lunes, 25 de junio de 2007

Comunidad gay anuncia que insistirá en proyecto para derechos patrimoniales
Con una marcha en Bogotá protestarán contra los congresistas que hundieron la iniciativa, que buscaba concederle garantías económicas mínimas a las comunidades homosexuales.

Fecha: 06/20/2007 -
Bastaron 15 minutos de discusión e intrigas políticas en el Congreso para que el proyecto que legaliza los derechos patrimoniales de la comunidad gay quedara en nada. Seis congresistas de Partido de la U -colectivo que se había comprometido a respaldar la causa de los homosexuales- se echaron para a tras a la hora de la votación en la jornada el martes convirtiendo en tristeza lo que parecía un triunfo para los promotores de la igualdad de derechos en Colombia. Sin embargo los homosexuales no se rinden y continuarán dando la batalla en busca de esa equidad consagrada en la Constitución Política.
Por eso decidieron congregarse en el centro de Bogotá a partir de la una de la tarde de este miércoles. Su intención es decirle al país que así hayan sido derrotados gracias a maniobras políticas que ellos desconocen, seguirán peleando sus derechos mínimos. Para ellos, es inconcebible que en pleno siglo XXI un país como Colombia no tenga una legislación a tono con las realidades políticas del mundo. Su petición en concreto era que los homosexuales con compañero permanente puedan heredar los bienes de su pareja en caso de que ésta desaparezca y que tengan mayores facilidades para afiliarse mutuamente a los esquemas de seguridad social del país. Tales medidas, que parecen obvias cuando se trata de parejas de distinto sexo, resultan escandalosas para los sectores conservadores y cristianos. Para ellos se trata de beneficios a los que solo deberían tener acceso las familias, es decir, las uniones entre un hombre y una mujer.

Aunque la postura conservadora frente al tema del homosexualismo continúa siendo fuerte en el país –lo ratifica el hundimiento del proyecto–, cada vez son más los colombianos que reconocen el derecho a la diversidad y aceptan que todos los nacionales tienen los mismos derechos sin importar su condición sexual, económica o de raza.
Fue por ello que el proyecto contó con el respaldo de congresistas como Armando Benedetti, de la bancada uribista, quien pese a su carácter político pareció no intuir lo que se fraguaba en contra de la iniciativa. Jorge Visbal, Adriana Gutiérrez y otros congresistas muy cercanos al presidente Uribe y a sus ministros fueron quienes lideraron la desbandada en contra del proyecto, que ya había sido aprobado en sus cuatro debates reglamentarios y que solo necesitaba un trámite de conciliación para equiparar la redacción de lo avalado en una y otra cámara. Pero aunque actuaron por cuenta propia no parecen haberlo hecho sin comunicarse con el ejecutivo, que poco hizo para mantenerlos alineados. En vez de estar pendiente de los votos, como hace en los proyectos de su interés, el ejecutivo se dedicó a mandar mensajes enredados a su bancada en los que se decía que apoyaba la iniciativa pero no con la contundencia necesaria.
El propio ministro del Interior, Carlos Holguín dejó saber hoy en distintas entrevistas radiales que este proyecto era de poca importancia para él, a pesar de que hace meses su jefe, el presidente Álvaro Uribe, hizo público su interés por la aprobación de esta iniciativa.

Los cristianos votaron en su ley.
Desde el comienzo dijeron que no gustaban de la iniciativa y así se mantuvieron hasta el final, pese a que en las últimas horas la senadora Alexandra Moreno, del movimiento Mira, dijo que está dispuesta a discutir el tema. El senador de la U, Armando Benedetti, quien responsabilizó a los ‘volteados’ de su propia bancada del hundimiento del proyecto, ya anunció que el próximo 20 de julio a las 8 de la mañana cuando arranque la próxima legislatura presentará nuevamente la iniciativa acompañándola con cerca de 60 firmas de congresistas que lo respaldan.
Por su parte los homosexuales desde hoy a la una de la tarde retomarán la bandera de una causa que parecía hasta ayer un triunfo, de no haber sido por la zancadilla que a última hora apareció. Otros proyectos hundidos Los intereses del gobierno en el Congreso fueron golpeados al cierre de la legislatura con el hundimiento de otras dos iniciativas, las que buscaban blindar el proceso electoral.
Se trataba de dos proyectos que evitarían que grupos armados afectaran las próximas elecciones. Estas iniciativas surgieron luego de que el proceso de la para política llevara al Congreso a una de sus más graves crisis, con 13 congresistas en la cárcel y otro tanto en capilla. El primero de estos proyectos consistía en una reforma constitucional que imponía duras sanciones a los partidos cuyos miembros resultaran implicados con escándalos como el de la para política. Dentro de estas sanciones estaba la anulación de los votos viciados, pérdidas de curules, la no reposición de gastos y hasta la pérdida de la personería jurídica de la colectividad con militantes relacionados con grupos armados. Esta iniciativa expiró ante la falta de quórum para cumplir su último debate de la primera vuelta en el Senado.
El senador Germán Várgas, dejó ver su disgusto anoche ante la falta de mayorías. El proyecto fue archivado por falta de trámite.
El hundimiento de la otra iniciativa corrió por cuenta de la Cámara de Representantes, en donde naufragó este proyecto de ley cuando cursaba la última plenaria de la corporación. Se trataba del proyecto que oficializaría el llamado ‘pacto de transparencia electoral entre partidos’. A través de éste, los partidos se comprometerían a responder por los anticipos de recursos que entrega la organización electoral para la ejecución de las campañas y a crear controles y filtros para que candidatos de dudosa reputación no recibieran avales para las elecciones de octubre próximo.

Publicado en www.semana.com

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