jueves, 21 de agosto de 2008

6 de Agosto de 2008

Chinos, esclavos de traficantes de personas

Redacción de El País




Regreso. Con las esperanzas rotas y con US$20.000 menos (lo que se paga a los coyotes), regresan los chinos encontrados en Colombia en situación de ilegalidad. AFP / Él País

El último mes fueron deportados de Colombia 140 orientales. Ecuador se convirtió en el ‘hueco’ por donde se cuela la migracion ilegal.




Iban cubiertos con un plástico negro, apiñados en una rústica barca de madera que usualmente se usa para transportar carga. Pero esta era una ‘carga’ muy especial: 25 personas, y lo que había afuera del tendido de polietileno era la pertinaz lluvia del Pacífico.




Venían desde su China natal en tránsito hacia el ‘sueño americano’, sólo que para llegar a él estaban haciendo una intrincada travesía por tierra, aire y mar.




Con más de 50 horas de viaje, casi ninguna pertenencia y el silencio de quien no entiende nada de lo que los demás hablan, fueron detenidos en aguas de la bahía de Buenaventura el pasado mes de julio.




Era otro grupo de chinos ilegales descubiertos en Colombia. Otro que se sumaba a los que han sido encontrados hacinados en fincas, amontonados en camiones, escondidos en casas de alquiler o, simplemente, perdidos en una tierra extraña, a miles de kilómetros de su casa.




¿A qué vienen?




Aunque en una oportunidad uno de estos orientales detenidos argumentó que venía al país “de turismo y porque aquí el aire es más fresco”, hay motivos de sobra para dudarlo. La migración de estos extranjeros al país ha tenido ya algunas oleadas y la que se presenta ahora es una de las más grandes.




Olga Davila, del Centro de Antención a Víctimas de Trata de Personas de la Acnur, explica que es claro que se trata de una red de tráfico que busca llevar a estos grupos a otros destinos, especialmente a Estados Unidos. Y allí, Colombia entra a ser un lugar de tránsito estratégico para empezar a ascender hacia el norte, usando cualquier alternativa ilegal de transporte.




Aunque, según las autoridades, se trata de una situación que se ha presentado “desde siempre”, la decisión del Gobierno Nacional de eximir de visa a los ciudadanos chinos, tomada en el 2006 con el fin de promover el turismo, se convirtió en el mejor incentivo para que los traficantes usaran el territorio nacional como trampolín para que estos orientales llegasen a Estados Unidos.




La resolución 5525, que tuvo una vigencia de seis meses, abrió en ese entonces la puerta a una masiva migración de orientales que llegaban a los aeropuertos locales y luego emprendían sus viajes clandestinos. Las autoridades lograron capturar y deportar durante ese periodo a 89 personas, pero, según el DAS, fueron muchos los que lograron su cometido de seguir atravesando fronteras hacia centro y Norteamérica.




Se estima que durante ese año ingresaron al país 2.500 chinos.




Ante el elevado flujo, el Ministerio de Relaciones Exteriores pronto volvió a reestablecer la restricción del visado, reconociendo que se había detectado el funcionamiento de una supuesta red de tráfico de personas que usufructuó con fines ilegales esa medida.




Hasta el año pasado, explican fuentes del DAS, la mayoría de los migrantes provenían de la provincia de Fujian y entraban por Venezuela, Perú y Ecuador.




Sin embargo, desde el pasado mes de junio el grueso de estos viajeros está ingresando al país por la frontera con Ecuador, gracias a que este país ya no exige visa a los chinos, con el mismo propósito de estimular el turismo.




Pero los esfuerzos por fortalecer esta actividad económica en el vecino país no se han limitado a la eliminación del trámite, pues tras numerosas gestiones diplomáticas China declaró a Ecuador como “Destino turístico aprobado” y se proyectó que el número de visitantes podría crecer en un año cerca del 20%.




El detective Óscar Vasco, director de Extranjería del DAS en Cali explicó que tras esa medida de Ecuador la ‘explosión’ de redes de tráfico de chinos que pasa a Colombia ha sido fuerte. Esto queda en evidencia tan sólo con el número de deportados del último mes en todo el país: 140 personas de esa nacionalidad.




En ese panorama, el Valle del Cauca tiene un peso significativo, pues hace parte del corredor que acostumbran adoptar las redes (hacia Buenaventura o el Chocó).




Las difíciles condiciones económicas y la falta de empleo son algunas de las causas principales que generan las migraciones desde China hacia otros países, especialmente hacia Estados Unidos. Para controlar el tráfico de personas, el DAS, está desarrollando el sistema de ‘fronteras inteligentes’, para saber en tiempo real quienes están ingresando al país.

Por eso es que en los tres últimos tres meses han sido deportados desde esta región 53 ciudadanos chinos.




Una de las novedades, explica el detective Vasco, es que ahora gran parte de los orientales proviene de otra región, Guangdong, que tiene como capital a Cantón. Hace dos años, el ‘boom’ se dio desde la provincia de Fujian.




Un viaje hacia lo incierto




Liu Shin, uno de los siete detenidos en mayo pasado en Pizarro, Chocó, relató en un precario español que era experto en sistemas, pero que no tenía los recursos suficientes para mantener a su familia. Por eso, a sus 30 años decidió arrojarse a la aventura de cruzar el mundo para llegar a Estados Unidos.




Su historia coincide con la descripción que hacen las autoridades del perfil de este tipo de viajero chino.




Según funcionarios del DAS, en Buenaventura, donde se realizan la mayoría de las capturas, pocos viajeros pasan de los 30 años y cada vez es más común encontrar en los grupos mujeres y menores de edad.




En esta ciudad de la costa pacífica han sido detenidos 47 de estos ilegales en lo que va corrido del año.




“Por lo poco que hemos podido hablar con ellos nos hemos dado cuenta que en su mayoría son profesionales con alguna especializació n, que buscan algún futuro en norteamérica”, dice uno de los detectives en el Puerto.




Cada viajero le paga a la red de traficantes entre US$20.000 y US$23.000 por llevarlos a Estados Unidos.




Dicha organización tiene tentáculos en cada país donde hace estación, para ayudar a estas personas a cruzar las fronteras.




Además, contratan los servicios de transporte local. En Buenaventura, por ejemplo, ya fueron judicializadas dos personas implicadas en esta movilización de extranjeros.




“Son dos porteños que podrían recibir penas entre 10 y 15 años, pues además se les sindica de trata de personas y de menores, debido a que entre los pasajeros que llevaban iban dos menores de edad”, señaló José Cruz, funcionario de inmigración de Buenaventura.




Las avanzadas desde China se realizan con una frecuencia mensual y contemplan las acciones más extremas para llevar a cabo su objetivo: largas caminatas, movilización en la mayor incomodidad e, incluso, el riesgo de quedar abandonados, como ya aconteció con el grupo que quedó a su suerte en Pizarro.




También han corrido rumores de que en travesías marinas algunas personas han sido lanzadas al mar por estar enfermas o por el sobrepeso de la nave.




Las rutas




Óscar Vasco, de extranjería del DAS, afirma que una vez en territorio ecuatoriano, las rutas de los traficantes son diversas.




Un gran porcentaje de quienes parte en embarcaciones hace su primera estación en esteros de Tumaco y de allí arriba a improvisados puertos en inmediaciones de Buenaventura.




“Se ha descubierto que en el estero que queda debajo del puente del Piñal, a la entrada de la ciudad, abordan una lancha que los dirige hacia Juradó, en el Chocó”, indica.




El trayecto puede superar las 18 horas según las condiciones climáticas y la cantidad de viajeros por embarcación.




Una vez en Juradó o cercanías se abordan planchones o barcos medianos que usualmente tienen bandera panameña y que desembarcan en zonas de manglar para no ser descubiertos.




“El viaje sigue por tierra para la mayoría, pero hay quienes se arriesgan a seguir por mar hasta Estados Unidos. Es una aventura sufrida que puede terminar con la muerte”, dice Vasco.




Pese a las detenciones y deportaciones, estos inmigrantes parecen no desistir de intentar alcanzar la ‘tierra prometida’. Es por eso que cada cierto tiempo habrá quien, en un paraje cualquiera encuentre un grupo de gente muy pálida y de ojos rasgados que está de paso por Colombia, pero que está lejos de ser turista.




Antecedentes




# La primera presencia masiva de ciudadanos chinos en el país se remonta a marzo de 1854.




# En esa época 700 chinos provenientes de Cantón arribaron a Panamá (perteneciente a Colombia en ese entonces), para trabajar en la construcción de un ferrocarril. Algunos regresaron a su lugar de origen, pero otros se quedaron en la región.




# En el 2007 la Fiscalía acusó de manera oficial al ex consul de Colombia en Tulcán, Gerardo Dorado Dávila, por la expedición ilegal de visas a ocho ciudadanos chinos que ingresaron al país en el año 2005.




# El Gobierno de China ha reconocido en varias oportunidades el problema de la inmigración ilegal de sus naturales.




# En una oportunidad, el ex gobernador de la provincia de Fujian, Xi Jinping, señaló que el gobierno estaba combatiendo esta inmigración y que para ello solicitaba la cooperación de los demás países.




# “Ha de castigarse severamente a los ‘cabeza de serpiente’, como se conoce a los jefes de la mafia de la emigración ilegal y hay que despertar a la gente de sus sueños de buscar el oro en el extranjero”, precisó Xi Jinping.




# Además de Estados Unidos, los principales destinos de los chinos son Japón, Canadá, Inglaterra y Corea del Sur.




http://www.elpais. com.co/paisonlin e/notas/Agosto03 2008/chinos. html

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