Julio 8 de 2007 -
El artista bogotano Nadín Ospina expone su obra 'Colombialand' en Madrid (España)
Elaborada con fichas de Lego, denuncia los estereotipos contra América Latina. Estará en la galería Fernando Pradilla, hasta el 2 de septiembre.
La obra de Ospina provoca y llama la atención de los españoles porque presenta características extrañas: armas, bigotes, trajes camuflados, cicatrices...
Las primeras impresiones que ha causado son favorables. "A las personas les encanta", dice Natalia Guimón, directora de comunicación de la galería. "La ven y quedan alucinadas".
Señala que muchas veces entran de manera desprevenida -incluso con niños pequeños- y, luego de contemplarla unos minutos se dan cuenta del mensaje crítico a los estereotipos europeos frente a países como Colombia.
La idea de esta obra, basada en las figuras de Lego, nació cuando Ospina le regaló a su hija un juguete de esa marca, que se desarrollaba supuestamente en América Latina.
Los muñecos lucían como malos: tenían la cara cortada y vestían como narcotraficantes. "Lo peor es que era un objeto para un niño", dice Ospina. Él pensó que era el resultado de la imagen que los medios difunden sobre nuestro continente y trabajó durante dos años con esa raíz.
EL TIEMPO habló con el artista en Madrid, poco después de la inauguración de la exposición, ocurrida el 28 de junio.
¿Qué busca con la exposición 'Colombialand' en España, luego de haberla llevado a otros países, como Francia?
Es un trabajo muy crítico, cargado de elementos políticos e ironía. Quiero exponer elementos complicados de nuestra realidad, relacionados con el estereotipo que los medios de comunicación magnifican tanto, con los que identifican a Colombia. Los ejemplos se dan a diario. Ahora es la noticia de los diputados asesinados; hace unas semanas fue un documental de Buñuel, que mostraba una imagen sesgada de nuestro país.
Sin embargo los hechos son imborrables. La muerte de los diputados es real...
Sí, en parte es un mea culpa que invita a reflexionar. Mucha gente no quiere que el arte aborde la realidad y eso es imposible. El artista expresa lo que es y lo que siente. De lo contrario su obra no hablaría de sí mismo. Colombialand muestra una doble vía: por un lado quiere reflejar la realidad y, por otro, quiere desmontar los estereotipos.
¿Cómo los desmonta?
Cuestionándolos. La obra se abre ante la mente de cada observador, para un proceso de reflexión y crítica personales. Se trata de que él mismo llegue a sus propias conclusiones. El arte no ofrece soluciones como la política, sino cuestiona.
¿Cuál ha sido la primera reacción que usted ha percibido en los observadores de la exposición en Madrid?
Al principio veo que la gente sufre desconcierto porque es una obra dura. No es decorativa ni cómoda. Genera una reacción fuerte que ofrece la oportunidad de reflexionar. Cuando a un observador se le da esa oportunidad se siente bien.
JUANITA SAMPER OSPINA
CORRESPONSAL DE EL TIEMPO
MADRID
Publicado en www.eltiempo.com
martes, 10 de julio de 2007
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