos habían arrastrado a tanta gente, empresarios, políticos, fiscales, jueces y alcaldes, todos son denunciados por los anónimos. Y estos ya no sólo circulan en la calle, de puerta a puerta, sino que llegan por Internet.
Las cifras oficiales de Cartago dicen que el homicidio está frenado, 117 asesinados en 2008, frente a 118 del año anterior y que incluso, este año, las cosas van mejor pues en 45 días han ocurrido 6 muertes violentas en comparación con las 20 que hubo en el mismo período del año pasado. “Estamos trabajando muy duro para bajar las tasas de homicidio”, dijo a Semana, el coronel Germán Gallego, comandante del Sexto Distrito de Policía en el norte del Valle.
El clima cartaguense sin embargo sigue espeso. A esa ciudad le tocó la maldición de estar cerca al Cañón de Garrapatas, una selva tupida bajo la cual se esconden cultivos de coca y laboratorios, y que además sirve de corredor hacia el océano Pacífico, para sacar la valiosa droga al exterior.
La huella de ´Comba´
Dicen los expertos del DAS que en este momento, el único mafioso con la capacidad financiera y militar para pelearse el dominio del negocio ilegal en el norte del Valle y el Eje Cafetero es Luis Enrique Calle Serna, alias ´Comba´ o ´Combatiente´. Y que esto explicaría, en parte, por qué uchas de las víctimas recientes han sido presuntos miembros de la organización de ‘Macaco’, quien hasta ahora se consideraba el amo y señor del narcotráfico en la región.
Las autoridades dicen que ‘Comba’ creció a la sombra de Varela, que le manejaba los cobros y su ejército privado de “Rastrojos” que ha llegado a extenderse hasta Nariño, Cauca, Valle y ahora al Eje Cafetero. Incluso se presume que fue él, junto a otros capos, quienes traicionaron a su antiguo jefe y lo mataron en enero de 2008 en Venezuela. Hace meses que ‘Comba’ figura en el organigrama oficial de los jefes del narcotráfico y ha estado en la “Lista Clinton” desde 2005.
Los investigadores de cómo se mueve el tráfico ilícito en la región dicen que como heredero del imperio criminal de Varela, Calle Serna (‘Comba’) ha colocado sus fichas en la región. En el norte del Valle y en el Eje Cafetero puso a su hermano Javier Antonio y a otro presunto narcotraficante conocido como Jaime Alberto Marín Zamora, alias ´Betto´ o ´El Mosco.
Dijo una fuente que en Pereira, ´Comba´ desató la guerra contra “oficinas de cobro” como ‘Los Chukys’, ‘La Cordillera’, ‘Los Rolos’ y ‘Los Coreanos’, y que éstas a su vez se alimentan de los jóvenes pandilleros que pululan en la ciudad. Quienes conocen bien lo que allí pasa aseguran que la violencia reciente que se vive es fruto de esta batalla entre la organización criminal conocida como la “Oficina de Envigado”, con base en ese municipio antioqueño, y lugartenientes de Calle Serna.
Esa tesis coincide con la alerta temprana lanzada a mediados de 2008 por la Defensoría del Pueblo de Risaralda, donde identifica el problema de la proliferación de pandillas como caldo de cultivo para la penetración de nuevos narcos. “La vulnerabilidad de los niños, la amenaza a líderes, el desplazamiento intraurbano y los homicidios son los puntos relevantes del informe”, señaló a Semana, Luis Carlos Leal, defensor del Pueblo de esa ciudad.
Nadie en Pereira olvida el vergonzoso episodio que enfrentó la policía hace un par de semanas, pues se descurbió que uno de los escoltas de Eisenhower Zapata, presidente del colegio de Jueces de Paz de la ciudad, era integrante de banda ‘La Cordillera’. Zapata, quien ha denunciado el fenómeno de las pandillas en Dosquebradas y Pereira, sobrevivió a un atentado criminal el año pasado.
El reciente episodio de los tres muertos en la finca de Guadalupe en Pereira, donde además se hallaron varios fusiles AK 47, es otro más de esta lucha entre mafiosos. “Esto parece un típico ajuste de cuentas entre narcotraficantes”, dijo el coronel Hoover Penilla, comandante de la policía Risaralda a un diario local.
En Risaralda, para peor, los crímenes sí van en aumento. Según los registros de Medicina Legal, subieron de 717 homicidios en 2007, a 753, el año pasado. En Pereira también hubo 95 asesinatos más el año pasado que el anterior.
Los homicidios creciendo en el Eje Cafetero, el ambiente enrarecido e inseguro de los pueblos del norte del Valle, las recientes masacres de personas probablemente asociadas al negocio millonario, llevaron al general Naranjo a lanzar una ofensiva policial sobre la región. Los resultados aún están por verse. La guerra entre sucesores está arreciando, tanto que el obispo de Pereira, Tulio Duque, aseguró que su ciudad estaban viviendo “una ola de violencia peor a la que padeció Medellín cuando estaba Pablo Escobar”.
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Archivos de Reyes revelan conexión entre FARC y bandas mexicanas sobre secuestros
INFOGRÁFICO: CRISIS EN LAS FARC
BOGOTÁ, Colombia, mar. 1, 2009.- Archivos hallados en la computadora del jefe rebelde Raúl Reyes, muerto hace un año en un ataque de Colombia a un campamento de las FARC en Ecuador, ligarían a esa guerrilla con casos de secuestro en México, reveló este domingo el diario El Tiempo.
El rotativo señaló este domingo que un año después de la acción militar en la que murió el número dos de las FARC, los equipos incautados siguen arrojando noticias, como la vinculación de esa guerrilla con secuestros en México.
'Algunos de los últimos archivos que lograron abrir expertos de la Policía hablan de negocios entre las FARC y bandas mexicanas en un delito que está conmocionando a ese país: el secuestro", indicó el diario.
Según la información, se trata de "correos entre Reyes, Olga Marín (esposa del jefe rebelde e hija del fallecido líder de las FARC, Manuel Marulanda), Marcos Calarcá (de la comisión internacional de ese grupo insurgente) y un hombre identificado como Rogelio".
El Tiempo precisó que en uno de los correos electrónicos encontrados en la computadora, fechado el 22 de enero de 2002, se habla de la retención de una persona, por cuya liberación se pedían 20 millones de dólares.
El Tiempo indicó que se buscaba que la comisión internacional del grupo insurgente colombiano "organizara el trabajo de tal forma que no hubiera posibilidad de vincular a las FARC" con los secuestros que se realizaran en México.
Señaló que las autoridades colombianas creen que las FARC cerraron algunos tratos para llevar a cabo el negocio y agregó que "con México se intenta establecer cuántos de los secuestros se hicieron".
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INFOGRÁFICO: CRISIS EN LAS FARC
BOGOTÁ, Colombia, mar. 1, 2009.- Archivos hallados en la computadora del jefe rebelde Raúl Reyes, muerto hace un año en un ataque de Colombia a un campamento de las FARC en Ecuador, ligarían a esa guerrilla con casos de secuestro en México, reveló este domingo el diario El Tiempo.
El rotativo señaló este domingo que un año después de la acción militar en la que murió el número dos de las FARC, los equipos incautados siguen arrojando noticias, como la vinculación de esa guerrilla con secuestros en México.
'Algunos de los últimos archivos que lograron abrir expertos de la Policía hablan de negocios entre las FARC y bandas mexicanas en un delito que está conmocionando a ese país: el secuestro", indicó el diario.
Según la información, se trata de "correos entre Reyes, Olga Marín (esposa del jefe rebelde e hija del fallecido líder de las FARC, Manuel Marulanda), Marcos Calarcá (de la comisión internacional de ese grupo insurgente) y un hombre identificado como Rogelio".
El Tiempo precisó que en uno de los correos electrónicos encontrados en la computadora, fechado el 22 de enero de 2002, se habla de la retención de una persona, por cuya liberación se pedían 20 millones de dólares.
El Tiempo indicó que se buscaba que la comisión internacional del grupo insurgente colombiano "organizara el trabajo de tal forma que no hubiera posibilidad de vincular a las FARC" con los secuestros que se realizaran en México.
Señaló que las autoridades colombianas creen que las FARC cerraron algunos tratos para llevar a cabo el negocio y agregó que "con México se intenta establecer cuántos de los secuestros se hicieron".
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"Raul Reyes",
Conflicto Interno,
FARC
Ejército colombiano informa que mató a José de Jesús Guzmán, uno de los líderes de las FARC
BOGOTÁ, Colombia, mar. 2, 2009.- El Ejército colombiano asestó el domingo otro golpe a las FARC, al matar al cabecilla del Frente "Antonio Nariño" en duros combates que llevaron a la detención de otra guerrillera y a la incautación de armas.
El servicio de prensa de las Fuerzas Militares de Colombia informó hoy de estos hechos y detalló que el dirigente de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) abatido es José de Jesús Guzmán, de 59 años y conocido con los alias "Gaitán" y "Arnovis Guevara", cuyo frente opera en el centro de Colombia.
En la operación, "las fuerzas especiales de la Quinta División del Ejército incautaron cinco fusiles, una ametralladora M-60, munición, material de intendencia y comunicaciones, al tiempo que fue capturada una integrante de la organización terrorista", agregaron las fuentes.
El líder guerrillero fue miembro de la comisión de finanzas del Bloque Oriental, además de dirigente de varios frentes, entre ellos el de "Antonio Nariño", dijeron fuentes militares.
El Ejército lo acusa de haber participado en numerosos asaltos a municipios, entre ellos el perpetrado en junio de 2005 a la base militar de Teteyé, en el municipio de Puerto Asís (Putumayo), donde fueron asesinados 25 soldados.
"Gaitán", que trabajaba bajo órdenes directas del jefe militar de las FARC, "Mono Jojoy", fue quien ordenó y ejecutó, según las fuentes, la activación de cargas explosivas en numerosas instalaciones y empresas, como el atentado de septiembre de 2008 contra los almacenes Carrefour de Bogotá.
Este último golpe, llevado a cabo en el municipio de Gutiérrez, departamento central de Cundinamarca y al que pertenece Bogotá, se suma al del pasado viernes contra esa misma estructura del grupo guerrillero.
En aquella operación murieron diez de sus integrantes y otros once fueron detenidos, entre ellos alias "El Negro Antonio", segundo al mando de ese comando y un conocido secuestrador.
Además, el sábado, el ministro de Defensa, Juan Manuel Santos, y el comandante de las Fuerzas Militares, general Freddy Padilla de León, mostraron a un grupo de periodistas las cuevas que sirvieron de escondite, hospital y fábrica de explosivos al Bloque Oriental de las FARC y a su líder, "Mono Jojoy", miembro del Secretariado.
Esas cavernas fueron descubiertas en la serranía de La Macarena, en el sureño departamento del Meta, gracias a la información precisa que ofreció una ex guerrillera.
El Ejército llevaba buscando las ya conocidas como "cuevas del mono" desde hacía cinco años, y solo en una de ellas, la que pudo apreciar Efe, tenía una capacidad aproximada para setenta personas.
El Ejército halló en ese lugar cerca de 500 granadas de mortero y más de 2.500 en proceso de producción, así como casi 1.400 kilogramos de explosivos y 8.500 de víveres, además de uniformes militares, chalecos antibalas, dos fusiles y una pistola.
Efe fue testigo del hallazgo de 30.000 medicamentos básicos, un equipo de alta cirugía, una unidad móvil odontológica, 850 jeringuillas y sofisticado material quirúrgico destinado a la práctica de abortos.
Ese campamento-hospital, rodeado de minas antipersonales y donde pudieron habitar hasta 450 guerrilleros, estaba ocupado por el Frente 27 de las FARC, encabezado por alias "Efrén", y por una parte del Estado Mayor del Bloque Oriental, liderado por "Mono Jojoy".
También en La Macarena y en San Vicente del Caguán, en las selvas del sur de Colombia, se hallaron la semana pasada fosas que podrían albergar hasta 1.150 cadáveres, supuestamente pertenecientes a víctimas de las FARC que fueron enterradas entre 2002 y 2005, según la Fiscalía.
En "el corazón de control de las FARC", como calificó el ministro Santos a este inmenso territorio de la serranía de La Macarena, todavía se refugian 2.672 guerrilleros que conforman "el último bastión que hoy está correteado", aseguró.
Santos dijo este fin de semana que mientras los guerrilleros antes "vivían como reyes, hoy viven como ratas", en alusión a los golpes militares que están recibiendo, especialmente en el último año
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El servicio de prensa de las Fuerzas Militares de Colombia informó hoy de estos hechos y detalló que el dirigente de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) abatido es José de Jesús Guzmán, de 59 años y conocido con los alias "Gaitán" y "Arnovis Guevara", cuyo frente opera en el centro de Colombia.
En la operación, "las fuerzas especiales de la Quinta División del Ejército incautaron cinco fusiles, una ametralladora M-60, munición, material de intendencia y comunicaciones, al tiempo que fue capturada una integrante de la organización terrorista", agregaron las fuentes.
El líder guerrillero fue miembro de la comisión de finanzas del Bloque Oriental, además de dirigente de varios frentes, entre ellos el de "Antonio Nariño", dijeron fuentes militares.
El Ejército lo acusa de haber participado en numerosos asaltos a municipios, entre ellos el perpetrado en junio de 2005 a la base militar de Teteyé, en el municipio de Puerto Asís (Putumayo), donde fueron asesinados 25 soldados.
"Gaitán", que trabajaba bajo órdenes directas del jefe militar de las FARC, "Mono Jojoy", fue quien ordenó y ejecutó, según las fuentes, la activación de cargas explosivas en numerosas instalaciones y empresas, como el atentado de septiembre de 2008 contra los almacenes Carrefour de Bogotá.
Este último golpe, llevado a cabo en el municipio de Gutiérrez, departamento central de Cundinamarca y al que pertenece Bogotá, se suma al del pasado viernes contra esa misma estructura del grupo guerrillero.
En aquella operación murieron diez de sus integrantes y otros once fueron detenidos, entre ellos alias "El Negro Antonio", segundo al mando de ese comando y un conocido secuestrador.
Además, el sábado, el ministro de Defensa, Juan Manuel Santos, y el comandante de las Fuerzas Militares, general Freddy Padilla de León, mostraron a un grupo de periodistas las cuevas que sirvieron de escondite, hospital y fábrica de explosivos al Bloque Oriental de las FARC y a su líder, "Mono Jojoy", miembro del Secretariado.
Esas cavernas fueron descubiertas en la serranía de La Macarena, en el sureño departamento del Meta, gracias a la información precisa que ofreció una ex guerrillera.
El Ejército llevaba buscando las ya conocidas como "cuevas del mono" desde hacía cinco años, y solo en una de ellas, la que pudo apreciar Efe, tenía una capacidad aproximada para setenta personas.
El Ejército halló en ese lugar cerca de 500 granadas de mortero y más de 2.500 en proceso de producción, así como casi 1.400 kilogramos de explosivos y 8.500 de víveres, además de uniformes militares, chalecos antibalas, dos fusiles y una pistola.
Efe fue testigo del hallazgo de 30.000 medicamentos básicos, un equipo de alta cirugía, una unidad móvil odontológica, 850 jeringuillas y sofisticado material quirúrgico destinado a la práctica de abortos.
Ese campamento-hospital, rodeado de minas antipersonales y donde pudieron habitar hasta 450 guerrilleros, estaba ocupado por el Frente 27 de las FARC, encabezado por alias "Efrén", y por una parte del Estado Mayor del Bloque Oriental, liderado por "Mono Jojoy".
También en La Macarena y en San Vicente del Caguán, en las selvas del sur de Colombia, se hallaron la semana pasada fosas que podrían albergar hasta 1.150 cadáveres, supuestamente pertenecientes a víctimas de las FARC que fueron enterradas entre 2002 y 2005, según la Fiscalía.
En "el corazón de control de las FARC", como calificó el ministro Santos a este inmenso territorio de la serranía de La Macarena, todavía se refugian 2.672 guerrilleros que conforman "el último bastión que hoy está correteado", aseguró.
Santos dijo este fin de semana que mientras los guerrilleros antes "vivían como reyes, hoy viven como ratas", en alusión a los golpes militares que están recibiendo, especialmente en el último año
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