sábado, 26 de julio de 2008

“Íngrid no ha hecho nada por la paz”

Entrevista con el Nobel de Paz argentino
Por: Javier Pardo Barreto

Durante su visita al país, Adolfo Pérez Esquivel, el Premio Nobel de Paz argentino, argumentó por qué para él ni Íngrid Betancourt ni Álvaro Uribe deberían ser postulados como candidatos al Nobel de Paz.

Foto: Gabriel Leigh
Adolfo Pérez Esquivel recibió el Premio Nobel de Paz en 1980.
En medio de su visita a Colombia para presentar un dictamen del Tribunal Permanente de los Pueblos (TPP) sobre nexos entre paramilitares y multinacionales, Adolfo Pérez Esquivel, Premio Nobel de Paz argentino, habló con El Espectador sobre la paz en Colombia y el mundo, y la política latinoamericana.

¿Qué piensa del proceso de Justicia y Paz en Colombia?

Es una aberración total y absoluta. El Gobierno no necesita de paramilitares, no tendrían que estar. Si un gobierno confía en los paramilitares, esto no es una democracia. Una democracia tiene que tener un Estado de Derecho. Eso es más propio de dictaduras que de gobiernos democráticos.

¿Hay justicia para las víctimas del conflicto colombiano?

Lamentablemente no. No existe el derecho de justicia.

¿Cómo vio la manifestación del 20 de julio por la paz y contra las Farc?

Nos ponemos contentos y tenemos que reclamar la liberación de todos los secuestrados de las Farc. Pero también tenemos que reclamar al Gobierno colombiano que no viole, que no se mate, que no se secuestre. Nos alegramos por eso, pero ¿qué pasa con todas las personas que han desaparecido y muerto, con las torturas, las cárceles? También hay que reclamarle al Gobierno el fin del terrorismo de Estado para construir un proceso democrático.

¿Por qué la marcha contra los paramilitares no tuvo tanta repercusión como las que se han hecho contra las Farc?

Tiene que ver con la capacidad de movilización y en dónde se puso la fuerza. Vi que estuvo Shakira; entonces, utilizar artistas muy reconocidos es más convocante que si no participan. Hay mucho del manejo de los comportamientos sociales dirigidos.

¿Cómo terminar el conflicto colombiano?

A través del diálogo y negociaciones. No creo que esto tenga una salida militar. Negociaciones no sólo con las Farc, tengo entendido que en Colombia hay 17 grupos armados y con todos hay que hablar. Esto no es tan simple, no es blanco y negro. Hay muchos matices para buscar una solución justa para terminar esta violencia que afecta la vida del pueblo colombiano.

¿Estamos yendo hacia un camino para la paz?

No. No veo que hay la voluntad política de encontrar una solución al conflicto. Únicamente se busca una solución militar, en la que llevan más de 40 años, y así no se resuelve.

¿Qué significado tiene que el Ejército haya usado logotipos de la Cruz Roja en el operativo del rescate de Íngrid Betancourt?

No sabemos si hubo negociaciones para la liberación de ella y tres norteamericanos o si hubo un operativo militar. Hay muchas dudas en el mundo y lo están analizando. Después de esta liberación hay síntomas muy interesantes y preocupantes. Aparece justo cuando viene McCain, el candidato republicano de los EE.UU. Pienso que las Farc no son ‘nenes de pecho’ y que tienen muchos años de estrategia y trabajo. No dejarían que fuera tan fácil.

¿Cómo ve el escenario latinoamericano con los problemas entre Ecuador, Venezuela y Colombia?

Está complicado, aunque parece que Chávez y Uribe están limando asperezas. No quisiera enfrentamientos entre pueblos hermanos. Los pueblos latinoamericanos tenemos que unirnos porque tenemos problemas comunes, necesidades comunes, con causas comunes. Tenemos que buscar procesos de integración continental. Hay que apuntar a esa integración, que es el sueño de nuestros mayores, los libertadores de nuestro continente. Buscar enfrentamientos entre pueblos hermanos es lo peor que podría ocurrirnos.

Siendo usted Premio Nobel de Paz , ¿qué piensa de la propuesta de la presidenta chilena, Michelle Bachelet, de postular a Íngrid Betancourt a esta distincion?

No veo que Íngrid haya hecho algo por la paz. Ha sido prisionera de una situación desgraciada, pero no me parece que ha hecho trabajos o méritos ni por la paz de Colombia, ni por la paz mundial. Cosa muy distinta a Aung San Suu Kyi, Premio Nobel de Paz, que está presa en Birmania, y que trabaja por la paz.

¿Y sobre la propuesta que surgió en los últimos días acerca de postular también a Álvaro Uribe como Premio Nobel de Paz?

¡El presidente Uribe es un guerrero! No tiene nada que ver con la paz, no le interesa. Es un hombre que fomenta la guerra y los conflictos. Si quisiera la paz, tendría que haber trabajado en otra dirección, no tendría que haber atacado a un pueblo hermano como Ecuador.

Pasando ahora a Argentina, ¿cómo ve la situación política en su país luego de las protestas agrarias y la derrota de la presidenta Cristina Fernández con la ley de exportaciones?

Se está debatiendo el modelo de país. Hay oligarquías, grandes empresas agropecuarias que no querían las retenciones, quieren ganar más y no redistribuir la riqueza. El Gobierno argentino cometió errores, como meter en la misma bolsa a los grandes productores de soja con el pequeño productor rural. Esto provocó un conflicto en el que al final estos sectores se unieron para protestar. En Argentina eso es un problema no resuelto porque faltan políticas agropecuarias permanentes, que generan división dentro de los partidos.

¿Por qué la presidenta Fernández ha tenido más dificultades que su esposo, el ex presidente Néstor Kirchner?

A Cristina le hicieron esto a los cien días de gobierno, hubo una intencionalidad de provocarle conflictos. Tengo serios cuestionamientos a su gobierno, pero tratamos de ser positivos, apoyar las cosas buenas y tener una crítica constructiva en aquellas cosas en las que tienen que avanzar. Pero cuando un gobierno empieza a tocar ciertos intereses económicos, hay reacciones. Le pasa a Evo Morales en Bolivia con el petróleo y el gas, le pasa a Hugo Chávez, le está pasando en Ecuador a Correa.

Ya van cinco años de guerra en Irak, ¿qué piensa de ese conflicto?

¡Bush es un criminal! He estado en Irak 12 días, fui desde Jordania a Bagdad, hice 2.000 kilómetros de desierto. Pude ver el horror, las muertes, la destrucción que cometen ahí. Además es un sistemático violador de los Derechos Humanos. Espero que si llega a subir Obama, pueda cambiar esas políticas y EE.UU. dejen de querer dominar a los pueblos.


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