Centrales obreras dicen que para quienes devengan el salario mínimo la inflación creció el 10 por ciento y no el 7,67.
Sindicalistas y académicos coinciden en que es conveniente subir un poco más el sueldo para los trabajadores de menos ingresos. Hacerlo serviría para cumplir mandatos de la Corte Constitucional, distribuir la riqueza y acelerar la economía.
El porcentaje de la inflación nacional el año pasado fue del 7,67 por ciento. En consecuencia, el salario mínimo pasó de 461.500 pesos a 496.900.
Para los representantes de las centrales obreras, este incremento no cumple con lo que ha ordenado la Corte Constitucional respecto de la definición del salario mínimo y por eso demandarán ante el Consejo de Estado la decisión del gobierno.
La razón que argumentan los sindicalistas es que aquella Corte, en su sentencia 815-99 del 20 de octubre de 1999, dijo que si no hay concertación entre el gobierno, los empresarios y los representantes de los trabajadores, el gobierno debe proceder a decretar el salario mínimo. Pero dice que debe hacerlo, entre otras, con base en “la inflación real del año que culmina”, es decir, en este caso, la de 2008.
El incremento del 7,67 por ciento es un dato de incremento de la inflación nacional. Por eso, los sindicalistas argumentan que no es el real, porque “para los sectores más pobres, que son los que ganan el mínimo, la inflación llega al 10 por ciento. El salario debe ser reajustado conforme al Índice de Precios al Consumidor (IPC) para los estratos uno y dos. De no ser así, estaría en contravía de lo preceptuado por la Corte Constitucional”, explica Julio Roberto Gómez, secretario general de la Confederación General del Trabajo (CGT).
Gómez explica que la inflación creció más en esos sectores porque “los precios que más subieron en 2008 fueron los alimentos y los empleados que ganan el mínimo invierten el 44 por ciento de su salario en la compra de comida”.
A ese respecto, el ministro de la Protección Social, Diego Palacio, dijo que “a lo largo de la historia, en la concertación que se ha hecho con las centrales y empresarios, la cifra de inflación en el país es una sola”.
Y explica que no se puede tomar la inflación por sectores, por regiones o por estratos para definir el mínimo. “La aplicación que tradicionalmente se le ha hecho en el marco de la ley, con la participación de las centrales y los empresarios es la cifra general en el país. Esa es la que se ha aplicado”, reitera.
La Corte Constitucional no especifica si la inflación que debe tenerse en cuenta es la de los estratos que ganan el mínimo o la del total nacional. En lo que sí es muy clara es en que el salario debe "asegurar que todas las personas, en particular las de menores ingresos, tengan acceso a los bienes y servicios básicos".
Entonces las centrales obreras encuentran otro argumento para demandar el decreto, toda vez que, según sus cuentas, la canasta familiar para un hogar vale más de 900 mil pesos cada mes. Y con un salario de 496.900 pesos, “hay un déficit de 500 mil pesos mensuales para quienes ganan el mínimo”, según explica Tarcisio Mora, presidente de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT).
Esto, dice, "hará más difíciles las condiciones de vida los trabajadores y sus familias, que no saben cómo suplir las necesidades básicas de vivienda, transporte, educación, alimentación y ni pensar en temas como la recreación o cultura".
Mora explica, además, que acudirán a la justicia porque no encuentran espacio para dialogar con el gobierno y los empresarios para que distribuyan las ganancias nacionales, al negarse a negociar el mínimo después del pasado 15 de diciembre.
Pese a que se avecinan tiempo difíciles para la economía, sí hay qué distribuir. Eso dijo en la emisora Radio Nacional de Colombia (RNC) Ricardo Bonilla, investigador del Centro de Investigaciones para el Desarrollo de la Universidad Nacional.
“Cuando la economía crece como el año 2007, al 8 por ciento, quiere decir que en términos nominales está creciendo 8 por ciento más la inflación. Y cuando se está hablando de salarios, dicen ‘sólo le vamos a entregar la inflación más un punto’ ¿Qué se hicieron los otros siete puntos adicionales?”, cuestiona Bonilla. Escuche aquí la explicación que le dio este lunes a Radio Nacional sobre cómo distribuir el Producto Interno Bruto.
Pero unos salarios más altos no sólo permitirían la distribución de la riqueza, sino la aceleración de la economía, en momentos en los que se prevén, incluso, recesiones en varios países del mundo. Eduardo Sarmiento, director del Centro de Estudios Económicos de la Escuela Colombiana de Ingenieros, dijo en RNC que con mayores salarios, se impide la caída acelerada de la economía y la pérdida de empleos.
Sarmiento explicó, además, que los empresarios sí tienen con qué pagar un mayor salario. Escuche los argumentos que expuso en la Radio Nacional aquí.
Con estos testimonios, sindicalistas y académicos coinciden en que es necesario un incremento mayor del salario mínimo. Los unos enfatizan en que deben cumplirse las normas, y los otros en promover la aceleración de la economía.
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