sábado, 27 de septiembre de 2008

The Washington Post dice que un testigo vincula al general Montoya con ‘paras’

The Washington Post dice que un testigo vincula al general Montoya con ‘paras’

La víspera de la llegada de Uribe a Washington, el rotativo retoma la versión del ex paramilitar Luis Adrián Palacio según la cual el hoy comandante del Ejército le dio armas a alias ‘Rodrigo 00’ en el año 2002, para que expulsara a las milicias de la guerrilla que operaban en los barios pobres de Medellín.
Juan Carlos Iragorri, corresponsal de Semana en Washington

El diario The Washington Post publica en su edición de hoy un artículo muy comprometedor para el comandante del Ejército, el general Mario Montoya. Según el rotativo, en abril del año 2002 el alto oficial le dio armas a un grupo paramilitar dirigido por Carlos Mario García, alias ‘Rodrigo 00’, que comandaba un grupo que se tomó a sangre y fuego algunos barrios pobres de Medellín con el fin de expulsar a las milicias urbanas de la guerrilla. El periódico afirma que todo eso consta en el testimonio rendido el pasado mes de agosto por Luis Adrián Palacio, antiguo paramilitar condenado a 14 años de prisión.

De acuerdo con la versión de Post, que es el periódico más influyente de la capital estadounidense, Palacio afirmó que Montoya “colaboró con escuadrones de la muerte que hace algunos años controlaron sectores pobres de Medellín”. El periódico añade que la declaración “arroja luces sobre los nexos entre el potente ejército colombiano, respaldado por Estados Unidos, y los brutales grupos paramilitares” y señala que si la versión de Palacio resulta cierta, “tendría consecuencias graves para la imagen del presidente Álvaro Uribe” en Estados Unidos.

Para la embajadora de Colombia en Washington, Carolina Barco, lo importante con respecto al artículo de The Washington Post es que la justicia está estudiando el caso. “Hay que dejar que opere”, le dijo hoy a Semana.com. Por su parte, el general Montoya le manifestó a The Washington Post que es mentira todo lo que asegura Palacio, y que la acusación del ex paramilitar, según la cual el alto oficial cargó un vehículo con seis rifles de asalto y una granada para los paramilitares “es absurda”.

En todo caso, no hay que esperar mucho para saber que el artículo le causará dificultades en Washington al gobierno colombiano. Su publicación se produce 24 horas antes de que Uribe aterrice en esta ciudad para poner en marcha la última gestión de cabildeo a favor de la aprobación en el Congreso norteamericano del Tratado de Libre Comercio (TLC). En su agenda, Uribe será recibido el sábado en la Casa Blanca por el presidente republicano George W. Bush.

La votación legislativa del acuerdo comercial está en veremos hasta que la presidenta de la Cámara de Representantes, la líder demócrata Nancy Pelosi, fije una fecha para considerarlo. No lo ha hecho porque tiene reservas frente a la seguridad física de los sindicalistas en Colombia, porque su partido abriga algunas dudas sobre los supuestos nexos de los militares colombianos con los paramilitares, y porque quiere oponerse al saliente Bush a toda costa.

El problema para el TLC es de tiempo. Las sesiones del Congreso estadounidense terminan el 26 de este mes. La esperanza del gobierno colombiano es que el tratado se apruebe en las sesiones extraordinarias, si es que las hay, después de las elecciones presidenciales del 4 de noviembre y antes de fin de año.

La nota de The Washington Post, titulada “Testigo denuncia vínculos entre General colombiano y paramilitares” (Witness Ties Colombian General to Paramilitaries)
sostiene que según varios entrevistados en Medellín, en el año 2002 la 4ª. Brigada del Ejército, entonces comandada por el general Montoya, “se alió con los paramilitares” para llevar a cabo la ‘Operación Orión’ tras la cual las milicias guerrilleras fueron expulsadas de la Comuna 13 de esa ciudad. “Los paramilitares”, agrega el texto, “enterraron algunos cadáveres en tumbas sin nombre”.

No es la primera vez que el nombre del general Mario Montoya, un militar célebre que dirigió la exitosa ‘Operación Jaque’ que sin disparar un solo tiro trajo de regreso a la libertad a Íngrid Betancourt y una decena de secuestrados más, sale a relucir en Estados Unidos por presuntos nexos con los paramilitares. El año pasado, un informe de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) divulgado por el diario Los Angeles Times lo vinculó con esos grupos ilegales.

Palacio, de acuerdo con el artículo del Post, se enroló en el Ejército en 1999 por orden de ´Rodrigo 00’, fue expulsado de esa fuerza en el 2002 y al año siguiente regresó a la actividad paramilitar. La justicia lo condenó a 14 años de prisión.


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