Diciembre 28 de 2007 -
Revelan cómo opera la mafia del narcotráfico desde el aeropuerto Olaya Herrera, de Medellín
Adulteraciones de los planes de vuelo, desvío de las rutas oficiales hacia zonas de cultivos ilícitos y clonación de matrículas hacen parte de las actividades delictivas.
Una fuente de inteligencia le aclaró a EL TIEMPO que en el Olaya Herrera no se embarcan alijos de coca o heroína. La modalidad delictiva en este caso consiste en que aviones despegan de la capital paisa y se desvían para recoger la droga.
Por ejemplo, salen con un plan de vuelo hacia Apartadó, Montería o una pista menor, desvían su ruta hacia una zona de procesamiento de alcaloides (Bajo Cauca, nordeste antioqueño, Urabá, los Llanos o Caquetá), llevan la carga ilícita a otro sitio y continúan hacia su destino original.
Para despistar al radar, vuelan a poca altura o apagan el transpondedor (sistema que permite que el radar los localice).
"Lo del Olaya es preocupante", opina el coronel Víctor Plata, director de operaciones aéreas de la Aeronáutica Civil, quien cuenta que su institución ha descubierto matrículas adulteradas y hasta superpuestas con cinta adhesiva.
En un caso, detalla, una aeronave voló legalmente a Panamá mientras que otra, con idéntico registro, estaba parqueada en Bogotá. Otra técnica utilizada por los criminales es alterar la planilla de salida. "Si salió a las 10 pone que lo hizo a las 11", explica una fuente conocedora de este tema.
El mismo procedimiento se estaría usando en el alquiler de helicópteros, los cuales serían empleados para otro tipo de delitos, como transportar secuestrados.
Obviamente, para que todo esto funcione se requiere la complicidad de uno o varios de los funcionarios que controlan la aeronavegación.
El aeropuerto Enrique Olaya Herrera, de Medellín es la segunda terminal aérea del país en número de operaciones
También asesinatos
"Por sapa". Las dos palabras, pintadas en una cartulina, quedaron junto al cuerpo de Nancy Esther Zapata. Su asesinato, según las autoridades, es la última manifestación de una delincuencia organizada.
"Estos son ajustes de cuentas por hechos mafiosos, por caídas de embarques de droga y otras circunstancias", afirma el general Marco Antonio Pedreros, comandante de la Policía del Valle de Aburrá. Según el oficial, parte de las 210 naves que ofrecen vuelos privados en el Olaya están dedicadas a negocios ilegales.
No obstante, aclara que Zapata no hacía parte de este engranaje criminal. "Por el contrario: aparece como víctima", le dijo a un medio local.
Ella tenía 45 años y administraba un almacén de repuestos para avión en el hangar 70, donde la mataron el primero de noviembre. Le apuntaron a la cabeza con un arma dotada de silenciador, dicen los investigadores.
Si bien su familia sostiene que lo hicieron por robarle 15 millones de pesos, el aviso dejado en la escena evidencia que la intención era castigarla por algo que denunció.
Además del crimen de Nancy Zapata, las autoridades que tratan de desentramar esta maraña mafiosa investigan el asesinato del ganadero Francisco Iván Cifuentes Villa en La Apartada (Córdoba).
El 23 de abril estaba durmiendo en su finca 'Villa Aurora', en la vía hacia Caucasia (Antioquia), cuando seis hombres entraron, amordazaron a cinco trabajadores y llegaron a la habitación de Cifuentes, donde le dispararon. Lo llevaron con vida al hospital de Caucasia, pero falleció.
Cifuentes era reconocido entre los narcos del norte del Valle como 'Don Pacho' y en el Olaya Herrera tenía la empresa Cóndor. Él no figura en las escrituras, pero en la terminal todos sabían que él era el dueño desde el año pasado.
Muchos coinciden en que su homicidio precedió una significativa reducción en todas las actividades del aeropuerto. Si bien su compañía solo tenía dos Cessna 206 -cada uno con capacidad para cinco pasajeros-, que alquilaba para vuelos chárter, subcontrataba con otros hangares.
Días antes de su muerte, de su empresa se robaron un software, pero el hecho no se denunció. Los detectives del caso intentan saber qué información buscaban los ladrones.
Nadie responde
Y no es el único hurto. A raíz del asesinato de Nancy Zapata, la Asociación Colombiana de Usuarios Aeroportuarios (Acua) aseguró que ha habido "robos de motores, repuestos y computadores, e intentos de quemar hangares". En un comunicado se queja además de la ineficacia de la Policía y la administración del aeropuerto.
El gerente de la terminal, Francisco Saldarriaga, responde que su responsabilidad es el funcionamiento de las pistas, así como la comodidad y la seguridad de los pasajeros en las salas de espera. La vigilancia de los hangares, dice, corre por cuenta de sus ocupantes.
No obstante, el general Pedreros reporta que ha recibido 50 quejas de usuarios de los hangares que se sienten incómodos con las requisas.
En tres aeronaves han encontrado droga
El 18 de noviembre del 2006, en Santa Marta, cayó en poder de las autoridades un Aerocomander 500S bimotor con una tonelada de coca. Había salido del Olaya Herrera a las 7:45 a.m. y le habían cambiado la matrícula colombiana por una estadounidense.
Esto y las 17 canecas de combustible que llevaba hacen presumir que iba hacia el exterior.
El 27 de agosto del 2006, la Fuerza Aérea interceptó en el cielo de Turbo (Antioquia) un Cessna que había salido de Medellín. Al obligarlo a aterrizar hallaron 409 kilos de coca.
A principios de este año, un avión que decoló del Olaya desapareció cinco días. Fue encontrado en Centroamérica con droga.
'El control no nos toca a nosotros': gerente de la terminal
¿De quién son los hangares?
El Estado es el dueño de los terrenos y los edificios son mejoras de los arrendatarios.
¿Cómo se puede alquilar un hangar?
Se sacan a subasta para negocios aeronáuticos. Cuando llegamos había restaurantes, vendían licor e incluso hacían fiestas hasta altas horas de la noche, pero ya acabamos con eso; a partir de las 6:30 de la tarde no se permiten actividades.
¿Cuál es su función?
Tenemos unas instalaciones que son como un parqueadero. Usted puede meter un carro al parqueadero y si el carro no va un día, el parqueadero no tiene por qué saberlo. El único control que podemos ejercer es que nos paguen el aterrizaje.
¿Quién controla los aviones que entran y salen?
La Aeronáutica Civil. Si la torre de control lo autoriza, tenemos que permitir el aterrizaje. Nosotros no autorizamos ningún movimiento, pero sí tenemos responsabilidad sobre las aeronaves que estén parqueadas.
De hecho, ya les escribimos a las autoridades respectivas para que nos paguen el arriendo de muchos aviones que están aquí decomisados.
¿Cuántos hay?
Como 10 ó 12, por narcotráfico, contrabando, porque entraron ilegalmente, porque no pagan impuestos, por embargos, etc.
¿Quién revisa los aviones?
La Policía.
¿Quién responde por el ingreso de armas?
En Colombia no está prohibido entrar a un aeropuerto con un arma (si está amparada). Lo que no se permite es viajar en un avión con ella. Pero si uno la afora se la llevan.
www.eltiempo.com
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