Julio 9 de 2007 -
Por asesinato de 3 trabajadores de la Drummond, comenzó juicio en E.U.
Por segunda vez en menos de cuatro meses, la justicia de ese país asumirá un proceso judicial colombiano, sin resolver.
El caso mezcla tres explosivos componentes en materia de derechos humanos y de política internacional: paramilitares, sindicalistas y firmas norteamericanas.
La primera hoja del expediente, que cursa en una corte de Birmingham (Alabama), narra los asesinatos de tres sindicalistas de la Drummond, ocurridos en una región y en una época en la que los 'paras' aterrorizaban a la población: el departamento del Cesar, durante el 2001.
Y la última hoja del caso es una solicitud de los familiares y compañeros de los trabajadores asesinados para que se condene a la empresa y a Augusto Jiménez, su presidente en Colombia, a que paguen una multimillonaria indemnización por apoyar logística y económicamente al grupo que ejecutó en triple crimen: las autodefensas.
"La cifra que piden -dice una fuente enterada- equivaldría a que Drummond empiece a partir utilidades. Calculen: en el 2006, estas alcanzaron los 166 mil 630 millones de pesos".
No obstante, solo en el juicio se oficializará la suma que está en juego.
Ya en marzo, Chiquita Brands estuvo en una situación similar y optó por pagar una multa de 25 millones de dólares para librarse de la investigación que se le seguía por girar (entre 1997 y el 2004) a 'paras' de Urabá, 1,7 millones de dólares a cambio de seguridad y, dicen, de convertir en blancos militares a sus líderes sindicales.
La gran diferencia es que la Drummond -que explota una mina de carbón en el Cesar desde 1988- se declara inocente y está segura de que lo demostrará en los estrados.
Por eso, se niega a llegar a un arreglo económico extrajudicial y por eso, también, desde hoy, su caso quedará en manos de 10 ciudadanos de Alabama que conformarán un jurado de conciencia y que se elegirán, en los próximos días, de una lista de 75 personas que hayan votado en las últimas elecciones locales y que no tengan nexos ni con Colombia ni con la Drummond ni con los sindicatos.
"No le hemos pagado a ningún 'para' o a otro grupo ilegal. No hay 'testigos' presenciales de las acusaciones y a García se le denunció por calumnia", dice la defensa de Drummond y de Augusto Jiménez
Y aunque la juez del caso, Karen Bowdre, advirtió que ninguna pieza procesal podía ser divulgada -para no 'contaminar' al jurado- defensores de los trabajadores revelaron ya los testimonios con los que esperan demoler a la multinacional, incluso dos que fueron desechados por la juez: el de Alberto Visbal y el de Jimmy Rubio.
El Che y los medios
Esa estrategia les ha traído réditos en medios y, por ende, tragos amargos a la Drummond que, por acatar la orden de la juez, calla: se ha concentrado en aclarar dudas en torno a la liquidación de regalías en Colombia un tema que no puede menospreciar.
Pero no todo ha sido ganancia para la estrategia mediática sindical. La exposición de algunos de sus testigos ha dejado entrever claras contradicciones que seguro saldrán a relucir en el juicio.
Esto, precisamente, fue los que pasó en una audiencia en la Cámara de Representantes de E.U. el pasado 22 de junio, en la que también se abordó el caso Chiquita. Si bien los congresistas dejaron en claro su preocupación por la posibilidad de que multinacionales estadounidenses estén patrocinando terroristas extranjeros, los republicanos Dan Borton y Dana Rohrabacher pusieron en entredicho testimonios de la defensa de los sindicalistas.
Además, atacaron a Daniel Kovalik, del Sindicato de Trabajadores de Acero de E.U. y uno de los más destacados abogados que asesora a los familiares de los sindicalistas asesinados. Kovalik -el mismo que filtró el video del presidente Uribe en su primera campaña, al lado de un 'para'- tiene en su oficina un afiche del Che Guevara y desde allí, le concedió un reportaje al Pittsburgh Post-Gazzette.
"Si ganamos, será la primera vez que una empresa de E.U. es encontrada culpable por abusos a los derechos humanos en el exterior"., dice Kovalik.
Borton le preguntó cómo admirar al Che, que asesinó tantos sindicalistas en Cuba, y a la vez defender a algunos de ellos. Kovalik explicó que admiraba al Che por querer construir una sociedad justa, pero admitió que no justificaba el crimen de sindicalistas.
A horas de que se inicie el juicio, EL TIEMPO revela los ases de la defensa de los obreros asesinados -que incluirá la recaptura del director del DAS, Jorge Noguera, hace 5 días-, pero también los lunares de sus testigos estrella.
Mientras se conoce el veredicto en E.U., la Fiscalía colombiana evalúa hoy si involucra formalmente al caso a un contratista.
Fortalezas y debilidades de los testigos estrella contra la Drumond
Rafael García, jefe de informática del DAS y supuesto enlace de su jefe, Jorge Noguera, con el 'para' 'Jorge 40', dice que vio cuando el gerente de la Drummond dio dinero para que asesinar a los sindicalistas.
Cambió la fecha de la entrega del dinero cuando supo que el gerente de la empresa no estaba en el país en ese entonces. Y '40' dice no conocerlo. Pero su ex jefe, Jorge Noguera, acaba de ser recapturado por presuntos nexos con 'paras'.
Eduin Guzmán, un sub oficial (r) del Ejército, dice que la Drummond daba plata, carros y motos a 'paras' que patrullaban y que le consta por que él fue jefe de pelotón, asignado a la protección de la carbonera.
Ingresó a los 'paras' del Meta: es desmovilizado. Tienen una proceso por tráfico de armas a ilegales en los Llanos. Cuando murieron los dos primeros sindicalistas, estaba en un curso en Bogotá. Admite que se ha equivocado en fechas.
Isnardo Ropero dice haber sido escolta privado de Alfredo Araújo, ejecutivo de la empresa, y ver cómo un tal Aldo recogía dinero para pagar a los 'paras'. La versión se la dio una secretaria y un chofer.
Interglobal, empresa de vigilancia para la que trabajaba Ropero, dice que este no era escolta sino vigilante de caseta. Estuvo 42 días a la entrada de la casa de los Araújo y fue retirado por ir tomado a laborar. No se le renovó contrato.
George Pirce, nacido en San Francisco. Fue supervisor de mantenimiento de la mina. Dice que oyó a varios de sus compañeros decir que la voladura del tren de la empresa la arreglarían los 'paras'.
Pirce, de 64 años, es el primer ciudadano de nacionalidad estadounidense que testificará contra la Drummnod y eso tiene peso, más aún tratándose de un veterano de Vietnam. Sin embargo, su testimonio también es de oídas.
Un contratista, ¿tercer vinculado?
Un jefe de seguridad se convirtió en la tercera persona que la Fiscalía está investigando por el asesinato de los sindicalistas de la Drummond Valmoré Locarno, Víctor Hugo Orcasita y Gustavo Soler Mora. El hombre, cuyo nombre se mantiene en reserva, trabajaba como coordinador de vigilancia para una de las empresas contratadas por la carbonera para administrar uno de sus restaurantes o casinos.
Aunque el sujeto no era funcionario directo de la multinacional, de acuerdo con las investigaciones, tenía relaciones con los grupos 'paras', directamente con los hombres del poderoso Bloque Norte de las Auc, al mando de Rodrigo Tovar Pupo, alias 'Jorge 40'.
El jefe de seguridad, explican los investigadores, realizaba 'labores de inteligencia' y entregaba la información a las autodefensas.
Parte de esta labor habría consistido en seguimientos a los líderes del sindicato.
En marzo pasado, la Fiscalía vinculó formalmente al proceso a 'Jorge 40' y a 'Tolemaida', ex militar de 40 años, nacido en El Difícil (Magdalena) y a quien también acusan del crimen de la juez Marilis Hinojosa y del capitán de la Policía Leonardo Pinto.
UNIDAD INVESTIGATIVA
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Publicado en www.eltiempo.com
martes, 10 de julio de 2007
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