sábado, 26 de enero de 2008

Los narco-paramilitares y la persecución a familiares de la guerrilla

Los narco-paramilitares y la persecución a familiares de la guerrilla
Añadido por Allende La Paz
lunes, 07 de enero de 2008
Eran los tiempos de la administración de Ernesto Samper Pizano (1994-1998). La cúpula militar de la época da la orden a Carlos Castaño, jefe de los narco-paramilitares, para secuestrar los familiares de los comandantes guerrilleros, cuando no realizaban ellos mismos la acción y se los entregaban a los anrco-paramilitares para su custodia.


Fueron tiempos en que continuó la degradación del conflicto –como hoy- por parte de las fuerzas militares-narcoparamilitares. Sumado al asesinato, el pistoleteo, la persecución, el hostigamiento, ahora era el secuestro de los familiares de los guerrilleros lo que estaba a la orden del día.

Hermanos, hermanas, tíos, padres, e hijos, todos eran susceptibles de la acción demencial de los militares-narcoparamilitares. Habría para escribir varios libros con estas demenciales acciones. El comandante Raúl Reyes ha visto caer sus familiares, uno a uno. Igual otros comandantes de las FARC.

Nada importaba a las fuerzas militares-narcoparamilitares, sólo atacar a personas inermes que no participaban en las confrontaciones, para así ‘castigar’ a los comandantes guerrilleros. Es la sevicia llevada a la locura. Es la locura que lleva a la guerra. Es la guerra como estrategia política de dominación de un pueblo, que toma la forma de Terrorismo de Estado. Es la estrategia de la oligarquía colombiana, dirigida por los gobiernos de Estados Unidos.

Una de esas víctimas fue la hija de Simón Trinidad y Lucero, ambos guerrilleros de las FARC, quién sufrió un intento de secuestro cuando apenas tenía 5 años de edad, por orden de Carlos Castaño. Veamos lo que Lucero le cuenta al periodista sueco, Dick Emanuelsson, en entrevista realizada en abril de 2005 y publicada en 07.07.2005, y constatemos el carácter verdaderamente humanista de la organización insurgente a la que pertenecen. Estos son apenas extractos y si desea puede oirla o leerla toda en Radio Café Stéreo o ver el video en videos google:

(…) Dick: ¿Tienes amigos o parientes que han sido asesinados?

Lucero: Familiares, hermanos, tíos y muchos amigos. Muchachos que estuvieron conmigo en la infancia y luego en la juventud fueron asesinados por el paramilitarismo. Hace año y medio fueron asesinados mi hermano mayor y dos tíos. Los asesino el paramilitarismo y los asesino uno por que eran familiares de una guerrilleras, bueno y eso en este país es imperdonable y otro porque no estaban de acuerdo con sus políticas y con su guerra, entonces los asesinan indiscriminadamente. A mi hermano por ejemplo lo asesinaron con mi sobrinito de dos años en los brazos y así murieron dos tíos y una tía, asesinados por el paramilitarismo. (…)

A la vida normal de la guerrilla
Dick: ¿Cuanto tiempo estuvo con ustedes allá en el campamento?

Lucero: Cuatro meses conmigo porque Simón estaba en otro lado. A los cuatro meses me separó de ella. Se quedó con mi mamá, son tus sentimientos como madre, pero además tus sentimientos como revolucionaria que pesa más y llegas un momento en que tú lo pones en una balanza. ¿Que pesa más, ser made o ser revolucionaria? Entonces tu empiezas a ver a tu hija, esta con uno, no pasa lo mismo con el hombre, con nosotros están nueve meses, que empieza a crecer, que es toda bonita, una muñequita y entonces empiezas a tomar la decisión “¿me voy o me quedo? Bueno, yo no ingresé a la guerrilla para ir a buscar un hijo y listo, volver a la vida normal común y corriente, como si no hubiera pasado nada. No, mi hija nace y hay la decisión de regresar a la guerrilla, con el dolor, con el corazón en la mano pero eran las convicciones, eran las ganas de seguir luchando. Entonces me regreso a la guerrilla, mejor dicho, a la vida normal de la guerrilla.

Dick: ¿Tu mamá te regañaba?

Lucero: No, dolida porque tenía que dejarla, más que enojada, muy triste porque sabía que yo tenía que dejar mi hija, pero ella lo vio y lo definió de una manera, ella me decía mi florcita, entonces ella

Dick: ¿Tú incluso eres la menor de cuantos hermanos?

Lucero: Nosotros somos cinco hermanas

Dick: ¿Ningún varón? Lucero: No, ningún varón, un hermano, él que asesinaron los paramilitares era medio hermano. Hijo de mi papá. Entonces ella decía se llevaron mi florcita, pero me devolvieron otra. Entonces ella me ayudó mucho, porque sabiendo que la niña estaba con ella, para mi era un apoyo y ya vino la separación de ella, que fue dolorosa, la separación de la niña dejarla, sin saber cuando la volvía a ver, bueno.

Carlos Castaño intenta secuestrar a la hija
Dick: ¿Y como ha sido para mantener un contacto bajo circunstancias y condiciones tan difíciles, de ser guerrillera de estar en las selvas, en los montes y en los valles y tener una hija en la ciudad, incluso después de unos cinco o seis años, casi fue secuestrada por los paramilitares con esa redada cuando Carlos Castaño, secuestro con sus paramilitares muchos familiares de guerrilleros conocidos?

Lucero: Mira, nosotros siempre hemos tratado, cuando hablo de nosotros, hablo de Simón y yo, que la niña entienda por qué fue necesario dejarla, por qué nos separamos de ella, y que a pesar de que nosotros no estamos con ella permanentemente, que nosotros estamos aquí y estamos desarrollando esta lucha también por ella, y que a ella la llevamos permanentemente y que además es nuestro motivo de alegría de satisfacción y otros motivos más, que nos inspiramos en esta lucha. Y con ella las comunicaciones generalmente han sido escritas.

Cuando la niña tenía cinco años, hubo un intento de secuestro dirigido por Carlos Castaño, afortunadamente logramos enterarnos a tiempo y bueno evitamos ese desastre. Ella ha tenido desde pequeñita una persecución permanente, sin entenderlo, a esa edad quién entiende un conflicto. Todo eso nos sirvió a nosotros para explicarle a ella la situación y porque estábamos nosotros aquí en la guerra y porque, para que ella no viera en nosotros los culpables de esa situación. Para darle a ella elementos de análisis y para que ella más adelante llegue a decir bueno, ellos no están conmigo, pero ellos están por cientos, sacrificamos el amor por nuestra hija y ese amor lo compartimos en cientos que ven en nosotros como su única esperanza, entonces así ha sido la comunicación, saltando obstáculos mucha seguridad, mucha vigilancia del enemigo. Muy controlada ella por el enemigo a pesar de ser tan pequeñita.

Dick: ¿Tuvo que dejar el país ella también con su abuela?

Lucero: Ella tuvo que dejar el país por razones de seguridad, y casi que se recorrió todo el país de un lado a otro, ella no ha podido tener, no tuvo ya, porque ella esta prácticamente en la adolescencia y su niñez no fue la de un niño común y corriente, pero siempre le explicamos eso a tiempo de tal manera que ella entendiera eso como una situación que si bien no es normal, nosotros no somos los culpables.

“Que la próxima vez no vaya a ocurrir la misma falla”
Dick: Bueno si me permite decirlo, pero tú me prestaste un paquetazo de cartas, que muestra que realmente es una niña con un gran conocimiento, con una conciencia muy, muy avanzada, que esta enterada a grandes rasgos de la situación de toda la familia de ustedes. Sin embargo cuando ustedes fueron capturados en Quito ella estaba en compañía con ustedes y dice en la carta que cuando Simón se autoculpó por la captur, y ella contesta que “no, los tres tenemos esa culpa, pero que sirve también como lección para que la próxima vez no vaya a ocurrir la misma falla”.

Lucero: Mira, con Simón siempre hablamos eso, yo no se si mi hija en el futuro va a tomar la decisión de ingresar a la guerrilla, yo espero y a eso creo que le tiramos todos los guerrilleros, que cuando nuestros hijos tengan la edad de tomar esa decisión nosotros ya hayamos construido la base con el pueblo para la toma del poder. Que nuestros hijos no tengan que vivir esta situación, que nosotros hayamos logrado ese triunfo y que más bien, ellos nos ayuden a construir ese nuevo país y esa nueva patria.

Esa es nuestra aspiración, si ella, en el transcurso de esa formación, ella decide venirse para acá yo pienso que es como la realización del sueño de uno, que tu tienes el hijo aquí en la guerrilla. Lo ves crecer con todas las dificultades. Les das elementos de análisis y luego esos elementos de análisis le sirven a ella para tomar la decisión de ingresar.

Pienso que seria la realización más grande que uno puede tener como mujer y como madre también, que uno pueda saber que el hijo que uno tuvo aquí en la guerrilla, sirve como aporte también a la guerrilla, aunque aspiramos a que podamos tomarnos el poder antes de que nuestros hijos tomen esta decisión que no es la decisión mas fácil, que es una decisión dolorosa que es la vía armada. Lo que hemos hecho nosotros es darle elementos de análisis, si bien ella puede o no puede ser, eso lo definirá ella yo no la voy a obligar.

Pienso que en estos momentos la única posibilidad que mi hija tiene para aportar y desarrollarse como una mujer libre y digna, es aquí en las FARC, no hay otra alternativa. No hay otro sitio donde a ella le respeten sus derechos como mujer y donde ella tenga la posibilidad de salir adelante, sino aquí en las FARC.

“Además de que ella es mi hija ella también es mi camarada”
Entonces si ella toma la decisión de ingresar, yo no me voy a oponer, al contrario felices nos vamos a poner Simón y yo de que además de haberle entregado nuestras vidas, también le vamos a entregar un hijo a la revolución. Imagínate, ¿que revolucionario no se va a sentir feliz así? Nosotros tenemos la obligación y creo que lo han hecho los revolucionarios del mundo, y en las FARC igual es.

Nosotros tenemos la obligación que nuestros hijos por lo menos sean revolucionarios, sino en la vía armada por lo menos, si revolucionarios de convicción y a eso le atinamos siempre, a mostrarles a nuestros hijos. Desde pequeñita, así ella no lo entendiera en cartas, le dejamos testimonio de cada una de nuestras luchas, porque son los elementos que en el futuro a ella le van a servir. Entonces todo eso sirvió para que ahora ella, en medio de toda esta situación que vivimos en la situación en que esta Simón, por lo menos yo estoy aquí, estoy donde tengo que estar, donde yo decidí estar. En medio de esta situación, que ella analice y que a pesar que los medios digan que Simón es el peor terrorista del mundo, que esta metido entre lo más peligrosos del mundo, se considera que es una amenaza para la seguridad de los EE.UU., ella ya sabe que eso que dicen los medios de comunicación, que eso que dice la burguesía, eso que dice el imperialismo, eso que dice Uribe, es pura carreta y ella lo sabe porque ella, no solamente sintió nuestro amor de padres, sino porque también sintió nuestro cariño de camaradas. Además de que ella es mi hija ella también es mi camarada


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