Diez años desaparecidos en la sierra
Bajo un espeso bosque de la Sierra Nevada de Santa Marta, un equipo judicial de Justicia y Paz encontró, por fin, los restos de tres jóvenes asesinados por los paramilitares en 1998. Para lograrlo fueron necesarios, un helicóptero, varios guías y más de 120 excavaciones.
Por Tadeo Martinez, corresponsal de Semana en la costa caribe
Fecha: 08/22/2008 -
Eduardo Andrés Delgado Torres, un bogotano estudiante de biología de 22 años; José "Pipo" Hidalgo, un samario dedicado al turismo ecológico y Marco Micheletti, un italiano interesado en conocer las condiciones de los cultivos de moras y frambuesas en la Sierra Nevada de Santa Marta, desaparecieron en julio de 1998 y nunca más sus familiares y amigos volvieron a saber de ellos.
Hasta que el pasado viernes 15 de agosto la coordinadora de la seccional de Justicia y Paz, fiscal Zenaida López, y un equipo de 14 funcionarios de la Fiscalía y el CTI encontraron en dos fosas, a 1.900 metros de altura, los restos óseos de los tres jóvenes.
Según las versiones de los familiares dadas a la Fiscalía, los tres muchachos se encontraban en la finca Miraflores de propiedad de la familia Delgado. Eduardo Andrés estaba esperando la admisión de una universidad en el exterior donde continuaría sus estudios en biología y el italiano Marco Micheletti estaba interesado en invertir en cultivos de frutas.
Las pistas sobre el crimen y la desaparición comenzaron a despejarse hace pocas semanas, cuando compareció ante Justicia y Paz, Rigoberto Rojas, conocido con el alias de "Rigo", quien aceptó los cargos de desaparición forzada y homicidio en persona protegida, con el argumento de que los tres jóvenes eran simpatizantes del Eln. Hace un año la madre de uno de los tres muchachos se había entrevistado con la fiscal Zenaida López y le había pedido encarecidamente que buscaran a su hijo y a sus amigos.
La población más cerca de la finca de la familia Delgado es Minca y es una zona fría en la que durante años han convivido las etnias indígenas con los grupos armados. A "Pipo" Hidalgo lo conocían porque se dedicaba al turismo ecológico en la Sierra Nevada. Entre los tres existía una estrecha amistad y Michelletti, era novio de una hermana de Hidalgo.
El año en que desaparecieron Delgado, Hidalgo y Michelletti, la zona era patrullada por hombres armados al mando del exparamilitar Rigoberto Rojas, hijo de Adán "El negro" Rojas, miembros ambos de una familia que venía de Tolima y se estableció en La Sierra Nevada a finales de los años sesenta. El "negro" Adán y su banda echaron raíces en la región, son temidos y han sido crueles y sanguinarios. Han estado al servicio del mejor postor, narcotráfico y paramilitares. La mayoría de los miembros de la familia hoy están presos, pero uno de ellos, Víctor Rojas, conocido con el alias de "Jagui", comanda un grupo de emergentes en la frontera entre Córdoba y Antioquia y lo señalan como el posible autor de las masacres ocurridas en Tierralta, Puerto Libertador y Valencia en Córdoba.
Después de la información dada por alias "Rigo", comenzó la preparación de la comisión que adelantaría la búsqueda de dos fosas a 1.799 metros sobre el nivel del mar. El equipo se trasladó a Santa Marta y desde la brigada partieron en la madrugada del martes 12 de agosto en helicóptero. Iban preparados para dos días máximo, pero hacer cálculos en la búsqueda de desaparecidos es imposible.
Las pistas dadas por el exparamilitar y las orientaciones de los guías, eran pocas. El primer y segundo día, fueron fallidos. Tuvieron que enviar por otro guía que al parecer sabía de la existencia de unas posibles fosas porque había pasado por una zona donde la tierra estaba removida y habían tumbado unos árboles. En total, a la comisión de exhumaciones de la fiscalía la acompañaron cuatro guías. Pero en diez años la tierra se sienta y donde no había árboles hoy había un bosque.
Después de abrir 48 huecos aparecieron los primeros restos, unas botas pantaneras y un termo verde. Luego una camiseta GAP y otras prensa de vestir. Las fosas estaban bajo un frondoso bosque joven, verde y frío, en una ladera. Difícil de encontrar. En esa fosa hallaron un cuerpo, tendrían que abrir el jueves y viernes otras 85 veces la tierra para encontrar los otros dos cuerpos. En una fosa había dos restos más. La primera sepultura estaba a 75 centímetros y la segunda a 95 centímetros.
Hallaron los documentos, cédulas, licencias de conducir y carné de buzo de alguno de ellos. "es como buscar una aguja en una pajar", dice la fiscal Zenaida López. El suelo, dice, es muy blando. "Las pistas que nos habían dado estaban ocultas por la vegetación".
La mañana que desaparecieron, el 11 de junio de 1998, "Pipo" Hidalgo había llamado a su hermana para decirle que iban para Minca. Al día siguiente, al no saber de ellos, subió y encontró la mesa tal y como la habían dejado el día anterior, los platos y vasos del último desayuno sin recoger.
Los Rojas patrullaban entre Bonda y Masinga, una zona en la que también había presencia del Eln. Los tres jóvenes estaban preocupados porque cerca de donde ellos estaban un grupo de hombres estaban talando el bosque.
sábado, 30 de agosto de 2008
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