sábado, 12 de julio de 2008

Vigías ambientales recuperan tejido social en zonas de riesgo

Crónica y reportaje



Por: Claudia Sandoval G.

Siendo Bogotá una de las veinte ciudades más grandes de América Latina y la más importante de Colombia, se ve compuesta por dos escenarios: la zona plana, donde se concentran las edificaciones de grandes empresas financieras, centros comerciales y conjuntos cerrados; y las enormes laderas construidas, donde habitan millones de personas, aquellas que han comprado su lote con los ahorros ganados trabajando en servicios generales, en vigilancia o como obreros de la construcción, así como las que se han visto obligadas a invadir un trozo de tierra después de perderlo todo en su tierra de origen por el fenómeno de desplazamiento.

En esas laderas se observan miles de viviendas construidas con ladrillos y cambuches levantados con latas, tablas, palos y cartón; viviendas que no soportan las inclemencias de las lluvias y se mueven –o se caen– al ritmo de los deslizamientos. Tampoco es extraño encontrarse con viejos armarios, neumáticos y demás desechos flotando o estancados en las quebradas que bajan desde la cima de las montañas y que, en otra época, fueron fuente de consumo y aseo para los habitantes de la montañas. En 2007, según fuentes oficiales, se presentaron unos 84 fenómenos por remoción en masa y 130 en lo que va corrido de este año. Se han presentado, en estos mismos periodos, 27 y 11 inundaciones en las zonas de ladera.

Para leer completa....

http://elturbion.modep.org/drupal/?q=node/871
Alias ‘HH' entrega testamento de Carlos Castaño
Ever Veloza entregó a la Fiscalía una memoria digital con el testamento del desaparecido jefe de las Autodefensas Carlos Castaño. También aparecen copias de correos electrónicos enviados a otros comandantes e información reservada de la Policía Nacional.
Fecha: 07/09/2008 -
Ever Veloza García, desmovilizado de los bloques Calima y Bananero de las Autodefensas, entregó este miércoles a la Fiscalía una memoria USB que, según él, tenía Carlos Castaño Gil al momento de su muerte, informó la Fiscalía General en su sitio web.

El dispositivo electrónico, según alias ‘HH' o ‘Carepollo’, contiene el testamento del desaparecido cabecilla de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), correos electrónicos a otros comandantes de bloque, correos electrónicos con códigos de seguridad y valiosa información clasificada de la Policía Nacional donde se le avisaba de antemano sobre operativos para la infiltración de las autodefensas en todo el país.

La información contiene, según el informe de la Fiscalía, no sólo las fotos de los policías encubiertos, sino las cédulas y los cambios de identidad con las que debían realizar las infiltraciones.

Además de la memoria digital, el cabecilla paramilitar confesó que Raúl Emilio Hasbun, alias ‘Pedro Bonito', quiso incluir en el proceso de desmovilización de las AUC a los integrantes de la Convivir Papagayo que operó en la región bananera de Antioquia, pero que Vicente Castaño Gil se opuso a esa iniciativa por considerar que era necesario conservar esa estructura armada para después de la desmovilización.

Por otra parte, Veloza García controvirtió el testimonio que entregó alias ‘El Iguano', el pasado 18 de junio, donde aseguró que el secuestro de la senadora Piedad Córdoba en mayo del 99 obedeció a la información que contenían unos cassetes que le entregó José Miguel Narvaez, ex subdirector del DAS durante la era de Jorge Noguera, a Carlos Castaño (Ver Artículo). Según ‘H.H’ el plagio se ejecutó con fines políticos.

Señaló alias ‘HH' que Carlos Castaño ordenó a la banda delictiva conocida como ‘La Terraza' el asesinato del periodista y humorista Jaime Garzón en agosto del 99, aunque en reiteradas ocasiones Castaño Gil reconoció que había sido un error y que el crimen se llevó a cabo para “hacerle caso a unos amigos del Ejército Nacional”

Finalmente, en la diligencia judicial, Veloza dió los nombres de diez miembros de la UP asesinados en la zona bananera en 1995, que laboraban en fincas de la región


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¿En Colombia habrá parapolítica para rato?
Está visto que las vinculaciones judiciales de los políticos en Colombia al proceso conocido con el nombre de la parapolítica por ahora no van a cesar. Informe del Observatorio de Conflicto Armado, Corporación Nuevo Arco Iris.
Fecha: 07/11/2008 -
El escándalo de la parapolítica ha tocado a todos los niveles de la democracia en Colombia. Partiendo del Senado, pocos partidos y movimientos político, con excepción del Polo Democrático y el Movimiento Mira, escapan a este fenómeno.

Las investigaciones más recientes que abrió la Corte Suprema de Justicia fueron a los senadores Antonio Valencia, de Antioquia, elegido en la lista de Alas Equipo Colombia, y a la ex presidenta del senado Dilian Francisca Toro, del Partido de la U.

Valencia es quien que remplazó en la curul al ex senador detenido por presuntos vínculos con las Auc, Álvaro Araujo. De Valencia se tenían indicios de que habría participado en la reunión con el paramilitar Enrique Rendón, alias Germán Monsalve, hermano de Freddy Rendón, ‘El Alemán’, en la Casa de la Cultura de Mutatá (Antioquia) el 30 de agosto de 2004.

El desmovilizado Ever Veloza, alias ‘HH’, dijo en sus declaraciones en el proceso de Justicia y Paz que el apoyo paramilitar que llevó a la Cámara de Representantes al antioqueño Manuel Darío Ávila, de Cambio Radical, favoreció con votos al hoy senador Antonio Valencia, lo mismo que al también senador detenido por la parapolítica, Rubén Darío Quintero. La justicia determinará si esto es verdad. La curul de Avila fue ocupada posteriormente por Jesús Doval, ex alcalde de Turbo (Antioquia), por Estanislao Ortiz y César Andrade, quienes fueron congresistas durante un año cada uno.

El senador Antonio Valencia participó en las elecciones para Congreso en 2006 en la lista del Movimiento Alas Equipo Colombia, cuando logró una votación nacional de 22.340 votos y no salió elegido. Valencia concentró su votación en los departamentos de Chocó y Antioquia, pero cuando Álvaro Araujo renunció a su curul, lo reemplazó.

La Corte también le abrió investigación preliminar a la senadora del Partido de la U y ex Presidente del Senado, Dilian Francisca Toro.

La Ssenadora Dilian Francisca Toro, quien tiene sus orígenes políticos en el Partido Liberal, se le investiga por testimonios que reposan en la Corte que la vinculan con grupos de autodefensa. La ex presidenta del Senado comenzó la carrera política como concejal en su municipio natal, Guacarí, al norte de Cali, en el período 1984-88; fue Alcaldesa del municipio entre el 92 y el 94; Secretaria de Salud departamental hasta finales del 97; elegida senadora durante el período 2002 – 2006 por el Partido Liberal; fue reelegida como Senadora para el período 2006-2010, esta vez por el Partido de la U.

Dilian Francisca es la esposa de Julio Cesar Caicedo, senador durante el gobierno del ex presidente Ernesto Samper, y prima de Carlos Herney Abadía, un controvertido ex senador liberal que fue juzgado en del proceso 8.000, y quien se hizo famoso por haberse fugado de las casas fiscales de Bogotá (Las Villas), donde purgaba condena por los dineros que le recibió al cartel de Cali.

Herney Abadía fundó el Movimiento Popular Unido (MPU), partido que en 2002 presentó las candidaturas al Congreso de Miguel de la Espriella y Eleonora Pineda, ambos detenidos por el proceso de la parapolitica. La senadora Dilian Francisca, ha dicho que no sabe por qué se la detiene, ni tiene vínculos con la parapolítica. La justicia tendrá que decidir.

La congresista vallecaucana para este período (2006-2010) logró una votación total de 98.505 votos, la mayor votación de la lista del Partido de la U y superó su anterior votación para Senado durante el período 2002-2006, cuando obtuvo un total de 71.721 votos. Para esta ocasión sus votos estuvieron concentrados en los departamentos del Valle del Cauca, Chocó, Cauca, Nariño, Magdalena y Antioquia.

Otra de las últimas noticias que ha dado la parapolitica es la absolución del senador sucreño Jairo Merlano, de quien la Juez Tercera Especializada de Bogotá consideró que no hizo parte de las autodefensas y que las pruebas aportadas por la Fiscalía no fueron suficientes para condenarlo. Sin embargo, La Fiscalía General de la Nación anunció que apelará este fallo ante el Tribunal Superior de Bogotá porque en su criterio, en el caso de Merlano, sí existen pruebas tajantes que —según el ente investigador— lo relacionan directamente con grupos armado ilegales, contrario a lo que falló la Juez.


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'Salomón' dice que durante tres años sacaron coca con ayuda de la policía
Miguel Villarreal Archila, alias Salomón, revela que entre 2003 y 2006 los narcotraficantes sacaron más de 100 toneladas de coca con permiso de miembros de la Policía del Atlántico.
Por Tadeo Martínez, corresponsal de SEMANA
Fecha: 07/11/2008 -
El excomandante paramilitar desmovilizado del Bloque Norte, Miguel Villarreal Archila, conocido con los alias de “Salomón”, el “Flaco” y “Gabriel”, capturado el 20 abril de 2007, y quien quedó al mando de un grupo de paramilitares conocidos como la Banda de los 40, dijo el jueves ante la Fiscal 12 de Justicia y Paz, Deicy Jaramillo, que entre 2003 y 2006, los narcotraficantes que sacaban drogas por las costas de Bolívar y Atlántico, pagaron impuesto por el embarque de más de cien toneladas de droga.

Alias Salomón se desmovilizó el seis de marzo en la Mesa, Cesar, con el Bloque Norte comandado por alias Jorge 40 y fue postulado para rendir versión libre. Miguel Villarreal Archila fue miembro de la Policía Nacional, entidad de la que se retiró con el grado de subintendente en 1999 y se vinculó al bloque norte desde principios de 2000. Posteriormente fue trasladado al Atlántico para coordinar actividades relacionadas con el narcotráfico, como son el cobro del gramaje y el impuesto de embarque que pagan las bandas de narcotraficantes cuando pasan por un territorio.

Alias Salomón reveló ayer que las estaciones de policía de los municipios costeros Piojo, Tubará, Juan de Acosta y Puerto Colombia en Atlántico, y Santa Catalina, Lomita Arena en Bolívar, recibían pagos mensuales entre ocho y diez millones de pesos. Con Salomón trabajaban un combo de expolicías que conocían el interior de la organización y se encargaban de coordinar los pagos y cuando caía una droga averiguar quién la había decomisado para pedir que la devolvieran.

El exparamilitar le explicaba a la fiscal que el territorio desde el Hotel las Américas en Cartagena hasta el Cabo de la Vela, en la Guajira era controlado por grupos paramilitares y los narcos pagaban impuesto de embarque. El ejercía control territorial desde Cartagena hasta Barranquilla y en Magdalena el negocio lo manejaba Hernán Giraldo a través de su sobrino Nodier, conocido como el “cabezón”, que fue extraditado a Estados Unidos hace dos meses. A su vez, “Salomón”, rendía informaba a Jorge 40 y le entregaba los dineros del impuesto, que se cobraba por transitar por territorio bajo su control o por embarque. Por cada kilo dijo los narcotraficantes pagaban 50 dólares, aunque en la sesión anterior había dicho que 75 dólares.

El grupo comandando por él comenzó a organizarse en el 2002 y en el 2003 alcanzaron a cobrar impuesto por embarque de 28 toneladas anuales. En los años siguientes, 2004 y 2005, la cantidad aumentó llegando a cobrar impuesto aproximadamente cien o más toneladas de drogas embarcada con destino a los países centroamericanos, el caribe insular y Estados Unidos.

Dijo que los narcotraficantes que más utilizaban estas costas para embarcar eran alias “Cuadro”, “Caliche”, el “negro Winston”, el “mello” y Fello”, “el Pelo Pulla y “Juan Pablo”. Aunque dice no conocer los nombres, dijo que alias Cuadro es barranquillero; que “fello” y el “mello” son de Santa Marta y son hermanos, que”Caliche” es de Cartagena, “Pelo pulla” es cachaco y el negro “Winston” es de Santa Marta también.

Cuando alguno de ellos quería sacar droga lo llamaban y le preguntaban por el valor del impuesto, él les decía cuánto y se pagaba antes del embarque. Una persona de su confianza se encargaba de verificar que la cantidad embarcada correspondía a la cantidad pagada, le informaba por teléfono y se autorizaba el embarque. Esa verificación se hacía en la playa. Ellos previamente controlaban las carreteras para que no se fuera a presentar ningún percance con la droga y como las estaciones de policía recibían una mensualidad de diez millones de pesos la droga “pasaba de gol”. Si se caía la droga ellos mismos frenteaban a los policías y les preguntaban qué si la tenían que la devolvieran.

En su versión la semana pasada Salomón le había dicho a la fiscal Jaramillo que el único problema que se presentó fue con dos mil cincuenta toneladas de coca que habían sapeado unos informantes que la DEA había presentado al Ejército y que se arregló con el general Gabriel Diaz para que la devolvieran. El operativo lo hicieron la noche antes que el Ejército hiciera un operativo para incautar la droga y presentarla como un positivo, eso fue a comienzos de 2002. El informante del Ejército había sido Angel León Sánchez Cotes, alias “el changue”, asesinado en septiembre del mismo año por orden de las autodefensas. El general Gabriel Diaz ha desmentido ha Salomón. Esa droga era de un caleño conocido como “Gilbert o el Cabezón”.

Se calcula que entre agentes y comandantes de estaciones de los pueblos mencionados, así como funcionarios del DAS y la SIJIN Atlántico, puede haber más de 40 personas vinculadas. Algunas de las cuales han sido detenidas por orden de captura libradas por la Fiscalía Quinta de DH, que ha instruido el proceso y por el que ya han sido capturadas más de cien personas.

La fiscal ha programado varias sesiones con alias Salomón para que aclare el funcionamiento del grupo de paramilitares dedicados a actividades del narcotráfico en el Bloque Norte y eso debe hacerse antes de que la Corte Suprema autorice su extradición y el Gobierno Nacional la ordene.

Salomón estuvo refugiado entre 2006 y parte de 2007 en Venezuela, antes de ser capturado, pues en ese entonces y con el desmonte de los bloques paramilitares se desató una guerra por el control territorial entre la oficina de cobro de Envigado comandada por alias Rogelio y los Mellizos, que habían adquirido a Jorge 40 y a Hernán Giraldo el territorio de la Sierra Nevada. Los paisas, como se conoce a la oficina de Envigado se metieron en Cartagena y Sincelejo y desataron una guerra con la Banda de los 40, uno de cuyos comandantes era alias Salomón. Una gente se voltió para donde los paisas y otra para donde los mellizos y los que no aceptaron irse con ninguno de estos bandos quedaron pagando y los “recogieron”, los asesinaron. Hasta el momento hay más de 120 capturas.


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“'César’ y ‘Gafas’ traicionaron su compromiso revolucionario”: Farc
Nueve días después del rescate de 15 secuestrados por un golpe de mano de las Fuerzas Militares, se conoce el pronunciamiento de las Farc. Quieren acuerdo humanitario, pero no hablan de despeje militar
Fecha: 07/11/2008 -
En un comunicado firmado por el Secretariado Farc el pasado 5 de julio, y publicado por la Agencia Bolivariana de Prensa este viernes, el grupo guerrillero responsabiliza a Antonio Aguilar, alias 'Cesar' y a Alexánder Farfán, alias ‘Enrique Gafas', del operativo que permitió el rescate de Íngrid Betancourt, tres estadounidenses y once uniformados que estuvieron secuestrados hasta el pasado 2 de julio.

“La fuga de los 15 prisioneros de guerra, el pasado miércoles 2 de julio, fue consecuencia directa de la despreciable conducta de César y Enrique, que traicionaron su compromiso revolucionario y la confianza que en ellos se depositó”, dice el primer punto del comunicado que coincide con el rumor de que estos dos líderes guerrilleros recibieron dinero a cambio de liberar a los secuestrados y entregarse ellos a la justicia. Sin embargo, hasta el momento nadie ha comprobado que el operativo de inteligencia militar haya sido un montaje.

Luis Eduardo Celis, miembro de la Fundación Arco Iris, cree que la denominada traición es una “versión que está dentro de las posibilidades, pues en el caso de alias ‘César’, quien llevaba cerca de 25 años en las Farc, pudo haber dejado de creer en el proyecto político de este grupo y verse motivado por intereses económicos”. Por otro lado el senador Gustavo Petro, del Polo Democráctico, dice que esto “es irrelevante para la opinión pública en Colombia”, la cual legitima día a día el protagonismo de Uribe.

En el segundo punto, las Farc hablan de concretar el canje de secuestrados por guerrilleros presos. “Independiente de un episodio como el sucedido, inherente a cualquier confrontación política y militar donde se presentan victorias y reveses, mantenemos vigente nuestra política por concretar acuerdos humanitarios que logren el intercambio y además protejan la población civil de los efectos del conflicto. De persistir en el rescate como única vía, el gobierno debe asumir todas las consecuencias de su temeraria y aventurera decisión”. Pero esta idea del intercambio suena desfasada de la realidad, ya que sólo el rescate de los 15 secuestrados la semana pasada es un golpe mortal al corazón de las Farc que ellos no reconocen, sino que le atribuyen a los reveses esporádicos de la guerra.

“Su respuesta hay que entenderla dentro de un cálculo político y un marco de confrontación, pues ellos no van a admitir que fue una gran victoria del estado y así buscarán minimizar el efecto militar y simbólico del operativo”, señala Celis. Entretanto el senador Petro opina que sobre el acuerdo humanitario, “lo único que les queda a las Farc es la liberación unilateral de los secuestrados”.

En seguida las Farc le envían un mensaje de solidaridad a los guerrilleros que se encuentran en las cárceles e insinúan que este rescate es parte de las “transformaciones revolucionarias” y que su compromiso crece “ante cada nuevo reto o dificultad”. Lo que indica que quieren bajarle el tono al que sin duda es uno de los golpes más graves que han recibido las Farc.

“La paz que requiere Colombia debe ser resultado de acuerdos que beneficien a las mayorías, no va a ser la paz de los sepulcros sostenida sobre la corrupción, el terror del Estado, la felonía y la traición. Las causas por las que luchan las FARC-EP siguen vivas, el presente es de lucha y el futuro es nuestro”, reza el quinto y último punto de este comunicado firmado por el “Secretariado del Estado Mayor Central” de las Farc, en el que es evidente un tono más académico, propio de ‘Alfonso Cano’ jefe máximo del grupo guerrillero, en reemplazo de ‘Manuel Marulanda Vélez’, quien falleció el pasado mes de marzo y quien manejaba un discurso más guerrerista.

Con esto las Farc pretenden desconocer su debilidad y el carácter obsoleto de su propuesta política, y por ello insisten en plantear el acuerdo humanitario como única salida para los secuestrados. “Es una respuesta dura y no se podía esperar otra cosa”, concluye Celis.

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Preocupación por expansión del poder paramilitar en la ciudad
El Concejo de Bogotá pidió explicaciones a la Alcaldía sobre qué está haciendo frente a los nuevos grupos paramilitares en la ciudad. Según varios concejales hay suficientes evidencias para preocuparse.
Por Lorenzo Morales, editor de Semana.com
Fecha: 07/11/2008 -
Concejales del Polo Democrático Alternativo pidieron a la administración del alcalde Samuel Moreno, del mismo partido, explicar qué medidas se están tomando para evitar la presencia y expansión de nuevos grupos paramilitares en la ciudad.

“El paramilitarismo existe en Bogotá y no podemos cerrar los ojos a esta realidad”, dijo el Concejal Jaime Caicedo del Polo Democrático Alternativo, quien citó a dar explicaciones a la secretaria de gobierno, Clara López.

Caicedo dijo que su afirmación se basa en varios informes de entidades del Estado que dan cuenta de que los paramilitares están incrustados en actividades económicas de la ciudad en por lo menos diez localidades. Pero, según él, bajo la suposición de que el paramilitarismo se acabó en el país tras el proceso de desmovilización, la policía y las autoridades están siendo negligentes en combatir este fenómeno criminal, por lo menos en la capital.

“Por el tamaño de la economía y la extensión de Bogotá es difícil que estos elementos criminales tengan un peso determinante en la vida de la ciudad a diferencia de Medellín o Cali, pero esto no quiere decir que no exista”, dijo Carlos Vicente de Roux, otro de los concejales citantes al debate.

La secretaria de Gobierno de la ciudad, Clara López, reconoció, en respuesta a un cuestionario, que hay un interés de lo que ella llamó el “poder mafioso”, por consolidar en Bogotá el lavado de dinero, y a través de ello se han incrustado en varios negocios.

Entre esos negocios sobresalen el de la construcción, los casinos, moteles finos, venta de automóviles con facilidades de crédito inusuales, venta de minutos a celular, en las centrales de abastos y frigoríficos.

“Varias de las muertes por encargo ocurridas en Bogotá desde el año 2005 y hasta el 2008 han sido por ajustes de cuentas entre los paisas y los llaneros, aunque parece que hoy han ido perdiendo su carácter de paramilitares para consolidarse más como mafiosos (narcotraficantes) con sus testaferros”, dijo López en respuesta a las preguntas enviadas por los concejales.

Los concejales dieron como ejemplo el caso específico de las “Águilas Negras”, un grupo emergente de paramilitares que hacen presencia en varias localidades donde imponen horarios para la circulación de la gente y reclutan a jóvenes para engrosar sus filas.

“Este es un nuevo paramilitarismo politizado y sin mayores vínculos con el tejido social que ataca y amenaza a quienes se animan a denunciar abusos y a exigir verdades dentro del proceso de Justicia y Paz”, dijo de Roux.

Sobre este aspecto el concejal Caicedo mostró varios ejemplos de panfletos y circulares intimidatorias que distribuyen estos nuevos grupos en las localidades donde tienen influencia. Entre los grupos con presencia en la ciudad aparecen el Bloque Central Santander, Autodefensas Campesinas Nueva Generación, Los Urabeños, Bloque Cacique Nutibara, Bloque Central Bolívar, Bloque Capital, y Águilas Negras.

Los concejales resaltaron que Bogotá, recibe el 10 por ciento de los desmovilizados de todo el país, cerca de 5.000 ex paramilitares, venidos de muchas zonas del país.

“No se puede exagerar”, dijo el concejal Antonio Sanguino, también del Polo. “No hay paramilitarización de la sociedad bogotana y presentarlo así distorsiona las políticas públicas que se formulen para la ciudad”, señaló.

La preocupación de los concejales se basa principalmente en los informes de alerta emitidos por la Defensoría del Pueblo en el último año que dan cuenta de nuevas amenazas paramilitares en sectores aledaños a Bogotá como Altos de Cazucá en Soacha, y en localidades de la capital como Ciudad Bolivar, Rafael Uribe, Usme y Suba, y en barrios como Luis Carlos Galán, La Isla, Oasis, Altos del Pino, Ismael Perdomo, Jerusalén, Arborizadora, Lucero, El Tesoro y San Francisco.

“Un factor que agudiza el riesgo para la población civil es la existencia de contradicciones entre las propias estructuras paramilitares y las disputas entre grupos y facciones rivales por detentar y/o ampliar el poder, el reacomodamiento de cuadros medios y bajos, la lucha por los territorios y corredores estratégicos, por las fuentes de financiación y en los ajustes de cuentas que provocan enfrentamientos entre grupos grandes y pequeños”, dice la Defensoría en una alerta temprana emitida el 31 de mayo del año pasado sobre la presencia de estos grupos en Soacha y Bogotá.

La secretaria de Gobierno, Clara López escuchó durante la mañana los llamados de atención de los concejales, pero no pudo ahondar en sus explicaciones pues debió retirarse del recinto para atender otras obligaciones. El debate se aplazó pero no se confirmó nueva fecha aún.


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La mano negra
Haciendo su tesis de periodista a *Julian le robaron la cámara de video. Lo difícil fue tratar de recuperarla en un peligroso barrio de Medellín.
Fecha: 05/27/2008 -
Era diciembre de 1996 y la ciudad no era la misma desde la desaparición de Pablo Escobar. La muerte del capo había dejado a muchas pistolas sin trabajo y a muchas oficinas sin cobrar. Sin cabeza visible, la horda delincuencial buscaba desesperadamente algo qué hacer para satisfacer el apetito desmedido de las grandes riquezas conseguidas en poco tiempo y sin mucho esfuerzo, a que se habían mal acostumbrado.

El barrio Antioquia no era la excepción. Esa enorme dispensa de drogas y armas para la ciudad, ahora trabajaba para el que la pudiera pagar, y las “plazas” se disputaban su territorio con sangre. Cada cuadra era un campo de batalla con su vecino, “El Coco”, “La Cueva”, “El Chispero”, “La 24”, “El Lavadero”, “Los Talleres”, “Los Ranchitos”, eran espacios vedados para unos y la última morada para cientos de muchachos. El Cura párroco Alejandro hasta la fecha, tenía entre sus oficios religiosos más de mil misas de jóvenes muertos en cinco años de guerra en el barrio.

Ir al barrio a comprar marihuana ya no era el parche para armar la rumba, mercar para el paseo o la acampada, era estar expuesto a morir en una balacera fortuita y dar la vida por un ‘bareto’. Eso para los más sanos. Los más de malas, morían accidentalmente cuando un “pepo” demente y desprovisto de miedo los asesinaba para probar el arma que le acababan de vender en alguna plaza.

Por estos motivos pensé llamar mi tesis “Zona de Tolerancia”, porque allí todo se toleraba. Promovido por el mismo gobierno local incluso, quien en la década del 50 emitió un decreto en donde todas las casas de prostitución y todo lo que rodeaban estos centros, fueron trasladados al Barrio Trinidad, que desde entonces, pasó a conocerse popularmente como el Barrio Antioquia, decretándolo “Zona Única de Tolerancia” de la ciudad. Condenando a los primeros moradores de este barrio a tener que sortear toda la ilegalidad que se trasladó a sus calles. El gobierno de esa época, creía que así limpiaría los problemas de la ciudad. No le faltó sino meter a toda esta gente en tres barcos y creer que caerían por el abismo final del océano.

Después de Escobar, quedó un mafioso que mandaba más que todos los emergentes delincuentes del barrio: *“El Señor Jara”. Quien con el visto bueno del Asesor del Programa de Paz y Convivencia de la Ciudad de esa época, decretó el primer proceso de paz urbano exitoso para el barrio Antioquia y para Medellín. Así no está escrito oficialmente, y nunca lo estará, pero realmente fue así como ocurrió: se llamó al orden a los líderes de los combos, se implantaron las normas del nuevo patrón y se pasó a decorar cada cuadra con papeles y plásticos finamente cortados, que iban de lado a lado de la calle llenando de colores el cielo. La algarabía de la gente era total y se festejaba en cada cuadra la paz con marrano y guaro para cada combo. Sobraba marihuana, perico, diablitos, bazuco, voladores y pepas. Como contrapartida el gobierno les consiguió 50 empleos de barrenderos o “escobitas”, a estos delincuentes y matones profesionales.

La paz estaba acordada y pactada. No se podía ir “pepo” y “rambotizado” al otro barrio a dar bala porque ya sabía cada combo lo que le esperaba: la mano negra oficial y no la interminable venganza del ofendido, que había sumido al barrio en más de cinco años de guerra interminable y de balaceras indiscriminadas a cualquier hora del día.

Y ahí estaba yo, en pleno diciembre buscando la manera de hablar con el “Patrón” para que me ayudara a recobrar la cámara que me habían robado. Era un sábado y pasaban las nueve de la noche, cuando fui a una salsamentaria que actuaba como fachada de la oficina del “Señor Roldán” y le dije a “Mao”, un segundón suyo que atendía el negocio con un 38 sobresaliéndole por la pretina del pantalón, que me ayudara a recuperar la cámara, que estaba dispuesto a pagar por ella al ladrón para que me devolviera el aparato y el material que había grabado: una singular marcha con banda marcial, saltimbanquis y payasos, que acompañaban a los niños de pre-escolar del barrio que celebraban la libertad de poder estudiar tranquilamente en sus planteles. Era el final feliz del documental, pero la realidad me decía lo contrario, que ese no era el final del barrio ni mucho menos el mío o el de mi documental.

La gente festejaba por todos lados, menos yo. La cámara no era mía, me la habían prestado y no tenía un peso con qué pagársela a su dueña. Y lo peor: la cámara tenía un valor sentimental incalculable, pues era el último regalo que le había hecho su padre que ahora estaba secuestrado, me dijo. No lo pensé más, como fuera tenía que recuperarla y para eso tenía que contar con la ayuda del único que podría aparecer y desaparecer las cosas en el barrio. Eso sí, con mucho miedo de enfrentarlo y de pedirle semejante favor, sabiendo que esto me traería malestar y muy seguramente un nuevo enemigo.

Pedí una cerveza y pensaba seriamente tragarme una pepa para ver si se me quitaba ese miedo, pero debía estar alerta y no como un zombie, decliné probar lo que se siente estar “rambotizado” en frente del patrón. El hombrecito del 38 no me decía nada al respecto de la vuelta, si me iba ayudar con el patrón o qué. De pronto las luces altas de una Toyota iluminaron el grafiti que estaba oculto en el paredón de la calle: “LA MAFIA”, decía entre manchas de aerosol negro. Se bajaron dos gordos de la camioneta, gordísimos para mí, atrayendo las miradas y despertando los comentarios y murmuraciones de todos los presentes en el lugar.

Era “El Señor Jara” y sus guardaespaldas. Dios me estaba ayudando con la cámara pensé. Se sentó en una silla roja de plástico mientras sus guardaespaldas pedían gaseosas para ellos. Se sentó en el fondo de la salsamentaria recostando su espalda contra la pared, desde donde contemplaba estratégicamente las tres puertas del local y las esquinas del frente de la calle. No me atrevía a mirarlo fijamente para no ofenderlo, ni mucho menos, aunque me muria de ganas por hablar con él tan sólo cinco minutos. El hombre escuchaba atento a “Mao” y se reían, hasta que escuché que le pidió mi favor y no de la mejor manera: “vea, por aquí están estos periodistas que vienen y se desaparecen y después vuelven a pedirle favores a uno de una cámara que le robaron…..esas son las maricadas que no le gustan a uno, tantos problemas y chismes por ahí y uno en la mitad”. Un frío helado recorrió mi cuerpo mientras giré mi rostro para ver la cara del que hablaba a mis espaldas, hundiéndome frente al patrón, cuando de repente sonaron cinco tiros secos, uno tras el otro, pausados, serenos y escandalosos. Al principio parecieron papeletas, pero al cuarto estallido, el pánico se tomaba las calles y la histeria de varias mujeres hicieron temer lo peor cuando un hombre que salía corriendo del local del frente, guardaba presuroso su revólver en la espalda. Habían asesinado a alguien y el patrón estaba en primera fila. Al instante de lo ocurrido y diciéndole a “Mao” que después terminaban la conversación, “El Señor Jara” y sus guardaespaldas partieron en medio de la noche sin hacer ruido mientras del local del frente cuatro hombres tomaban al baleado bañado en sangre de pies y manos, buscando desesperadamente un auxilio. La mano negra había dejado otra vez su firma.

Al día siguiente por una informante amiga en el barrio me enteré que la cámara tenía por precio balas revestidas de arsénico y que si quería recuperarla tendría yo que matar al ladrón para quitársela o dejar que me mataran por tratar de ladrones públicamente en demanda por robo, a unos pacifistas entregados a la limpieza social de su reducto.

De ahí nació mi exilio forzoso a las selvas del Chocó y mi lucha por la supervivencia en tierras donde los “paras” entraban a disputarle a la guerrilla con sangre y motosierra, el control territorial del Urabá Chocoano. Y yo huía en mi travesía, sin quererlo, a su encuentro, en busca del paraíso perdido que estaba al otro lado del Golfo bananero, en Cabo Tiburón y la “piscina de los dioses” en el mar azul de Capurganá.
Doce años después las cosas no han cambiado mucho. El asesinato al parecer de un taxista ha desencadenado la muerte de un policía, de un civil y la sed de venganza de varios heridos en una balacera callejera como las que acostumbraban los combos de lado y lado de la avenida 65, algunos años atrás. Ya no está “El Señor Jara” pero continúa la gran expensa de drogas, armas y delitos en el barrio Antioquia.

Lo que todavía persiste es la tolerancia social al delito, a la impunidad y al silencio descarado que sobrevive al atropello. Como el que sentí cuando el jefe de redacción de un periódico en Medellín, me dijo que estas crónicas no le interesaban porque ya habían pasado hace mucho tiempo y no le aportaban nada diferente a nadie.

* Nombres cambiados

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El líder de las FARC propuso negociar con Uribe antes del rescate de Betancourt
Alfonso Cano se mostró dispuesto a alcanzar un intercambio humanitario con el Gobierno colombiano
AGENCIAS - Bogotá - 09/07/2008

El máximo dirigente de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), Guillermo León Sáenz vargas, alias Alfonso Cano, propuso antes del rescate de Ingrid Betancourt, en un comunicado dirigido a todos los miembros de la guerrilla, un "contacto directo" con el Gobierno de Álvaro Uribe "para el intercambio humanitario". En la nota, fechada en junio y divulgada este martes por la cadena de televisión RCN, Cano subrayaba que las FARC persistirían en sus esfuerzos "por alcanzar la paz democrática por las vías civilizadas del diálogo".

Tras conocer el comunicado, el Gobierno de Álvaro Uribe, a través de su ministro de Interior y Justicia, Fabio Valencia Cossio, ha señalado que tiene abiertas las puertas para la negociación de un acuerdo humanitario o un diálogo de paz con las FARC. "Si las FARC están de acuerdo con eso, el presidente está listo al acuerdo humanitario o a la negociación política", aseguró el ministro.

Según la RCN, la comunicación fue "distribuida el pasado 28 (de junio) por el emisario de Cano, el jefe del frente 29, alias Aldemar, a los delegados europeos (de facilitación), el suizo Jean Pierre Gontard y el francés Nöel Saez". Se desconoce si esta propuesta de acercamiento por parte del líder de las FARC sigue vigente tras la operación llevada a cabo por el Ejército colombiano el pasado 2 de julio, que culminó con el rescate de Ingrid Betancourt y otros 14 rehenes de la guerrilla.

Las FARC aún tienen en su poder a 25 rehenes "canjeables", tres civiles y 22 policías y militares, que forman parte de una lista de secuestrados que pretenden intercambiar por sus hombres presos en cárceles a través de un acuerdo humanitario.

En el mismo escrito de junio, Alonso Cano, que relevó en la jefatura de las FARC a Manuel Marulanda, Tirofijo, fallecido el 26 de marzo pasado, anuncia también en el comunicado la "nueva estructura" jerárquica del grupo, con cambios como la designación del "camarada Iván Márquez (alias de Luciano Marín Arango), como jefe de las relaciones internacionales del estado mayor central".

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Presidente Uribe y el Presidente de la Corte Suprema iniciaron acercamiento
El presidente Álvaro Uribe y el presidente de la Corte Suprema de Justicia se reunieron para mejorar las relaciones entre los dos poderes democráticos. La reunión se logró gracias a la intermediación de la iglesia.
Fecha: 07/07/2008 -
Por invitación del cardenal Pedro Rubiano Sáenz se reunieron este lunes el presidente Álvaro Uribe Vélez y el presidente de la Corte Suprema de Justicia Francisco Ricaurte con el fin de buscar el acercamiento entre el poder judicial y ejecutivo, después de varias semanas de tensiones y acusaciones por parte del ejecutivo.

“Ha sido una reunión fructífera, cordial, y una reunión con el mejor espíritu patriótico, tanto del señor Presidente de la República como del Presidente de la Corte Suprema de Justicia”, dijo el secretario de prensa de la Casa de Nariño César Mauricio Velásquez.

Velásquez señaló, además, que durante la reunión que tuvo lugar en la Arquidiócesis de Bogotá se trataron todos los temas pertinentes entre la Corte Suprema de Justicia y el Gobierno Nacional. “Todo ha sido con el mejor ambiente, con el mejor espíritu patriótico”, reiteró.

La otra guerra

Las tensiones entre los dos poderes quedaron en paréntesis después de la liberación de Ingrid Betancourt y otros 14 secuestrados.

Los motivos del choque

El pasado 26 de junio la Corte condenó a la ex representante conservadora a la cámara por Santander, Yidis Medina, al considerarla culpable por el delito de cohecho propio en el que incurrió Medina al apoyar la aprobación de la reelección a cambio de prebendas y beneficios personales.

La Corte resolvió enviar copias del proceso a la Fiscalía General para que sean integradas a los procesos en contra de los funcionarios del Gobierno señalados de ofrecer las prebendas a Medina: el ministro de Protección Diego Palacio Betancourt, el embajador de Colombia en Roma Sabas Pretelt de la Vega, entre otros.

Como octavo punto la Corte resolvió “dar cuenta del presente fallo a la Corte Constitucional, a la Procuraduría General de la Nación y a la Comisión de Acusaciones de la Cámara de Representantes, para los fines señalados en la parte motiva de esta providencia”.

Ese mismo día el presidente Uribe emitió un comunicado de seis puntos donde cuestionó el fallo: “La Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia aplica justicia selectiva”, dijo el presidente en uno de los puntos del comunicado.

Al viernes 27 el ministro de Protección Social, Palacio radicó una demanda contra la Sala Penal de la Corte Suprema “por considerar que la sentencia del fallo relacionado con el caso de la ex representante Yidis Medina contiene afirmaciones que no son verdaderas”, según informó la Secretaria de Prensa de la Casa de Nariño.

Luego, el martes 1 de julio, la Corte Suprema emitió un comunicado pidiendo al Gobierno Nacional “respetar y acatar las decisiones de la Corte Suprema de Justicia, así como las de cualquier Juez de la República, dado que ellas obedecen al ejercicio autónomo e independiente de la función jurisdiccional y, en consecuencia, cualquier injerencia indebida resquebraja y desquicia el Estado Social y Democrático de Derecho”.

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Mindefensa denuncia nexos entre Farc y mediador suizo
Jean Paul Gontard, el enviado de Suiza para facilitar acercamientos con las Farc, habría participado en el transporte de 500.000 dólares de la guerrilla a Costa Rica, según aparece en varios correos sustraídos del computador de Raúl Reyes.
Fecha: 07/07/2008 -
El ministro de Defensa Juan Manuel Santos dijo que información obtenida de uno de los computadores confiscados a las Farc muestra que el facilitador suizo Jean Paul Gontard transportó 500.000 dólares que le fueron decomisados al grupo rebelde en Costa Rica a mediados de marzo. Según la versión oficial, la incautación del dinero por parte de las autoridades costarricenses en colaboración con las colombianas se hizo gracias a indicios encontrados en el computador de Raúl Reyes.

El gobierno de Suiza, a través del embajador Thomas Kupfer respondió el domingo a los señalamientos explicando que el emisario Jean Paul Gontard actuó en misiones secretas con el objetivo de lograr la liberación de los secuestrados y que siempre se hizo con el conocimiento del gobierno colombiano. Gontard, junto al otro emisario francés, Noel Saez, fueron autorizados por el gobierno colombiano el pasado 28 de junio para reunirse con emisarios de Alfonso Cano, comandante de las Farc

Kupfer negó que Gontard sea funcionario diplomático de ese país e informó que en el 2000, el suizo actuó como facilitador para lograr la liberación de dos empleados de una multinacional que fueron secuestrados por las Farc.

"Gontard, quien trabajaba ya como consejero externo del gobierno suizo, realizó diferentes gestiones ante las Farc en la zona desmilitarizada, donde tenían lugar los diálogos entre el gobierno colombiano y la guerrilla", indicó el diplomático.

Asimismo dijo que "no se descarta que las Farc y la empresa hayan acordado el pago de un rescate" que se concretó en el año 2001.

Algunas versiones señalan que la multinacional a la que se refiere el gobierno suizo es el laboratorio farmacéutico Novartis.

"El gobierno suizo desconoce si dicha transacción ha tenido lugar y no tiene ningún conocimiento de que el señor Gontard haya participado en ella. Tampoco podemos opinar si este caso tiene relación con el dinero encontrado en Costa Rica", agregó.

Sin embargo la cancillería suiza reconoció que hubo pago por la liberación. Georg Farago, vocero de la Cancillería de Suiza, dijo a la AP que el pago por la liberación "ocurrió varios meses después de su liberación" y que la información aparecida en el correo electrónico de Reyes se "refiere a este caso (del secuestro de los empleados de la multinacional)".

Con información de AP

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Betancourt exige a Uribe que abandone el lenguaje del "odio" contra las FARC
La ex rehén dirige sus primeras críticas al presidente colombiano, antiguo rival en las urnas y responsable de su rescate
AGENCIAS - París - 07/07/2008

La ex rehén franco-colombiana Ingrid Betancourt ha reclamado hoy al presidente colombiano, Álvaro Uribe, que suavize el lenguaje que emplea cuando se dirige a FARC para facilitar así la liberación de los rehenes que aún siguen en poder de la guerrilla.

"Creo que ha llegado la hora de cambiar el lenguaje del radicalismo, del extremismo y del odio, las palabras muy fuertes que causan un daño profundo a un ser humano", ha opinado la ex candidata presidencial, al tiempo que ha añadido que la tolerancia y el respeto son necesarios. "Llega el momento en el que tienes que hablar con las personas que odias", ha recomendado Betancourt a su antigua rival en las urnas.

La ex candidata presidencial fue rescatada la semana pasada en una impecable operación del Ejército colombiano que puso fin a más de seis años de secuestro y disparó la popularidad de Uribe en las encuestas.

"El presidente Uribe, y no sólo el presidente Uribe sino Colombia como un todo, debe cambiar algunas cosas", ha dicho Betancourt en RFI (Radio France Internationale), dirigiendo con ello su primera crítica pública desde su rescate a quien un día fue su rival político.

Betancourt competía con Uribe por la presidencia colombiana en las elecciones de 2002, pero fue secuestrada antes de que llegaran a celebrarse. Uribe ganó aquellas elecciones y obtuvo su reelección en 2006, después de reformar la constitución para que pudiera ejercer un segundo mandato consecutivo.

Futuro político incierto

Respecto a su retorno a la política, Betancourt dijo que aún es muy pronto para decir si volverá a la política colombiana. Por otro lado, a la vez que señaló que Uribe ha hecho "cosas muy buenas para Colombia", destacó que ambos no comparten la misma tendencia política.

En otra entrevista en la cadena de televisión France 24, Betancourt insinuó que podría intentar desempeñar un papel diferente en Colombia. "Ser presidente es genial, pero no tan genial. Después de todo, se pueden hacer otras cosas", dijo. "No estoy diciendo que no voy a ser candidata a la presidencia, algún día, quizá. O quizá no. Lo que quiero decir es que ésa no es mi ambición. Mi ambición es servir. Servir a mi gente y a mi país", recalcó.

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Festival de Poesía de Medellín:

http://www.festivaldepoesiademedellin.org/pub.php/es/Intro/index.htm

Festival de Poesia de Medellín

El poder de la poesía
Hoy sábado se abre el XVIII Festival Internacional de Poesía de Medellín, un evento cultural que asombra al mundo por su gran capacidad de convocatoria.
Fecha: 07/04/2008 -
Cuando Medellín vivía uno de los peores momentos de su historia por culpa de la violencia y el narcotráfico, un grupo de poetas quiso ponerle el pecho al exceso de violencia y odio con un arma impensada: la poesía. Un festival de poesía que, con el paso de los años, ha tomado una fuerza impensada cuando comenzó a celebrarse.

Desde entonces, año tras año, se han realizado 17 festivales. Y año tras año son más y más quienes se reúnen a oír recitales en todos los idiomas de la tierra. Espacios abiertos y cerrados, colegios y universidades, bibliotecas, centros comunales, hasta las cárceles de la ciudad llegan los poetas con sus mensajes de aliento y esperanza.

Hoy sábado, a las cuatro de la tarde, comienza el XVIII Festival Internacional de Poesía de Medellín. En el teatro al aire libre Carlos Vieco, en el cerro Nutibara, se lleva a cabo el acto inaugural. A partir de ese momento, y hasta el sábado 12, en diversos escenarios de Medellín, así como en otros escenarios de Bogotá, Cali, Barranquilla, Bucaramanga, Manizales, Ibagué, Tunja, Pasto, Barrancabermeja, Buga y de varios municipios antioqueños, se desarrollarán lecturas de poesía, talleres, charlas y conferencias. No más en Medellín están previstos 123 actividades, lo cual da una idea de la magnitud de este evento.

El festival, que recibió el premio Nóbel de Paz alternativo en 2006, reúne en esta oportunidad a 76 poetas de 52 países. Como señala Fernando Rendón, director del festival, “uno de los polos de interés esencial es la presencia de un público extraordinario para la poesía, multitudinario y sin paralelo en el mundo, que desarrolla una nueva atmósfera, lúcida y sensible, durante los luminosos días del encuentro, contrastando fuertemente con el clima deprimido y, de nuevo violento, de Medellín”.

Entre los invitados se encuentran el poeta español Marcos Ana, de 88 años, quien estuvo prisionero en las cárceles franquistas desde la guerra civil española y que fue liberado 23 años después. También participa el poeta francés Bernard Noël quien, además de poeta, es un historiador, crítico de arte y ensayista de gran renombre. También estará la poeta afgana Mahbobah Ebrahimi; de la antigua república socialista soviética de Tayikistán, en Asia Central, viene Gulrukhsor Safieva, quien además de poetisa es cantante, dramaturga y traductora. África estará representada por Yolande Mukagasana, de Ruanda, sobreviviente del el genocidio de 1994. (ver recuadro con la lista completa de poetas participantes).

De manera paralela al desarrollo del Festival se desarrollará la XII Escuela Internacional de Poesía de Medellín, que consta de cursos, talleres, conferencias y conversatorios.

Como ya es habitual, la revista Prometeo publica en la edición que circula durante el festival una antología con poesías de los autores que participan en esta edición. Además, ha preparado un DVD-Rom que resume su historia, y que incluye la primera selección mundial de poesía digital, con videos y audio. Una vez más Medellín está lista para mostrarle al mundo que la poesía, un oficio que en principio es exclusivo de un puñado de iniciados, puede aglutinar multitudes alrededor de su gran capacidad para decir verdades y explicar el alma humana.


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La otra guerra
Hay una mala noticia. El Presidente no ha desistido de convocar un referendo para repetir las elecciones de 2006. La pelea entre el primer mandatario y la Corte Suprema se sigue fraguando y puede ser desastrosa para el país.
Fecha: 07/05/2008 -1366
La noticia del rescate de Íngrid y otros 14 secuestrados ha tenido un efecto de película -en el sentido más literal- sobre el choque de colosos que se estaba dando entre la Corte Suprema de Justicia y el presidente Álvaro Uribe. La imagen es sencilla: es como si estuvieran a punto de chocar dos planetas y de repente alguien oprimiera el botón de pausa. Así, la hecatombe que se presagiaba quedó en suspenso.

Pero sólo por el momento. La película de la crisis institucional empezará a rodar de nuevo en cualquier instante porque los motivos siguen intactos.

Mucha gente pensó que la decisión que tomó la Corte Constitucional, el miércoles del "rescate perfecto", había desactivado la pelea. Cuando caía la noche, y mientras el país seguía embriagado de júbilo, la Corte Constitucional dijo que no reabriría el estudio de la reforma que permitió la reelección del Presidente. Como ese caso había sido el 'florero de Llorente' que llevó a los dos poderes a lanzarse frases cargadas de dinamita, al ser borrado de tajo por la Corte Constitucional ya no tenía sentido la guerra.

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Muchos creían que las acusaciones quedaban en el olvido. La de la Corte Suprema, en el sentido de que la compra del voto a la congresista Yidis Medina, por parte de funcionarios del alto gobierno, era una "clara desviación de poder", que la motivó a enviar copia del fallo a la Corte Constitucional para que esta decidiera si debía volver a revisar la legalidad del acto legislativo que autorizó la reelección. Y la del presidente Uribe, que respondió diciendo que algunos magistrados "tenían nostalgia del terrorismo agonizante" y en un evidente desafío -al estilo de 'a ver quién es más guapo'- anunció que convocaría un referendo para ratificar con el voto popular su elección de 2006.

Pero la mala noticia es que la Casa de Nariño no ha descartado el referendo, un procedimiento costoso no sólo en recursos, sino por su impacto en el orden institucional. Según explican altas fuentes del gobierno, el Presidente no quedaría satisfecho con que la Corte Constitucional despache el tema con argumentos de forma como que el asunto ya hizo tránsito a cosa juzgada. A Uribe no le sirve esa salida porque considera que quedaría un manto de duda sobre la legitimidad de su elección.

El primer mandatario no está de acuerdo con las voces que le dicen que su elección no está en tela de juicio y que le explican que la Corte Suprema sólo cuestionó la norma que permitió la reelección, pero no ésta en sí misma. De todas maneras, la palabra final en este punto se conocerá cuando la Corte Constitucional publique el auto respectivo.

Hay quienes creen que más allá de las implicaciones políticas, el Presidente ha usado el asunto para cabalgar sobre su abultada popularidad en detrimento del prestigio de la Corte Suprema. Y hay datos que les darían la razón. Entre otros, la encuesta que se publica en esta edición, según la cual el 69 por ciento cree que el Presidente tiene razón en el caso de Yidis, frente al 28 por ciento que le cree a la Corte.

Para los partidarios de la Corte, toda la pelea se debe a la investigación que el alto tribunal ha hecho del escándalo de la para-política, que hoy tiene en problemas a más de 50 congresistas de la bancada uribista, incluido el primo del Presidente. Además, dicen, porque es el único de los poderes del Estado cuya independencia del Ejecutivo parece haber sobrevivido tras seis años de gobierno.

El argumento de la Casa de Nariño es el contrario. El presidente Uribe y sus escuderos tienen sospechas de que algunos magistrados de la Corte Suprema están aliados con paramilitares y guerrilleros. Y que su propósito sería socavar, a punta de decisiones, como en el caso de la yidis-política, la autoridad del Presidente. Sin embargo, a pesar de señalamientos tan graves, el gobierno no ha hecho denuncia alguna ante las autoridades y, en un estilo que no se compadece con lo delicado del tema, ha sembrado el rumor y lo ha dejado correr.

Varios magistrados de la Corte han dicho que esas acusaciones se caen de su peso porque, por ejemplo, el supuesto infiltrado de los paramilitares, que sería Giorgio Sale, no logró que ésta fallara nada en su favor, ni en el de su socio Salvatore Mancuso. Y añaden que, por el contrario, la Corte ha dado su visto bueno a todas las extradiciones de paramilitares y no se ha prestado para permitir, como le ha pedido el gobierno, que los 19.000 paramilitares rasos sean considerados responsables sólo de delitos políticos. En las oficinas del Palacio de Justicia tienen la impresión además de que desde sectores del gobierno estarían participando en montajes, como el de'Tasmania', para desprestigiar a la Corte y doblegar su independencia.

'Tasmania' es el paramilitar que en septiembre pasado firmó una carta en la que afirma que un magistrado auxiliar de la Corte Suprema le ofreció beneficios jurídicos para que declarara que Uribe le ordenó matar a otro paramilitar del suroeste antioqueño. El mismo 'Tasmania' se retractó en las últimas semanas de esa carta. Y aún la justicia no ha resuelto qué hay detrás de ese montaje.

¿Que viene ahora? Todo indica que se vienen por lo menos tres cargas de profundidad para la Corte Suprema. Y si bien cada una de ellas está sustentada en estricto sentido jurídico, desde el punto de vista político no es equivocado pensar que son parte del enfrentamiento con el Presidente.

En primer lugar, en pocos días se debe conocer el fallo de la Corte Constitucional, ya anunciado hace varias semanas, que prácticamente paralizaría el trabajo de la Suprema y en particular las investigaciones de la para-política. En él, la Corte Constitucional declara inexequible la manera como la Corte Suprema investiga y juzga a los congresistas y le pide al Congreso que modifique el mecanismo.

El fallo se ajusta a los estándares mundiales, pues en ningún país del mundo civilizado el mismo investigador es el que juzga, como lo hace la Corte Suprema. Pero lo que llama la atención es que sólo ahora, 17 años después de promulgada la Constitución y tras más de cinco años de sistema acusatorio, se decida el cambio. No sólo los congresistas implicados en la para-política podrían lograr, vía tutela, que sus procesos se caigan, sino que mientras el Congreso decide cómo debe funcionar la Corte, ésta quedaría inoperante en asuntos penales.

En segundo lugar, el nuevo ministro de Interior y Justicia, Fabio Valencia Cossio, anunció al posesionarse que el plato fuerte de su administración sería una reforma a la justicia. Y según fuentes del alto gobierno, quiere reformar varios aspectos de la Corte Suprema, entre otros, la elección de los magistrados. Sin conocer los detalles, el alto tribunal está en desacuerdo. Y sin duda, la reforma es por lo menos inoportuna cuando las diferencias con Palacio están al rojo vivo y cuando la Corte está investigando al 20 por ciento de los integrantes del Congreso que la reformaría.

Y en tercer lugar, sigue su curso en la Comisión de Acusación de la Cámara la denuncia que interpuso Uribe contra el ex presidente de la Corte Suprema César Julio Valencia. A pesar de los cuestionamientos que ha tenido ese órgano del Congreso, es necesario esperar a ver cómo se desarrolla el proceso.

Ante este panorama, la Corte Suprema ha dado señales de no estar dispuesta a doblegarse. En su último comunicado, el martes pasado, en respuesta a la convocatoria de referendo que anunció el Presidente, le pidió al gobierno "acatar las decisiones" de la justicia. Y todo indica que en los próximos días tomará nuevas decisiones sobre congresistas vinculados a la para-política, lo cual demostraría que el caso sigue adelante.

Por ahora se ve difícil que ceda el 'choque de titanes'. Y lo peor es que no se sabe hasta dónde puede llegar y qué tanto daño pueda causar al país.


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El gran golpe
Esta es la increíble historia de cómo el Ejército logró engañar a las Farc y liberar a Íngrid y a 14 secuestrados más sin disparar una sola bala. Suplantación de voces y estafetas, desvío de correos, y una actuación perfecta fueron las claves.
Fecha: 07/05/2008 -1366

Al filo de la media noche, el general Mario Montoya abrazó a cada uno de los militares que acampaban junto al helicóptero MI ruso recién pintado de blanco y rojo. Era la víspera del 2 de julio y estaban a unos cuantos kilómetros de San José del Guaviare. Acababan de orar juntos y de terminar una de las ya acostumbradas sesiones de meditación. La suerte estaba echada. Montoya se devolvió hacia la base militar de Villavicencio, donde intentó dormir. A las 7 de la mañana del día D rezó un rosario para que todo saliera bien y se trasladó de nuevo a San José del Guaviare para, desde un avión Fokker de la Fuerza Aérea Colombiana, coordinar la acción más audaz que jamás había realizado el Ejército: la operación 'Jaque', que a través del engaño y la suplantación le daría la libertad a un grupo de 15 secuestrados. Eso, si es que todo salía bien, porque la menor falla, el mínimo error podía desencadenar el peor desastre humanitario y político. Era una apuesta de todo o nada.

Al medio día el helicóptero emprendió el vuelo con las coordenadas que le permitirían aterrizar en la selva, en un claro sembrado de coca. A bordo, nueve miembros de la inteligencia militar y dos pilotos controlaban sus nervios con ejercicios de respiración. Habían visto decenas de veces los videos que hizo Telesur de la liberación de Clara Rojas y Consuelo González, en febrero, y de otros cuatro políticos, a instancias del presidente de Venezuela, Hugo Chávez, y la senadora Piedad Córdoba. En las grabaciones aparecían varios personajes y toda una puesta en escena que los militares imitaron fielmente.

Los ocho hombres y una mujer de inteligencia militar que viajaban en el helicóptero tenían que asumir roles muy parecidos a los que se vieron en esos videos. Tenían que persuadir a los guerrilleros de que se trataba, en realidad, de una operación humanitaria ordenada por 'Alfonso Cano', tal como se lo habían hecho creer a los 60 combatientes de las Farc que custodiaban a los rehenes.

Video del engaño del Ejército a las Farc para rescatar a los secuestrados
Las imágenes de los secuestrados en el momento que abordaban el helicóptero fueron tomadas por un oficial de inteligencia que se hacía pasar por camarógrafo. En la secuencia de la página a la izquierda se observa a varios de los cautivos denunciando los vejámenes de los que eran objeto, y a los guerrilleros que prestaban guardia. En el video de la operación que hicieron las Fuerzas Militares se ve a ‘César’ cuando saluda amablemente a los supuestos enviados de ‘Alfonso Cano’, que lo llevarían a él y a los rehenes hasta Florida y Pradera. Abajo, tanto por ‘César’ como por ‘Gafas’ se ofrecían millonarias recompensas en el Guaviare El Ejército imitó a la perfección los personajes, el vestuario y la escenografía usada por los venezolanos para las liberaciones de principios de año.

El jefe de la operación era un oficial rubio, alto, con apariencia de intelectual, de hablar pausado y refinado. Había otro también rubio, que hablaba en inglés y que se hacía pasar por australiano, uno más con rasgos árabes, y otro con acento caribeño que cualquiera podía confundir con un cubano. Un médico y una enfermera jugaron sus propios roles, así como un supuesto guerrillero que llevaba una camiseta con la imagen del Che Guevara. Completaban el tinglado dos que se hacían pasar por periodista y camarógrafo. En la cabina, el piloto y el copiloto tenían la difícil misión de mantener informados a los altos mandos militares sobre el curso de la operación, con un lenguaje cifrado que permitiría que tanto en San José del Guaviare como en Bogotá la siguieran paso a paso.

Después de unos 17 tensos minutos de vuelo, el helicóptero encontró el claro donde debía aterrizar y, una vez divisados los guerrilleros, descendió. Fue entonces cuando comenzó la acción.

Lo que ocurrió en los siguientes 22 minutos, mientras el helicóptero estuvo en tierra, siempre con los rotores en marcha, fue la escenificación perfecta de un guión escrito con exactitud y mil veces ensayado. Mientras el hombre con cara de árabe parecía deslumbrado por la belleza de la selva, el que hacía de guerrillero permanecía mudo a un lado. El supuesto jefe de la misión humanitaria buscaba a 'César', comandante del frente primero de las Farc y hombre de confianza del 'Mono Jojoy', para decirle que los 15 secuestrados, 'Gafas' y él debían subir pronto al helicóptero, mientras el cabecilla era a su vez abordado por el supuesto periodista y su camarógrafo para que diera declaraciones sobre el intercambio humanitario. El jefe de la misión acosaba para que todo se hiciera rápido, sin que faltaran los respectivos "camarada" y las referencias convincentes a la revolución.

La operación debía durar siete minutos, pero se alargó porque los secuestrados se negaron durante un buen rato a ser esposados. Pero uno de los norteamericanos accedió a que le pusieran las esposas y finalmente todos siguieron. Íngrid fue la última y se resistió hasta el final.

Una vez en el helicóptero, el supuesto australiano -tal como se había planeado-señaló horrorizado a 'César' y dijo en inglés "¡He has a weapon! ¡He has a weapon!" ("¡Él tiene un arma!"). Entonces el supuesto jefe de la misión humanitaria le explicó al guerrillero que los delegados internacionales no aceptaban que estuviera armado. 'César', sin mucha gana, entregó su pistola 9 milímetros al hombre, quien de inmediato sacó un mapa y empezó a explicarle cómo sería la ruta que los llevaría hasta Pradera y Florida, donde, según la estratagema que se había montado, lo esperaba el nuevo máximo comandante de las Farc, 'Alfonso Cano'.

Habían pasado apenas tres minutos desde cuando alzaron vuelo, cuando el aparente cubano, que es militar y boxeador en la vida real, le dio a 'César' un puñetazo que lo derribó. En cuestión de segundos tanto él como 'Gafas' estaban inmovilizados, gracias a técnicas de artes marciales. Entonces el jefe de la operación exclamó: "Somos el Ejército Nacional de Colombia y ustedes están libres". Mientras en el helicóptero los secuestrados lloraban y gritaban en medio de la incredulidad y la alegría, el piloto decía en la cabina las palabras más esperadas por la cúpula militar: "Sistema anti-ice ok". Es decir: "Los tenemos y todo salió bien". El general Mario Montoya, comandante del Ejército, estalló en abrazos y gritos de alegría en San José del Guaviare, mientras el general Freddy Padilla de León, comandante de las fuerzas militares, hacía lo propio en Bogotá.

La estratagema

Todo había comenzado un año atrás, cuando las Fuerzas Militares, gracias a la fuga del subintendente John Frank Pinchao, tuvieron noticias sobre la ubicación de varios grupos de secuestrados entre el río Apaporis y el Inírida, en los departamentos de Guaviare y Vaupés.

Una segunda pista fueron las pruebas de supervivencia que el Ejército interceptó en diciembre. Se sabía que la estafeta capturada había salido de Tomachipán, un remoto lugar del Guaviare. En las imágenes además aparecían justamente los 15 secuestrados que la semana pasada recobraron la libertad, aunque por el fondo de las imágenes se notaba que no estaban juntos.

Luego vinieron las liberaciones unilaterales que hicieron las Farc en enero y febrero, que dieron nuevos indicios geográficos. Con estos datos un grupo de fuerzas especiales penetró en la zona y pudo avistar a los tres norteamericanos secuestrados. Pero se dieron cuenta de que los rehenes estaban dispersos en tres grupos: uno de seis, otro de cinco y otro de cuatro personas. Así no valía la pena intentar un rescate a la fuerza que pusiera en peligro sus vidas. Fue entonces cuando el Ejército empezó a tender un cerco sobre este grupo de secuestrados y sus carceleros, con la idea de que una vez lo cerraran, los obligarían a negociar. Estaban dispuestos a respetarles la vida a cambio de la entrega de los secuestrados, y además a ofrecerles dinero y una nueva vida en el exterior. Así lo anunció en ese momento el Presidente de la República en varias alocuciones.

Para entonces, Inteligencia militar tenía un estudio profundo sobre 'César', 'Gafas' y los demás guerrilleros que estaban con los cautivos. Sabían, por ejemplo, que el primero había reemplazado al 'Negro Acacio' en muchas de las labores de narcotráfico, que tenía muchas dificultades logísticas y que se comunicaba con el 'Mono Jojoy' preferiblemente mediante estafetas y por radio, nunca por teléfono satelital. 'César' había cometido el error de perder al niño Emmanuel, y también sufrió en enero el golpe de la captura de su compañera, Doris Adriana. Todo esto demostraba que su comunicación con el secretariado no era tan fluida, y que él mismo no era tan disciplinado ni cuidadoso. Por eso a través de un trabajo de inteligencia intentaron llegarle con una propuesta de desmovilización. Incluso el Ministerio de Defensa desde hace tres meses indagaba con la Fiscalía qué tratamiento jurídico podía recibir este hombre en caso de que decidiera negociar directamente con los militares que lo tenían cercado.

Pero nada de eso fue posible porque los guerrilleros rompieron el cerco sin que los militares se dieran cuenta. Por varias semanas, las Fuerzas Armadas no supieron dónde estaban ni qué había pasado. Pero las ofertas del gobierno si bien no habían calado en 'César', sí lo habían hecho en otros miembros de la guerrilla.

Entre abril y mayo un informante tomó contacto con el Ejército y le dio lo que se convertiría en la llave maestra para la Operación 'Jaque', pues entregó datos sobre lugares, fechas, personas, códigos y claves, y contó en detalle cómo funcionaban los correos humanos entre el 'Mono Jojoy' y 'César'. Entonces la inteligencia militar logró meterse en el medio de estos correos al suplantar a unos y otros, hasta que controló completamente la comunicación. Es decir, si 'César' le enviaba un mensaje a 'Jojoy', el estafeta estaba convencido de que se lo había entregado a la gente de éste, cuando en realidad lo había recibido un infiltrado de inteligencia militar. Lo mismo ocurría con los mensajes que el último le enviaba a 'César' .

Los militares se tomaron varias semanas comprobando si 'César' había mordido el anzuelo. Primero le pidieron, como si fueran 'Jojoy', que reportara el estado de salud de los secuestrados en su poder. Así lo hizo. En un segundo mensaje le pidieron que juntara los tres grupos de rehenes. También obedeció sin sospechar. Luego le pidieron que los moviera. Cuando cumplió esta orden, los militares entendieron que tenían a 'César' en sus manos. Para evitar que por otras vías descubriera la triquiñuela, los militares, con tecnología muy sofisticada, también interceptaron los correos electrónicos y las comunicaciones radiales.

En ese momento, ya a finales de mayo, los hombres de inteligencia militar empezaron a planear tres escenarios posibles, teniendo en cuenta que podían conseguir que 'César' trasladara a los secuestrados a donde ellos quisieran. El primero era un asalto a sangre y fuego, que fue descartado por el alto riesgo que implicaba para las vidas de los secuestrados. El segundo era hacer un cerco humanitario más estrecho y fuerte que el que había fracasado meses atrás. Pero, en medio del análisis, un mayor del Ejército sugirió algo que al principio a todos les pareció una locura y que luego se fue haciendo viable. Se trataba de una operación de engaño que daría mayor seguridad para los secuestrados. Ya estaba probado, en Urrao y en el Valle del Cauca, que los guerrilleros asesinarían a los rehenes al menor indicio de ataque. La operación sería como la hecha en 1976 en Entebbe, Uganda, cuando los israelíes usaron unos aviones de carga como caballos de troya para liberar un grupo de personas secuestradas por terroristas en el aeropuerto. No en vano un grupo de ex militares de Israel está asesorando en inteligencia y operaciones a las Fuerzas Armadas de Colombia desde hace un año.

En pocas semanas estudiaron en detalle esta experiencia. Y luego, en cuestión de días, diseñaron la que pasará a la historia como Operación 'Jaque'. Tenían que convencer a 'César' de que los rehenes iban a ser reubicados por orden de 'Alfonso Cano', y crear la expectativa de que algo se estaba moviendo para el intercambio humanitario en Florida y Pradera. Entonces surgió la idea de imitar el procedimiento de las liberaciones de los secuestrados a principios de este año.

Las correos con 'César' siguieron. Esta vez le pidieron, nuevamente a nombre del 'Mono Jojoy', que buscara un lugar donde pudiera aterrizar un helicóptero de una misión humanitaria. Los militares sabían que 'César' es arrogante y vanidoso, y por eso apuntaron a su talón de Aquiles. Le dijeron que 'Alfonso Cano' quería que él en persona estuviera en el traslado de los secuestrados y que llevara a un hombre de su confianza. 'César' preguntó si podía llevar las armas, y le respondieron que sólo una corta por cada uno.

Mientras tanto, la cúpula militar hacía un estudio detallado de todos sus agentes de inteligencia, en busca de los perfiles que se ajustaran a los roles que debían cumplir. Trajeron efectivos de todo el país y los concentraron durante 10 días en la base de Tolemaida, donde los entrenaron al mejor estilo de la película Misión Imposible. Los dos helicópteros rusos que participarían en la operación habían sido pintados a imagen y semejanza de los que había enviado el presidente Hugo Chávez cuando facilitó las liberaciones unilaterales.

La víspera de la operación, cuando ya todo parecía en orden, surgió un problema, pues 'César' pidió llevar con él a cuatro guerrilleros más. Como eso cambiaba completamente la correlación de fuerzas, le dijeron que no con el único argumento creíble: no había espacio en la aeronave. Por eso, a última hora no viajó sino un helicóptero, pues si lo hubieran hecho los dos, corrían el riesgo de que 'César' insistiera en ampliar su grupo de protección.

Para que el cabecilla se convenciera aún más de que efectivamente 'Alfonso Cano' estaba moviendo algo para el intercambio humanitario, la oficina de prensa de la Casa de Nariño filtró una noticia sobre una supuesta reunión de emisarios europeos con las Farc. De inmediato algunos medios dijeron que 'Cano' se había reunido con delegados de Francia y Suiza. Esto era falso, pero logró persuadir a 'César' de que algo grande estaba en camino y de que él sería uno de los protagonistas.

El riesgo de la operación era muy alto y aunque todos esperaban que el engaño funcionara, también estaban preparados para cualquier eventualidad. Los militares sabían que si eran descubiertos, todos sus hombres morirían en el terreno y que sería una debacle humana y política. Pero por si ello ocurría, tenían preparada una segunda fase, esta sí por las armas. Para ello, en toda la operación un avión espía de Estados Unidos sobrevolaba el área para reaccionar en caso de ser necesario. En el helicóptero los gringos también habían instalado una alarma que, de ser necesario, sería activada por el piloto, quien nunca se movió de su puesto, y para poner en acción los refuerzos. En San José del Guaviare 30 aeronaves, entre helicópteros y aviones, estaban listas a despegar con cerca de 300 hombres que desembarcarían y harían realidad un cerco que conduciría a 'César', según los cálculos de los estrategas militares, a negociar. Pero este plan B no fue necesario. Porque los planes se cumplieron con una exactitud que aún hoy tiene sorprendido al mundo entero.

Desenlace feliz

El general Montoya, junto a tres médicos colombianos y tres norteamericanos, esperó el helicóptero y de inmediato trasladó los secuestrados al avión Fokker que en cuestión de segundos despegó rumbo a Tolemaida. Los oficiales de inteligencia, que para ese momento ya eran considerados los nuevos héroes de guerra, se quedaron a cargo de los dos prisioneros.

El viaje hasta Tolemaida duró más de lo esperado. Durante casi tres horas el avión dio vueltas en el aire a la espera de que aterrizara un avión de la Fuerza Aérea de Estados Unidos que se llevaría de inmediato a los tres norteamericanos. La alegría que se respiraba en el avión, a pesar del retraso, era enorme. Liberados y militares rezaron juntos un rato, y cantaron varias veces el himno nacional.

Cuando al fin tocaron tierra, el ministro de Defensa, Juan Manuel Santos; el general Freddy Padilla de León, y el embajador de Estados Unidos, William Brownfield, subieron al Fokker a saludar a los recién liberados. Poco después, los tres norteamericanos salieron rumbo a su país, y los colombianos hacia Bogotá. Para ese momento ya Íngrid Betancourt no paraba de recibir llamadas, incluidas la del presidente Álvaro Uribe y la de su mamá, Yolanda Pulecio.

Esa tarde, cuando el mundo entero vio por televisión la llegada de Íngrid y de los 11 militares, ya libres, el presidente de Bolivia, Evo Morales, le dijo a la prensa algo que muchos consideraron absurdo: que esta liberación había sido posible gracias al presidente de Venezuela, Hugo Chávez. Paradójicamente, tenía razón. Gracias a las liberaciones que propició Chávez y que él mismo mandó filmar para mostrar al mundo su hazaña, el engaño fue perfecto.


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Con captura de 'Capachivo', Policía le dio el golpe de gracia al imperio de 'don Diego'

Según las autoridades, Óscar Varela, era el último hombre fuerte de los 'Machos' y había tomado las riendas del negocio tras la captura de su jefe en Zarzal, en septiembre pasado.


'Capachivo' admitió que estuvo en Jamundí el día de la masacre
Vea imágenes de la captura de alias Capachivo Hombres de inteligencia de la Policía seguían desde hace meses los pasos de 'Capachivo' en varios departamentos. Sin embargo, su rastro reapareció esta semana.

Hacia las 5:30 de la mañana de este sábado, un comando de inteligencia de la Policía llegó hasta una finca en La Buitrera, corregimiento de Palmira (Valle), donde el narco se refugiaba desde hace varios días.

Interceptaciones hechas a varias personas cercanas a su organización permitieron cerrar la búsqueda. Pero lo que lo delató finalmente fue una llamada a una mujer, hecha desde un teléfono fijo porque había desechado todos sus celulares, para evitar los rastreos.

Ella finalmente fue a buscarlo. Los agentes siguieron el rastro y hallaron a 'Capachivo' durmiendo con su compañera, cuyo nombre es mantenido en reserva por las autoridades. Oficiales que participaron en la operación dijeron que Varela estaba armado con una pistola 9 milímetros. Solo pidió hacer una llamada y minutos más tarde fue trasladado en un avión de la Policía a Bogotá.

Las autoridades de Colombia y E.U. ofrecían hasta 3.000 millones de pesos por información sobre su paradero, más después de que su nombre apareció mencionado con la masacre de Jamundí, en la que murieron 10 de los mejores policías antimafia y un informante.

Las autoridades venían minando la estructura de Montoya con las capturas de Jorge Iván Urdinola, 'La Iguana' y Gildardo Rodríguez Herrera, 'el Hombre de la camisa roja'. Ellos, con 'Capachivo', eran los hombres de confianza de 'don Diego'.

Según los investigadores 'Capachivo' era el más cercano a Montoya y quien lo acompañó durante años en el negocio de las drogas. Fue él quien lideró a 'Los Machos', el brazo armado del cartel que aún mantiene una cruenta guerra con 'Los Rastrojos', el grupo de Wílber Alirio Varela, 'Jabón'. Él era el otro capo del norte del Valle y, según autoridades de Venezuela, fue asesinado en ese país hace unos meses.

Esta guerra entre carteles -de acuerdo con las autoridades- ha dejado más de 500 muertos.

'Capachivo' tenía órdenes de captura por narcotráfico, concierto para delinquir y homicidio. También está pedido en extradición. El subdirector de la Policía, general Rafael Parra, aseguró que con la captura de este hombre quedó desmantelada la organización de 'don Diego'.

Para los organismos de inteligencia 'Capachivo' fue la persona clave de Montoya para infiltrar un sector de miembros del Ejército que se puso a su servicio.

REDACCIÓN JUSTICIA


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