Cómo siguieron delinquiendo
Estos son los episodios más sonados
Fecha: 05/13/2008 -
Desde que comenzaron las negociaciones en Santa Fé de Ralito, Córdoba, los jefes paramilitares desmovilizados utilizaron las zona de concentración para continuar con sus negocios ilegales: tráfico de drogas, lavado de dinero, manejos de prostitución y sobornos a la Fuerza Pública. Así lo denunció SEMANA hace un año.
Otro episodio grave que indicaría que los jefes paras continuaban en sus andanzas criminales lo protagonizó Diego Fernando Murillo, alias Don Berna, acusado del crimen del diputado de Córdoba Orlando Benítez en abril del 2005. El Gobierno encontró sospechas tan graves de la responsabilidad de Don Berna que suspendió las negociaciones en Ralito y ordenó su detención.
Don Berna se entregó a la policía y luego fue trasladado a prisión. Entre tanto sus compañeros fueron ubicados en la sede de un antiguo centro vacacional en La Ceja, Antioquia, conocido como Prosocial. De allí fueron sacados sorpresivamente en otro operativo relámpago por graves sospechas de que desde allí despachaban y continuaban al frente de sus empresas criminales. Fue así que Don Berna y sus pares se reencontraron en la cárcel de máxima seguridad de Itaguí.
En mayo del año, cuando los principales jefes paras estaban recluidos allí, SEMANA reveló escandalosas comunicaciones en donde se evidenciaba cómo desde esa prisión, 17 de éstos jefes ordenaban asesinatos, extorsionaban, coordinaban sus negocios narcotráfico y hasta dirigían el rearme de los llamados grupos emergentes. Para adelantar estas acciones paramilitares como Salvatore Mancuso, Ramiro Vanoy, alias ‘Cuco’, y Fredy Rendón, alias ‘El Alemán’, contaban con celulares e internet dentro de la prisión que les permitía mantener una comunicación fluida con sus hombres de confianza.
“Todo el mundo sabe que el que no venda la mercancía blanca a 22 , (2.200.000 pesos) se calienta. Usted sabe cómo es, ellos son blancos y entre blancos se entienden”, dice Mancuso en una llamada donde con su hombre de confianza la compra y venta de cocaína. Otro subalterno en libertad conocido como ‘Goyo’, del Frente Elmer Cárdenas liderado por ‘El Alemán’ habla e imparte la orden de desenterrar los fusiles que no entregaron cuando se desmovilizaron y dicen que hay que seguir con el dominio de barrios y pueblos enteros que no están dispuestos a perder.
“Usted sabe que ahí tenemos varias escopeticas de esas de repetición. Es que uno se azara pa’ meterlas por ahí, hay que tenerlas guardadas”. En el mismo informe también se reveló una llamada de la directora de la cárcel Yolanda Rodríguez en donde ésta muestra sus desespero por el descontrol que se vive en la prisión “Esto cada día se está poniendo peor. Aquí cambian de orden todos los días. Yo aquí digo que no y entonces ahí mismo llaman al director general, al Comisionado, al Ministro y si no, al Presidente”, dice la funcionaria en la llamada.
También se revelaron las componendas y los negocios que los jefes desmovilizados tenían con políticos, hoy involucrados con el escándalo de la parapolítica. En unas conversaciones telefónicas que les grabaron las autoridades se encontró cómo alcaldes, gobernadores, congresistas acordaban con ellos contratos de salud pública, pactos de elecciones, entre otros.
En febrero pasado la prisión de Itaguí produjo otro escándalo cuando una comisión del Inpec hizo un operativo sorpresa y halló una pistola, una granada y 9.5 millones de pesos en la zona donde estaban recluidos los jefes paras. Las primeros indicios indicaron que el armamento y el dinero pertenecía a ‘Ernesto Báez’, más adelante se conoció un comunicado unánime donde todos admitieron que el dinero pertenecía a un fondo común y negaron responsabilidad sobre las armas encontradas.
Estos episodios y el discreto avance en las confesiones y la entrega de bienes en el proceso de Justicia y Paz indicaban que los jefes paras tenía otras intenciones prioritarias más allá de colaborar con la justicia. Hace apenas una semana el director de la Dijin, Coronel Cesar Augusto Pinzón, informó que avanzaba en una investigación especial a los desmovilizados que posiblemente seguían delinquiendo desde las cárceles del país. Es muy probable que los hallazgos del coronel Pinzón hayan sido la gota que colmó la paciencia del gobierno y lo llevó a tomar la decisión de extraditar súbita y masivamente a 14 de los más temidos jefes paramilitares.
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martes, 20 de mayo de 2008
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