Por desacuerdos sobre cifras, Gobierno decidió acabar convenio con ONU para medir cultivos ilícitos
Carlos Albornoz (izquierda), director nacional de Estupefacientes.
El malestar del Gobierno fue provocado por el informe del Sistema de Monitoreo de Cultivos de la Coca (Simci), que hablan de un repunte del 27 por ciento en el área con coca en Colombia en el 2007.
Medición de coca El fin del convenio con Naciones Unidas se definió poco antes de la medianoche del jueves, tras una prolongada sesión del Consejo Nacional de Estupefacientes que encabezó Uribe.
Rodolfo Llinás, director del Simci, fue notificado ayer de la decisión del Gobierno y recibió a la vez la invitación a participar como auditor de la firma nacional o extranjera que se encargue de la tarea de medir, máximo cada dos meses, qué tanto se han movido los narcocultivos.
"No existe en el mundo un equipo con más experiencia que la nuestra. No hay un organismo que pueda hablar de experiencia en estos cultivos, si no ha trabajado antes en Colombia, Perú y Bolivia", dijo
Ayer, el propio presidente Álvaro Uribe dijo que los reportes serán "mensuales o cada dos meses y con toda la desagregación geográfica posible". "Nos sorprende mucho que se hace un esfuerzo a un año y parece que ese año se hubiera perdido", agregó.
Aunque las autoridades encargadas de combatir el narcotráfico admiten que la resiembra ha sido fuerte, en sus cuentas no estaba que la coca prácticamente volviera a los niveles del 2002.
Dudas sobre las cifras
Durante casi una década, la medición de la ONU fue el referente del Gobierno, por encima de los cálculos de E.U. De hecho, las agencias de ese país usualmente reportan más coca que la que encuentra cada año el Simci.
Ahora hay expectativa por ver si las cifras de E.U. también indican un crecimiento en los narcocultivos. En la reunión del jueves, el ministro de Defensa, Juan Manuel Santos, y el director de la Policía, general Óscar Naranjo, dijeron que el trabajo de campo en las regiones les decía otra cosa sobre los cultivos.
Mencionaron el caso de Nariño, el departamento donde hay más coca en el país. Simci dice que en el 2006 allí había 15.606 hectáreas de coca y que el año pasado crecieron un 30 por ciento, hasta llegar a las 20.259.
La Policía no cree en la magnitud de ese aumento porque, precisamente por los reportes del 2006, en Nariño se concentraron grandes esfuerzos para fumigar y erradicar manualmente esos cultivos.
Gobierno quiere medición bimensual, dice Carlos Albornoz, director nacional de Estupefacientes
¿Por qué cambiar al Simci?
Al Gobierno no es que no le guste (el reporte) porque sí. Nos preguntamos cómo, si hemos aumentado y multiplicado la erradicación manual y aérea, hay más coca. Existe una duda sobre la veracidad de esos resultados.
¿No es taparse los ojos ante el problema?
A nadie le gustan las malas noticias, pero no se trata de que vamos a buscar a alguien que nos diga lo que queremos oír. Se trata de buscar una firma seria, respetable y con credibilidad para que nos diga si hay menos coca o no.
¿Cuál es la diferencia?
Simci hace una medición estática, de cada año. Con las mediciones cada dos meses se puede saber si las labores de erradicación están sirviendo o no.
'No hemos recibido objeciones', dice Rodolfo Llinás, coordinador del Simci.
¿Se justifican las reservas frente a los últimos resultados de la coca en Colombia?
No se puede confundir la mejora en precisión con la cantidad de cultivos que se identifiquen. No es fácil conseguir expertos que puedan calificar o evaluar el trabajo que hacemos. Hasta la fecha, el proyecto Simci no ha recibido una objeción documentada sobre errores. Jamás hemos recibido ninguna glosa.
¿Cuál es la experiencia de la ONU midiendo coca?
Simci realizó su primer censo en 1999. Desde entonces trabaja el mismo equipo, con satélites y trabajo de campo. Con base en nuestra metodología Perú inició sus censos en el año 2000 y Bolivia en el 2004.
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viernes, 27 de junio de 2008
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