lunes, 11 de junio de 2007

Se metieron al rancho

Se metieron al rancho
Otros están tomando las decisiones cruciales de Colombia. Se liberan guerrilleros y hasta se nombran ministros. ¿Qué hacer para recuperar la dignidad nacional?
Fecha: 06/09/2007 -1310

El presidente Álvaro Uribe se le ha medido, en los últimos días, a torear en arenas que había evitado durante casi cinco años. Y ha tomado decisiones muy audaces. Liberó a Rodrigo Granda, el 'canciller de las Farc', y a otros 200 guerrilleros, como parte de una campaña internacional para presionar la liberación de los secuestrados. Nombró una ministra negra, la primera de la historia, y puso en marcha una estrategia a favor de la población afrodescendiente. Diseñó nuevas medidas para proteger a los líderes sindicales y prometió hacer cumplir todas las disposiciones laborales y ambientales posibles.
Esas disposiciones, sin embargo, tienen un común denominador: ninguna se tomó por iniciativa de Bogotá, sino que fueron exigidas por gobiernos extranjeros.No es inusual que eso ocurra. Colombia siempre ha tenido que hacerle frente a la injerencia extranjera, empezando por los gringos. Y ha tenido que tragarse varios sapos. Pero posiblemente nunca había aceptado tantos en tan corto tiempo. Lo cual es producto de una doble realidad: la vulnerabilidad del país, por sus problemas internos, y una política exterior sin rumbo fijo.
Durante gran parte de sus cinco años en el poder, el presidente Uribe se acostumbró a convivir con dos realidades: cosechaba fáciles aplausos en Washington y enfrentaba incómodas protestas en las capitales europeas. Pensaba que eso era suficiente para adelantar su política de seguridad democrática. La semana pasada esa lógica se trastocó. Mientras en Estados Unidos llovieron ataques contra el mandatario colombiano y su gobierno, el nuevo presidente francés, Nicolas Sarkozy, impulsó una declaración de los países más poderosos del mundo -el llamado Grupo de los ocho (G-8)- desde Alemania, donde se elogia a Uribe y se les exige a las Farc la liberación de los secuestrados.

Mientras el G-8 aprobaba en Alemania una declaración sin precedentes para presionar a las Farc y facilitar la liberación de secuestrados, el Presidente Álvaro Uribe hizo una nueva visita a Washington para convencer al Congreso de aprobar el TLC. La nueva ministra de Cultura, Paula Moreno, acompañó al primer mandatario en su gira

Agobiado por la flagelación pública de los demócratas -iniciada en su visita de mayo y continuada con nuevo ímpetu el jueves pasado-, Uribe encontró un salvavidas mediático e inesperado en el nuevo gobernante de París. Por eso aceptó lo impensable: acceder liberar a un pez gordo como Rodrigo Granda y 200 guerrilleros, a cambio de que Francia gestionara una escueta declaración del G-8. En el G-8 está Estados Unidos. Pero más significativa que la de George W. Bush, es la presencia de sus colegas de los otros siete países, con los que el gobierno Uribe ha tenido muy poca relación. Y, sobre todo, el liderazgo que ejerció Sarkozy para incluir a Colombia en el documento final de la cumbre de los mandatarios. Él mismo reconoció que "no había sido fácil".

Su empeño significa que Francia, país que presidirá la Unión Europea dentro de un año, pasó de una posición hostil hacia Colombia a convertirse en un aliado, por lo menos en el corto plazo. Sarkozy, un mandatario intenso como Uribe, que tiene encantados a los franceses por su capacidad de trabajo y por su imagen tipo John F. Kennedy, no se va a quedar quieto ni va a tratar el caso Íngrid como flor de un día.
A primera vista, la declaración del G-8 parece un triunfo diplomático del presidente Uribe. Nadie se hubiera imaginado hasta hace muy poco que el G-8 se interesara por Colombia. Pero ese éxito viene cargado de costos. El texto del G-8 tiene expresiones para presionar a las Farc, pero también incluye frases que comprometen a Colombia a seguir en la búsqueda de un acuerdo humanitario "entre las partes", que eventualmente "se convierta en un camino para la reanudación de un proceso de paz".
Son palabras de grueso calibre que no encajan con el lenguaje de los últimos cinco años contra la "caterva de bandidos y terroristas", como los llamaba Uribe.¿Quién se habría imaginado al Presidente de la seguridad democrática liberando guerrilleros sin contraprestación? El nuevo Uribe reclama como victoria una declaración que habla de "las partes", ¿qué se hizo el que pregonaba que en Colombia no existe un conflicto armado?
El triunfo diplomático de haberse ganado a Francia como amigo implica que el viraje de la política interna hacia la guerrilla se tiene que consolidar en el futuro. Sarkozy y sus colegas, que acaban de catalogar como "valientes" los gestos de Uribe, no van a tolerar bandazos. Y en especial Sarkozy, que se ha jugado parte de su prestigio local en este esfuerzo por lograr la liberación de Íngrid. Los franceses no son lo únicos que andan cosechando intereses locales con Colombia.
A raíz de las dificultades con el TLC y el Plan Colombia, Uribe ha buscado ganar adeptos a punta de concesiones y cambios abruptos en su política. Un giro manifiesto en la agenda del gobierno es el que tiene que ver con el tratamiento de la población negra. La semana pasada estuvo en Bogotá un grupo de congresistas estadounidenses encabezado por el representante Gregory Meeks, de Nueva York, líder de la bancada afroamericana (el famoso y poderoso black caucus). Uribe los trató como reyes y los llevó a Cali, donde en un consejo comunal presentó su 'Plan Pacífico', dirigido a mejorar las condiciones de vida de los habitantes -negros, en su mayoría- de esa olvidada región. El voto del black caucus es clave para la aprobación del Plan Colombia y del TLC. Y por eso Uribe y Bush, aliados en sus coincidentes posiciones frente a los demócratas, se han dedicado a conquistarla.
En su última visita a Bogotá -de pocas horas, la más corta de su gira por el continente y la única sin pernoctar-, el Presidente de Estados Unidos le sacó tiempo a hacer una reunión con los afrodescendientes. Posteriormente, Uribe anunció el Plan Pacífico, y elevó la cuota de representantes de las negritudes en el alto gobierno: nombró la Ministra de la Cultura, el Viceministro de Protección Social, y al único general afrocolombiano como jefe de la Policía Vial (decisiones sin duda positivas). Todos ellos asistieron a los distintos eventos programados durante la visita de Meeks. Y tanto la ministra Paula Moreno como el viceministro Andrés Palacio estuvieron al lado de Uribe en sus presentaciones en Washington.
La importancia del caucus negro no se limita al numeroso voto de sus integrantes en los proyectos de ley que tienen que ver con Colombia. También tiene influencia en los sindicatos de Estados Unidos, que a su vez son un gran bastión del partido demócrata. Una de las principales condiciones adicionales que este partido quiere ponerle al TLC es mejorar las garantías que existen en Colombia para el ejercicio del sindicalismo.
Las cifras sobre asesinatos de líderes sindicales son, desde hace algunos meses, un motivo de controversia entre el presidente Uribe y algunos congresistas, especialmente de la oposición. Y por cuenta de ese debate, el tema de los sindicatos subió en la agenda pública colombiana.Uribe también se ha comprometido con los congresistas a aceptar todos los cambios que quieren en el TLC y hasta en el Plan Colombia. El jueves pasado acudió a un refrán popular para justificar su posición: "a caballo regalado no se le mira el diente".
Pero esas concesiones unilaterales tampoco son garantías de éxito, como quedó demostrado en el más reciente periplo de Uribe en Estados Unidos.El escepticismo de los congresistas demócratas no ha cambiado con las repetidas visitas presidenciales. En los corredores del Capitolio se preguntan cuál es el objetivo de ir tantas veces a Washington. El trabajo de lobby con los congresistas les corresponde más al Canciller y a la Embajada en Washington que al Presidente. Alan García, mandatario de Perú, se negó a hacer el desgastante recorrido por las oficinas de los congresistas y de sus colaboradores para defender el TLC. Uribe lo ha hecho dos veces en el último mes, lo cual puede ser contraproducente y golpea su estatura presidencial.Uribe no ha convencido, hasta ahora, a ningún congresista.
La suerte del TLC sigue embolatada y las mayorías demócratas ya anunciaron que cambiarán la composición del Plan Colombia para reducir los rubros militares e incrementar los de tipo social.

Las explicaciones que han llevado el Presidente y sus colaboradores sobre la violencia contra los sindicalistas y la situación de derechos humanos tampoco han funcionado. De pronto, incluso, les han dado más visibilidad a las denuncias. Durante su reciente viaje, un grupo de siete senadores demócratas -entre ellos el precandidato presidencial Barack Obama, que se pelea el liderato de las encuestas con Hillary Clinton- publicó una carta en la que, con dureza, cuestiona la falta de resultados en la lucha contra la para-política. Human Rights Watch, entidad que tiene una innegable audiencia en el Congreso, también sacó un pronunciamiento para pedirle a éste último que se oponga a las excarcelaciones de guerrilleros, paramilitares y para-políticos anunciadas por Uribe en las últimas semanas.
Los eventos recientes de Washington y de Alemania son apenas los últimos de una larga serie de acciones de parte de otros países y actores internacionales dirigidos a presionar al gobierno colombiano. Venezuela, a través del ex canciller y ex embajador en Colombia Roy Chaderton, se metió en la puja para tumbar al ministro de Defensa, Juan Manuel Santos. Afirmó que su presencia era un obstáculo para las relaciones bilaterales. Ya el ex vicepresidente José Vicente Rangel había acusado a Santos de formar parte de una conspiración contra Chávez. Y en otra frontera, hacia el sur, el gobierno ecuatoriano de Rafael Correa acaba de lograr que la ONU envíe un experto para evaluar los efectos de las fumigaciones que ha hecho el gobierno Uribe en territorio colombiano, cerca del límite con ese país.
Es cierto que hay muchos asuntos internos en los que la injerencia extranjera es definitiva. La estrategia contra las drogas, que por su naturaleza requiere de la cooperación internacional, está diseñada por fuera del país. Vocablos como legalización o despenalización están prohibidos en el diccionario, porque son una herejía en Estados Unidos. Lo que se impone es hablar de la "guerra contra las drogas" y de los "triunfos contra el enemigo común". Lo paradójico es que en Estados Unidos existen opiniones encontradas sobre los resultados de esta política. Según las últimas estadísticas, las áreas sembradas de coca en el país aumentaron en 2006, a pesar del incremento en el número de hectáreas fumigadas.
El propio presidente Uribe, antes de partir para Washington, dejó ver su disgusto por la contradicción entre esas cifras y las de Naciones Unidas, que son mucho más favorables. En la administración de justicia la mano del Tío Sam también se siente, y con fuerza. Sobre todo, para demandar el castigo de los narcotraficantes. El gobierno Uribe ha batido todos los récord en materia de extradición de nacionales: más de 500. La Fiscalía, que cuenta con varias modalidades de apoyo estadounidense, y la propia idea del sistema acusatorio, parecen made in USA. Esta influencia es tan notoria, que se ha vuelto más grave en Colombia el delito del narcotráfico, que crímenes atroces como las masacres y el genocidio. Se volvió más grave en Colombia -por la vía de los valores de Washington- enviar un kilo de coca a Miami, que masacrar a una familia en Chocó.
Los jefes paramilitares, por ejemplo, prefieren responder por estos últimos delitos atroces, que por su participación en el tráfico drogas ilícitas, para tratar de evitar la extradición. Una 'lógica' totalmente importada y moralmente perversa para Colombia.Que los extranjeros, y en especial los gringos, se metan en Colombia, no es algo nuevo.
Las ofensivas contra los carteles de Medellín y Cali, en los tiempos de César Gaviria y Ernesto Samper, se hicieron de la mano de Washington. La primera versión del Plan Colombia en el gobierno de Andrés Pastrana fue redactada en inglés, y por funcionarios del gobierno de Bill Clinton. Y sería absurdo negar que con las nuevas tendencias del sistema internacional, todos los países reciben influencias foráneas.
La época de la defensa fundamentalista de la soberanía es cosa del pasado.La situación colombiana, sin embargo, es más vulnerable. El conflicto interno, el narcotráfico y la crisis en asuntos como los derechos humanos, que pesan tanto en las grandes cumbres internacionales, son una invitación al intervencionismo. Lo cual no es bueno ni malo. El país ha hecho campañas contra el narcotráfico y el paramilitarismo, que posiblemente no habría acometido por sí solo, si no hubiese sido por la presión de otros países.
Lo que preocupa es la falta de una estrategia diplomática sólida. Una cosa es que el país quede a la deriva de los arranques intempestivos de Sarkozy, o del tire y afloje entre la Casa Blanca y el Congreso, y otra muy distinta, que el presidente Uribe y su gobierno busquen una vinculación positiva de la comunidad internacional en función de los intereses del país. Por el momento, hay más indicios de que Colombia está en el primer escenario: cambiando de objetivos porque se lo piden. Habría sido mejor que la impostergable respuesta a la población afrodescendiente, el empeño en recuperar a los secuestrados, y la preocupación por las garantías sindicales, hubieran surgido del gobierno nacional. No sólo por dignidad, sino también por eficacia: en muchos casos, las presiones se hacen por parte de actores que no conocen las complejidades de Colombia.
La legítima obsesión de Francia por la liberación de Íngrid Betancourt desconoce la situación de más de 1.000 secuestrados. Las posiciones de los congresistas de Estados Unidos -sobre asuntos trascendentales como el TLC- se toman con cálculos electorales sobre votantes que ni siquiera saben dónde queda Colombia.

Lo cierto es que hay un viraje. El Uribe apegado a Bush y a su cruzada antiterrorista tiende a darle paso a un camino de reconciliación política que empieza por tender puentes con la guerrilla y a unas relaciones internacionales más diversas. La fórmula del primer cuatrienio se agotó. El presidente Uribe ya empezó a hablar duro contra Estados Unidos, su apreciado aliado. "No somos parias", expresó hace poco Uribe, y el vicepresidente Francisco Santos dijo que si no se aprobaba el TLC, habría que replantear las relaciones con Washington. Pero, hasta ahora, parecen más señales de frustración, que un giro hacia una política exterior más seria y responsable. Esta necesitaría un trabajo más estratégico para aprovechar sus oportunidades.
El timonazo de Uribe frente a las Farc cae bien, por ejemplo, en una América Latina con varios gobiernos de izquierda de los que Colombia se había alejado demasiado por su cercanía con Bush. La reciente normalización de las relaciones con Venezuela y la visita a Bogotá de su canciller, Nicolás Maduro, después de tres semanas de parálisis y notas de protesta, pudo ser empujada por estos nuevos vientos. Falta ver si el gobierno es consciente de lo que le corre pierna arriba.

Porque la improvisación y la diplomacia clientelizada pueden poner al país al vaivén de los caprichos o impulsos de otros gobiernos. No es la hora de embajadores como Carlos Moreno de Caro, que regresa después de cuatro meses en Suráfrica "porque cumplió el 80 por ciento de su agenda". La improvisación en la política exterior y la vulnerabilidad por los problemas internos es una mezcla explosiva. No es una coincidencia que al presidente Uribe se le haya visto tan cabizbajo y resignado en sus reuniones de Washington. No era el mismo de sus primeras visitas a Washington, lleno de ímpetu y rodeado de sonrisas y aplausos. Tuvo que acudir a refranes para defenderse con la idea de que lo que importa es trabajar, así no se produzcan los resultados esperados: "la constancia vence lo que la dicha no alcanza", dijo. El futuro de Colombia, en fin, lo están definiendo otros. Y si las riendas no están templadas, como bien sabe un caballista como Uribe, quién sabe para dónde lo lleven.

Publicado en www.semana.com

15 años de impunidad en el Castillo, Meta

Número 175 – junio 10 de 2007
15 años de impunidad en el Castillo, Meta
El pasado domingo 3 de Junio se conmemoró, a través de una multitudinaria peregrinación, el 15° aniversario de la masacre en Caño Sibao (Granada, Meta) de 5 personas. Precisamente, en ese lugar fueron asesinados: María Mercedes Méndez de García, alcaldesa –saliente, por esa época– de El Castillo (Meta) y símbolo del liderazgo político de la Unión Patriótica (UP) en la zona; William Ocampo, su sucesor en la alcaldía; Rosa Peña Rodríguez, tesorera municipal; Ernesto Sarralde, funcionario de la Unidad Municipal de Asistencia Técnica, y Armando Sandoval, el conductor de la alcaldía.
El magno homenaje, al cual asistieron más de 450 personas, partió desde Bogotá y Villavicencio hasta Caño Sibao, lugar en el que ocurrieron las ejecuciones extrajudiciales. Allí se celebró una ceremonia religiosa, oficiada por el obispo José Figueroa y asistida por varias personalidades religiosas, principalmente del departamento del Meta. Posteriormente, se erigió una placa conmemorativa y se plasmaron, en un mural, las huellas de varias personalidades y organizaciones asistentes al evento, reivindicando la memoria histórica colectiva de este crimen de Estado y exigiendo el cese de la impunidad.
En horas de la tarde, ya en El Castillo, se realizó la peregrinación, encabezada por comparsas del movimiento de Hijos e hijas por la memoria y contra la impunidad, hasta la plaza principal, escenario público en donde se presentó un mensaje de las hermanas de María Mercedes Méndez y, posteriormente, una intervención del sacerdote Javier Giraldo. Igualmente, se presentó el tema musical Ariari capricho y son, compuesto por María Mercedes Méndez; se erigió otra placa conmemorativa en la plaza principal y se finalizó con una intervención musical de Hijos e Hijas.
Esta cadena de actos simbólicos representa la reconstrucción de la memoria histórica colectiva y, más aún, la articulación de esfuerzos colectivos en torno a un objetivo común: la conformación de una fuerte voz que clame por justicia y condene la impunidad que, durante muchos años, ha aquejado a El Castillo y al departamento del Meta.
Meta: una historia golpeada por violaciones sistemáticas a los Derechos Humanos
La prolongada y conflictiva historia del Meta se caracteriza por contar con varias etapas de violencia: la guerra civil de finales de los 40, la política estatal de ‘contrainsurgencia y contrabandolerismo’ de los 50, la represión institucional durante el Frente Nacional y la sistematización y concentración de la violencia contra la oposición, iniciada a partir del surgimiento de la UP en 1984 y que aún hoy perdura, caracterizada por asesinatos esquemáticos y extinción de organizaciones políticas enteras.
Diversos factores conformaron un escenario conflictivo en el departamento del Meta, donde la UP tomó una gran fuerza y respaldo entre 1985 y 1986 e, incluso, llegó a ser mayoría en la Asamblea Departamental. Sin embargo, la confluencia de actores e intereses estatales y paramilitares se manifiesta en la concentración de las masacres y el exterminio sistemático de la UP.
Es el caso del Comité Cívico de Derechos Humanos del Meta, fundado por María Mercedes Méndez y Josué Giraldo, entre otros, el cual nació, se consolidó y luego se extinguió bajo la sombra de las esquemáticas violaciones de Derechos Humanos. Los conocidos planes de exterminio contra la UP y, por ende, del Comité Cívico, además de golpear al Meta en general, han golpeado fuertemente al municipio de El Castillo y la zona rural de Caño Sibao, lugar en el cual los exterminios físicos de dirigentes políticos ha tenido cabida, como lo aquí recordado de junio 3 de 1992, lo cual no es la única masacre, ni es aislada de toda la política estatal. Incluso recientemente, el año 2003 –vigencia del Plan Colombia–, ha marcado nuevamente el terror en la población, tras la búsqueda intensiva de sobrevivientes de la UP por parte de grupos paramilitares y fuerzas regulares del Estado.
María Mercedes: mujer religiosa, madre y líder política
Un fuerte periodo de cuatro meses de violencia en El Castillo fue terminado durante el periodo de la alcaldía de María Mercedes, con la firma de un proceso de reconciliación entre los actores del conflicto, impulsado por ella misma. En el centro del parque principal se encuentra Anhelos infinitos de paz, monumento inaugurado en aquella ocasión por la alcaldesa y que este domingo fue recordado como un símbolo de trabajo por la comunidad, por la vida y de un proceso de construcción de la paz.
Sin embargo, este periodo de paz sólo duro 18 meses, pues, el 3 de Junio de 1992, un grupo de hombres armados, del cual algunos vestían uniformes del ejército, interceptó el vehículo en el que se transportaban, con dirección a Villavicencio, María Mercedes Méndez de García, William Ocampo, Rosa Peña Rodríguez, Ernesto Sarralde y Armando Sandoval y atacaron a sus ocupantes con granadas de mano, crimen que cegó sus vidas y aún hoy continua en absoluta impunidad.
María Mercedes hizo parte de la dirección regional del Partido Comunista Colombiano (PCC), de la dirección departamental de la UP, de la Unión de Mujeres Demócratas (UMD) y de la congregación de las Hermanas Dominicas de la Presentación, donde vistió los hábitos durante 3 años de su juventud. “Su lucha fue por la consecución de la paz y ésa era la misma que, interiormente, ella sentía”, mencionaron en un comunicado Linda Carol, Hada Luz, Jenny Paola y Tania Marinella, hijas de María Mercedes y José Rodrigo García.
En esta conmemoración, sus más próximos amigos le recuerdan como “una mujer extraordinaria (...) una mujer de múltiples facetas: mujer, religiosa, líder política, alcaldesa, mujer testigo, mujer profeta, tú que supiste vivir para dar vida digna, hoy resucitas en tu familia, hoy resucitas en tu pueblo y no sigues interpelando en la defensa de la vida”, asegura Luz Elena, su amiga incondicional que asumió el reto de criar a sus 4 hijas después de su asesinato.

Publicado en El Turbión-MODEP

Entre Banana Republic y Guayana Francesa

Entre Banana Republic y Guayana Francesa
Por: Alberto Pinzón Sánchez (especial para ARGENPRESS.info)

Como si no fuera suficiente con el arrodillamiento vergonzoso e incondicional de la 'nación' colombiana a los intereses geo-estratégicos imperiales de Washington, el Miniführer Uribe Vélez acaba de introducir en Colombia por la puerta falsa de 'razón (medieval) de Estado' al gobierno de Francia, con sus intereses estratégicos también de gran potencia, hoy liderado por Nicolás Sarkozy, la estrella emergente del extremismo Neo-Liberal xenófobo y racista europeo.
Ante la derrota de Bush no solo en las elecciones internas estadounidenses, sino ante el mundo por su aventura guerrerista y depredadora internacional en Irak, Cercano Oriente y Región Andino Amazónica, y que paulatinamente también eliminó a sus aliados 'incondicionales' como Aznar, Berlusconi y al risueño Tony Blair; se hacía indispensable para el capital financiero transnacional con sede en Europa, contar con una figura fresca que aglutinara las fuerzas mas agresivas y derechistas en su batalla para flexibilizar violentamente la fuerza de trabajo tanto europea, como la 'escoria' proveniente de tercero y cuarto mundo.
La globalización Imperialista 'Bipolar' que se acabó en 1990 con la caída de muro en Berlín, ha dado paso definitivamente a una globalización Imperialista 'Multipolar' amparada por la maquina industrial-militar-financiera-norteamericana, en donde el capital financiero trasnacional (o capital langosta), con sede en múltiples Estados nacionales-territoriales, se ha ido reproduciendo sin límite, usando eficientemente los aparatos represivos de cada Estado nacional-territorial, el cual algunos metafísicos librescos creyeron se iban a disolver en un gran Estado Global llamado vagamente Imperio.
Han aparecido varios 'focos' mundiales reales de poder en contadas metrópolis que hoy 09 de junio se acaban de reunir en el Norte de Alemania en la llamada reunión de los G 8, (sin contar con otros focos en asenso como China, India, Australia o Brasil), con el fin de zanjar diferencias a sus intereses cada día mas contradictorios y ajustar líneas de acción en la repartición del saqueo en sus respectivas esferas de influencia en disputa, y para dejar atrás la sumisión incondicional de Aznar, Berlusconi o Blair, al hegemonismo estadounidense, así como ensayar a partir de ahora una nueva versión de estrategia 'compartida y concertada', bajo el liderazgo del actual Presidente de Francia, Nicolás Sarkozy. Bush totalmente debilitado ha tenido que ceder. Ya hasta Putin dándole palmaditas en el hombro le hace bromas en público y le dice que el escudo antimisiles también debe ser compartido no solo en Europa sino en Asia Central ¿contra China? Aún no lo sabemos.
Para quienes ha tomado de sorpresa el asenso vertiginoso del nuevo astro político europeo, o desconocen el pensamiento del Presidente francés, cito textualmente al profesor e historiador de la universidad Mc Gill John Hellman en el siguiente párrafo que sintetiza buena parte de su pensamiento y acción: 'En un discurso en Niza el 30 de marzo de 2007, Nicolás Sarkozy dio una idea del papel de la memoria de la Revolución Nacional de Petain en la 'Revolución Francesa y Cristiana' que lanzaría en Francia una vez elegido presidente. Tenía la intención, dijo, de restaurar un sentido de orgullo de ser francés alentando la aceptación de la historia de Francia tal cual es, y rechazando las iniciativas de aquellos que quisieran que los jóvenes sintieran la necesidad de expiar los 'supuestos' pecados de sus padres, o antepasados. Francia, dijo, no tiene necesidad de sentirse embarazada por su pasado. Todos los franceses no fueron petainistas y si ciertos franceses denunciaron a judíos a la GESTAPO, otros, mucho más numerosos, arriesgaron sus vidas para ayudarles. También en las Colonias, hubo mucha gente buena que no explotó a nadie, que construyó carreteras, hospitales, escuelas, que enseñó o realizó trabajado social, que plantó viñedos y huertos sobre suelos áridos y entonces, cuando tuvieron que elegir 'entre la valija y el ataúd', lo abandonaron todo. Se debía respeto a esos Colonizadores desplazados, y a aquellos 'indígenas' que combatieron para defender el Imperio Colonial francés.… El pueblo francés agregó, tiene que elegir entre los que se sienten vinculados a la identidad nacional y que quieren defenderla y aquellos que piensan que Francia tiene tan poca existencia que ni siquiera posee identidad.
Tres años antes, ya había propuesto, que el gobierno abandonara la separación entre la Iglesia y el Estado y que ayudara a restaurar la identidad nacional francesa subvencionando las escuelas religiosas'.Francia al igual que los EEUU, se apresta a realizar elecciones internas que definen gran parte de su futuro, y esa es la desgracia del Pueblo trabajador colombiano, que ha sido introducido a la brava en ambas elecciones, como tema de debate electoral.
En USA ya es claro que los demócratas van a cobrarle a la administración republicana de Bush, el desastre tanto económico como político que ha significado su relación carnal (no de cliente) durante 5 inútiles y costosísimos años con el miniführer Uribe Vélez. A su vez el presidente Sarkozy ha pedido al sus conciudadanos una aplastante victoria en el parlamento para poder realizar más fácilmente su proyecto político xenófobo neoliberal y necesita golpes de opinión que le devuelvan algo del prestigio perdido durante todo este tiempo en que gobernó Chirac y a cuyo equipo de gobierno perteneció Sarkozy. ¿Qué mejor tema que la liberación de la ciudadana colombo-francesa Ingrid Betancur y presentarlo en la cumbre de los G8 para pedir carta blanca en la solución del impase?
Esa era la críptica fecha del 7 de junio anunciada por el Miniführer Uribe Vélez como suprema Razón de Estado y con la que pretendía realizar la estratagema inversa de la liberación unilateral de prisioneros de las Farc.Fuera de eso, el gobierno francés acaba de ofrecer (6 de Junio) al Presidente Calderón de México la conformación de una policía franco-mejicana 'Científica' que supere la influencia de otros (¿) modelos policiales, y su ministro de exteriores reconocido por su vocación militar, ha pedido ayer una intervención inmediata en Darfur (Sudan), en donde conocidas compañías transnacionales Norteamericanas explotan los ricos yacimientos petroleros y de gas, mientras deja en pausa la cuestión del golpe militar pro yanki en Guinea Ecuatorial, que no fue apoyado por la diplomacia francesa.
Así pues que un nuevo escenario de tensión 'concertada' entre USA y Francia se abre paso en Colombia y posiblemente en la región Andina, con la carta blanca que Sarkozy acaba de obtener en el G8, para intervenir amenazante en Colombia y lograr la liberación de Ingrid Betancur. Mientras tanto el 'Cipayo Valiente' (como correctamente se llama a los 'indígenas' que apoyaron y lucharon por el Imperio Colonial Francés mentados por Sarkozy), recibe palmaditas en el hombro por haber cedido hincado prontamente a los intereses globales de Francia y por haber introducido un nuevo factor de complicación en el ya complicado conflicto armado colombiano.Por esas pequeñeces y arrastres es que se le llama Mini- führer.
Es decir sin talla ni siquiera para representar adecuadamente el papel que al inicio de su primera presidencia, dijo, con la boca bien abierta y a gritos, iba a representar. Razón tiene el 'caco' Londoyos (su padre ideológico) en sentirse decepcionado.

Chávez exige neutralizar grupos colombianos que operan en Venezuela

Chávez exige neutralizar grupos colombianos que operan en Venezuela
domingo 10 de junio

CARACAS (AFP) - El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, exigió "detener y neutralizar" a los grupos guerrilleros, paramilitares o del narcotráfico colombiano que operan en Venezuela, durante su programa dominical de radio y TV "Aló, Presidente".
"Si hay un grupo guerrillero, sea del ELN (Ejército de Liberación Nacional) o de las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia), si ellos tienen su lucha en Colombia, váyanse a Colombia, no tienen nada que hacer en Venezuela", exclamó Chávez.
"Los paramilitares igual. Deben ser detenidos, neutralizados, el que sepa dónde está un grupo guerrillero o paramilitar o del (venezolano Fuerza Bolivariana de Liberación) FBL tiene que denunciarlo sin temores de ningún tipo", insistió.
"No podemos caer en la cobardía o ceder al chantaje. Tenemos que levantar los niveles de seguridad. En Venezuela no hay Estado paralelo. Una sola es la ley, uno solo el gobierno y una sola la soberanía", remarcó.
El presidente sostuvo que para mejorar la seguridad en las zonas fronterizas desea crear, mediante una reforma constitucional que promueve, nuevos territorios federales y la figura de varios vicepresidentes para destacar a uno de ellos en las regiones limítrofes.
"Debería haber varios vicepresidentes, como en Irán y en Cuba. Voy a insistir en ello ante la Asamblea Nacional y pido al pueblo que me dé confianza cuando se someta (la reforma constitucional) a referéndum", señaló.
"Cuando se apruebe esta reforma podré designar un vicepresidente para las fronteras, que se pueda venir a vivir a Elorza (460 kms al suroeste de Caracas) o a Guasdualito (500 kms al suroeste), con poderes constitucionales y en contacto directo conmigo", sostuvo.
Sobre los territorios federales, indicó que no suplantarían a los estados ya existentes, sino que se crearían en su interior y podrían recibir recursos extraordinarios.
"Los alcaldes no tienen poder suficiente para sacar del atraso a estas regiones, por más voluntad que tengan, ni tampoco los gobernadores", dijo.
Sobre el FBL, un grupo irregular armado integrado por venezolanos ligados a la guerrilla colombiana con presencia en las zonas fronterizas, Chávez enfatizó que "este gobierno no necesita tener guerrillas que lo apoyen".
"Es mentira que apoyen al pueblo, lo que hacen es un grave daño al pueblo, a la estabilidad y a la economía de estas regiones. Si algunos actúan de buena fe y de verdad son bolivarianos, dejen las armas", añadió.
"No podemos permitir que pase lo de otros países, que no se entra en algunos territorios porque están en manos de la guerrilla o del narcotráfico, o donde no puede haber un alcalde porque está sujeto a grupos violentos, o no puede venir una empresa porque tiene que pagarle a grupos violentos", dijo Chávez.
Colombia y Venezuela comparten una convulsionada frontera de 2.219 km, a través de la cual penetran grupos de guerrillas, paramilitares y narcotráfico.
El denominado canciller de las FARC, Rodrigo Granda, excarcelado la semana pasada por el gobierno de Colombia, fue detenido en diciembre de 2004 en Caracas por agentes colombianos, en una operación subrepticia que originó malestar en el gobierno del presidente venezolano Hugo Chávez y que provocó una crisis diplomática entre los dos países.

Copyright © 2007 AFP.

Muere en combate ideólogo de las FARC

Muere en combate ideólogo de las FARC
EFE El Universal
Bogotá, Colombia Sábado 09 de junio de 2007

Informa el Ejército colombiano que Luis Fernando Vanegas, alias Cristián Pérez, fue abatido durante una operación en la que se desmanteló una fábrica artesanal para la producción de minas contra personal
El Ejército colombiano anunció hoy la muerte en combate del cirujano y coordinador ideológico de las guerrillas de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), Luis Fernando Vanegas, alias "Cristián Pérez".
Vanegas, según fuentes militares, habría sido médico personal del máximo jefe de esa organización armada ilegal, Pedro Antonio Marín, conocido como Manuel Marulanda Vélez " y " Tirofijo ".
Según un comunicado de la III Brigada del Ejército, la muerte del subversivo se produjo en la zona rural del municipio de Buga, 400 kilómetros al suroeste de la capital colombiana, durante una operación en la que se desmanteló una fábrica artesanal para la producción de minas contra personal.
Los combates, según la fuente, se produjeron en la aldea El Retiro, entre soldados y miembros de la columna móvil " Alirio Torres ", de las izquierdistas FARC.
El comunicado señaló que " Cristián Pérez ", de unos 50 años de edad, era un médico cirujano de profesión, secretario y segundo al mando del movimiento bolivariano y se desempeñaba además como coordinador ideológico, junto con Guillermo Saenz Vargas, alias " Alfonso Cano".
El subversivo abatido llevaba más de 20 años en esa organización ilegal, perteneció al frente 19, y en 2000 participó en el lanzamiento del partido político comunista clandestino de las FARC en el municipio de San Vicente del Caguán, Caquetá, zona por entonces desmilitarizada para un proceso de paz, a la postre frustrado.
El Ejército aseguró que además participó en la toma de la población de Toribio, en el suroeste del país, en abril de 2005.
En el operativo fueron incautados materiales para la fabricación de explosivos, granadas, morteros artesanales, una carabina y dos fusiles, así como munición, diez equipos de asalto, ponchos, botiquines, un equipo de cirugía, botas de caucho, una planta eléctrica, medicamentos y casi una tonelada de víveres secos.
sgf
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Condenan al jefe paramilitar Rodrigo Mercado, alias 'Cadena', a 37 años y 9 meses de cárcel

Junio 9 de 2007
Condenan al jefe paramilitar Rodrigo Mercado, alias 'Cadena', a 37 años y 9 meses de cárcel
El Juzgado Penal Único Especializado de Sincelejo lo halló responsable del homicidio de la Fiscal Especializada de Sincelejo, Yolanda Paternina Negrete, ocurrido el 29 de agosto del 2001.
Así mismo, el despacho judicial condenó a alias 'Cadena' a cancelar 400 salarios mínimos mensuales vigentes en el año 2001, como indemnización a los familiares de la funcionaria asesinada.
La misma providencia ordena compulsar copia a la Fiscalía para que se investigue penal y disciplinariamente al jefe de seguridad del C.T.I en ese momento, Luis Alberto Jiménez Ospina, por falso testimonio y por que omitió su obligación de brindarle las medidas de seguridad necesaria a la fiscal asesinada. El jefe del grupo paramilitar Héroes de los Montes de María se encuentra desaparecido desde julio del 2005, cuando su vehículo apareció incinerado en un paraje solitario cercano a la zona de concentración en Santa Fe de Ralito (Córdoba).

Comisión Interamericana de Derechos Humanos condenó al Estado por masacre de La Rochela

Junio 8 de 2007
Comisión Interamericana de Derechos Humanos condenó al Estado por masacre de La Rochela
La acción fue perpetrada en enero de 1989 por paramilitares contra una comisión judicial que investigaba la masacre de 19 comerciantes en Puerto Boyacá.
Doce personas fueron asesinadas y tres escaparon con vida.
El tribunal ordenó que el Estado tendrá que indemnizar a los familiares de 13 de las víctimas, en una cuantía establecida inicialmente en 100 mil dólares por cada víctima asesinada y un promedio de 70 mil para cada familiar de los muertos y para el único sobreviviente que no quiso conciliar.
Según el fallo, si bien el Estado colombiano reconoció su responsabilidad en el hecho, también hay evidencias de la participación de agentes estatales en la masacre. Igualmente se queja por la falta de investigación de altos mandos militares del momento como los generales Farouk Yanine Díaz y Carlos Julio Gil Colorado, y el coronel Jaime Fajardo Cifuentes.
La Corte determinó que Colombia violó los derechos a la libertad personal, a la integridad y a la vida, a las garantías judiciales y a la protección judicial, tanto de las víctimas como de sus familiares.
Ante esto, ordenó que el Estado debe retomar y completar la investigación de la masacre con el fin de juzgar y sancionar a todos los autores materiales e intelectuales.
Igualmente le ordena proteger a los operadores de Justicia, pero además a los testigos, a las víctimas y a los familiares.
El Estado debe dentro de un plazo razonable conducir eficazmente los procesos penales relacionados con esta masacre que se encuentren en trámite y los que se lleguen a abrir, además de adoptar medidas que permitan esclarecer los hechos.
El abogado Rafael Barrios, del Colectivo de Abogados José Alvear Restrepo, uno de los demandantes, junto con la ONG Cejil, explicó que el fallo también hace referencia a la Ley de Justicia y Paz. Al respecto dice que se debe garantizar el derecho de la verdad "en la forma más idónea, participativa y completa posible" otorgando a las víctimas la posibilidad de participar "en todas las etapas de los respectivos procesos".
Según Barrios, el fallo señala que es el Estado el que debe reparar de manera directa aquellas violaciones de las cuales es responsable.