lunes, 28 de abril de 2008

Uribe: Yo no me reuní con paramilitares
Ni la justicia ni la prensa le habían dado mayor importancia al testimonio de un preso que involucró al presidente Uribe con la masacre del Aro, en Antioquia. Sin embargo, el primer mandatario ha salido con vehemencia a rechazar su veracidad.
Fecha: 04/23/2008 -
Un testimonio, que fue ofrecido por un preso a fiscales de la unidad de Derechos Humanos y se filtró a diferentes medios de comunicación, asegura que el entonces gobernador de Antioquia, Álvaro Uribe, supuestamente había estado en una reunión previa a la masacre del Aro con varios paramilitares, entre ellos Salvatore Mancuso.

Este delicado testimonio andaba rondando en las últimas semanas por las salas de redacción y los pasillos de la justicia pero nadie le había dado la suficiente credibilidad para hacerlo público o darle trámite judicial. No obstante en una entrevista con Caracol, esta mañana, sin explicar muy bien por qué, el presidente Uribe hizo público el testimonio y sus detalles y, negó que fuera cierto.

El testimonio en cuestión es de Francisco Enrique Villalba Hernández, paramilitar condenado por la masacre en el municipio de Ituango, al norte de Antioquia, y que dejó 19 muertos en octubre del 97, cuando Uribe Vélez era gobernador del departamento.

Según él, el entonces gobernador Uribe supuestamente había participado en una reunión en el corregimiento La Caucana, municipio de Tarazá en el Bajo Cauca antioqueño, donde se habrían pulido los detalles de una operación para rescatar a ocho secuestrados en manos de las guerrillas, que luego terminó en la masacre. También asevera Villalba que cuando regresaron, habiendo liberado a los secuestrados, el gobernador Uribe los felicitó.

Villalba, quien era conocido con el alias de Cristian Barreto, dijo que en esa reunión además habrían participado el General Hernando Manosalva, quien fue comandante de la IV Brigada; el General Carlos Alberto Ospina, comandante de las Fuerzas Militares entre noviembre de 2003 y agosto de 2006; el general Rosso José Serrano, director de la Policía Nacional en la época de la masacre; el mayor de la policía Luis Guillermo Parra Niño, entonces director de la Policía en Montería; Santiago Uribe, hermano del presidente, y de quien Villalba dice que habría prestado veinte paramilitares para la masacre; y el presidente Uribe. Por las autodefensas, según Villalba, habrían participado Carlos Castaño y Salvatore Mancuso, ambos condenados por esta masacre.

En las declaraciones del Presidente a Caracol Radio, donde hizo mención del testimonio de Villalba, dice que nunca ha visitado la Caucana y que desde Semana Santa ha venido recogiendo datos para demostrar que no estuvo en la reunión mencionada y que se pueden mirar las bitácoras de vuelo del helicóptero en el cual se movilizaba.

En la Comisión de Acusaciones de la Cámara de Representantes, que sería la encargada de investigar las denuncias penales o quejas disciplinarias contra el Presidente, le informaron a Semana.com, que no se tiene conocimiento del caso ni se han compulsado copias de la Fiscalía para que se inicien las averiguaciones respectivas.

El vicefiscal Eduardo Mendoza Diago le había informado a esta revista hace varios días que la declaración de Villalba estaba siendo verificada antes de tomar una decisión sobre si había indicios suficientes para compulsar copias a otros entes judiciales. Sin embargo, hace más de un mes, por error, la propia la Fiscalía había compulsado copias de este testimonio a la Corte Suprema de Justicia, institución que las devolvió de inmediato argumentando que no tenía competencia para este caso.

Tampoco los medios de comunicación estuvieron interesados en darle espacio a una versión bastante dudosa, de un paramilitar condenado a 70 años por su participación en dos masacres, y quien en su momento no contó lo que ahora dice constarle. SEMANA habló con Villalba.

Esta son algunas de sus inconsistencias.

1. Villalba dice que en la reunión estuvieron los generales Manosalva y Ospina. Para la fecha de la reunión Manosalva había muerto y sólo después de su muerte Ospina llegó a la IV Brigada, procedente del Meta. Al preguntarle por esta inconsistencia, Villalba aseguró que había una reunión de la cúpula militar y por eso asistieron varios generales.

2. Nunca antes en el proceso Villalba había mencionado ni la reunión con Uribe, ni la liberación de los supuestos secuestrados. Habida cuenta que su condena se produjo hace más de cinco años ¿por qué no ofreció en su momento esta información a cambio de rebaja de pena, y ahora lo hace con ese objetivo?

3. Villalba no es reconocido por las víctimas de la masacre como alguien con alto rango en las autodefensas. De hecho comandaba, según su propio testimonio, a 22 hombres. Difícilmente alguien de tan baja jerarquía en la organización criminal sería testigo de una reunión tan delicada como la que plantea.

4. Si bien Villalba ha sido un testigo clave y de probada veracidad en algunos procesos por masacres, su testimonio también ha sido inconsistente en casos como el de Jaime Garzón.

¿Qué busca Villalba al dar esta versión diez años después, a pesar de haber sido testigo en decenas de procesos? ¿Por qué su declaración sale en este momento? Esas son preguntas que la Fiscalía tendrá que indagar. En todo caso, esto como todos los testimonios que llegan a manos de los investigadores seguramente será verificado y compulsadas las copias que haya lugar.

También queda la duda de por qué el Presidente resolvió salir públicamente a defenderse de unas acusaciones de un convicto, a las hasta ahora nadie les había dado mayor importancia.


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