Durante años las Farc y el grupo terrorista ETA, de España, han negado públicamente ser aliados. Aunque los servicios de inteligencia colombianos y los españoles han sostenido desde hace mucho tiempo que las dos organizaciones mantienen una estrecha colaboración, era poco lo que se podía probar y documentar sobre esos vínculos. Hasta ahora. Una investigación adelantada por un fiscal español dejó al descubierto detalles desconocidos sobre la alianza de esas dos organizaciones terroristas.
El documento, al que tuvo acceso SEMANA, tiene fecha del 14 de noviembre y está firmado por el fiscal español Vicente González. El informe tiene como destinatario el sexto juzgado central de instrucción y en su texto el funcionario ordena capturar cinco ciudadanos españoles señalados de ser algunos de los integrantes de ETA que tienen vínculos con las Farc. A lo largo de 17 páginas, el fiscal español relaciona detalladamente las pruebas y evidencias que obtuvo en su investigación, las cuales son contundentes para demostrar la relación Farc-ETA.
"De lo actuado en las diligencias de la investigación se desprende que la colaboración entre ambas organizaciones, sospechada desde hace varios años, se ha acreditado al demostrarse contactos y colaboración. Esa colaboración se centra tanto en el marco de contactos entre los responsables de ambas organizaciones como en la realización de cursillos sobre el manejo de explosivos". Este es uno de los párrafos iniciales del informe del fiscal español, en el que describe pormenorizadamente la alianza. De acuerdo con la investigación española, los vínculos entre los dos grupos existen desde 1993, una relación mucho más antigua de lo que, incluso, sospechaban los organismos de inteligencia colombianos.
Según el fiscal español, el inicio de la historia de ETA y las Farc se descubrió gracias a unos documentos encontrados en una operación efectuada el 6 de agosto de 1993 en Francia. Ese día, las autoridades francesas capturaron a varios etarras que se escondían en su territorio y les encontraron un computador. Uno de los archivos informáticos, titulado 'Maritik 93 Otsaila', contenía la relación de actividades y contactos de Jokin Gorositidi, un importante integrante de ETA. El fiscal afirma en su informe que ese terrorista elaboró varios documentos en los que narró sus encuentros en Cuba con jefes de las Farc. "Contacto muy interesante con un comandante de las Farc de Colombia, la disposición de ellos era total, estaban muy contentos del trabajo conjunto de otras ocasiones (de la aportación de compañeros nuestros), y ellos se mostraban dispuestos al tema", dice uno de los apartes citados por el fiscal español sobre un informe que Gorositidi envió en 1993 a sus jefes contando sus encuentros con guerrilleros colombianos.
El fiscal español cuenta que en 1999 el comité ejecutivo de ETA encargó a su hombre en Cuba, José Angel Urtiaga, como el enlace principal entre ese grupo y las Farc. Afirma el investigador español que en otros documentos encontrados en una operación efectuada en París contra miembros de ETA también se halló información sobre los vínculos entre los dos grupos. "El documento titulado 'A./Jose/Bilduma' contiene información sobre las actividades de la organización ETA con explosivos y armas en la selva venezolano-colombiana. De ese documento se desprende que el miembro de ETA José Echarte solicitó autorización a la organización para efectuar pruebas en Venezuela con un artefacto explosivo de 40 kilos", dice uno de los apartes de la investigación.
El fiscal dice que a comienzos de 2003 varios miembros de ETA permanecieron durante una semana en un campamento de las Farc: "manteniendo contactos con cuatro dirigentes de la citada organización, en el curso de las cuales se decidió el intercambio de experiencias sobre procedimientos terroristas". Uno de los apartes contundentes de la investigación de las autoridades españolas es cuando categóricamente se afirma que "La colaboración de la organización terrorista ETA con las Farc se extendió a la celebración de cursos en Colombia, en los campamentos de Noel Matta y Luciano Marín 'Iván', entre julio y mediados de agosto de 2003. Al menos cuatro militantes habrían recibido formación para el manejo de explosivos".
Uno de los aspectos más relevantes y sorprendentes para el fiscal español fue descubrir que un guerrillero de las Farc había estado varias veces en territorio español. "El miembro de las Farc Víctor Vargas viajó en dos ocasiones a España para realizar vigilancias sobre la embajada de Colombia y sobre Andrés Pastrana. Vargas viajó a España el 8 de marzo de 2000 y el 30 de septiembre de 2000, habiendo mantenido relaciones con terroristas de ETA e informando a sus jefes que no sería difícil atentar siempre que se contase con la colaboración de ETA".
En la página 13 del informe, el fiscal español relata cómo dos integrantes de ETA identificados como Martín Capa e Iñaqui Domínguez estuvieron hace poco tiempo en las selvas colombianas dictando cursos de explosivos a miembros de las Farc y del Frente de Liberación Bolivariana (FLB), un grupo subversivo que actúa en Venezuela y que públicamente ha manifestado su respaldo al gobierno de Hugo Chávez. "En el mes de agosto de 2007 impartieron un curso a 13 miembros de las Farc y a siete del FLB sobre manejo de explosivos. El curso duró 20 días en los que impartieron sesiones teórica y práctica sobre el manejo del explosivo C4, el cual tenía la ventaja de un efecto destructivo superior a la dinamita, de fácil adquisición en Venezuela. Iñaqui Domínguez impartió sesión sobre la utilización de teléfonos móviles como mecanismo iniciador de cargas explosivas", dice uno de los apartes de la investigación
En el documento, el fiscal español también hace referencia a sesiones de entrenamiento que habrían sido efectuadas en la finca 'La Veremos', localizada entre las poblaciones de El Amparo y Guasdalito, en el estado de Apure, Venezuela. De igual forma, hace referencia a otros integrantes de ETA, conocidos con los alias de 'Ángel', 'Teo' y 'Enrique', quienes también habrían dictado cursos de explosivos en el campamento del jefe guerrillero Jesús Santrich en Venezuela.
El fiscal español dedica una buena parte de su escrito a afirmar que su investigación sobre los vínculos ETA-Farc coincide en muchos aspectos con los datos encontrados en los correos de 'Raúl Reyes', los cuales fueron entregados por la Fiscalía colombiana a la española. Aunque la investigación que se adelanta en España devela, por primera vez, hechos concretos sobre la alianza entre los dos grupos terroristas, también deja claro un preocupante hecho: la alianza es más fuerte y sólida de lo que se sospechaba.
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martes, 31 de marzo de 2009
El Polo en conflicto
Con la renuncia del senador Gustavo Petro al comité ejecutivo del Polo, este partido está al borde de una fractura. El próximo congreso definirá si sigue unido y si va solo o aliado con otros a las elecciones de 2010. Por César Paredes, periodista de Semana.com
César Paredes, periodista de Semana.com
En su próximo congreso, el Polo Democrático enfrentará el reto de mantenerse cohesionado cuando la carrera por la Presidencia y el Congreso apenas comienza. Entre el 26 y 28 de febrero, durante el II Congreso del Polo, el partido tendrá que elegir un nuevo presidente de la organización y decidir si apoya a un candidato presidencial propio, como lo quieren algunos de sus dirigentes, o si se alía con otras fuerzas políticas para acordar un candidato que pueda tener una mayor opción de triunfo en las elecciones presidenciales de mayo de 2010.
Por eso, este congreso es clave para el futuro político del partido, como dijo el senador Gustavo Petro, “será como este año: de definiciones”.
En las últimas semanas el Polo está que se rompe. Aunque todos los sectores del Polo claman por su cohesión –no en vano el lema del congreso es “El poder de la unidad”-, son inocultables las desavenencias entre varios de sus militantes.
Por ejemplo, en la última reunión del comité ejecutivo se negó la petición que hizo el senador Petro de dirigirse a los delegados en el próximo congreso para exponer sus propuestas. Los delegados de su lista vieron en la decisión de permitir que hable únicamente el actual presidente del partido, el ex magistrado de la Corte Constitucional, Carlos Gaviria, una intención soterrada de amarrar las decisiones al antojo de algunos dirigentes del partido que buscan una nueva candidatura de Gaviria. Ante la decisión, que calificó de poco democrática, Petro renunció este lunes al comité ejecutivo del partido y no descartó renunciar al propio partido y no asistir al congreso. Con él podrían irse María Ema Mejía y el ex alcalde de Bogotá Luis Eduardo Garzón, dos pesos pesados dentro del partido.
Sin embargo, en entrevista con Semana.com, el senador Parmenio Cuéllar, quien es el vocero del partido en la Cámara Alta, explicó que tradicionalmente quien habla en el congreso de la organización es el Presidente del partido y que no tiene por qué haber privilegios para ningún aspirante a una candidatura presidencial. “Si Lucho y Petro siguen con una actitud retadora, lo más probable es que no les dejen hablar”, dijo Cuéllar.
Las diferencias entre polistas surgieron cuando Petro propuso aliarse con otros partidos y buscar “el acuerdo sobre lo fundamental” (ver entrevista con Petro). Esta propuesta busca promover una consulta entre partidos de oposición para sacar un candidato capaz de enfrentar la posibilidad de una nueva reelección de Uribe y no descarta la posibilidad de sacar un candidato del partido, que después enfrente la consulta con los otros partidos.
La iniciativa además, busca construir un programa de gobierno que saque a Colombia del conflicto armado. En ese sentido el senador Petro se ha reunido con varios líderes políticos, de la sociedad civil e incluso de la Iglesia Católica para construir un programa que recoja las propuestas de los diferentes sectores.
La iniciativa, que apoya el ex alcalde Garzón no ha sido bien recibida entre algunos integrantes de su partido y ha provocado la reacción enérgica de los sectores considerados más radicales. El senador Jorge Robledo, por ejemplo, salió al paso y afirmó que esa propuesta sería autodestructiva para el Polo. También reiteró que Garzón desde que salió de la Alcaldía no tenía ninguna expresión amable hacia el partido.
El senador Robledo defiende la idea de que el Polo no puede aliarse con un partido como el Liberal, si su único propósito es enfrentar a Uribe. En su criterio, no sería un triunfo porque el programa terminaría siendo el mismo del uribismo, sin cambios estructurales en la política, y así el Polo no se distinguiría de los demás partidos. También ha argumentado que los dirigentes del Polo no pueden desconocer que en las últimas elecciones presidenciales este partido logró más de dos millones y medio de votos. Para él, una coalición sería dejar sin representación a quienes han apoyado la única alternativa de oposición frentera del gobierno.
En respuesta a las declaraciones de Robledo, en una columna del diario El Espectador, Garzón comparó al senador Robledo con Stalin, el dictador ruso, “cuando trata de castigar la persistencia de quienes promovemos una gran coalición que enfrente a Uribe o a su candidato”.
El debate se ha atizado con las declaraciones del senador Jaime Dussán, dirigente del magisterio donde reposa su mayor músculo electoral, quien ha dicho públicamente que la lista de Samuel Moreno tenía un acuerdo con la de Robledo para derrotar la propuesta de Petro.
“Eso no es cierto. No existe ningún preacuerdo. Quienes pertenecemos a la lista de Moreno no vamos a hacer coaliciones para afectar a ningún sector del Polo”, dijo Cuéllar a Semana.com. “Probablemente las declaraciones del senador Dussán buscan incomodar a Lucho Garzón”, agregó.
Robledo se muestra convencido de que ganará la propuesta del candidato único, por lo menos en la primera vuelta. Ha afirmado que ese es el sentir de la mayoría dentro del partido. No obstante, el senador Petro ha dicho que la decisión final está en manos de la lista de delegados del senador Iván Moreno, hermano del Alcalde de Bogotá, Samuel, y que la derrota de su propuesta podría significar su salida del partido.”Yo no voy a estar en un partido cuyo propósito no sea sacar a Colombia de la guerra”, dijo Petro a Semana.com.
En este escenario, a ciencia cierta, no hay claridad de cuáles serán los resultados de las votaciones en el próximo congreso del Polo. En el partido hay tres bloques de delegados importantes encabezados por las primeras tres listas que obtuvieron la mayoría de votos en las pasadas consultas.
La votación mayoritaria la obtuvo la lista del senador Moreno con 51.930 votos. Esta facción es la heredera de la Anapo, liderada por la familia Moreno Rojas, que maneja la enorme burocracia del Distrito junto con el samperismo.
El segundo resultado más importante lo obtuvo la lista del senador Petro con 45.115 votos. En esta línea está el ex alcalde Garzón y la ex ministra María Ema Mejía. Dentro del partido la llaman social demócrata, que ideológicamente se ubica más en el centro de la política; ha rechazado de manera tajante a las Farc por su insistencia en la lucha armada como medio político y defiende un plan incluyente de otras fuerzas políticas que lleve a Colombia a la paz política y social.
El tercer lugar de votación lo obtuvo la lista del senador Robledo con 31.155 votos. Él representa el ala más radical de la izquierda junto al Partido Comunista. Es considerado por los analistas el sector más ortodoxo e inflexible del Polo.
Quienes siguen en la lista integran un cuarto grupo entre los que están el Partido Comunista y otras expresiones independientes, que sumadas podrían definir lo que pase en el próximo congreso.
Juntos pero no revueltos
“Una cosa son las ideas, en donde todos coinciden porque son de izquierda, pero otra muy distinta son los intereses donde cada sector busca su propio beneficio”, dijo el analista político y director de la Fundación Arco Iris, León Valencia, refiriéndose al Polo. Para él, la puja entre las facciones del partido se debe a diferencias que son insalvables. Según su criterio, convivirían mejor si se separan. “Se harían menos daño”, agregó Valencia.
No obstante, Daniel García-Peña, quien es integrante del Polo, pertenece a la lista de Petro y fue secretario del partido, considera que una fractura en este momento sería grave para la izquierda. García- Peña aduce que “el esquema de división entre una izquierda moderada y otra radical es inoperante en Colombia. Lo mejor es que en el próximo Congreso nos demos todo el palo necesario y salgamos con una propuesta unificada”, dijo.
Según García-Peña las posiciones en el Polo “no son tan rígidas como las ha hecho ver la prensa”. Por ejemplo, según él, así como hay posiciones afines entre el Movimiento Obrero Independiente y Revolucionario (MOIR) y el Partido Comunista (considerados los radicales), también las hay divergentes.
Para el analista Fernando Giraldo el conato de fractura en el Polo se debe a que el partido no dirimió en sus orígenes temas sensibles como la posición frente al conflicto armado, que cada vez que sale a flote pone en crisis a todos los sectores. Según él la unión de las alas radical, moderada y anapista fue un acuerdo formal en aras de obtener el poder y no producto de la construcción de un proyecto político.
“El Polo cayó en lo que tradicionalmente ha pasado con los demás partidos colombianos, que están constituidos solo para obtener el control del poder y no para construir un programa de largo aliento, que anteponen el negocio a la vocación”, dijo Giraldo.
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César Paredes, periodista de Semana.com
En su próximo congreso, el Polo Democrático enfrentará el reto de mantenerse cohesionado cuando la carrera por la Presidencia y el Congreso apenas comienza. Entre el 26 y 28 de febrero, durante el II Congreso del Polo, el partido tendrá que elegir un nuevo presidente de la organización y decidir si apoya a un candidato presidencial propio, como lo quieren algunos de sus dirigentes, o si se alía con otras fuerzas políticas para acordar un candidato que pueda tener una mayor opción de triunfo en las elecciones presidenciales de mayo de 2010.
Por eso, este congreso es clave para el futuro político del partido, como dijo el senador Gustavo Petro, “será como este año: de definiciones”.
En las últimas semanas el Polo está que se rompe. Aunque todos los sectores del Polo claman por su cohesión –no en vano el lema del congreso es “El poder de la unidad”-, son inocultables las desavenencias entre varios de sus militantes.
Por ejemplo, en la última reunión del comité ejecutivo se negó la petición que hizo el senador Petro de dirigirse a los delegados en el próximo congreso para exponer sus propuestas. Los delegados de su lista vieron en la decisión de permitir que hable únicamente el actual presidente del partido, el ex magistrado de la Corte Constitucional, Carlos Gaviria, una intención soterrada de amarrar las decisiones al antojo de algunos dirigentes del partido que buscan una nueva candidatura de Gaviria. Ante la decisión, que calificó de poco democrática, Petro renunció este lunes al comité ejecutivo del partido y no descartó renunciar al propio partido y no asistir al congreso. Con él podrían irse María Ema Mejía y el ex alcalde de Bogotá Luis Eduardo Garzón, dos pesos pesados dentro del partido.
Sin embargo, en entrevista con Semana.com, el senador Parmenio Cuéllar, quien es el vocero del partido en la Cámara Alta, explicó que tradicionalmente quien habla en el congreso de la organización es el Presidente del partido y que no tiene por qué haber privilegios para ningún aspirante a una candidatura presidencial. “Si Lucho y Petro siguen con una actitud retadora, lo más probable es que no les dejen hablar”, dijo Cuéllar.
Las diferencias entre polistas surgieron cuando Petro propuso aliarse con otros partidos y buscar “el acuerdo sobre lo fundamental” (ver entrevista con Petro). Esta propuesta busca promover una consulta entre partidos de oposición para sacar un candidato capaz de enfrentar la posibilidad de una nueva reelección de Uribe y no descarta la posibilidad de sacar un candidato del partido, que después enfrente la consulta con los otros partidos.
La iniciativa además, busca construir un programa de gobierno que saque a Colombia del conflicto armado. En ese sentido el senador Petro se ha reunido con varios líderes políticos, de la sociedad civil e incluso de la Iglesia Católica para construir un programa que recoja las propuestas de los diferentes sectores.
La iniciativa, que apoya el ex alcalde Garzón no ha sido bien recibida entre algunos integrantes de su partido y ha provocado la reacción enérgica de los sectores considerados más radicales. El senador Jorge Robledo, por ejemplo, salió al paso y afirmó que esa propuesta sería autodestructiva para el Polo. También reiteró que Garzón desde que salió de la Alcaldía no tenía ninguna expresión amable hacia el partido.
El senador Robledo defiende la idea de que el Polo no puede aliarse con un partido como el Liberal, si su único propósito es enfrentar a Uribe. En su criterio, no sería un triunfo porque el programa terminaría siendo el mismo del uribismo, sin cambios estructurales en la política, y así el Polo no se distinguiría de los demás partidos. También ha argumentado que los dirigentes del Polo no pueden desconocer que en las últimas elecciones presidenciales este partido logró más de dos millones y medio de votos. Para él, una coalición sería dejar sin representación a quienes han apoyado la única alternativa de oposición frentera del gobierno.
En respuesta a las declaraciones de Robledo, en una columna del diario El Espectador, Garzón comparó al senador Robledo con Stalin, el dictador ruso, “cuando trata de castigar la persistencia de quienes promovemos una gran coalición que enfrente a Uribe o a su candidato”.
El debate se ha atizado con las declaraciones del senador Jaime Dussán, dirigente del magisterio donde reposa su mayor músculo electoral, quien ha dicho públicamente que la lista de Samuel Moreno tenía un acuerdo con la de Robledo para derrotar la propuesta de Petro.
“Eso no es cierto. No existe ningún preacuerdo. Quienes pertenecemos a la lista de Moreno no vamos a hacer coaliciones para afectar a ningún sector del Polo”, dijo Cuéllar a Semana.com. “Probablemente las declaraciones del senador Dussán buscan incomodar a Lucho Garzón”, agregó.
Robledo se muestra convencido de que ganará la propuesta del candidato único, por lo menos en la primera vuelta. Ha afirmado que ese es el sentir de la mayoría dentro del partido. No obstante, el senador Petro ha dicho que la decisión final está en manos de la lista de delegados del senador Iván Moreno, hermano del Alcalde de Bogotá, Samuel, y que la derrota de su propuesta podría significar su salida del partido.”Yo no voy a estar en un partido cuyo propósito no sea sacar a Colombia de la guerra”, dijo Petro a Semana.com.
En este escenario, a ciencia cierta, no hay claridad de cuáles serán los resultados de las votaciones en el próximo congreso del Polo. En el partido hay tres bloques de delegados importantes encabezados por las primeras tres listas que obtuvieron la mayoría de votos en las pasadas consultas.
La votación mayoritaria la obtuvo la lista del senador Moreno con 51.930 votos. Esta facción es la heredera de la Anapo, liderada por la familia Moreno Rojas, que maneja la enorme burocracia del Distrito junto con el samperismo.
El segundo resultado más importante lo obtuvo la lista del senador Petro con 45.115 votos. En esta línea está el ex alcalde Garzón y la ex ministra María Ema Mejía. Dentro del partido la llaman social demócrata, que ideológicamente se ubica más en el centro de la política; ha rechazado de manera tajante a las Farc por su insistencia en la lucha armada como medio político y defiende un plan incluyente de otras fuerzas políticas que lleve a Colombia a la paz política y social.
El tercer lugar de votación lo obtuvo la lista del senador Robledo con 31.155 votos. Él representa el ala más radical de la izquierda junto al Partido Comunista. Es considerado por los analistas el sector más ortodoxo e inflexible del Polo.
Quienes siguen en la lista integran un cuarto grupo entre los que están el Partido Comunista y otras expresiones independientes, que sumadas podrían definir lo que pase en el próximo congreso.
Juntos pero no revueltos
“Una cosa son las ideas, en donde todos coinciden porque son de izquierda, pero otra muy distinta son los intereses donde cada sector busca su propio beneficio”, dijo el analista político y director de la Fundación Arco Iris, León Valencia, refiriéndose al Polo. Para él, la puja entre las facciones del partido se debe a diferencias que son insalvables. Según su criterio, convivirían mejor si se separan. “Se harían menos daño”, agregó Valencia.
No obstante, Daniel García-Peña, quien es integrante del Polo, pertenece a la lista de Petro y fue secretario del partido, considera que una fractura en este momento sería grave para la izquierda. García- Peña aduce que “el esquema de división entre una izquierda moderada y otra radical es inoperante en Colombia. Lo mejor es que en el próximo Congreso nos demos todo el palo necesario y salgamos con una propuesta unificada”, dijo.
Según García-Peña las posiciones en el Polo “no son tan rígidas como las ha hecho ver la prensa”. Por ejemplo, según él, así como hay posiciones afines entre el Movimiento Obrero Independiente y Revolucionario (MOIR) y el Partido Comunista (considerados los radicales), también las hay divergentes.
Para el analista Fernando Giraldo el conato de fractura en el Polo se debe a que el partido no dirimió en sus orígenes temas sensibles como la posición frente al conflicto armado, que cada vez que sale a flote pone en crisis a todos los sectores. Según él la unión de las alas radical, moderada y anapista fue un acuerdo formal en aras de obtener el poder y no producto de la construcción de un proyecto político.
“El Polo cayó en lo que tradicionalmente ha pasado con los demás partidos colombianos, que están constituidos solo para obtener el control del poder y no para construir un programa de largo aliento, que anteponen el negocio a la vocación”, dijo Giraldo.
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